martes, 30 de abril de 2013

LOS MERCENARIOS DE LA POLÍTICA


Creo que ya no quedará ningún español sin saber quiénes son los verdaderos mercenarios de la política en España. Son precisamente aquellos a los que la boca se les ha estado llenando de arengas sobre el patriotismo, sobre España y los españoles. Es una plaga que dura siglos y siglos y que nadie ha podido  aún fumigar.

Son como aquellos miembros de una secta judía que afectaba rigor y austeridad, pero eludía los preceptos de la Ley, y, sobre todo, su espíritu. Son los fariseos de entonces y de siempre, los judas de cualquier organización, de cualquier Nación.

Son como la hipocresía más pura, fingiendo cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan por todos los demás.

Son como la mentira y que se manifiestan contrarios a lo que se sabe, cree o piensa. Ellos se erigen como la única verdad posible, la imponen con fuego y con saña.

Son los mercenarios que siempre anidaron en esta vieja España. Los que bien cobran “sus servicios” aunque supongan la ruina de los demás. Son estafadores por excelencia y de la estafa se han servido siempre, de la estafa y del chantaje. La carcoma que ha corroído, desde siempre, a este desgraciado País.

Se han servido de dioses e iglesias que son como ellos, mercenarios de la fe que bien que les posibilita el atesorar riquezas y privilegios. Ninguno de ellos ha trabajado nunca y ni han tenido que enfrentarse con la miseria y con la desesperación más absoluta. Jamás. Ellos, predispuestos, ya nacen en el nido donde las víboras de la gorgona les alientan a mentir las veces que sea necesario con tal de conseguir que la mentira se considere verdad. A ellos nunca alcanza la pobreza, la pobreza no está hecha para ellos. Ellos son los que la provocan con el objetivo de doblegar las voluntades y obtener las mayores ganancias. La confusión es una de sus armas más poderosa y se prodigan en difundirla, para que las buenas gentes caigan en sus mentiras y no alcancen a diferenciar lo bueno de lo malo, lo público de lo privado.

Su preocupación está en ocupar la mayoría de los cargos en todos los organismos que tengan poder. Es el poder lo único que ambicionan. Es el poder que ellos tergiversan y manipulan hasta convertirlo en mero súbdito suyo. Son mercenarios y ambicionan toda riqueza, es el dinero su único afán. A ellos, nunca interesó las gentes que hacen posible que todo funcione. Las gentes, que no son más que la esencia de ese Poder y de esa Nación. Las gentes, que sufren y padecen sus infames designios y sus leyes intencionadas. Las gentes, a las que habría que servir para lograr su bienestar y felicidad, que ese debiera ser el único objetivo loable del que entiende la política como un servicio público, que no es otra cosa. Pero ellos son mercenarios y se sirven de esos ciudadanos para arrebatarles lo que sólo es de ellos, lo que de su trabajo ha sido posible y puesto en común. Nunca entendieron el bien común, nunca nadie les enseñó qué era eso. Ellos se aplican gustosos en su propio bien privativo para que los demás sólo seamos sus esclavos.

Se creen importantes los mercenarios cuanto más roban y atesoran ellos. Saben que su dinero (Que es el nuestro) es la mejor arma inventada para su saqueo. Son el botín de sus guerras que siempre van contra la mayoría de la gente. Ellos nunca han servido a ninguna nación, ellos siempre se sirvieron de ella para su latrocinio. De ahí sus fortunas. Las guardan lejos para que nadie las conozca y sepa. Ninguna fortuna se obtiene por el trabajo honrado, ninguna. Pero no hay justicia que los ajusticie. Porque la justicia también es suya y la manipulan y la cercenan. La chantajean y la compran.

Que tengamos paciencia dice un mercenario tonto y cobarde, como si a más de 6 millones de desempleados les quedara algo de esa paciencia que pide. Como si los cientos de miles desahuciados y endeudados para el resto de la vida, fueran a tener alguna posibilidad para rehacerlas. Como si al resto de los 16 millones que aún trabajan no los fueran a despedir en los próximos dos años. Como si los mayores de 50 años pudieran volver, algún día, a trabajar. Como si los muertos fueran a resucitar de las tumbas del sistema que él defiende. A él le importa un bledo, a él nunca le falta. Siempre le llovieron sobres, como a todos los mercenarios. Tras más de cinco años, a su cinismo no se le ocurre ninguna otra idea. Nunca la tuvo, sólo mentiras y mentiras. Conseguir el poder y la inmunidad que procura. Sobre todo en situaciones internas, donde está claro que sólo son mercenarios de la política y que han cobrado de todos y por todos.

España y Patria, Patria y España, ¿De quiénes?, pregunto. No cabe ninguna duda, es de los mercenarios que la han llevado y la llevan a la situación actual donde el esfuerzo y la miseria siempre es del mismo. Los mercenarios nunca sufren ni padecen las desgracias, que por algo saben bien aprovechar el infortunio de los demás para el suyo propio. Y se hacen más ricos y poderosos y su dolor por España es bastante más pequeño, un leve y pasajero dolorcito de cabeza.

Porque para ellos, España es sólo la realidad que ellos viven día a día y nada tiene que ver con la España que padecemos todos los españoles que no somos ni mercenarios, ni ensotanados, sólo meras estadísticas. Porque, por encima de todos ellos, somos personas, seres humanos con toda la dignidad y con todo el derecho a vivir nuestras vidas con los recursos apropiados. Y que ni ellos, ni otros como ellos, tienen el más mínimo derecho a arrebatarnos. Todo lo contrario.

Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles, porque habrá hombres egoístas, avaros, altivos, orgullosos, maldicientes, rebeldes a los padres, ingratos, impíos, desnaturalizados, desleales, calumniadores, disolutos, inhumanos, enemigos de todo lo bueno, traidores, protervos, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios… (3.1 Epístola II de Pablo a Timoteo)

Son los mercenarios de la política. Échenlos de sus vidas. Nunca les deleguen su poder, lo utilizarán en su contra. Es lo que siempre han hecho.


jueves, 25 de abril de 2013

EL ANIMAL ENVIDIOSO O EL IMPERIALISMO ALEMÁN


¿Quién obligó a los bancos alemanes a invertir en la orgía inmobiliaria española? Nadie. Entonces, ¿Por qué han convertido en un tema europeo la recuperación de esas inversiones fallidas? Si es el principio básico del capitalismo que tanto defienden.

Los alemanes siempre nos han tenido mucha envidia. Nuestra forma de vivir, nuestra cordialidad, nuestra solidaridad, nuestro ingenio y nuestra envidiable rapidez en encontrar la solución adecuada a las peores situaciones. También nuestra gastronomía, tan apetitosa, rica y variada. Nuestras frutas y verduras frescas de una tierra agraciada por los dioses. Nuestros vinos y aceites. Los pescados y mariscos de todos nuestros mares que bañan casi todo nuestro territorio. Nuestro cielo siempre azul y nuestras noches suaves y estrelladas. Nuestro sol. Se pirran por nuestro sol, ¡El sol de España! Les da envidia nuestra alegría y nuestras risas sinceras y abiertas. Nuestros quesos, carnes y leches de vacas fecundas y vigorosas. Las finas arenas de kilómetros interminables de playas donde los niños y los mayores juegan y disfrutan de una parte de nuestra generosa naturaleza. Porque también tenemos nieve y esquiamos hasta en Granada. Todo eso les encanta a los alemanes. Por eso vienen a las Baleares y a la costas alicantinas, malagueñas y cartageneras. Les encanta España y los españoles. Pero no nos lo perdonan y su rabia de envidia les corroe. ¡Lo que ellos darían por que Alemania estuviera donde está España!

Porque con todo eso que tenemos y más, ellos ven cómo les compramos sus buenos coches, sus buenos electrodomésticos y todo lo que de bueno son capaces de hacer los alemanes, también lo tenemos. Y cuando la cabeza nos da molestias, también nos tomamos su famosa aspirina y ¡Zas! A seguir disfrutando. Ellos se llenan de envidia: Tenemos tantas cosas buenas que además también tenemos las que ellos fabrican y elaboran. ¡Es insoportable! Se retuercen. ¡No es posible! Nosotros hechos unos pringaos y ellos,  siendo más pobres, son más ricos que nosotros. ¡Intolerable!

Ellos y su naturaleza que los ha hecho como los ha hecho: ¡Envidiosos! Esa misma naturaleza que produjo a los bárbaros de antaño y a los nazistas de no hace mucho. De tal tierra, tales frutos. Esto es lo que es y lo que hay. Quizás por ello sea esto de querer ser los dueños del mundo y apoderarse, como sea menester, (Unas veces con guerras mundiales y otras con guerras económicas, como ahora) de aquellos países donde la vida no es tan dura porque su tierra así lo permite. Pero eso tiene que ver con ser Ario de pura cepa.

Pero por encima de todo esto hay otra cosa que no nos perdonan, cuál es nuestra bella lengua: El Español. Un idioma fácil, melodioso, rico en palabras y en giros lingüísticos que sólo la ironía y el sarcasmo ibero pueden entender. Una lengua que la hablan más de 500 millones en todo el mundo. Ellos tienen otra cosa a la que también llaman lenguaje. Un lío de consonantes que mal suenan y hacen daño al oído más rudo. ¡Eso tienen para comunicarse! Una lengua pareja a su climatología infernal.

Así que primero se han apoderado de eso que llamamos comunidad económica europea para imponer sus reglas y filosofías. Ellos se han apoderado de Europa para conseguir sus decimonónicos anhelos de una Europa germanizada. La del Sacro Imperio Romano Germánico y del Toisón de oro.

La pobre España, la cada vez más empobrecida España, gracias a estos germanos envidiosos, se hunde en el día a día. Y lo hace por que en este puñetero País de pandereta y sacristía nunca hubo un puñetero buen dirigente del Estado. La mezquindad, la cutrez y la ordinariez de todos cuantos estadistas han sido y son, es la desgracia de este viejo País. Todos ellos sólo miraron para lo suyo y para lo de sus amigos. Nunca tuvieron, eso sí se lo reconozco a los alemanes, la visión de una Nación, donde todos son, por encima de todos y de todo, alemanes. España desde que perdió su imperio cayó en el sálvese quien pueda político y llenaron de guerras fraticidas y de sangre hermana todas nuestras tierras. Y no hay quién nos despierte de tanta cutrería y mezquindad. Nuestras virtudes apartadas del bien común y sólo nuestros defectos esparcidos, restregados entre nosotros mismos. ¡Sálvese quien pueda! Es el único slogan que le queda a España. Así parece ser por la casta política más absurda que jamás hemos tenido.

¡Ay, si yo tuviera el poder del pueblo! Se iban a enterar estos alemanes y sus inversiones fallidas. Se iban a enterar en esa Europa usurpada, en esa Europa secuestrada por los del marco. Por que, quizás no tenga ese poder económico, pero sí tengo otros poderes, como el de abandonarlos a su suerte. Como el de romper con un proyecto que ya no es el que nos contaron: Aquel de la Europa social y de los ciudadanos que se ha quedado sólo en la Europa de los mercados y banqueros. Sólo con esa insinuación, más de uno empezaría a correr y bajaría la prima de riesgo a la hermana generosa que todo lo perdona. Tontos no son. Por que, al fin y al cabo, ¿Qué se nos ha perdido a nosotros en esta Europa germana? ¿Qué nos une ya? ¿Tan ciegos estamos que no vemos qué nos están haciendo y para qué? Se están llevando hasta nuestros hijos mejor preparados. ¿Habrá mayor humillación a un País? Lo permitimos, lo permiten los de la casta.

Tenemos 500 millones de hermanos de sangre, de cultura y de costumbre al otro lado del charco. Nos une más a ellos que a estos de arriba los pirineos. Es cuestión de recuperar nuestra verdadera identidad con aquellos países de Texas para abajo. Y éstos sí que nos están dando lecciones de política. Han roto con todos esos organismos –FMI, BM- que lo único que buscan es la esclavitud de los pueblos a través de los bancos y empresas monopolísticas.

Hoy hemos conocido que somos ya más de 6 millones doscientos mil parados en España. Mañana, un triste, cutre y mediocre presidente nos seguirá apretando las tuercas y avanzaremos más rápido en nuestra pobreza. Sigue las órdenes dadas por esos desalmados sirvientes de los mercados y de los bancos centroeuropeos. Pero, ¿Qué se puede esperar de tal personaje, si su partido político es la corrupción misma? Ellos sólo buscan su propia salvación.

Me duele España, me apena España, me entristece España.
¡Lloro por España!
Es lo único que puedo hacer, no tengo el poder.

miércoles, 24 de abril de 2013

EL CERVANTES DEL 2012


Esta mañana, día 23 se ha entregado el premio Cervantes 2012 al poeta gaditano José Manuel Caballero Bonald. En sus sabias palabras de buen poeta, la verdad asomaba y hablaba de que:

 “Los enemigos históricos de la libertad han recurrido desde siempre a una suprema barbarie: la hoguera. O quemaban herejes o quemaban libros. En las ficciones futuristas de un mundo amorfo, despersonalizado, regido por computadores, la quema de libros representa algo más que un mandamiento atroz: Es una metáfora de la esclavitud. Bien sabemos destruir, prohibir ciertas lecturas ha supuesto siempre prohibir, destruir ciertas libertades. Quien no leía, tampoco almacenaba conocimientos. Y quien no almacenaba conocimientos era apto para la sumisión. De lo que fácilmente se deduce que conocimiento y libertad vienen a ser nutrientes complementarios de toda aspiración a ser más plenamente humanos.”

Entre aquellos que iban desfilando hacia el interior estaba el obispo de Alcalá de Henares y como todos, excepto al premiado, fueron abucheados y con gritos de fuera, fuera. Banderas republicanas recibían al republicano Caballero Bonald. Dentro todo sería diferente y distinto. Otras ideologías, otras banderas bien distintas y éstas junto al obispo, digo yo que no tuvieron más remedio que tragarse la vergüenza, si es que aún la conservan, cosa que dudo. Por que esas ideologías, banderas y obispados precisamente fueron los ejecutores de las hogueras de los herejes (Aquellos que piensan diferente) y de los libros en tiempos atrás. Además, cuarenta años soportamos con la censura eclesiástica, que era toda la censura.

Ellos decidían qué podían leer o ver los españoles. Ellos fueron los que impidieron conocimiento y libertad, los que nos inundaron de basura inorgánica nuestras pobres mentes. Nos preferían esclavos y sojuzgados a sus creencias e intereses, a sus soeces ladronicios por los chantajes y coacciones y las inmatriculaciones de los bienes. Por la gracia de un dios erigido en juez y parte. Por la victoria de una bendecida cruzada de sotanas negras. Siempre buscaron la ignorancia de “sus ovejitas”. Esa ignorancia secular bien que les proveía de las riquezas que arrebataban en el nombre de ese dios suyo hecho a imagen y semejanza de una iglesia falsa e hipócrita.

Y hoy vuelven a ser los que nos gobiernan. El conocimiento y la libertad nunca llegan a este viejo y maltratado País. Y vuelven a hacer lo que llevan siglos haciendo para que ese conocimiento y esa libertad nunca arraiguen en nuestras formas de pensar y de ver las cosas. Quieren un único prisma: el suyo. Y por eso nos empobrecen todo lo que pueden, culpando de ello a otros que, por otros intereses, así lo necesitan. Ellos nos quieren bajo sus sotanas y cirios y temerosos de un orden público que no lo es y de una justicia que jamás tuvimos en estas viejas tierras. El próximo viernes, nos darán más vueltas en la tuerca que ya no tiene más rosca. Les importa poco, a ellos nunca les ha de faltar y su dios está con ellos (que por algo son a los únicos a los que la tijera no llegó) Ellos son los que pretenden un nuevo orden mundial: El Sacro Imperio Romano Germánico.

Tierra vieja de favores y de amigos. Sin ellos nada te es posible. La Cosa Nostra nada tiene que ver con sus maquinaciones y con sus mentiras. Todos ellos se conocen a la perfección, todos ellos son el cuerpo ungido de ese dios falso fabricado por ellos mismos y que la ignorancia obligada por su denodado empeño, tanto les facilita. Por eso tanto les interesa la educación. Su educación. La que desprecia toda libertad de pensamiento, la que desprecia todo aquello que no sea lo que ellos digan. Para ellos no ha de pasar el tiempo. Si están bien, ¿para qué cambiar? La mentira jamás contada dura milenios y se impuso por la ignorancia, por las hogueras de herejes y de libros, por las censuras de las guerras fraticidas que han ganado. ¿Por qué cambiar? Sería su suicidio. El mejor suicidio de la Historia.

Siguen llenando los caminos de romerías y procesiones ante miles de vírgenes y miles de santos y miles de Cristos, para que cada cual de los ignorantes escoja el o la que más le guste. Parafernalias donde las halla. Esta iglesia llamada católica, apostólica y romana en la que no aparece el nombre del que sí se apoderó para tergiversar toda la verdad de su doctrina: JESÚS-CRISTO. Dejó dicho que vendría y quizás no esté lejos su llegada. Tendrá bastante, bastante trabajo para desmantelar tanto ultraje a sus enseñanzas.

“Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora” (Proverbio Indú)

Ellos y los que son como ellos, sus cómplices, sólo buscan esclavos. Ayer y hoy. Si en 2012 años no han tenido tiempo para hacer de este mundo el paraíso que debiera ser, no habrá sido por falta del mismo. Será más bien que nunca les interesó eso del amor, de la libertad, de la justicia y de la fraternidad. Esperemos que el mañana sea distinto sin ellos.

Y que quede claro, no es solamente esta iglesia, son todas las iglesias que en el mundo son, las verdaderas culpables de la trágica situación de la Humanidad. Quizás por que todas ellas sólo sean una perfecta mentira, una perfecta manipulación de la verdad Histórica, de nuestro origen real…

jueves, 18 de abril de 2013

DIVAGACIONES SOBRE UN PAÍS LLAMADO ESPAÑA (EL AÑO LO PONE USTED)


Cuando los dirigentes políticos de todos los ámbitos demuestran, día tras día, su inquebrantable honorabilidad, honradez e imperturbable credibilidad, el País al que sirven sólo puede recoger los beneficios de tan ejemplares actitudes. Sus ciudadanos encuentran en ellos, y en sus intachables conductas, los modelos a imitar, los espejos donde reflejarse llenos de tan altas virtudes humanas. Los espíritus mundanos dejan de serlo y se convierten en aquellas musas inspiradoras de las más altas empresas y de las almas puras y leales al desarrollo de una verdadera Humanidad.

No es fácil alcanzar ese grado de perfección en las instituciones públicas y privadas y, no por ello, imposible. Es el caso que nos ocupa. Una nación tan vieja como la española ha sabido, por fin, elegir a los más excelentes para la mejor gobernación. Es un placer oírles en el día a día y cuando, por aquellas circunstancias de los silencios obligados, enmudecen, nos asoma el mono, como si de la más poderosa droga se tratara. Un derroche de preparación, de inteligencia, de saber explicar la complejidad diaria. ¡Cerebros!

Da encanto ver cómo, incluso en los colegios e institutos, ya todos privatizados, se ensalzan esas figuras de la política y de la economía. Los alumnos babean cuando los educandos, tras los preceptivos rezos, cuentan los logros y las hazañas que sus líderes consiguen para el bien estar de su pueblo. De cómo las más altas virtudes son los únicos faros que les iluminan y guían. De cómo la más mínima duda que pueda surgir en las aguas turbulentas de la siempre difícil tarea de la gestión de lo público, es rápidamente disipada y debidamente apartada para evitar que aquellas manzanas podridas, siempre atentas al descuido, puedan contaminar a esa élite dirigente, con los viejos y depravados intereses partidistas. Esos jóvenes alumnos se imaginan ya inmersos en la defensa de lo colectivo y lo social, combatiendo a la inmundicia acechante y privativa que siempre hay en todos los ámbitos donde el dinero se mueve. El orgullo patrio se les amontona en sus jóvenes corazones y desean llegar pronto a la edad de poder servir a su País y a su Dios, como éstos que ahora son ensalzados en sus aulas. Pero saben que ahora su misión es aprender de ésa ética y de esa moralidad social y catecúmena, para mañana poder servir a ese noble fin del bien común.

España nunca estuvo tan bien en su Historia. Somos testigos afortunados de estar viviendo y beneficiándonos directamente de tanta virtud y rectitud y de tanto reparto de la riqueza nacional.

Porque es en ese reparto de la riqueza nacional donde estuvieron todos los secretos de cualquier sociedad cohesionada y fraternizada. Aquellas orgías privatizadoras, aquellos saqueos de las cuentas públicas y privadas promovidos por el afán de la codicia y de la avaricia, fueron superadas por estos nuevos dirigentes, que supieron anteponer los intereses de la Nación por encima de los suyos propios. Así podemos ver cómo uno de esos presidentes autonómicos sólo disponía de una cuenta corriente con 122 euros a mitad del mes. Como tantos y tantos millones de conciudadanos que no llegaban a fin de mes. Tal es su actitud cartujana. Su generosidad para con los demás, su renuncia a la riqueza personal. Sólo su servicio al público que lo elige como ejemplo. Verdaderos cartujanos de la vida. Sus estatuas lo recuerdan en cada ciudad, en cada pueblo.

Atrás quedó tanto robo y expolio, por fin. Hoy, los dirigentes que tenemos la suerte de tener, son los más transparentes y no pasan ni una. Al menor aviso, al más mínimo atisbo de que alguien puede no estar haciendo lo correcto, corren veloces a taponar esa mácula. No quedó inmune la más alta instancia del Estado en aquellos tiempos del todo vale. También fue mancillada, o es que nunca se supo de cuáles eran sus artes y negocios.

El pueblo cortó por lo sano y los echó como a sus antepasados. Su hipocresía y falso patriotismo fue descubierto en Suiza, al igual que aquellos miles de esas familias modélicas y ricachonas, tan respetuosas e intocables que colaboraban con el chino Gao Ping para que éste les blanqueara o deslocalizara sus ahorritos.

El pueblo, por primera vez en su larga y triste Historia, se puso en píe y pidió y exigió lo que, en verdad, le corresponde. Al fin y al cabo es siempre el pueblo el que provee, el que trabaja, al que se esclaviza para que el 10% de los que son como ellos, vivan a cuerpo de Rey. Por fin tuvo conciencia que lo que habían estado haciendo con ellos y sus antepasados y, después de más de 500 años, supo hacer la Revolución que nunca hizo. No fue fácil, es lógico pensarlo, pero se consiguió echar a tanto corrupto y tantas y tantas instituciones que amparaban el latrocinio de sus semejantes y conciudadanos.

Todo presupuesto y por pequeño que fuera es debatido y aprobado por el pueblo al que ha de servir. Hasta ahí han llegado en su transparencia y eficiencia.

La banca fue nacionalizada totalmente y son sus depositantes los que también supervisan y autorizan los gastos y las inversiones. Fueron eliminados aquellos consejos de administración de las grandes empresas que más bien eran consejos para repartirse, entre ellos, los dineros ajenos. Ahora son los propios trabajadores y ciudadanos los que deciden.

Otra de las primeras medidas fue también la nacionalización de todas aquellas empresas que fueron consideradas estratégicas o de interés social y ciudadano. Se acabaron los intereses espurios de aquellas que robaban a la gente gracias a la impunidad y al compadreo político.

Junto a las anteriores, la educación y la sanidad fueron nacionalizadas totalmente. Así, incluso se puede ir a un dentista sin temor a tener que suscribir un préstamo personal. De igual modo fueron nacionalizadas aquellas empresas y agencias de seguros que estafaban hasta los muertos. Amparadas en sus monopolios y engaños.

Las iglesias y credos fueron expropiados de cuantos bienes muebles e inmuebles tuvieran y nacionalizados sus templos reconvertidos en museos, salas de exposiciones y de representaciones culturales. Acabando con una de la mayores mentiras de la Humanidad o, cuando menos, una de las mayores usurpaciones y tergiversación de la Verdad, que tan buenos réditos produjo a sus sumos sacerdotes durante milenios.

Fue conseguido que todos dispusieran de la energía libre, no contaminante y gratuita. Eliminando la súper hipoteca que para todos suponía el pago de tal recurso.

Nuestra sociedad también supo liberarse del yugo que nos impusieron otras nacionalidades del norte, con la complicidad de aquellos pusilánimes politicuchos. Supieron esclarecer la estafa que nos idearon para robarnos nuestro dinero y toda nuestra riqueza, a través de una deuda obligada por sus propias normativas y errores y que nos produjo la mayor de las pobrezas que sufrió nunca nuestra Nación.

Hoy, España es otra España. No existen crímenes de ninguna índole. Todo el mundo tiene trabajo y todos ganan lo suficiente para incluso poder ahorrar, todos cuentan con superávit en sus cuentas domésticas. Ya la “movilidad exterior” no es para buscarse un trabajo, es para hacer turismo y ampliar nuestros conocimientos de otras culturas y lugares. La educación y la sanidad son totalmente gratuitas y los más ancianos cuentan con todos los recursos necesarios para que sus últimos años de vida sean lo más confortable posible.

La Justicia apenas si tienen casos que resolver y ser abogado, hoy, no es ninguna panacea, si no más bien todo lo contrario. Las leyes se redujeron sólo a 10…

Los científicos e investigadores cuentan con todos los medios para que sus logros sean repercutidos en el bien estar de todos nosotros y del mundo entero.

Las universidades imparten los conocimientos más actualizamos y aquellos otros que siempre fueron objeto de censura en sus aulas. Son universidades libres de pensamiento y verdaderas fábricas del saber, de todo el saber.

Los ejércitos fueron desmantelados y las fábricas de armamento reconvertidas en la fabricación de máquinas y enseres mucho más duraderos, sin obsolescencias programadas.

El transporte público, tanto el urbano, como el de cercanías como el de larga distancia son gratuitos. El agua, la recogida de basuras y el saneamiento son también gratuitos. Así, todos los servicios considerados públicos y de interés general son gratuitos. La vivienda y el suelo están garantizados por el control sobre el suelo y los precios. Un reparto equitativo de los impuestos y la nacionalización de la mayor parte de los sectores productivos, lo hacen posible. No hay cabida a la especulación, ni al robo, ni al enriquecimiento por parte de unos pocos avispados. Los nuevos gestores públicos, incorruptos y leales al servicio público y a su interés general lo hacen posible. Y sin ningún Dios falseado ni manipulado.

Hoy, España es otra España. Póngale usted el año.

lunes, 8 de abril de 2013

A través de Avaaz he realizado una petición muy sencilla: "Que nos olvidemos del petróleo". Creo que ya va siendo el momento de abandonar los hidrocarburos como fuente de energía. Hay otros métodos que
pudieran ser gratuitos para todos los ciudadanos del planeta y además ser respetuosos con el medio ambiente, nada contaminantes. Espero vuestro compromiso firmando esta petición. Porque este cambio a otras fuentes energéticas lo tenemos que reclamar los ciudadanos, las grandes multinacionales del sector no lo permitirán mientras les quede aliento. Muchas gracias a todos.

http://www.avaaz.org/es/petition/Olvidarnos_del_petroleo/?cwYoTbb

domingo, 7 de abril de 2013

EXTRATERRESTRES


En el Club de Prensa Nacional de Washington y entre los días 29 de abril al 3 de mayo, tendrá lugar la Audiencia Global para la Revelación al Público del fenómeno extraterrestre. Nada menos que 40 investigadores y miembros de agencias militares, así como testigos presentarán públicamente su testimonio durante 30 horas a lo largo de cinco días. La presentación de los testimonios se dirigirá a los miembros del Congreso de los Estados Unidos de América en un evento sin precedentes históricos. Esta iniciativa tiene un lema asociado: “Si el Congreso no hace este trabajo, la gente lo hará” 
El evento será retransmitido en: Inglés, Español, Chino, Hindú, Japonés y Árabe. 

(Misterios de la Astrofísica) (http://www.citizenshearing.org/)

Como siempre ha sucedido en la Historia, tienen que ser los propios ciudadanos los que hagan el trabajo. Los políticos son presas de a quienes sirven –los intereses económicos y geoestratégicos, nunca el de los ciudadanos- y, por encima de la política, hay unos intereses de los pocos que realmente gobiernan el mundo que hasta ahora no han permitido que la verdad sea conocida. Y esos “Pocos” pero muy poderosos, siempre estuvieron junto a nosotros, viven miles de años, conocen todas las dimensiones y dominan todas las artes de la alquimia y de toda ciencia. Les pertenecemos y nos utilizan para sus juegos más maléficos. Lo que somos y seremos, dicen, se lo debemos sólo a ellos. Les pertenecemos y continuamos siendo sus esclavos. 

Son muchas, por no decir casi todas, las estructuras que tendrán que ser reestructuradas y reemplazadas en el planeta. Y será siempre y cuando tomemos conciencia y los descubramos de las sombras donde habitan en nuestro mundo, ya sea en los fondos marinos, en las profundidades de la tierra, en los polos helados o en los grandes palacios. Porque, a pesar de todo y de lo que ellos puedan decir, este mundo nos pertenece, aunque sólo sea por el tiempo que llevamos en él y por tanta y tanta sangre que en él hemos derramado. Ya va siendo la hora de que alcancemos nuestra mayoría de edad como civilización y con todas las consecuencias. Es el gran paso que nos queda por dar, para optar a participar de este Universo que hasta ahora lo hemos considerado sólo nuestro y del que desconocemos absolutamente todo. Nuestra forma de pensar tendrá que cambiar y aprenderemos a entender qué somos y a qué nos debemos. Y a diferenciar los dioses de Dios.  

Desde que abandoné mi niñez tuve claro que aquí pasaba algo raro. Lo que me contaban y leía en los libros no me satisfacía y me provocaban más y más preguntas a las que no hallaba respuesta. Me parecía lógico elevar mis pensamientos y reflexiones del suelo de una realidad presa de tres dimensiones y del impuesto y obligado oscurantismo. Sólo en libros antiguos encontraba seguridad a mis ilimitadas deducciones. Cómo era posible que, en dichos libros, se dijera una y otra vez que el protagonista no era de este mundo y nadie cayera en la cuenta. Se abrazaban a una explicación falsamente espiritual y llena de parábolas, sin darse cuenta de que todo era más sencillo. Incluso veía viajes espaciales y ovnis disfrazados de “carros de fuego”, cielos que tronaban e infinidad de hechos que, en la época, pudieran pasar como milagros y debidos al poder de Dios, pero que en siglo XX ya podrían tener otras explicaciones más reales. Enoc y los apósteles viajaron por el espacio y, quizás, fueron los primeros hombres, de nuestra era, en ver la Tierra desde fuera. Hasta la concepción virginal de María podría ser, hoy, explicada por la inseminación artificial.

La educación y el conocimiento de todas aquellas gentes era el que era, nada comparable al nuestro y así es fácil atribuir a Dios –como ser supremo y todopoderoso-, las cosas que no le corresponden. Siempre he pensado que Dios tiene que ser algo más, mucho mayor que todos esos dioses. Yo también puedo ser Dios (Me libre, por favor): si aterrizo en cualquier selva y me encuentro con los nativos que jamás hayan visto a otro distinto de su tribu. Con sólo prender el encendedor ya se asustarían y todo lo demás sería cuestión fácil. A unos pocos les contaría la verdad a cambio de mantenerme el secreto, les daría privilegios y les daría poder sobre los suyos. Les enseñaría las materias de la ciencia, de la tecnología, de la ingeniería, de la medicina, de la informática y, siempre, conforme a mis intereses. Yo ejercería de Dios. Les castigaría cuando hicieran algo que yo no viera correcto y jugaría con ellos para distraerme y divertirme. Me aprovecharía de sus energías –que ellos mismos desconocen- para adquirir aún más poder. Los mantendría bajo mi tutela al precio que fuera necesario. Yo jugaría a ser Dios con esa raza de primitivos… Tengo los poderes necesarios. Pero no soy ningún Dios, sólo un ser más avanzado.

Así, más o menos, creo que habrá sido nuestra historia. A unos pocos se les han ido pasando los conocimientos, son los sumos sacerdotes, las sociedades secretas y esotéricas. Se han ocupado de tenernos controlados y en la ignorancia de la verdad, siguiendo las instrucciones de los extraterrenos. Ellos, unos determinados extraterrestres mucho más avanzados, han estado administrando nuestra verdadera Historia, la miseria y la podredumbre que nos aprisiona y que nos mantiene en los límites de lo más absurdo. Además habría que averiguar si esos que llegaron y nos crearon realmente tienen todo el poder del Universo. “Díjose entonces Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza…” Me llama la atención la palabra “a nuestra”, ¿No es Dios uno? ¿Son varios? Y esos que nos crearon ¿Eran los buenos o los malos?  Porque el Universo es muy grande, quizás demasiado, y haya, como aquí, los buenos y los no tan buenos. ¿Quiénes fueron nuestros creadores? ¿Los ángeles caídos? Tendría sentido que hubieran sido ellos, después de echar un ligero vistazo a nuestra Historia pasada y presente de guerra y de muerte. De no permitirnos otro tipo de progreso y de evolución que nuestra destrucción programada en determinados períodos de tiempo.

Esos libros antiguos, que no son todos los que fueron -se encargaron de quemarlos y destruirlos-, han sido manipulados con la intención de crear confusión en las mentes condicionadas y chantajeadas desde niños. El poder que delegan ha de permanecer en las manos adecuadas, en aquellos más fieles al cumplimiento de sus secretos. A cambio, riquezas y vidas repletas de goces y poderes mundanos.

No ya sólo son los libros antiguos las fuentes más claras, sino también en la moderna arqueología (De sus comienzos en siglo XIX) que tantas y tantas pruebas de construcciones, objetos y conocimientos ajenos a la época descubierta nos han procurado. Y tantos descubrimientos que nos han sido obligatoriamente ocultados o simplemente descartados por no contar con los argumentos ni explicaciones suficientes que el conocimiento actual dispone. Y del número de posibles civilizaciones perdidas con un alto desarrollo técnico y humano. Datos y datos que nos alertan de incongruencias históricas y de destrucciones casi totales de otras civilizaciones anteriores a la nuestra. La ignorancia de nuestro propio pasado es más que absoluta. Y ese desconocimiento ha tenido que ser obligado, alguien y de forma deliberada no ha querido que supiéramos nada de nuestro pasado.  Permanecemos dando vueltas a una rueda como los hámsters.

Incluso se recogen luchas entre distintos seres extraterrestres y siempre salieron victoriosos los mismos que hoy nos controlan y dominan, los luciferinos, los satánicos, los de Belcebú. Ángeles caídos en otros mundos y que propagan su dominación de oscuridad allá donde aterrizan. Ellos dominan nuestro mundo y sus más altas instancias políticas, económicas, sociales, religiosas, militares y lo hacen bajo el secreto y nuestro desconocimiento de la verdad de las cosas de nuestro mundo y de los otros.

El ser humano es una gran incógnita para él mismo. Y la paradoja está en que no sabiendo nada sobre nosotros mismos, estoy seguro de que el Universo está lleno de vida extraterrestre inteligente. Dios no habría cometido el disparate y el despilfarro de hacer un Cosmos infinito y un ser superior al resto de los seres irracionales, para vivir sólo en un minúsculo planeta de un minúsculo sistema solar, de una minúscula galaxia.

Lo importante es que, quizás, seamos espectadores de los mayores acontecimientos jamás producidos. Quizás los velos de la verdad sean retirados, vencidos los ángeles caídos que aún nos gobiernan e iniciada la gran andadura de nuestra Humanidad, la gran liberación de nuestras individualidades y potencialidades, la gran comunión con nuestros hermanos mayores y buenos del Universo. Será necesaria la ayuda, también externa, de otros y ésta no será posible hasta que entendamos esta parte de la realidad universal. La mayoría de la gente lleva siglos y siglos creyendo en un dios al que nadie ha visto jamás y echan mano de lo que llaman fe para justificarse. Sin embargo, se muestran contrariados en aplicar esa misma fe en este tema extraterrestre. No cabe duda, no es lo mismo, por que, mientras aquel dios no me da problema alguno, éstos me romperían todos mis esquemas, toda mi ciencia, toda mi fe.

No nos queda otra. O nos elevamos y rompemos con todas estas cadenas e incongruencias y salimos de esta Matrix o seguiremos siendo sacrificados por el juego que más les gusta: destrucción y fuego, guerras.

Así, aunque me parezca triste que estemos aún con estos planteamientos, por la ocultación de los ángeles caídos y la colaboración necesaria de todos los que son y omisión de nuestro deber de buscar la verdad y nuestra liberación, doy por bienvenida a esta Audiencia Global para la Revelación al Público del fenómeno extraterrestre. Una oportunidad se abre a la verdad. Les deseo el mayor de los éxitos para la concienciación de los incrédulos y acomodados congéneres de nuestro planeta. Nos jugamos el futuro más inmediato… Nos jugamos nuestro ascenso a otros niveles de evolución y porque la Paz del Universo siga ampliándose.

viernes, 5 de abril de 2013

ELLOS SON NUESTROS ENEMIGOS


Gracias a la sangre de los que fueron como nosotros y que fue derramada en todos los campos de todas las batallas de todas las naciones y de todos los tiempos, tuvimos un espejismo que nos nubló la vista y el entendimiento. Hartos de tantas luchas sin sentido y ansiosos de tiempos de paz, les dimos nuestra confianza. En ellos depositamos todas nuestras esperanzas. Les dimos nuestro poder con la obligación de que fuera empleado en nuestro beneficio, nos creímos todo cuanto dijeron y los ensalzamos a las alturas, sin darnos cuenta de la traición.

Al final habíamos cambiado un viejo orden de aristocracias y sotanas por otro de partidos y las mismas sotanas. No nos dábamos cuenta de que ese cambio, por muchas Supremas Leyes escritas con bellas letras y encuadernadas en bellos papeles,  sería sólo una transmutación de esa vieja especie en otra más vil y soez y siempre repleta de la hipocresía más antigua.

Fuimos nuevamente traicionados, como siempre en toda nuestra larga Historia. Alcanzamos un poco de pan y un poco de miel que ya nos están arrebatando. Nos vuelven a robar, nos han vuelto a engañar. Hemos pagado ilustres instituciones, hemos pagado universales organismos y ninguno nos ha servido. Han sido las tapaderas necesarias para la legalización de los crímenes que no paran de cometer en este pequeño mundo llamado Tierra.

Están gestando una batalla más, quizás una de la más grandes y, sin embargo, la mordaza cumple con su función. Todos callamos, que bastante tenemos con la supervivencia del día a día que nos han impuesto esos viles y soeces. Como siempre dicen es para la paz en el mundo, para la defensa de los valores humanos. Más bien es para la suya. Porque, de estallar, no serán ellos los combatientes, ni los que mueran, ni los que sufran los daños colaterales. Parecen que las fuerzas, las valentías y los corajes ya nos los mataron hace tiempo. Nadie hace nada para intentar evitar lo que puede ser unos de los mayores desastres de la Historia. Sólo somos marionetas de un teatro que están transformando en tragedia. Eso les gusta, siempre les gustó.

Porque son ellos nuestros enemigos, los que nos conducen por la fuerza de nuestros votos convictos de las más grandes mentiras. Los últimos abriles y mayos fueron los de décadas ya muy pasadas. Tan fuertes son sus invisibles y sutiles cadenas.

El Mundo y su vida se hacen día a día, también la muerte y ésta parece ser la que más satisface a los trajeados con corbatas coloreadas y a los de, también, coloreadas sotanas y a los de rígidos uniformes con estrellas de cinco puntas.

Sólo somos labriegos para los campos y carne de cañón. Así nos tienen. No hay ni abriles ni mayos. Ellos tienen nuestro poder, en ellos depositamos nuestros votos. Son nuestros únicos enemigos.

miércoles, 3 de abril de 2013

LAS GALLINAS, EL GALLINERO Y LOS ZORROS

El viejo gallinero hispánico decidió con toda su libertad poner a los zorros a los mandos del gallinero. Las gallinas, y, una vez más, se dejaron seducir por los encantos de sirena de los zorros. Éstos les contaron todas las mentiras habidas y por haber en el reino del gallinero y una mayoría de las ilusas gallinas creyeron en la certeza de lo que, en realidad, no eran más que mentiras y más mentiras y creyeron a pies juntillas, con la fe de lo irracional y de lo incoherente, lo que aquellos zorros les decían sobre que “Sabían lo que tenían que hacer y que lo iban a hacer” Llegarían para solucionar todos los problemas que, paradojas de la vida, aquellos mismos zorros les habían creado en tiempos no muy lejanos.

Pronto, incluso antes de que saliera el sol de ese nuevo amanecer, los zorros comenzaron a imponer sus nuevas leyes –que siempre han sido las mismas en todas las zorrerías del viejo gallinero- y que, lógicamente, en nada se parecían a las anunciadas a bombo y platillo en sus campañas electorales. Les arrebataron derechos y bienestares a cambio de deberes y más obligaciones. Sin trabajo, menos dinero a los que aún laboran, menos de todo y que paguen las gallinas por todo, a pesar de sus siempre altos impuestos y tasas. Un empobrecido gallinero con hambre y miseria, donde muchos polluelos las pasaban canutas hasta para hacer una comida al día.  Las gallinas asistían impávidas ante tanto desacato y tanto atraco al gallinero, tenían miedo, mucho miedo a los viejos zorros. Algunas, incluso tuvieron actos de valentía y se enfrentaron a los zorros, pero, al hacerlo solas, fueron atacadas, desautorizadas por terroristas de la paz social del gallinero y, finalmente, defenestradas. No estaban unidas todas las gallinas, cada una defendía una parte del todo y así no hay lid que se gane, ni en este ni en ningún otro gallinero. Las gallinas tienen eso, que no saben de uniones y de lo fundamental que es ir todas juntas en la defensa de los intereses que les unen y que, a la postre, las confirman en ser lo que son, unas temerosas gallinas. Los ahorros de las más viejas gallinas fueron extrapolados por los zorros más listos. Las gallinas aguerridas de las fuerzas del orden público, se descargaban con conciencia y como liberación de sus propias rabias sobre sus congéneres, cumpliendo fielmente con las órdenes de los zorros. El saqueo no tenía fin y las gallinas eran las paganinis de aquellas inversiones fallidas realizadas por otros zorros del gallinero central. Se socializaban las pérdidas y la privatización de todo lo que aún quedaba en el gallinero se ponía en manos de otros zorros avispados. Las deudas y los déficit eran repercutidos en las tontas gallinas que lo aceptaban como si ellas hubieran sido sus causantes o beneficiarios. Los zorros más viejos se frotaban y frotaban las manos viendo cómo sus ingresos aumentaban más y más. Nunca alguno fue culpado por sus decisiones, por sus obras innecesarias, por sus gastos incontrolados, más bien eran justificados y ensalzados. Bien que hacían sus negocios y recibían buenas comisiones por tales dispendios. Todo les estaba permitido y en la confusión que ellos mismos se ocupaban en crear, perpetraban más asaltos a la dignidad del gallinero. Todo a costa de las pobres gallinas que cada día que pasaba eran más y más flacas y más débiles. Daba pena verlas. Con lo lustrosas que habían estado unos años antes. Ahora ni sus plumas tenían brillo, ni sus inútiles alas podían dar siquiera un aleteo para el menor impulso.

Asomaban por doquier zorros descarados y hasta airados argumentando y defendiendo sus fortunas ante la vaga y comedida justicia. Por que siempre fue prudente la justicia con los zorros, que, al fin y al cabo, éstos se conocen bien el percal y a cada uno de los togados. Ya prescribirán, es sólo cuestión de que siga pasando el tiempo. En el gallinero nunca se enteran de nada y menos de aquello que realmente les pudieran ayudar a salir de ese inmundo gallinero que nadie ha osado nunca limpiar y desinfectar. Son tantos los siglos y tanta la zorrería de tantos que es como si “Esto es lo que hay y si las gallinas se ponen bravas, sacamos los tanques para que las aplasten, que ya lo hicimos otras veces”

Paradójicamente, las gallinas, al fin y al cabo, habían sido las que dieron el poder a los zorros. Y nunca en la Historia se vio a una gallina enfrentarse a un zorro, y si lo fue, su soledad ayudó a su gratuito sacrificio. Se miraban unas a otras como buscando algún gallo valeroso y dispuesto a dar la cara, sin acertar a ver a alguno. Nadie. Así que, a tragar lo que los zorros nos digan, se decían entre ellas.

El gallinero estaba sumido en el mayor de los miedos, a muchos ya les habían quitado hasta su propio nido. A todos les habían recortado el veterinario y todas las clases de canto. Les vaciaron sus bolsillos y de los nidos que aún quedaban, se llevaron todos los huevos. De los polluelos, unos marcharon lejos y otros quedaron sin futuro y como huérfanos. Desesperanzados, abandonados. Su identidad de gallinas, ya de por sí baja, había descendido aún más. No encontraban su lugar en ese gallinero que los zorros y sus mayores ya casi habían desmoronado, como si de una fila de naipes se tratara. Su orgullo de ser gallina se estaba muriendo junto a tanto despropósito y tanto expolio provocados por los zorros y por la complicidad silenciosa y silenciada de los que los rodean.

Raro era el día que no descubrían que otro zorro se había estado comiendo lo que era de todas las gallinas. De cómo éstas habían sido esquilmadas hasta lo infinito en tantos y tantos años y lo que más les dolían era la impunidad con la que habían y están, aún, perpetrando tales hazañas, pues no encuentran freno al desenfreno. Tal es la codicia y avaricia de los zorros que sólo piensan en su presente y en el porvenir de sus zorritos. Al fin y al cabo el gallinero es de donde ellos siempre obtuvieron sus riquezas y poderes, siempre bajo las leyes que ellos mismos hacen y a las que tanto acuden para garantizarse su pillaje y para que las gallinas inoculen el miedo, que a ellas bien que se les aplica.

Los astutos zorros ganaban la batalla ante la complacencia de tanta gallina dócil y sumisa. Además, la realidad les enseñaba que sólo eran encarceladas ellas, las gallinas. Y eso a pesar de que no había comparación posible entre unos y otros delitos. Pero siempre fue la justicia hecha para ellas y no para los zorros, pues éstos, a la más mínima, sacan su fuerza y sus colmillos y atemperan al juez más sobrao.

El máximo dirigente de los zorros hacía gala de sus silencios y ausencias y sus secretarios más directos inundaban de mentiras y más mentiras en un intento de disfrazar la cruda realidad al foro gallináceo. Que el año siguiente habrá cambiado todo se empeñan en decir, cuando su pillaje aún no ha  terminado y cuando ninguna gráfica soporta ninguna de sus palabras. El zorro mayor sigue sin dar la cara, sin exponerse a cuántas preguntas quieran hacerle las gallinas, no vaya a ser… Incluso hay gallinas que aún les creen y ríen sus gracias como un intento de obtener su gracia y benevolencia y alguna otra gracia que les mejore su particular gallinero. 


El caso es que el gallinero está más revuelto que nunca y sigue sin aparecer algún gallo con fuertes espolones. Así, mientras todo esto sucede, los zorros continúan haciendo sus negocios sin que nadie haga algo para evitarlo.

Su riqueza aumenta en la misma proporción que la pobreza en el gallinero.

Gallinero con gallinas desunidas y con miedo son el cóctel perfecto para su sacrificio. Y eso es lo que están haciendo los zorros: Sacrificándonos una a una y a su antojo.

Además, su desprecio es tal, que lo hacen con risitas en sus depredadoras bocas. Ellos son unos zorros viejos. Nosotras, unas temerosas gallinas.