jueves, 28 de agosto de 2014

POR EL IMPERATIVO LEGAL

El ministro, Sr. Montoro, pierde toda su veracidad, si es que alguna le quedaba y nosotros los españolitos seguiremos desconociendo lo que, por cierto y en justa correspondencia, también habría que argumentar con el “Imperativo legal”, debiéramos conocer y que hasta ahora tan solo intuimos por tantas y tantas noticias en las que ha quedado suficientemente demostrado que, en este viejo y arruinado País, nos ha robado hasta el más pintao.

El imperativo legal cubre no solo las vergüenzas de aquellos –demasiados- que durante decenios, y en los puestos más altos y más bajos, de esta corrompida administración han estado robando con artimañas y sin ellas. Unos lo hacían solos y otros acompañados de sus propias huestes, que también mojaban en la sopa. El caso es que no hay País que soporte tal cúmulo de latrocinios sin que se resientan sus muros más viejos y ancestrales. No es otra cosa este imperativo legal, que la excusa para ocultarnos quiénes nos han estafado durante tanto y tanto tiempo. Apelan a la seguridad del Estado como si el empobrecimiento y pérdida de derechos de la gente no fuera también un ataque a esa seguridad. Les pierde tanta ceguera y tanta usura.

Quizás por ello, el también supuesto cobrador de sobres y presidente del Gobierno haya comunicado a la Merkel primero y a todos nosotros, después, que aún quedan 2 ó 3 años de ajustes y que éstos andarán sobre los 50.000 millones de euros. No se quiénes aguantarán más esta situación de locura y de pobreza y, quizás por ello, se hayan apresurado a reforzar los elementos de defensa de la policía nacional y adquirido hasta un camión de esos con agua a presión. Las decenas de miles de manifestaciones habidas hasta ahora han sido un ejemplo de comportamiento pacífico, que, sin embargo, a este gobierno le indujo a realizar una nueva Ley de Seguridad Ciudadana en la que aquellos buenos manifestantes son considerados como un peligro público. Quizás sepan que nos dirigen inexorablemente al levantamiento y tomen sus medidas.

A todos ellos no les afecta, pues continúan ganando –de nuestros impuestos y tasas- sus buenas pagas. Creen, que manipulando la información, convencerán al personal de que todo va bien. Y salen con este nuevo recorte, que no es moco de pavo y se suma a los 7 largos años de una crisis que no es tal, sino una estafa piramidal de aquellos banqueros y financieros que, como dueños del dinero, hacen lo que les sale de sus entresijos sin que ninguna autoridad, ni ningún Estado, ni ninguna asociación de Estados –cada vez menos soberanos- digan ¡Basta ya! Ellos, los mismos a los que se les llena la boca con aquello de que sirven a los ciudadanos, son meras marionetas de un sistema que nos está conduciendo al suicidio colectivo y que, al ser colectivo, también les alcanzará, que no lo duden ni por un instante.

Así, ese “Imperativo legal” es el cajón de sastre donde guardar los casos de la mafia china, de su anterior majestad, de los poseedores de cuentas en Suiza y demás paraísos fiscales, de la carpeta “Soleado” de Falsana, de expresidentes y presidentes, de consejeros delegados de grandes empresas multinacionales y de grandes e “Ilustres banqueros”, de chóferes y adjuntos, de consejeros y exconsejeros y de toda una ristra de chorizos que han provocado y extendido la pobreza a las gentes que, ni lo eran, ni tenían por qué serlo.

Así, ese “Imperativo legal” preserva a lo que ellos llaman “ESTADO” y ese Estado ya no es el nuestro, no es el de la gente que sufre y padece las miserias por ellos provocadas y que cada día son más legión. Ese ESTADO es una simple ESTAFA. Hasta el buque insignia de la Armada era nido de la corrupción a través del tráfico de drogas. No se libra ni El Tato. Que sepan que la ESTAFA será debidamente tratada, a la altura de lo que merece, aquí y en Francia y en el resto de esta Europa que han dejado morir a su suerte.

A cambio de soportar tales y numerosas ignominias, nos ofrecen trabajos por menos de 500€. ¿Quién puede vivir con 500€? Despidos gratis, contrataciones por horas o minutos. Mientras el barril de crudo baja, ellos suben sus gasolinas; mientras los alemanes ya producen el equivalente a 20 centrales nucleares con las fotovoltaicas, estos fascistas, estos dictadores, buscan petróleo en Canarias y deshacen nuestros huertos fotovoltaicos y pagamos la electricidad como si fuera oro. Sus empresarios quieren más reformas laborales y aún menos derechos para el trabajador. Querrán que el currito les pague por ir a trabajar. ¡Se han, todos ellos, vuelto locos!

En estos pocos años han destrozado todas nuestras esperanzas y las de nuestros hijos e hijas, y se ríen, y se muestran complacidos. ¡Cínicos y malvados! Eso es lo que son.
¡Imperativo legal! En eso se escudan para mantener el orden que ellos han alterado, que han maleado e infectado con los peores virus de la codicia y de la usura de sus sucias y repugnantes almas.

¿Dónde está la Justicia? No la esperen, también se halla infectada y ya nadie cree en ella. Años y años de instrucciones que solo ayudan a los encausados y hacen olvidar los casos pero no las consecuencias de los mismos que se sufren en el día a día. Los causantes de tanto dolor andan libres, mientras que las mayorías penan con las culpas por ellos provocadas.

Unos pocos se ríen de millones y los aplastan con su prepotencia usurpada por la mentira y el engaño. ¿Quiénes se piensan que son? Si no son más que la escoria y la basura que sus padres nos dejaron para nuestro padecimiento, para nuestra y su vergüenza, si tuvieron alguna.


¡Imperativo legal! ¡Váyase usted a la mierda, Sr. Ministro!

sábado, 2 de agosto de 2014

PINTURAS DE GUERRA EN EL PLENO MUNICIPAL DE CARTAGENA

Este pasado lunes tuvo lugar el último pleno antes de las vacaciones de agosto y fue un pleno extenso en su duración, nada, por otra parte, habitual en ellos. Que para algo están los rodillos de la mayoría Pepera.

Como es normal el Pp desestimó todas las mociones y preguntas que los partidos de la oposición le plantearon e intentaron justificar sus posturas desde la arrogancia que su preeminencia de votos, les lleva procurando en las últimas cinco legislaturas. Ni tan siquiera alguna respuesta a la situación de imputada en el caso de Novo Carthago y que, en una batería de nueve preguntas, fue realizada por Ana Belén Castejón a la alcaldesa. Ésta continúa despreciando a los cartageneros y busca la dilatación del caso aprovechando su condición de aforada por el Congreso (Ya han pasado los 30 días que el juez instructor, Sr. Abadía, le concedió para su voluntaria comparecencia ante el juzgado). Pero hubo una excepción, que siempre suele haberlas, con una moción presentada por la portavoz socialista Caridad Rives, que le fue aprobada y, además, halagada su figura política y humana en todos estos años. Según parece, el próximo septiembre, Rives, se reincorporará a su instituto, dando por finalizada, así, su etapa política.

También el socialista Julio Nieto fue objeto de halagos hacia su oratoria y lo bien que lo haría de portavoz de su grupo. En este reparto de mimos no tuvo suerte alguna la concejala y secretaria general municipal, Ana Belén Castejón. Tan mala suerte tuvo, que todo cuanto le dijeron fue, de todo, menos bonica. Hace tiempo que le dedican sus mejores exabruptos, como intentando minarla. Desconocen con quién están jugándose el futuro. Que aquellos sin hipoteca cuentan con algo muy grande como es la libertad para todo. Y, eso, a pesar de que en el 2008 firmara su adhesión a la segregación de Pozo Estrecho de Cartagena. ¿Quién no quiere para su pueblo lo mejor? ¿No es eso digno? En 2008, ustedes llevaban 14 gobernando, ¿Qué dejaron de hacer en dicha diputación para que tuviera esa necesidad de segregarse? Busquen otras excusas con las que atacar, esta no les vale. Y recuerden, sus pretéritos allegados biológicos e ideológicos, juraron lealtad a la II República y tras traicionarla, la mataron. Eso sí es a justiciable, lo otro, es jugar a las casitas.

Nada es porque sí y a cada cosa le corresponde su razón de ser. Veamos: durante estos veinte años de gobiernos mayoritarios del Pp, la oposición ha brillado por su ausencia y, más de las veces, incluso, la sociedad cartagenera ha percibido, ha intuido, cierta complicidad entre el equipo de gobierno y el principal partido de la oposición. Como resultado, en cada convocatoria electoral, el Psoe ha ido perdiendo respaldo electoral. De 13 concejales con los que perdió las elecciones del 95, hoy tan solo alcanza los 5 y el último resultado en las europeas, el número de votos superó, en poco, los 10.000 de un censo de más de 150.000 electores.  No es, que digamos, una buena trayectoria, más bien todo lo contrario.

Ni las dos legislaturas de Zapatero en La Moncloa significaron algún cambio. Así, es fácil afirmar y asegurar que el Psoe en Cartagena ha permanecido en un “fuera de juego” absoluto. O sea, que ser “buena persona y gran política” hay que entenderlo según quién lo diga. Y, como en este caso, quien lo dice son los del pepé, pues como que les jode la posibilidad de perder alguien con tales atributos y que tanto, parece, les ha satisfecho. A muchos nos gustaría poder subscribir lo de “gran política”, pero los datos son fríos y en nada ayudan para ello.

Después tenemos el elogio a la excelente oratoria de Nieto, que nadie la duda, pero de la que podemos hacer una matización: ¿De qué te sirve tener el espíritu henchido y el estómago vacío? Siempre es al revés, primero llenamos el estómago –damos satisfacción a lo básico para vivir- y después nos permitiremos el cultivo de las artes plásticas y oratorias. ¿De qué sirven los grandes oradores si no ganan una elección? Ganar una elección significa la posibilidad de aplicar tus políticas, en este caso, las socialistas, para intentar que el progreso y las necesidades más básicas estén cubiertas y atendidas por los poderes públicos, que para eso nos sacan nuestros dineros en tasas e impuestos. A intentar los repartos igualitarios entre todos los que conformamos estas sociedades que nos hemos dado. A evitar que unos listillos nos roben en nombre del poder político que les damos y que no les pertenece. A luchar por conseguir que estos neoliberales y neoconservadores obtengan poder alguno del ciudadano. ¡Desenmascararles y denunciarles! Para eso no hace falta oratoria alguna, hacen falta otras virtudes.

Al Pp municipal en Cartagena les ha fastidiado muy mucho la aparición de una jovencita –Ana Belén Castejón- que derrocha la energía propia de su juventud con una única finalidad: Acabar con los despropósitos y los desgobiernos de un partido conservador y de derechas que, tras veinte años, ha sido incapaz de solucionar los problemas de Cartagena. Por eso la critican, la menosprecian, la ignoran y la quieren hundir, antes, incluso, de que llegue. Demasiado miedo aflora en sus filas, si llegara algún día en el que pudieran abrirse los cajones y destaparse las alfombras de tanto y tanto desgobierno municipal.

La temen, esa es la verdad. Saben que no ha irrumpido en la política municipal para llegar a acuerdos interesados solo para unos pocos. Quiere levantar todas las alfombras consistoriales y, si la ciudadanía la apoya y su partido la respalda, devolver la dignidad, el progreso y el desarrollo – a todos los niveles- de una ciudad desbastada por políticas clientelares y de mesa camilla. A eso tienen miedo, a perder la tranquilidad que, hasta ahora, consiguieron con los grandes oradores y las grandes políticas que, olvidándose de su única misión, optaron por otras más cómodas y placenteras.

Desconocemos cuál será la voluntad y a quiénes apoyará el partido socialista local y regional, de si optará por más de lo mismo, o, como ha ocurrido a nivel nacional, hará por cambiar los vicios de tantos años de oposición y permitirá que la honradez propia de toda juventud pase a romper con tanto y tanto inmovilismo y aceptación de lo inaceptable social, política, económica, y culturalmente.


Lo que es indudable es que apenas cuentan con 9 meses antes de las elecciones locales y autonómicas, para recomponer el partido y devolver a la ciudadanía la credibilidad que llevan perdida. Quizás sea su última oportunidad para seguir en este juego de la política, pues muchas son ya las alternativas, y poco el tiempo, que corre en su contra.