lunes, 30 de septiembre de 2019

LA CAPITAL REGIONAL Y AUTONÓMICA DE MURCIA PERSISTEN EN LA HUMILLACIÓN Y EN LA DEUDA CON CARTAGENA

Cartagena hasta la aprobación del Estatuto de Autonomía en 1982 era una ciudad viva, emprendedora, dinámica y culturalmente inquieta. Era una ciudad, un término municipal y comarcal con un gran relieve y no solo a nivel regional sino también nacional e internacional. Los tres elementos básicos que conforman un buen sistema productivo –Industria, agricultura y turismo- convivían en un perfecto sincronismo al que había que añadir los innumerables efectos que la presencia de la Marina, del Ejército y la Academia General del Aire en S. Javier posibilitaba un dinamismo y bienestar a toda la población de la Comarca del Campo de Cartagena.

Contaba, además, con la presencia de distintos consulados y representación de la Administración del Estado al igual que sedes de grandes compañías nacionales e internacionales. Hasta el Banco de España tenía su delegación en la ciudad.

Con la imposición en ese año de una Comunidad Autónoma Uniprovincial las cosas para Cartagena fueron variando a mucho peor. Las grandes empresas nacionales entraron de lleno en la crisis aletargada y a comienzos de los noventa muchas cerraron y otras se sumieron en la incertidumbre sobre su futuro. La situación era explosiva por la gran cantidad de empleos que se perdían. Para paliar este calamitoso presente se puso en marcha un Plan Especial aprobado en un consejo de ministros dotado con más de 126.000 millones de las antiguas pesetas, unos 757.275.251,52 de euros actuales. Pan Especial que pretendía sentar las bases económicas de ese futuro que estaba por escribirse y que no solo atendía al término municipal de Cartagena sino, también, al resto de su Comarca. Se aprobó en el año 1994 si no recuerdo mal.

Pero en mayo de 1995 hubo unas elecciones autonómicas y municipales que dieron todas las mayorías posibles al PP en prácticamente toda la Región.

Los nuevos dirigentes políticos de esa Autonomía y los del Ayuntamiento de Cartagena trastocaron aquel Plan Especial. Los primeros porque se lo apropiaron haciendo un Plan Estratégico que solo beneficiaba al término municipal de Murcia y los segundos por su silencio cómplice en tal fechoría. Y ahí comenzó el declive general de Cartagena. Se le fueron desmantelando las industrias, se les restó influencias a la Marina y al Ejército, quedando meros testimonios. Se cerraron las representaciones de la administración central, los consulados y grandes sociedades marcharon todos al nuevo dorado, a la nueva ciudad de Murcia, capital hegemónica de absolutamente todo. Hasta la zona de actividades logísticas –ligadas en todo el Estado a sus respectivos puertos- que instalaron en Nonduermas. El mayor polígono industrial –Los Camachos- se dejó morir –así continúa- en beneficio del Polígono Industrial Oeste en Murcia, claro. El apeadero de la estación del Carmen dejó de serlo y pasó a ser la Estación principal con todo con lo que ello conlleva en detrimento de la de Cartagena que es la del final del trayecto ferroviario. Hasta el aeropuerto de S. Javier se llevaron aunque esto haya y esté provocando pérdidas millonarias. Reseñar por ejemplo el incumplimiento de la Resolución del 22 de enero de 1996, de la Dirección General de Política Ambiental, por la que se dispone la publicación del Convenio Marco de colaboración entre la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma de Murcia y el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, sobre actuaciones de descontaminación de suelos del Plan Nacional de Recuperación de Suelos Contaminados (1995-2005)

https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-1996-8549.

Nada de lo contemplado en él se hizo y más del 50% del suelo urbano de Cartagena continúa en el mismo estado: Contaminado, inutilizado y dando una imagen de ciudad más parecida a un paisaje lunar o marciano.


Desde ese año 1995 hasta hoy año 2019 Cartagena y su Comarca han sido saqueadas sin rubor ni sentido alguno gracias a la mezquindad de aquellos que, con alevosía y una envidia ancestral, ejecutaban un plan diabólico y muy corto de miras. Hoy Cartagena y su Campo arrojan los peores índices de pobreza y no solo de la propia Región, sino de toda España. El empeño en todos estos años ha sido de tanta inquina que hasta inversiones necesarias y fundamentales fueron trasladadas a otros municipios con tal de Cartagena no fuera beneficiada –Parque tecnológico en Fuente Álamo y Hospital de Los Arcos, como ejemplo y otras muchas promesas que siempre se quedaron en eso, en promesas. Porque los datos, las realidades están ahí y las estadísticas también. Una oligarquía empresarial y política murciana se ha estado esmerando durante décadas para que Cartagena muriera cada vez un poco más. Y hoy Cartagena es día a día más pobre y más cutre y sin recursos y además asume y paga su parte del endeudamiento que aquellos han procurado con sus fechorías –más de 10.000.000.000 de euros, que se dice pronto-.

Autovía del Mediterráneo que al llegar a esta Región se aleja del mismo para ir a la ciudad de Murcia. Corredor del Mediterráneo que también será desviado del ese mar para ir a la ciudad de Murcia. AVE que a Cartagena llegará, si llega, más allá del año 2026 y que podría denominarse como la última línea de AVE por ejecutar de España y, eso si la hacen, que se vislumbra nueva crisis económica.

Y del turismo para qué hablar. El turismo nacional e internacional tiene todo su sentido en Cartagena y su Comarca, no en la ciudad de Murcia porque la Historia de más de 3.000 años no está en Murcia, ni el Modernismo, ni los fuertes militares de su costa, ni los refugios de la guerra, ni el Teatro Romano, ni su anfiteatro y sus yacimientos fenicios y púnicos, ni sus museos. Como tampoco están sus playas ni su Mar Menor y que también por la omisión y dejadez de aquellos oligarcas tan en peligro está de sobrevivir.


Podría seguir y seguir pero no tiene sentido, como tampoco lo tiene que Cartagena y su Comarca sigan siendo la Cenicienta de este trágico cuento que comenzó en 1982. Pero lo que sí es del todo cierto es que la alevosía y la ignorancia de cuantos políticos, terratenientes, constructores, promotores, inversores y empresarios han sido y son, es demasiada y sus errores los lleva pagando Cartagena y su Comarca con muchas creces y cruces. Por ello salimos en las estadísticas de los más pobres… ¡Muchas gracias a todos cuantos lo habéis hecho posible sin que lo merezcamos ni lo hayamos pedido!...

domingo, 22 de septiembre de 2019

DE BLANCANIEVES A UNA FALSA VIRGEN MARÍA ABUCHEADA POR LOS INDIGNADOS CARTAGENEROS

El esperpento se retrasó más de 45 minutos sobre la hora prevista para su aparición estelar en el viejo balcón. Solo fueron visibles tres de sus secuaces y la imagen en ese histórico mirador era desoladora: Todas las fuerzas de la derecha, Pp, C´s y Vox y nadie de lo que podemos llamar izquierda social, ni Psoe, ni Podemos, tampoco Mc, grupo municipal mayoritario en las últimas elecciones. En todos los años de democracia, 41, jamás se produjo ultraje similar (Con lo que costó), una foto fija para olvidar. La grotesca y única hacedora de tan deplorable imagen, otrora Blancanieves, aparecía ahora disfrazada de virgen navideña.

Coincidiendo con el pregón conmemorativo del 30 aniversario de las fiestas de cartagineses y romanos, el pueblo de Cartagena, de forma unánime y contundente, se arrancó con pitorradas y abucheos  a las palabras de la mayor maquinadora y traidora política que estas milenarias tierras tuvo nunca. No bastaron sus guturales gritos ni la elevación de la música de fondo para acallar las voces de los indignados cartageneros. Es tanta su desvergüenza, que encima esboza sonrisas cínicas y de mala bicha –que diría un buen romano o cartaginés-,  que delatan un profundo desprecio hacia la ciudadanía. El pregonero, nuestro admirado, inteligente, afable, y querido Koke tuvo que soportar tan extraño comportamiento de las acogedoras gentes de la trimilenaria ante lo que era un pregón de unas fiestas tan importantes para Cartagena. No entendería nada el pobre y tampoco lo merecía, pero ha de comprender que la indignación del pueblo no tiene muchas oportunidades para manifestarse y, esa noche, lo hizo clamorosamente.

Habría que informar a nuestro conserje preferido que quien le acompañaba como alcaldesa, lo era porque había traicionado a sus votantes, a su partido y a todo el que se cruza en su camino. Que contra toda natura había pactado mantenerse en la alcaldía con el Pp, con C´s y con Vox. Todo en contra de la voluntad mayoritaria expresada en las urnas el pasado mes de mayo. Que en la mayor gota fría vivida en esta Región en muchos años no supo estar a la altura de lo que se espera de un dirigente público y hasta se fue de parranda nocturna cuando mucha gente lo estaba pasando muy mal. Una pésima gestora de lo público, pillada en numerosas contradicciones, a la que la gente no le ha perdonado que en la pasada legislatura rompiera el pacto natural y lógico con Mc, mal gobernando en minoría con seis concejales –los mismos que mantuvo en estas últimas elecciones- este municipio durante los últimos dos años de legislatura. No ha dado ni una, dejando a medias muchos de sus compromisos y dilapidando por incompetencia el dinero público.  Demasiados errores para ser reflejados aquí, cuantiosos y apabullantes. Las quejas de los sufridos ciudadanos se justifican ante la ineptitud e ignorancia para resolver cualquier tema, acompañada de prepotencia, soberbia y un pueblerino glamour, ridículo y más propio de aquel dicho: “Ni pidas a quien pidió y ni sirvas a quien sirvió”.


Desde aquí le pido excusas a Koke. Los cartageneros nos somos así, pero estamos ya muy hartos de esta “elementa”, de sus componendas, de sus chantajes, de sus truculentos arreglos, de sus antojos, de sus mentiras y engaños. Estamos hartos de que las estadísticas sigan reflejando, años tras años, que este municipio y su Comarca son los más pobres de esta mal llamada región de Murcia y, por ende, de España. ¡Hartos! Para que una aficionada a la política, sin principios, sin formación ni cultura alguna, sin educación, sin respeto, sin ética ni moral ocupe tan alta instancia. Ella no, pero nosotros los cartageneros estamos más que avergonzados y nos sentimos humillados, engañados, indignados ante tanto desacato a los principios básicos de toda convivencia y desarrollo. No la queremos y ante la soledad civil que la rodea tendría que presentar su dimisión e irse a su casa de la que nunca tuvo que salir para enarbolar banderas de engaño y traición, que es lo único que ha sabido hacer. Ella es todo un fraude y Cartagena y su milenaria historia no merecen tal agravio. Y a los cartageneros no nos valen lícitos acuerdos que coadyuvan a intereses personales, queremos la honorabilidad, la lealtad y la heroicidad que un pueblo tan viejo como este se merece y siempre ha demostrado en su larguísima y fecunda historia. Esperamos con ansiedad la expulsión definitiva del partido que la sustentaba. Será un nuevo inicio. Será una nueva oportunidad para unas siglas centenarias, importantes y necesarias, que no merecen que se las ensucie por mezquinos intereses espurios.