miércoles, 20 de marzo de 2013

EL AGUA NO ES PARA TODOS

Han sido los suyos, los mismos de su partido, los que lo han dejado solo; los que lo han desenmascarado, los que lo han dejado en el mayor de los ridículos. ¡Tantos años vendiendo la moto y ahora, sus propios hermanos de partido, la mandan al desguace! Afrenta donde las haya.

Tantos años de engaños a tantos y tantos murcianos han quedado al descubierto. Todo era una farsa que conseguía, a través del engaño, los votos y más votos para la peor gobernación posible. Mayorías aplastantes conseguidas por un engaño y otro y otro, hasta lo innumerable, hasta lo inaguantable, hasta la exasperación del más tonto de una región que ya sólo le queda asistir a su propio entierro.

Dieciocho años, dieciocho largos años donde unos pocos se hicieron ricos robando a la mayoría. Dieciocho años perdidos y tirados al cubo de la basura. A esta Región le han echado el cierre. Quizás, gracias a las depuradoras socialistas podamos seguir bebiendo agua, pero los agricultores pueden ir cerrando los campos. El campo de Cartagena, la verdadera huerta de Europa, dejará de ser verde y las lechugas ya no saldrán, ni los brócolis, ni los apios, ni tantas y tantas hortalizas y verduras camino de la Europa neoliberal y ajusticiadora de los países más débiles.

Al Presidente de esta Región, a la cola de todo lo bueno, le han dado con las esclusas en la boca, en todos los morros, en toda la cara. La Cospedal le ha ganado la partida del agua y lo ha dejado tirado a los pies de los caballos.

Dieciocho años sin hacer absolutamente nada, viviendo del cuento que su fiel escudero deportivo y tan sobrao le puso en bandeja con aquel slogan del “Agua para todos”.

Así ha ido todo en esta uniprovincial Región: de puta pena. Políticos que nunca lo fueron. Más bien advenedizos al pillaje mientras dure y que parece haberse acabado ya. Capitalinos del tres al cuarto, sólo interesados en dar los pelotazos necesarios para llenar sus bolsillos previo vaciado de los de todos. Nunca les interesó eso que llamamos gente, pueblo, ciudadanía. Todo una sarta de mentiras que tardan lo que tardan en dar la verdad de su cara, pero que nos han dejado como una de las Regiones más pobres, no ya de España, si no de Europa entera. Nos queda el Réquiem, ¿Quedará alguien para entonarlo?

Pronto veremos vaciarse, como años ha, esta Región en busca del sustento allá donde se encuentre y que, visto lo visto, ni en el resto del País se encontrará. La fiesta del sálvese quién pueda acaba de comenzar. Dieciocho años perdidos, tirados a la basura que ellos fueron construyendo día a día, año tras año, con conciencia, adrede, sin responsabilidad ni culpa alguna. Hasta el innecesario y avalado aeropuerto puede dar más de una sorpresa. Sólo nos queda la Paramount, es “lo más grande que tenemos”, decía otro iluminado del fracaso que nos han conseguido con sus empeños y a pesar de nuestros esfuerzos y trabajos. Sanguijuelas de lo público, cal que todo lo quema. ¡Mala gente!

Es muy posible que la desfachatez nos salga con el enésimo Plan Estratégico. Pero ya no hay ni fuerzas, ni cabeza cabal que continúe creyendo en tanta mentira. El tren de la bruja ya no puede más, lo han agotado tanto que no queda ni el vagón de cola, ni tan siquiera la escoba. El hundimiento es ya tan profundo que sólo se puede seguir profundizando porque la luz ya ni se la ve arriba.

Este es el resultado de una gobernación que nunca fue dirigida hacia el bienestar de la ciudadanía. Sólo tuvo un interés: el suyo propio y el de sus amigos. Lo demás siempre fue una entelequia. Algo que había que engañar como fuera y costara lo que costara. La mala gobernación trae estas cosas, porque lo que se hace mal, acaba mal. Y aquí, él y todos los que fueron y son, los mismos responsables que hoy están dirigiendo al País al desastre. Vean si no el estudio de Cáritas: “Desigualdad y derechos sociales. Análisis y Perspectivas” cada vez más pobres, es el resumen.

Ya pueden olvidarse de corredores ferroviarios y de macropuertos, no habrá nada que embarcar, nada que exportar. Ya lo harán desde Castilla a Valencia.

Que haya suerte, es lo único que se me ocurre. Dejar todo a expensas del destino que los dioses nos tengan preparado, porque con estos ineptos y desaprensivos ya hemos llegado al final de los finales. Y además, sin agua.

¡Suerte!

miércoles, 13 de marzo de 2013

¿QUIÉN SE LLEVA EL DINERO DE LOS CARTAGENEROS Y POR QUÉ?

Hay cosas que los cartageneros desconocemos sobre nuestro Ayuntamiento. Los que gobiernan cuentan las cosas que a ellos interesa y callan las que no. Siempre tienen sumo cuidado en lo que dicen. Un ejemplo: ¿Sabe usted cuánto pagamos por él, cuánto nos cuestan las personas que en él trabajan y por qué? Intentaré dar una serie de datos que nos vaya acercando a ese conocimiento.

En el Ayuntamiento de Cartagena trabajan en la actualidad unas 1.200 personas entre funcionarios y personal laboral y unos 200 más en los organismos autónomos como recaudación, la agencia de desarrollo y gerencia de urbanismo. En total unos 1400 trabajadores que pagamos los ciudadanos de Cartagena.

En 2007, a un año de las elecciones municipales, se aprobó el nuevo convenio colectivo para estos trabajadores. Se hizo desde la perspectiva de incluir a Cartagena en la Ley de Medidas para la modernización del Gobierno Local (Ley 57/2003 de 16 de diciembre) o también conocida como la Ley de las Grandes Ciudades. Si bien no se cumplía con el mínimo de población requerida (250.000 habitantes contra los 214.820 hab. del momento) sí se cumplía por ser sede de una institución autonómica (La Asamblea Regional de la CC.AA. de Murcia) Esta Ley pretendía la modernización de la gestión municipal, para así desarrollar e impulsar la participación de los ciudadanos en la gestión de los asuntos locales ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? Dice esta Ley que “El Titular de la Intervención general como el órgano u órganos que desarrollen las funciones de contabilidad, tesorería y recaudación deben ser funcionarios de Admón. Local con habilitación de carácter nacional, respetando el consolidado criterio tradicional de funciones reservados por razones de interés supralocal a los funcionarios de esta Escala” Quizás mucho de lo acontece económicamente en nuestro Ayto., tenga que ver con este párrafo anterior. Me explico: Dos organismos fundamentales en la gestión municipal (La Secretaría y la Intervención) llevan años y años sin ser ocupadas por funcionarios habilitados con carácter nacional. La diferencia entre éstos y aquellos se encuentra en que si bien éstos son independientes, aquellos están más que sujetos a las propias directrices del gobierno municipal. E incluso el 50% de sus salarios depende del arbitrio de la regidora. El filtro no existe y ancha es Castilla…

Esta anómala situación nos puede ayudar a entender cosas como:

AÑO    GASTO DE PERSONAL      Personal           Poblac/Parada  
2007
47.567.109 millones/Eur
1.200
7.137
2008
69.970.933


2009
78.119.771


2010
78.212.417


2011
74.927.070


2012
73.958.138
1.400
23.343


El gráfico nos aclara que cuando más aumenta el número de parados más nos cuestan los salarios del personal del ayuntamiento. Gravísimo. Es ir contracorriente y dejar que ese esfuerzo lo haga siempre el cartagenero de a píe, tenga o no tenga trabajo…

En un diario local dijo la alcaldesa en 2008: “Les he dicho a mis concejales que no quiero que se les ocurra ningún proyecto nuevo porque no podemos hacerle frente. No tenemos dinero” Culpaban en esa misma noticia al hecho de que las licencias de obra mayor habían bajado un 30% y las de obra menor un 47%. Pero viendo el cuadro podemos entender que la culpa es más bien debido al aumento del capítulo de gastos de personal. Podría la alcaldesa haber dado ejemplo y en ese año podía haber renunciado a seguir con la construcción del Auditorio, que de 20 millones pasó a 65 en el 2012. Pagado, también, a pulmón de los cartageneros. Pero era su “gran obra”, como la del palacio de deportes, aún inconcluso.

Engañaron a la opinión pública cartagenera diciendo que: “La subida salarial pactada por el gobierno y los sindicatos costará a los cartageneros 6 millones en 4 años”
Algo completamente falso. En apenas 3 años (Del 2007 al 2010) este coste subió nada menos que en 30.645.308 millones de euros. Mienten, siempre mienten. Como con todo lo que han hecho, ninguna obra se ajustó nunca a su presupuesto inicial.

Cada uno de esos 1400 trabajadores nos da un coste de 52.827 euros. Para ser más justos hay que decir que faltan por incluir los 27 miembros del Pleno Municipal y sus puestos de confianza que pueden andar por las 15 personas. Aún así, sumados éstos, el resultado nos da una cantidad de 51.288 por cabeza. Esto es una estadística, una media, ya sabemos que todos no cobran lo mismo. Eso lo hace aún más sangrante, habrá quién no llegue a los 15.000 y otros superarán en mucho los 51.288.

Los números hablan por sí solos, no tienen ni trampa ni cartón. Son los que son.

En 2011 se bajaron 3.285.347 millones y 968.932 en 2012. Unos 4.254.279 millones de aquellos 30.645.308. Bajadas obligadas desde Madrid y por la necesidad de hacer un plan de sostenimiento económico que le exigió el ministerio de Hacienda, al ver éste la situación económica en la que estaba. Aún así, la subida final que supuso la aplicación de la Ley de grandes ciudades ha supuesto a los bolsillos de los cartageneros la no despreciable cantidad de 26.391.029 entre 2007 y 2012, nada que ver con los 6 millones que dijeron.

Esta es una más en la gestión que Pilar Barreiro le ha brindado a los ciudadanos de Cartagena: Tener un Ayuntamiento de Grandes Ciudades (sólo su personal) y la mayoría de los ciudadanos acribillados a impuestos y tasas municipales. Con más de la mitad de su Casco Histórico impresentable e inhabitable y sin futuro al día de hoy. Ella estaba en Madrid y tampoco vio llegar la crisis, sólo veía lo grande que era Madrid.

Así, aquello que decía la Ley 57/2003 “modernización de la gestión municipal, para así desarrollar e impulsar la participación de los ciudadanos en la gestión de los asuntos locales”, se ha quedado sólo en un pagar impuestos y tasas para mantener un ayuntamiento de grandes ciudades sin serlo. Sólo hay que dar un paseo por la ciudad, sus barrios y pedanías. Eso sí, algunos funcionarios y políticos reciben salarios no acordes con la realidad social de Cartagena, ni tan siquiera sus trabajos los justifican.

Todo esto no es otra cosa que un verdadero disparate, una de las mayores estafas que se le puede hacer a un pueblo. Los cartageneros han sido estafados por su alcaldesa que, hasta hace muy poco, cobraba a 1.500€ su asistencia a los plenos. Alcaldesa que aún mantiene a su escolta, cuando ya nadie la lleva.

Además, se podría estudiar las consecuencias que esta desmesurada subida de salarios ha supuesto en otras partidas del presupuesto municipal. Como ejemplo, es de significar que en el 2012 se destinaron 4.688.937 al capítulo 6 – “Gastos a realizar directamente por los Aytos., a la creación de infraestructuras…”

Y, mientras tanto, la Comisión de Seguimiento y Control de la Concesionaria del Servicio Municipal de Aguas sigue sin ser convocada por el equipo de Gobierno –Años ha-  ¿Por qué será? ¿Esconden algo?

El capítulo 3 que recoge los ingresos derivados de las tasas, precios públicos, contribuciones especiales, multas, recargos de apremio, intereses de demora, etc. Lógicamente se aumenta pasando de 29.641.334 en el 2007 a 39.329.633 en 2012. Casi 10 millones de euros que a los cartageneros nos han sacado, directamente, de nuestros bolsillos. Aumentando así los efectos de una crisis que no hemos creado. Se preguntará: ¿De dónde salen los millones que faltan? De préstamos bancarios.

Recordemos que la población de Cartagena en 2007 era de 214.820 y en el 2012, 217.998, muy lejos de los 250.000 de las grandes ciudades y con más de 24.000 parados en la actualidad.

No era necesario provocar ese cambio para incluirnos en las grandes ciudades. No lo somos y encima nos está costando más de lo que nos es posible pagar. Excesivamente caro nos ha resultado tener la Asamblea Regional a los cartageneros.

Usted, alcaldesa de Cartagena es la única culpable y nunca le podré dar las gracias por ello, ni por conducir a Cartagena a la ruina en la que estamos. Esta es su gestión y no otra. A mí no me engaña.

jueves, 7 de marzo de 2013

EL REY ESCORPIÓN


Una Fábula de la peor Política

El título de este artículo, aunque coincide con el de una película, nada tiene que ver con ella. Es una mera coincidencia. El caso, en cuestión, está en que dentro del P. Impopular y durante más de veinte años, se fue gestando, lenta, pero de forma firme, la leyenda de un nuevo rey escorpión.

Un rey que llegó con lo puesto y que pronto aprendió las artes y los modales para forjarse una vida de rey. Tuvo la ocasión de ver, comprobar y aprehender las sutilezas de la trastienda política donde lo más indecoroso se cocina y se adoba para servirse en frío o en caliente, según se vea o convenga. Artimañas de las que, algunos, se sirven también para quedar inmunes de cualquier actuación legal en su contra. Aprendió y supo de dónde parten los hilos de la tela de araña, no de un partido político, si no de un grupo que más bien se parece a cualquiera de las mafias que, al precio que sea, imponen sus verdades llenas de mentiras. De cómo esos hilos se entretejen con otros de otras mafias ya sean económicas, empresariales, comerciales, bancarias, mediáticas, religiosas y políticas. El todo atado y bien atado que dijera el mayor dictador de este reino antiguo.

Este forjador de su propio reino fue un alumno aventajado y aprendió rápido (Buenos maestros siempre son necesarios para tales objetivos y los tuvo) Estaba él en el mejor sitio y lugar posible, donde estas artes del camuflaje y de la mentira y de otras muchas disciplinas más brillaban por su abundancia. De ahí a su propio reino era un coser y cantar.

La discreción para no levantar sospechas dentro de su propia casa era esencial, obtener la máxima información de todo cuanto pudiera, también. Pero sobre todo era la confianza. La confianza de los otros sobre uno es fundamental, sin ella no es posible continuar con los sueños de grandeza y de reinados. Este arte básico siempre quedaba revalidado: los que estaban, salían y entraban otros nuevos que, a su vez, también terminarían por salir. Sólo con el tacto necesario él siempre estaría allí, controlándolo todo, absolutamente todo.

Junto al símbolo gaviotíl debieran, hace tiempo, haber puesto otro con el escorpión. Aquellas sobrevolaban los cielos despejados y, éste, la tierra con una orografía harto complicada, pero que, gracias a ella, propiciaba recónditos escondites a los que sólo los más avezados suelen llegar. Escondites con las adecuadas defensas exteriores. El escorpión está dotado especialmente para la escalada de cuántas cimas se le antepongan en su bien estudiado recorrido. Hasta la nieve no supone obstáculo alguno.

A nadie le debe gustar tener en casa a un escorpión o también llamado alacrán. Según parece, su picadura producida por un aguijón situado en el extremo final de su posterior anatomía, es muy, pero que muy dolorosa e incluso puede llegar a provocar la muerte del sujeto picado, si éste no es tratado a tiempo con el antídoto apropiado.

Para montar cualquier reino hace falta dinero, mucho dinero y a ello se aplicó el escorpión escondido. Utilizó de todo lo aprehendido en sus años de aprendizaje. Y ya era capaz de tejer su propia tela de araña sin que nadie, nadie absolutamente, sospechara lo más mínimo. E hizo grandes proezas con la bolsa de valores gracias a las informaciones privilegiadas obtenidas de unos y de otros. Recaudaba fondos de empresas afines y merecedoras de contratos públicos millonarios. Y como el que reparte siempre se lleva la mejor parte, él así lo hacía. Y como no eran dineros sujetos al Tribunal, se repartían a modo de ayudas para los uniformes y corbatas de todos los colores, que los expuestos a las pantallas y cámaras requerían y  recibían. Todo con la mayor de las discreciones y como a nadie amargar un dulce, nadie preguntaba. Más vale sobre en mano que ciento volando.

La avaricia siempre es ilimitada, por eso se llama avaricia. El caso es que su buen salario y privilegios no le eran suficientes al escorpión en cuestión y su reinado. El escorpión puede ir acompañado de pareja o no. Pero en este caso, su acompañante le era muy útil y, aunque nunca se le conociera trabajo alguno, llegó a disponer en sus particulares cuentas bancarias de unas cantidades de dinero inmenso que un juez encorvado no dio más importancia y desestimó cualquier acción. ¿Era un juez pillado en la tela de araña? A saber. Yo lo que sí se es que si me pillan a mí con millones de euros en una cuenta bancaria y no he tenido en mi vida trabajo, o incluso, lo hubiera tenido, me habrían mandado a cuatro o cinco unidades policiales a arrestarme de inmediato y en el interrogatorio hubiera cantado, de un tirón, hasta la Traviata o las bodas de Fígaro, que, ya puestos, no hubiera sido ningún problema.

La cuestión es que todo empezó cuando un juez, que no era encorvado, empezó a tirar de los hilos de otra tela de araña próxima que, aunque estaba repleta de intersecciones, sólo era cuestión de tiempo su desentramado. Ya saben que a ese juez se lo quitaron de en medio de forma rápida, vamos, que lo enjuiciaron, culparon y echaron hasta de la judicatura. Eso tiene el ser fiel a la justicia. Para estas cosas así, la mafia funciona de cojones. ¡Todos a una! Que nos derriban el tinglao.

Cuando no hace muchos años esto aconteció, al escorpión le quitaron todos sus privilegios e incluso, dijeron, lo echaron del P. Impopular. Pero, como casi todo lo que dicen, era una mentira más, pues el escorpión aún mantenía despacho, coche oficial, secretaria y sueldo con un contrato de trabajo que decían era en diferido de una liquidación pactada del pasado al futuro (Ni en la guerra de las Galaxias). Esta trola tan gorda no se la tragó ni el más tonto del reino. Aparecen en ese momento unos papeles con apuntes sombreados en amarillo, que hablan de lo que era una normalidad dentro de la estructura más cerrada del P. Impopular: El reparto para ayuda de uniformes y corbatas… sobresueldos al fin y al cabo, sin tributar ni en su origen ni en su destino.

Millones y millones escondidos y que han sido obtenidos poco a poco sin que nadie se diera cuenta, o miraban hacia otro lado por estar cogidos por los huevos y sabiendo que un apretón en tales partes producen un dolor parecido al de el escorpión, aunque bastante menos. Dicen que vendía hasta besugos, eso sí, bien pintados sobre lienzo fino, pero que por más que estuvieran en el Prado, no justificaban tales fortunas.

Huelga decir que el escorpión, cuando se siente amenazado, es muy peligroso y es capaz de revolverse en contorsiones más que difíciles y picar a diestro y siniestro sin mirar a quién. Llevamos unos meses asistiendo a pequeños aguijonazos que sólo aventuran otros aún mayores. De momento, este rey escorpión, sólo les ha presentado tres denuncias a aquellos que lo mantuvieron y criaron durante décadas y décadas. Son sólo el aperitivo de una comida posterior que se presume abundante, larga, de venganza y hasta orgiástica. Si yo y mi reino caen, no os quepa la menor duda de que el vuestro también lo hará, se habrá repetido una y mil veces el escorpión acorralado.

En todo este transcurso, el P. Impopular alcanzó el poder de la Nación infligiendo uno de los mayores ataques posibles a sus ciudadanos y a su estado del bien estar, desmintiendo descaradamente todas sus promesas electorales. Así, el mismo que gobernaba aquella casa, ahora gobierna la mayor del reino. Dos por uno, que dirán los comerciales. Mucho en juego, gran partida la que estamos presenciando. Aunque sus contenidos no sean los más decorosos ni honestos. El resultado a ningún honrará.

Este desnortado y perdido P. Impopular, este descubierto contubernio político, empresarial y todo lo demás, ha respondido con la denuncia contra el mensajero. Quizás para acallar las voces de un pueblo que está hasta los mismísimos, de tanta y tanta canallada en su contra.

Veremos si la Justicia se mantiene firme en su deber de hacer Justicia, vamos, si la dejan. O será un Juez más al que echen a la calle. Que la cosa es más seria de lo que parece y es muy grave, muy grave. Están jugando con un fuego que es muy fácil que se extienda sin control y son muchas, demasiadas, las chispas ya encendidas.

Dijo la máxima autoridad del Estado que todos, todos los ciudadanos son iguales ante la Ley. De momento no se está cumpliendo, ni siquiera con su hija. Y mal camino es ese. Que están jugando con fuego, no lo olviden.

De momento, el escorpión continúa con sus estrategias y pequeños picotazos. Conforme se vaya sintiendo más acorralado, más profundos y dolorosos serán aquellos, que no quepa duda. Que con un reino no se juega y menos con el que él se construyó, aunque fuera con las prácticas y aprendizajes más obscenos y corruptos.

Él continúa siendo el rey escorpión.

De momento.



domingo, 3 de marzo de 2013

UN PUEBLO SIN BUENOS DIRIGENTES



Eso es lo que ha sido España durante siglos y ese hecho de no tener buenos dirigentes se ha visto acentuado en el último siglo, en las últimas décadas hasta el presente más desastroso. No hemos tenido suerte los españoles con aquellos que parecían ser los más preparados y adecuados para la gobernación de nuestro viejo País.

Desde aquellos dirigentes del sector empresarial e industrial, desde los terratenientes, de los comerciantes hasta los curas y cardenales que promovieron una guerra civil para mantener sus privilegios por encima de los intereses de la Nación, hasta aquellos militares que, haciéndose eco de tales ignominias y decimonónicas ideologías, empuñaron las armas en contra de todos aquellos que pretendían alcanzar un poco de progreso, de libertad y de igualdad. Ganó el desastre de continuar con las mismas estructuras de privilegios para unos pocos. Los ricos por encima de los pobres.

Más de cuarenta años educando a los españoles en el servilismo al amo y al señor. En pedir a cambio tan sólo una limosna para seguir mal viviendo. Educando en una religión llena de falsedad e hipocresía y también de privilegios económicos, patrimoniales y doctrinales. Religión a los que llegaban miles y cientos de miles de seminaristas sólo con la intención de obtener un plato de comida y, a cambio, seguir con el doblegar de las voluntades de las clases, ahora  ya, inferiores y necesitadas de falso y premeditado consuelo de un Dios que les exige renuncia, pobreza, honradez, conformidad, sometimiento y silencio en esta vida, para alcanzar en el más allá todas las mieles y felicidades no permitidas en éste, mientras aquellos sí que las disfrutan.

Hoy, en este arruinado País por las mismas clases de entonces, no levanta cabeza y cada día que pasa se hunde más y más. Sigue, el pueblo español, siendo el sustento de todos esos parásitos de la empresa, de la política, de la iglesia, del comercio. Ellos tienen el poder para despojar y aniquilar al pueblo español y a ello se aplican con esfuerzo a través de las mentiras más abyecta. Seguimos siendo los tontos del bote. Ellos catalogan a los que se atreven a protestar como terroristas que sólo buscan alterar la paz social, su paz social.

No se conforman con transformar las deudas bancarias y privadas de sus empresas amigas en públicas. No se conforman en retirar los pocos derechos sociales conseguidos y dárselos a las empresas amigas. No se conforman con permitir que cientos de miles de ciudadanos pierdan sus casas y queden directamente endeudaos de por vida y sin posibilidad alguna de levantar cabeza, ni ellos ni sus descendientes. Tampoco les importa los miles de suicidios que esto provoca. No les importa que millones y millones de españoles no tengan trabajo con el que ganarse sus habichuelas. No les importa que miles y miles de jóvenes españoles abandonen nuestro País en busca del trabajo que aquí no se les da. No les importa que sus grandes empresas, con miles y miles de millones de beneficios, nos saqueen nuestros bolsillos con el encarecimiento de sus servicios o productos. Lo único que verdaderamente les importa es quitarnos todo el dinero posible y más y dejarnos en la miseria de un pueblo que se muere de hambre y de falta justicia social.

Nunca tuvo España buenos dirigentes. Sólo usureros de la política, de la empresa, de la iglesia y del comercio. Nunca les importó España y los españoles. El dinero que roban lo evaden a los paraísos fiscales buscando su opacidad y no pagar los impuestos correspondientes. Se les llena la boca con la palabra España, como si les importara, como si supieran que España no es algo abstracto y que España es España porque hay españoles que la sufren y padecen y no como ellos que la disfrutan a tutti plen. En esta aciaga época son los productos de lujo los que más crecen. El dinero lo tienen entre cuatro y el Bárcenas. Tesorero con mayordomo y millones y millones en Suiza y Dios sabe dónde más. Empresarios que marchan a otros países abandonando y dejando a su suerte a millones de trabajadores. Empresarios que desmantelan un tejido industrial que será muy difícil recuperar y que nos dirige a las últimas posiciones de cualquier gráfica donde la miseria campa a sus anchas.

Estos dirigentes nacionales consiguieron, hace unos años, taponar la Gürtell. Pero debe ser tan gorda que desborda por doquier y, hoy, es posible que el joven juez ponga puntos y comas al entramado del saqueo y estafa a los españoles llevada a cabo por dirigentes que utilizan la política como vehículo para su enriquecimiento personal y empresarios sin escrúpulos que compran voluntades y repercutiendo esos gastos en el precio final de su producto que pagará el saqueado ciudadano. También habrá que estar atento al caso del Chao Ping. Tan gordo como aquel y donde esas grandes personalidades de la mejor sociedad española confiaron para evadir sus dineros e impuestos.

Estos dirigentes nacionales de todos los sectores que se rodean de un halo de respetuosidad falso porque no son más que escoria de una sociedad a la que ellos condenan con sus faenas. Nunca les importó España ni los españoles, nunca. Sólo el dinero que les pudieran arrebatar directa o indirectamente. No forman parte de esta sociedad, de esta Nación, ellos sólo se sirven de nosotros para alcanzar la riqueza que nos roban a todos. Ellos son la élite, los privilegiados gracias al engaño, al soborno, al cohecho, a la trampa, son los que nos roban día tras día desde una falsa legalidad que les ampara y defiende.

La pobre España nunca tuvo buenos dirigentes, ni antes ni ahora. Colegios profesionales, asociaciones empresariales y comerciales que no sirven absolutamente para nada y que son una carga carísima para esta sociedad. Reductos de un régimen de pesebres a costa de nuestros impuestos y dineros.

España siempre fue y es una excusa para su latrocinio. Ya va siendo la hora que los españoles despierten a tanta y tanta sinvergonzonería, a tanta cara dura, a tanta risotada a nuestra cuenta. Porque también es culpa nuestra el haberlos permitido y no hacer nada.

Y hoy más que nunca. Tanto “diferido” es susceptible de manipulación. Que el pueblo tome el poder y las riendas, es lo único que podrá salvarnos como Nación. ¡Basta ya de tanto engaño! ¡Basta ya de aprovecharse de tanta confianza delegada! Esta ha de ser la respuesta a tanto ultraje. Cambiar el sistema, acabar con él antes de que él acabe con absolutamente todos los españoles honrados y verdaderamente leales a España.

¡Por la República! Y que limpie tanta basura instalada en pomposas oligarquías que no hacen más saquearnos. Un sistema nuevo, una nueva forma de gestionar lo que es nuestro, una España para todos los españoles. Una nueva Nación con dirigentes honrados y sensatos. 

viernes, 1 de marzo de 2013

LAS COMPAÑÍAS


Desde pequeños, nuestras madres –que siempre fueron ellas las más preocupadas por nuestra educación- nos insistían un montón en que eligiéramos muy bien a nuestros acompañantes: Que nuestras compañías podían hacernos mucho bien y también mucho mal, que supiéramos quién o quiénes nos beneficiaban y nos cuidáramos de las malas compañías. Que era muy importante para nuestro futuro y para ser personas, simplemente, buenas (No confundir con tontas). O aprenderíamos cosas malas que nos llevarían al infierno. Ese era y no otro el dilema: El Bien o El Mal.

No me cabe duda de que yo intenté siempre ir bien acompañado, aunque en algunas ocasiones de mi vida, erré de lleno y pagué también por ello. Los demonios saben y conocen de buenos disfraces y los utilizan para ganarse tu cara confianza y que, en el momento más adecuado para ellos, usan en tu contra. No tienen reparo alguno en traicionarte, si con ello, ganan un poco más en su ambición de ser un poco más demonio. Su mezquindad y codicia colaboran juntas en alcanzar ese objetivo. ¡Allá ellos con sus hazañas y victorias!

Sucede que mientras unos hemos estado luchando por encontrar esas buenas compañías, otros, de lo único que se han preocupado es de buscar precisamente a las peores. Porque también hay grados en la maldad. El refinamiento de la maldad es embaucador y pocos son los que se retraen ante él. Sucumben ante la opulencia del mal, porque el mal es, también, opulento. No es una escalera fácil y cada peldaño del mal ha de ser escalado con mucho esfuerzo y tesón. Es muy fácil alcanzar los primeros escalones, pues son dispuestos a tus píes, como si de una alfombra mullida y roja se tratara y aquellos que los suben, lo hacen sin ser conscientes de que una vez los pisas, es imposible el retorno.

En el transcurso de ese ascenso hacia el mal más puro, van adquiriendo, por cada peldaño escalado, un poco más de poder. La vanidad y la autocomplacencia se enaltecen y se van creyendo ser un poco más divino. Están por encima del resto de esa masa que han dejado atrás y con la que, cada vez menos, se sienten unidos. Es el camino elegido libremente y no hay vuelta. Quizás, incluso, no haya ni justicia terrenal que les alcance y se sientan crecer más, subir unos peldaños hacia lo más oprobio.

Lo peor es cuando esos demonios se unen y sueltan aquello de: ¡Qué se jodan! Que es lo mismo que decir que se mueran. Y así hacen las políticas que hacen, políticas que sólo les benefician a ellos y a los otros demonios que son como ellos. Mienten más que hablan, de sus bocas y lenguas viperinas jamás saldrá verdad alguna porque, no olvidemos, son demonios en ascenso. Entre ellos se justifican, se esconden e intentan la salvación que jamás tendrán por más eones que pasen. Nunca verán la luz a la que ellos mismos se negaron. Porque la Justicia no es esta que nos hemos dado bajo los demonios. Hay una Justicia más Soberana que ninguna sombra puede ocultar y que siempre llega, tarde lo que tarde y sea donde sea.

Los que siempre nos jodemos, o mejor, a los que siempre nos joden debemos ser más exquisitos a la hora de elegir a nuestras compañías. Esa ha de ser nuestra preparación, saber distinguir qué compañías nos merecen o no la confianza. Dejar solos a los demonios para que entre ellos se jueguen su grado de maldad. Desenmascararlos no es tarea fácil, porque además de su gran número, utilizan la falsa palabra y el encantamiento como elixires de nuestra confusión.

Entre las compañías siempre suele haber un buen amigo que, en determinados momentos, aparece y nos hace ver nuestra equivocación con tal o cual postura, con tal o cual compañía. A veces, le hacemos caso y otras lo ignoramos. Es nuestra libre decisión.

La cantidad de demonios en este mundo ya se hace insoportable e incluso hace inviable la pervivencia de nuestra propia especie. ¿Será el momento determinado en que “Ese amigo” aparezca de nuevo? Eso espero porque, no es por nada, pero entre unos y otros nunca llegamos a aprender bien la lección y siempre andamos repitiendo la asignatura de LA VIDA.

Y no tiene que ser tan difícil si elimináramos a tanto demonio suelto que anda por aquí haciéndonos imposible nuestra obligación de VIVIR. Aunque sea con la ayuda de ese amigo que siempre está, que nunca nos abandona y que bien conoce a todos.