En estos
últimos 36 años hemos asistido al lento proceso de disolución de la dictadura
en España y ya es la hora de demostrar la madurez política de los españoles, ya
no necesitamos ser tutelados ni por credos ni por imposiciones ni chantajes. Es
el momento de acabar con esta derecha decimonónica y corrupta. No perdamos esta
oportunidad, compatriotas españoles. Haremos bien, mucho bien.
Se ha de
entender que, aquellos que sirvieron a la dictadura franquista tras su victoria
de una guerra fratricida, dispusieron de 40 años para hacer con el País y con
sus ciudadanos toda clase de perrerías, atropellos y crímenes de toda índole.
Por ello, muerto en su cama el dictador, y en las últimas cortes franquistas,
decretaron una ley de autoamnistía para garantizarse toda la impunidad ante las
naturales y normales exigencias de responsabilidad durante todas esas décadas y
en contra del pueblo español y sus legítimos intereses. Y que hoy continúan
impunes a pesar de las peticiones de la ONU y juzgados argentinos, que tan solo
pretenden hacer la justicia que este País necesita.
Obligados
por el concierto internacional de las naciones libres y democráticas, no tenían
más salidas que abrir la dictadura a una democracia parlamentaria donde los
prohibidos partidos políticos tuvieran la representación que los ciudadanos
estimarán oportuna. Convinieron con ellos las reglas a observar y de ahí nació
el “Consenso”. Los partidos de izquierda no tuvieron más que bajarse un poco
los pantalones y permitir que aquellos descendientes físicos e ideológicos del
franquismo, mantuvieran el control real del Estado e impusieran los límites y
márgenes de esta pseuda democracia que ponían en marcha con un rey obligado e
impuesto por el dictador.
Aún, en
el año 1981, lo más recalcitrante de la dictadura y ante la posibilidad de la
pérdida de sus privilegios, acometió una intentona de golpe de Estado, del que
nunca sabremos toda la verdad.
Una
Constitución escrita de forma ejemplar pero que no se cumple y ha sido y es
vulnerada por normas inferiores, no es realmente una Constitución. Quizás por
ello el desapego de los ciudadanos por su Carta Magna y el total
desconocimiento sobre ella y la no obligación, por todos, de su cumplimiento,
la hacen más papel mojado que otra cosa.
Con
estos y otros mimbres de la misma hebra, y la necesidad de los españoles de
respirar algo de aire fresco y sentir más cerca una brizna de libertad,
votaron, allá por el 82, y en mayoría absoluta al Partido Socialista Obrero
Español.
España
comenzaba una nueva senda donde las libertades y los derechos de los
trabajadores y de las clases sociales bajas y medias comenzaban a sentirse.
Derechos como la educación y la sanidad universales fueron recuperados e
infinidad de leyes que intentaban alejarnos de la triste y sombría dictadura
nacional-católica, se pusieron en vigor. Se alcanzaron las más grandes cotas de
igualdad social entre la ciudadanía. El prestigio internacional de España
comenzó a recuperarse a los más altos níveles y su participación en los asuntos
europeos y mundiales acrecentarse al nivel que como una gran Nación le
correspondía y que tanto tiempo había perdido.
Se
acometió, además, con la reforma industrial que el País llevaba pendiente desde
la revolución del petróleo, cuando los países de la OPEP elevaron los precios
de los carburantes al principio de la década de los 70. La modernización y
adecuación de nuestra industria no podía esperar más y aunque no fue entendido
por el mundo laboral, se hizo a pesar de los costes electorales traducidos en
pérdidas de votos.
Al
tiempo, los descendientes físicos e ideológicos maniobraban buscando la
estructura política, acorde con esta nueva realidad, que les abriera paso a
través de las urnas. Fundaron un partido y después otro y de la “alianza
popular” pasaron al “partido popular”. De uno a otro, una gaviota. Todos
sabemos que la gaviota es el mayor depredador de las costas y del interior, y
además siempre figura por encima de las letras PP, como simbolizando lo que en
realidad son, depredadores de lo público y popular, al fin. Es el legado
aprendido y mamado durante los cuarenta años de dictadura, donde jamás dieron
cuentas de tropelías y crímenes, que para eso ganaron una guerra, una cruzada.
Para mantener unos privilegios medievales y decimonónicos y una supremacía bien
visible sobre el pueblo. Han denegado los fondos para todos aquellos que aún
mantienen, en las cunetas de la España que ellos intentaron aniquilar, a sus
familiares. Sin embargo, si han habido fondos para repatriar aquellos de la
división azul.
Con un
hombre bajito y con bigote y poniendo en ridículo hasta los servicios secretos
del País, consiguieron ganar las elecciones municipales y autonómicas en el
1995 y en el 1996 las nacionales. Desde entonces la mayoría de los
Ayuntamientos y de la Comunidades Autónomas han estado bajo su gestión. Todas
estas administraciones ya saben ustedes en qué situación se encuentran: RUINA
TOTAL. Ruina porque, desde el gobierno del
bigotito, convirtieron el sector de la construcción en la primera
empresa nacional. Construíamos más viviendas que Alemania, Francia, Inglaterra
e Italia juntas. Además, construían aeropuertos y centros culturales colosales
y auditorios y palacios de congresos. Recalificaban terrenos a urbanos al mismo
ritmo que los conejos procrean. Florecían, cuales setas y hongos en el húmedo
bosque, grandiosas urbanizaciones con enormes campos de golf adosados y que hoy
mueren de soledad pasmosa. Mentían una y otra vez, a los incautos y cándidos
ciudadanos, con enormes y monumentales proyectos que sabían inviables e
innecesarios, pero que les reportaban votos y votos para sus mayorías absolutas
y enormes dividendos. Que de todo eso, nada les iba a costar a los ciudadanos,
afirmaban una y otra vez cual letanía adormecedora. Paralelamente, terminaron
de privatizar todo lo público que quedaba, que era mucho, a sus amiguetes más
cercanos. Y, mientras todo esto sucedía y sus amigos y ellos mismos se llenaban
los bolsillos y las cuentas bancarias nacionales y de los fiscales paraísos,
nos metieron en una guerra, en la que nada se nos había perdido y en contra de la
opinión de millones de manifestantes, con la única intención de llegar a poner
los pies de ese bajito con bigote, sobre la mesa de centro de una salita del
Bush hijo –que ya pagará cuando le toque- y aparentar una farsa que nos trajo
la mayor tragedia en número de muertos por los atentados del 11M y que, hasta
el último minuto intentaban engañar culpando a los de la ETA. En horas se
celebrarían elecciones generales. Las perdieron. El pueblo español estuvo a la
altura y supo darles lo que merecían.
Aprovecharon
las bajadas de intereses, el afloramiento de dinero negro –cambio al euro- y
sus mentiras, para llevarnos a una falsa e irreal situación de bienestar y de
riqueza, que no eran más que un espejismo. El pan para hoy y el hambre para
mañana. Ni una sola ley que beneficiara a los ciudadanos, ni una. Sino todo lo
contrario, leyes en beneficio de sus correligionarios y amigos del alma.
De nuevo
un gobierno socialista que, en su primera legislatura ofrece un gran número de
leyes sociales y de beneficios para las clases populares. De igualdad; de
matrimonio entre homosexuales; de Dependencia; contra la violencia de género;
de educación para ciudadanía; de cheque bebé y 400€; de derecho al aborto; de
economía sostenible; de reproducción asistida y selección genética y células
madre; de memoria histórica, etc., etc.
En la
segunda legislatura de este gobierno socialista y junto a la crisis
internacional por las subprime norteamericanas y la latente burbuja
inmobiliaria creada por el partido popular, estallan. Hechos que provocan a esa
derecha a crispar la situación política con todas las mentiras y con todos los
cinismos posibles, y al adelanto de las elecciones. Un programa electoral a la
medida de los incautos y de los más ignorantes, provoca la victoria aplastante
de ese partido de descendientes físicos e ideológicos y donde dijeron diego,
dicen digo. Desde el primer minuto incumplen todo lo prometido en su programa
electoral y acometen las mayores reformas y recortes de los derechos y del
estado del bienestar social de la inmensa mayoría de españoles. Conocemos de la
mafias y redes clientelares que ese partido impopular manejaba durante más de
30 años, chantajeando a grandes empresas –de su cuerda ideológica y también
herederas de aquella dictadura- y suplementando con dinero negro pagos y
sobresueldos de sus más altos dirigentes políticos. Hoy, la situación es mucho
más grave que la que los socialistas dejaron:
NOVIEMBRE 2011
|
PARADOS
|
4.420.462
|
INEM
|
NOVIEMBRE 2014
|
PARADOS
|
4.512.116
|
INEM
|
NOVIEMBRE 2011
|
PARADOS
|
5.273.600
|
EPA
|
NOVIEMBRE 2014
|
PARADOS
|
5.427.700
|
EPA
|
SUBSIDIOS 2011
|
2.791.065
|
858,20
|
MEDIA
|
SUBSIDIOS 2014
|
2.446.687
|
801,90
|
MEDIA
|
EMPLEO 2011
|
AFILIADOS S.S.
|
17.248.530
|
|
EMPLEO 2014
|
AFILIADOS S.S.
|
16.695.752
|
|
DEUDA PÚBLICA 2011
|
737.406.000
|
70,50% PIB
|
15.942 per cápita
|
DEUDA PÚBLICA 2014
|
1.020.236.000
|
96,80% PIB
|
22.000 per cápita
|
Españoles Exiliados 2011
|
165 MEDIA/DÍA
|
|
|
Españoles Exiliados 2014
|
236 MEDIA/DÍA
|
|
|
Fondo Reserva S.S. 2011
|
66.815.000
|
|
|
Fondo Reserva S.S. 2014
|
49.598.000
|
|
|
Y esos
datos económicos teniendo en cuenta la subida de más de 53 impuestos y tasas,
la aplicación de tasas en la Justicia, la disminución de pagas extraordinarias,
la considerable reducción de salarios y congelación de subidas. Así,
paradójicamente, mientras nos han vaciado los bolsillos, la deuda y el déficit
han aumentado de forma considerable. Algo que denota el caos y el sin gobierno
en el que llevamos instalados estos tres años. Además del cierre de cientos de
miles de empresas, la no financiación de la investigación, la elevación de las
tasas académicas y la falta de apoyo a la pequeña y mediana empresa, como el total
desprecio al mundo de la cultura.
Sumemos
ley mordaza, que está dirigida y enfocada para que la ciudadanía, en uso de sus
derechos, deje de tenerlos y coaccionada y chantajeada por la amenaza de
altísimas multas a discreción policial y no judicial, para que se queden en
casa en silencio y helados de frío, pues pocos son los que pueden pagarse la
calefacción.
Sumemos
reforma laboral donde los despidos a través de Eres fraudulentos y las rebajas
salariales a la discreción empresarial, han provocado pérdidas de derechos
laborales y la vuelta a situaciones de verdadera esclavitud laboral.
Añadamos
una reforma educativa para que los costes de la educación seleccionen a los que
puedan pagar de los que no y así devolverles a ellos, a los descendientes
naturales e ideológicos, sus estatus de seres superiores con título
universitario. Una reforma educativa que lógicamente contempla el regreso de su
filosofía religiosa y su calificación como asignatura obligada, en un nuevo
intento de adoctrinamiento interesado para que el rebaño sea apaciguado y
reconfortado con el paraíso en la otra vida, porque en esta, son ellos los
únicos llamados a disfrutarla. Recordemos aquí, el reconocimiento a su iglesia
de su poder de inmatriculación, gracias al cual se quedaron, por 30€, con la
mezquita de Córdoba. Y así, con otras muchas propiedades repartidas por el
suelo patrio que se las han inscrito como si fueran suyas y que tantos réditos
les procuran y libres de impuestos y de rehabilitaciones y reformas que pagamos
entre todos vía presupuestos generales.
No nos
olvidemos de la estafa realizada con Bankia, de las preferentes, de las
tarjetas Black de sus directivos, de su salida a bolsa, del vaciado que
provocaron en todas las cajas de ahorros que controlaban en sus feudos
autonómicos.
Y
tampoco nos olvidemos de su continuada e interesada incursión en el mundo
judicial con la eliminación de aquellos valientes y justos jueces que osan
ajusticiar a los suyos. Hasta su último fiscal se ha visto obligado a abandonar
asqueado de tanta y tanta basura.
Pues
estos, todos ellos, incluidos aquellos honorables nacionalistas son los
descendientes naturales e/o ideológicos de aquellas generaciones que provocaron
una guerra de clases y entre hermanos con la única intención de mantener los
privilegios heredados del medievo, de su oscurantismo, de su latifundismo, de
su feudalismo, de la riqueza solo para unos pocos a costa del sufrimiento,
miseria e ignorancia de la mayoría. De la esclavitud de unos para con los otros
por el simple hecho de no haber nacido ni de alta cuna, ni de sangre azul.
Son
ellos pues, la causa de que España no avance como otros países de nuestro
entorno si lo hicieron desde siglos y continúan haciéndolo. Éstos supieron
sacudirse todas esas viejas y decimonónicas cargas de un tiempo que ya pasó
desde la llegada de El Renacimiento, mientras aquí se fortificaban los Pirineos.
Supieron, en el momento más adecuado, hacer sus revoluciones sociales y
religiosas y acabar con todo aquello que les imposibilitaba crear sociedades
estables social y económicamente, sociedades sostenibles e iguales, con
derechos y deberes para con todos los miembros de la Nación y sin privilegios
para unos pocos que se sienten y se creen superiores por el hecho de nacer
donde nacieron.
En este
año que va a empezar hay dos citas fundamentales en nuestra Historia, dos
procesos electorales fundamentales, básicos y que han de ser ineludibles para
todos los españoles y, visto lo visto, aprendido lo que ya hemos aprendido,
solo nos queda echarlos a la calle, a la puta calle y sepan y sufran lo que es
quedarse sin trabajo y no tener con qué atender las necesidades de su familia,
ni las suyas propias. Es una ocasión soberana para el pueblo que desea vivir en
paz, con honradez y dignidad. Y no como ellos han estado haciendo con nosotros,
con la fuerza, con la imposición del miedo y del chantaje, sino con los votos.
Todos han de ir a votar, primero en mayo en las elecciones municipales y
autonómicas, y después, en noviembre, las nacionales.
España,
los españoles ya no tienen más excusas para expulsarlos del poder, de las
administraciones del Estado y dejarlos en una buena cuarentena que pudiera ser,
mejor, una centena y para que cambien esa mentalidad medieval y conventual por
una más acorde al siglo XXI y con la igualdad social y de oportunidades que
todas las personas han de tener por el simple hecho de nacer e
independientemente de donde nazcan. Y que de lo que se trata es de hacer NACIÓN
y no un feudo de un señor.
Voten a
la izquierda, a la que más les guste, pero vótenla. Solo así una izquierda
progresista y socialdemocráta podrá tener la ocasión de asentar y construir un
nuevo Estado y una nueva Nación de españoles solidarios, libres y dignos. Y que
esa socialdemocracia no sienta sobre la nuca la presión, ni ninguna espada de
Damocles que representa esa vieja y nefasta derecha franquista y dictatorial.
Solo así se podrá terminar con un sinsentido que nos han estado infligiendo por
la imposición de la fuerza y de las armas y desde los reyes católicos. Y ya
parece haber pasado demasiado tiempo. Es hora de abrir los ojos y nuestras
mentes. Ya no podrán seguir engañándonos más tiempo.
No
preste más atención a los que solo saben mentirles y robar lo que les
corresponde a todos ustedes y no a ellos. Son mala gente, no los vote nunca. Es
un favor que se hará asimismo, a todos sus descendientes, a sus amigos y
vecinos.
Este es
mi deseo para este año 2015 que recién comienza: Que esta derecha española desaparezca
del ámbito político y de todas sus instituciones y sea mantenida en el
banquillo todo el tiempo necesario para que esculpen sus culpas y cambien. Les
vendrá muy bien.
Que nos
sea Feliz.