IZQUIERDA 2 - DERECHA 0

El pasado lunes 22 me enteré de que la izquierda de Obama había conseguido aprobar su Ley para que más de 40 millones de americanos tengan acceso a la Sanidad Pública. También de que la derecha de Sarkozy había perdido, por un 54%, en sus elecciones regionales. Ni uno sólo de sus 20 ministros alcanzó el aprobado.

Es un hecho histórico que Obama haya conseguido aprobar esa Ley en la cuna del libre mercado y su mayor exponente. Algo está pasando en EE.UU. Antes que él, hubo otros presidentes que lo intentaron sin conseguirlo. La oligarquía de la derecha ha perdido. Los grandes imperios farmacéuticos y médicos han de dejar de comerciar con la salud de sus compatriotas. La mayor potencia mundial ha dado su primer paso. Lo único, que de verdad, nos hace dignos de nuestra naturaleza humana, es la salud. Y ha de estar, siempre, por encima de los intereses del mercado. Ruin y mezquino quien así no lo considere. ¿Cómo ha sido posible tardar tanto en conseguirlo? Que familias enteras, cayeran en la más absoluta de las miserias, por no tener el derecho a que los atiendan médicamente, es denigrante como sociedad. El lunes EE.UU., despertó. Es un buen comienzo. Los americanos han de conseguir la verdadera libertad y ésta no ha de ser la que el liberalismo ha propugnado y propugna. El Ser Humano, cualquiera, es digno de ser cuidado y sanado. ¿De qué les ha servido tanto liberalismo sino para causarles a ellos y a los demás la mayor crisis financiera de la historia? Los ricos se hacen, cada vez, más ricos y eso es así por que hay un sistema que lo permite. Un sistema para el que no cuentan las mayorías. Tienen la riqueza que no les pertenece y menos cuando el precio de su riqueza la pagamos todos. Sigan despertando americanos.

Sarkozy ha perdido las elecciones regionales con un 36% de los votantes. La izquierda, agrupada, ha conseguido el 54%. La líder socialista, Martine Aubry, califica como “Victoria sin precedentes de la izquierda unida”. “Las regiones (23 de 26) no perderán ni un minuto frente a la urgencia económica, ecológica y social” agravada por “la política de Sarkozy, basada en regalos fiscales a los ricos en detrimento de los jubilados, los jóvenes y los asalariados modestos”. Postuló su rechazo a las “ayudas sin contraprestaciones a la banca, cuando se abandonan a las PYMES, a los comerciantes y a los autónomos.” Además, Dominique de Villepin, rival de Sarkozy por la presidencia, presentará su alternativa “Movimiento al servicio de los franceses”. Sigan despertando franceses.

La izquierda siempre ha sido mayoritaria, porque mayoría somos los pueblos. Hemos de alzar nuestra voz y nuestra queja. Este mundo tal y como está no lo queremos. Y allá donde la libertad política, por tanta sangre derramada, es posible, nos obliga a decir ¡basta! Basta ya de tanta injusticia. Cambiemos este mundo poseído por el mal.

Quizás un nuevo sol, Júpiter, nos ilumine en la senda del bien. Ni iglesias, ni templos de hipocresía. Ni guerras, ni ejércitos de destrucción. Ni hambres, ni miserias indignas. Ni llantos, ni lágrimas de impotencia. Ni desiertos, ni aguas sin vida. Ni bosques, ni aires impuros. Ni togados infames, ni sotanas manchadas. Ni ignorantes obligados. Ni silencios cómplices, ni gritos vanos.

¡Sí! al amor sincero, sí a luz clara. Sí al orden y a la simetría, sí al equilibrio. Sí a la paz y al tiempo. Sí al conocimiento de nuestra divinidad como seres del bien y no del mal.

¡Por Júpiter!, decían los antiguos romanos cuando juraban en los tribunales de justicia. Júpiter era guardián de la Ley, defensor de la Verdad y protector de la Justicia y la Virtud. Júpiter era el dios del cielo y el rey del firmamento. Era el mejor y más grande y el más sabio. Era el jefe de la triada capitolina. Es el gigante gaseoso, el mayor planeta del sistema solar. Tan gigantesco que es más grande que todos los demás planetas juntos. Y quizás se haya encendido y tengamos pronto dos soles.

Quizás tanta luz desate a los esclavos, a los silenciados, a los vejados y a los sufridos de toda la historia. Quizás sea un principio de una nueva forma de sentir la vida. De ti y de mí depende, merecerá la pena.