De forma aún incomprensible la existencia de inteligencias
extraterrestres es controvertida. Lleva la Humanidad siglos y siglos debatiendo
sobre esta cuestión, unos lo consideran
imposible y otros no. Es de destacar, que de un tiempo a esta parte, han
crecido muy considerablemente aquellos que manifiestan su creencia en tales
inteligencias. Desde que comencé a tener
uso de razón, este tema me llamó considerablemente la atención y nunca dude de
la existencia de otros seres con eso que llamamos inteligencia. Es más, siempre
tuve claro que el ser humano era, de una u otra forma, descendiente de ellas.
Pensar por un momento que, en la inmensidad del Cosmos, somos nosotros los
únicos seres inteligentes, simplemente me parece disparatado. Y que nosotros
seamos el centro del Universo, otro más grande.
Dicen los que saben de esto que la aparición del hombre en nuestro
planeta data de hace un millón de años. ¿Qué es un millón de años en el tiempo
infinito del Universo? La nada más absoluta.
Además, según las manipuladoras religiones, el hombre fue hecho a
imagen y semejanza de Dios y literalmente en el Génesis se habla de que:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” ¿Es Dios uno o son varios? Son
infinitas las referencias que podemos encontrar acerca de la presencia de
entidades extraterrestres. Construcciones imposibles, grabados en piedra de una
complejidad difícil de emular hoy, dibujos, restos arqueológicos, que nadie
sabe explicar y/o justificar, civilizaciones perdidas y mucho más avanzadas que
la actual.
No es nada difícil, si obviamos los intereses terrenales de unas castas
religiosas que sólo han pretendido nuestro control y también el de antiquísimas
organizaciones siempre secretas y ocultas y todas ellas depositarias de esotéricos
conocimientos sustraídos al común de los mortales.
Desde hace muy pocos años hasta el mismísimo Vaticano abrió la
posibilidad de la existencia de extraterrestres, a los que, según ellos,
también habría que considerar hijos de Dios. Obvia decir que todo cuanto es en
el Universo es obra de Dios; aunque no del dios que nos han estado vendiendo
durante siglos. Del Dios Supremo y no de los otros dioses, que tanto prodigan
en la Historia y que pudieran ser, sencillamente, extraterrestres más avanzados.
Por que, emplear la palabra Dios puede ser incluso muy fácil: Yo mismo puedo
serlo. Todo depende del espectador, de su formación y conocimiento. A menor
éstos, yo puedo realizar ante sus ojos verdaderos milagros y prodigios. ¿No
somos dioses para nuestros hijos? ¡Sí!, en algún momento de su infancia, todos
los padres los somos. Avanzan, aprenden y en su aprendizaje descubren que no lo
somos. Todo depende de un tiempo y del conocimiento que se adquiera.
Incluso las grandes multinacionales y corporaciones han realizado
congresos donde la posibilidad de intercambios comerciales con ellos, sea
factible en un futuro más o menos cercano.
Partiendo de esta realidad incluso hay quienes hablan de tener
contabilizadas más de 50 tipos diferentes de extraterrestres. El cine, mal
llamado de ciencia ficción lleva décadas preparándonos ante posibles
escenarios. Unos pacíficos y otros violentos. La bondad y la maldad también
existen más allá de nuestro planeta. Y es muy posible que existan hasta
confederaciones galácticas de unos y de otros.
A lo largo de nuestra existencia aquí, hemos sido tutelados por
distintas razas. Hoy, también. Ya se habla de que varias especies
extraterrestres colaboran con los EE.UU., y otros Estados del mundo. Es
posible, incluso, que nuestro aprendizaje ya haya adquirido la madurez
necesaria para descubrir parte de la verdad que se nos tenía oculta. Conjeturas
sobre los cientos de miles de personas que desaparecen al año en el mundo
podrían tener una explicación. Avances tecnológicos conseguidos de la noche al
día, también.
Esa verdad significará una revolución, la más grande revolución que la
Humanidad haya visto y vivido. Ya todo no será, no podrá seguir siendo igual.
Todos los fundamentos de nuestra vida terrenal serán modificados. Las bases sobre
las que hemos estado sumergidos serán removidas y nuestro entendimiento será
elevado a los cielos de todos los universos.
Quizás ahora, cuando el mundo ha sido globalizado, pésimamente
globalizado, sea el momento de saber y conocer de la verdad que se nos ha
ocultado durante milenios. Esa globalización, ese gobernar al mundo desde la
esclavitud no es sostenible. La Humanidad no soporta ya más guerras, ni
hambrunas, ni epidemias artificiales, ni la destrucción de nuestro planeta. Y
por que la vida no es algo privado, no es algo que le pueda pertenecer a
alguien por el hecho de tener mucho dinero y armas de destrucción masiva.
Decía Celso (Filósofo griego. Siglo II d.C.) : “Ellos oyeron decir que
después de un ciclo de varios siglos, en el retorno de ciertas conjunciones de
astros, se producen conflagraciones y diluvios”
En el supuesto de que ese ciclo de varios siglos esté llegando a su
final, que creo que sí, pues, enorme es la cantidad de datos que nos aventuran
ese final; y el desvelar la existencia de seres extraterrestres, ¿Tenga algo
que ver? Es del todo posible. Una especie no debe desaparecer así como así. Y,
al igual que nosotros mismos nos encargamos de que no desaparezcan muchas
especies de animales y plantas ante nuestra propia invasión de sus ecosistemas,
sólo les pido y deseo que elijan bien a quiénes salvaran. No por nada, sino
para que no se vuelvan a repetir, en el nuevo mundo, las aberraciones cometidas
por nuestros antepasados y presentes más depredadores para con la Naturaleza y
para con sus propios semejantes.
Pues eso, que mientras pueda, lo pase usted bien y continúe con su
lucha, sea ésta la que sea, porque, al fin y al cabo es la suya. Y el segundo
sol, con una cruz en el centro, puede desviarse lo suficiente si esos poderosos
dioses así lo quieren y si somos merecedores de ese esfuerzo divino.
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