Los que han usurpado el poder a través
del engaño se están haciendo ricos a nuestra costa, siempre lo han estado
haciendo. Nacieron y fueron educados para ello y las "virtudes" inherentes al
retorcimiento de las normas y de las leyes, les son desveladas repletas de las
mayores hipocresías sin que se les note ni en el rubor de la cara. Para ellos
no hay rebajas de salarios, incluso la hacienda les devuelve en sus IRPF,
tampoco les afecta el desempleo. Han repartido durante décadas sobres con
sobresueldos a los ya buenos sueldos públicos para que sus señorías e
ilustrísimas no perdieran poder adquisitivo si no más bien que lo fueran aumentando.
A los amigos les dan negocios privatizando lo que era de todos; el bien público
pasa a ser sólo suyo. Su tesorero mayor, de varias cuentas ignoradas en ignotos
y notos países, mientras estuvo en la calle (Sólo cuatro años), poniendo a
salvo todo el patrimonio de los euros birlados al partido que, a su vez, los
birlaba a los empresarios y constructores que, a su vez, nos los birlaban a
nosotros, aumentando los costes de las licitaciones de obra pública de los que
eran adjudicatarios por el trueque en el que, ambos, partido y empresa, ganaban
lo indecible a costa del ciudadano -Junto al tema de la construcción y del
suelo, que tan pingües beneficios les procuró- Jamás en una administración, sea
cual fuera, gobernada por estos flagelantes de una fe que es como ellos, hubo
obra alguna que terminara en el plazo fijado y, lo que es más importante,
costara lo que el pliego de adjudicación decía. Pues de algún lugar habrían de
salir los dineros para los sobresueldos, los ágapes, los trajes, zapatos y
corbatas de lo más fino, los viajes, los hoteles de lujo extremo y las cuentas
varias en paraísos fiscales y las vacaciones, bodas principescas y las fiestas
familiares con confeti incluido. Pues, ¿Quién, que se precie, claro, no tiene
una cuenta por ahí escondida? Ya lo decía el tal Fasana: “Esa carpeta ni
tocarla, que hundís España” Tal debe ser el latrocinio perpetrado, desde el más
alto al más bajo, que ni siquiera un Estado entero sería capaz de sobrevivir a
tanta depravación ocultada y continuada. Ni se les ocurrió tocarla a los
funcionarios de la Hacienda. Ni hubo juez que tomara cartas en el asunto. ¿Quién
tendría el valor de hacer tal cosa ante las consecuencias anunciadas por el
hombre necesario, que hasta era recogido en Zarzuela por el chófer del cinturón?
Y aquel fiel y leal guardador del tesoro,
ya preso, parece que no va a cantar lo que todos los españoles esperábamos que
cantara. El poder tiene muchos recursos, por no decir todos, y es hasta posible
que todo esté ya más que planificado para que la gloria y el silencio ocupen
las posiciones perdidas: “Te tragas el marrón, te aguantas tu orgullo, que tu
chófer te lleve la gomina, te jodes un poquito y en el peor de los casos, si no
es posible otra cosa, te dejas condenar. Unos meses después te indultamos y
amnistiamos, te coges a tu mujer y a la joya de tu hijo y os perdéis allende
los mares, que más no podemos hacer por vosotros y ya es bastante. Disfrutáis
de lo que os queda por ahí escondido, que seguro es mucho más de lo que os han
encontrado. Y dentro de 15 ó 20 años, si quieres, incluso puedes escribir un
libro y lo cuentas todo. Pero esta triste historia ha de terminar ya por el bien de España”.
“Por el bien de España”. Cómo se les
llena la boca cuando dicen tales mentiras. Nunca les interesó España y mucho
menos los españoles. Nuestra desgraciada Historia –por ellos escrita- está
llena de ejemplos. Hoy, tras año y medio de su último gobierno, no han hecho
otra cosa que subir todos los impuestos, crear otros nuevos, despojarnos de la
sanidad, de la educación y de la dependencia de nuestros viejos y viejas. El
presupuesto del próximo año no baja, lo suben. Y nosotros pagando. El 90 % de
lo recaudado por el Estado proviene de las nóminas y de los españoles de a pie.
La deuda no para de aumentar y el déficit sigue descontrolado. Los bancos
siguen igual o peor que antes de darles cientos de miles de millones de
nuestros euros y de haberles dado a sus amigos las cajas de ahorro, que ya se encargaron
de vaciarlas y hacerlas inviables con sus proyectos y obras innecesarias,
megalómanas y que respondían a lo referenciado en el enunciado. Están como
locos intentando cederles la bolsa de las pensiones, que es lo poco que aún
queda sin tocar, sin privatizar.
En fin, lo triste de todo y más que nos
acontece, es que según los últimos resultados de encuestas sobre la intención
de voto, éstos “defensores del trabajador español” sacarían un 30% de
resultados, que respecto a los datos de las elecciones de 2011 nos dice lo
siguiente: Elecciones 2011…44,62%...10.830.693///A junio 2013…30%...7.281.954.
Sus afiliados son 862.000, así, la
diferencia entre ese 30% y el número de afiliados nos da la cantidad de
6.419.954. De lo que podemos inferir que en España hay, para redondear, 6,5
millones de gilipollas consumados, que se creen todo lo que les dicen sin ver
la realidad que les rodea.
Mientras haya iglesias y éstas se
llenen, esos gilipollas y los que no lo somos les seguiremos pagando su vida
loca. Ellos trabajan para crear ciudadanos que no piensen por sí mismos, que no
saben cuestionar aquello que se les dice. Ciudadanos preparados, chantajeados
para conformarse sumisamente a la visión de un mundo en el que “ese sistema”
favorece sólo a unos pocos poderosos perjudicando al resto, a la inmensa mayoría
que ve cómo su vida se convierte en una nada absoluta. En un vivir sin vivir.
Pronto este País, este mundo, será una
Sociedad Limitada.
¡Ustedes sabrán lo que quieren!
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