Tan solo lleva un año al frente de la Secretaría General de los
socialistas en Cartagena y, a pesar de su juventud, está demostrando que es
posible cambiar y reanimar al moribundo y desnortado PSOE local.
Son ya 19 largos años en los que nadie ha sido capaz de
movilizar a las bases y ejercer la responsabilidad y liderazgo que conlleva ser
el mayor grupo de la oposición municipal. Es en esta responsabilidad de
oposición donde más se ha echado en falta a sus dirigentes y, por defecto, al
propio partido. Ese largo y relajante sueño, por parte de los elegidos para
tales tareas, ha sido el causante que en las últimas 5 legislaturas los
cartageneros retiraran sus votos a quienes no lo merecían y/o no sabían
ganárselos. Ocurriera lo que ocurriera en la gestión municipal del partido
popular, esta oposición socialista pareciera más bien ausente de sus
responsabilidades y, por ello, la consecuente y constante pérdida de
representantes.
Ana Belén Castejón, que así se llama, es la joven desconocida
que asumió las responsabilidades de la Secretaría General de la agrupación
municipal socialista de Cartagena. Ha demostrado tener ideas claras sobre cómo
defender los intereses de los cartageneros y su fuerza y sus ganas por cambiar
viejos vicios, parece imponerse y calar, ya no solo en la militancia, sino
también en la ciudadanía cartagenera. Algo empieza a crecer en estas filas tan
necesitadas de ánimo, empuje y credibilidad.
Dar un golpe sobre la mesa y dirigido a quienes ostentan la
tarea del gobierno y a los propios, unos lo llaman crisis y otros lo entendemos
como un “YA ESTÁ BIEN” Estar y ejercer la oposición no es agradable ni cómodo,
requiere de mucha dedicación y de no dejar pasar ningún caso en los que los
intereses de los cartageneros están en juego.
El caso del concejal de urbanismo con las infracciones
cometidas en la construcción de su chalet en Cala Flores, no pueden quedar en
un “NO PASA NADA”. Es del todo necesario solicitar el expediente para conocer
todos los detalles de aquellas y exigir las responsabilidades, de quien o
quienes no solo han de parecer sino que han de ser exquisitos con el
cumplimiento de las Leyes. Esas mismas leyes que ellos imponen al resto.
Esta cuestión de máxima importancia y el hecho de no tomarse
en serio las reuniones de la ejecutiva son suficientes para dar ese golpe sobre
la mesa, y todos los necesarios, y decir “NO” a tanta indiferencia política por
parte de aquellos que han de velar por los intereses de los ciudadanos. Reitero,
la oposición no es fácil, nunca lo es. Un gobierno como el del partido popular
que lleva años y años sin oposición puede caer, como así ha sido, en la
tentación de gobernar no para los intereses de su pueblo, sino para los suyos
propios y los de los allegados. Quizá, por ello, la realidad social en
Cartagena sea la que es: Un Ayuntamiento intervenido por el Ministerio de
Economía, endeudado hasta las cejas y donde cualquier gasto siempre es
multiplicado por varias veces y nunca rebajado.
Ana Belén Castejón puede ser muy joven y carecer de la
serenidad que los años producen, pero quizás nuestra ciudad, nuestro término
municipal, necesite, ahora y ya, más de ese ímpetu que la juventud procura y
que ella regala, sin olvidar las otras cualidades como las de saber escuchar y
defender a capa y espada los intereses de los cartageneros. Cualidades que,
junto a su tesón y firmeza, ya se están apreciando en todos los campos de la
sociedad local. Todos los que pertenecemos al partido socialista hemos de dar
por finalizada esa etapa de silencio y de indiferencia y ponernos a trabajar
por el bienestar de nuestros vecinos. Ya no es el tiempo de callar, hemos de
quitarnos la losa que las mayorías absolutas nos han estado imponiendo. Ha de
comenzar una etapa distinta, renovada y sin autocensuras ni complejos que nos
impidan contar la verdad a la que los cartageneros tienen todo el derecho. Ana
Belén bien merece nuestro apoyo. Es el momento para la movilización de todos
los ciudadanos alrededor de un proyecto distinto y donde ellos adquieran mayor
participación.
Así, no entendamos como crisis lo que es un despertar de un
fatídico sueño enquistado por la indiferencia. Rompamos con las cadenas que los
malos vicios procuran, avancemos juntos para conseguir una Cartagena digna y
con el peso autonómico que le corresponde a todos los niveles, en esta mal
llamada uniprovincial Región de Murcia.
La parálisis de Cartagena en todos los ámbitos de su
estructura social, económica y política, son el resultado de una pésima gestión
municipal que, carente de un proyecto de ciudad y sumida en el conformismo y la
autocomplacencia, es incapaz de avanzar en la solución a sus problemas. El
partido popular ha dilapidado y mal gastado las potencialidades de los
cartageneros sin reparar, eso sí y en este caso, en gastos. Sus políticas
clientelares, su despilfarro de los recursos económicos, su absoluta disciplina
hacia lo que Murcia impone y la sustracción del sentir cartagenero, llevan
demasiados años restando las posibilidades y potencialidades de Cartagena.
La unidad de todos los que nos sentimos socialistas ha de
manifestarse en torno a quien está demostrando capacidad de liderazgo y dejar,
los palos en las ruedas, para aquellos que han demostrado ser los verdaderos
enemigos del objetivo: Liberar a Cartagena de las peores políticas y de todos
aquellos que la tienen amordazada y en la ruina.
Gracias Ana Belén por devolvernos la ilusión, las ganas y no
sentirnos iguales al PP.
Conmigo puedes contar.
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