domingo, 9 de febrero de 2014

POR EL VIEJO Y POR EL NUEVO SISTEMA, LA HORA DE LA VERDAD

Estos años, que algunos han llamado de crisis, para lo único que han servido es para trasvasar más riqueza a quienes ya la tenían. Así, la palabra crisis ha resultado ser, en verdad, una estafa a la población mundial. Pues aún no ha terminado todo, diría, incluso, que todo está por empezar. Si en el principio fueron los EE.UU., de América junto a los de la Unión Europea, hoy, comienza a sentirse la misma estafa en los llamados países emergentes. Tras seis años de estafa económico-financiera vemos que tras su telón existe una fuerte dosis ideológica: Acabar con las democracias y las libertades, igualdades y derechos sociales que aquellas albergaban. No solamente se nos han robado nuestros puestos de trabajo, nuestros dineros y ahorros, también nuestros derechos, nuestras libertades y nuestra ancestral lucha por la igualdad y el reparto de la riqueza. Tratan de imponer su ley y lo están consiguiendo.

Una ley que es antinatural y que va en contra de la propia HUMANIDAD. Una ley que vuelve a ser INJUSTA para todo ser HUMANO.

Ya han comenzado a extender sus estafas al oriente y al continente sudamericano con sus ajustes financieros y económicos y al continente africano con más guerras y muertes de inocentes.

En todos los países del mundo las manifestaciones se prodigan en protestas contra la economía que están imponiendo, contra la limitación de los derechos, de las libertades y del trabajo. En toda la Tierra, los pueblos llenan las calles con pancartas y los gritos de sus gargantas. NADIE LES OYE. Los maltratan, arrestan y encarcelan con sus “Fuerzas del orden público”. Legislan hasta para prohibir estas pancartas y estos gritos, que tan solo son la última esperanza por intentar cambiar el destino al que nos conducen.

Dicen que el planeta está cambiando, que vamos a entrar en otra dimensión distinta a la actual y que todo será mejor. Yo no lo veo, y mire que lo intento. O quizás sea que estos cambios astronómicos duren demasiado para nuestro cómputo del tiempo tan precario y escaso.
La cuestión está en que la tormenta lleva fraguándose, en su modernidad, más de treinta años y ya ha nos ha comenzado a chispear a los primeros que usted bien conoce y padece. Después vendrán, ya han empezado a sentirla, los otros, y cuando ya la tormenta sea planetaria los primeros estaremos exhaustos y sin recursos y cuando estos últimos la sientan de lleno, los exhaustos y sin recursos seremos todos los habitantes de este mundo. Así, los que fraguaron la tormenta serán los únicos poderosos y con recursos. Será su voz la única que se escuche y volverán a engañarnos, porque todo será por un trozo de mendrugo.

La misma historia de todos los siglos. Y así no avanzaremos jamás, mientras sea el dinero el único poder real. Así, ese dinero ha sido siempre y, hoy más que nunca, el que nos impide crecer y evolucionar. Paradójico y triste. Algo totalmente artificial y que no existe realmente, es falso por naturaleza. Lo hemos aceptado como se aceptan a los dioses, por imposición.

La morgue y los tanatorios no serán necesarios. Ni habrá tiempo ni personas que nos velen. Eso quieren: un genocidio a escala mundial, rápido y sin testigos. En eso se están aplicando con ahínco. Y todo por el dinero. ¿A quién o quiénes benefician tanto sacrificio?

Esto es el viejo sistema, sus conclusiones y resultados.

¿No hay ningún otro plan, ningún otro sistema que supla al viejo? No hemos sido capaces de crearlo y pagaremos el no haberlo hecho. Aún estamos a tiempo, siempre queda tiempo. Busquemos el principio de las cosas.

POR EL NUEVO SISTEMA

Dicen que los americanos tienen unos asesores extraterrestres y que antes lo fueron de los alemanes nazis. Que tienen sus bases subterráneas y que cualquier película de ciencia ficción se quedaría corta. Sería empezar el nuevo sistema por saber la verdad de eso que afirman y, de serlo, echarlos a la calle o, mejor, que se fueran a su planeta que para lo que aquí están sirviendo, ya nos valemos nosotros solos. Recientemente los iraníes denunciaron esta connivencia y el presidente ruso Medvédev dijo, fuera de cámara, que todos los presidentes rusos reciben, entre otros, un maletín con la información alienígena. Algo o todo será cierto, estoy seguro.

Soy de los convencidos de que nuestra realidad en la Tierra tiene que ver con seres de otras galaxias y que éstos nunca se fueron y, si lo hicieron, dejaron a sus vigilantes con nosotros. Se han ocultado de forma perfecta a lo largo de los siglos, nos han, incluso, ayudado a progresar técnicamente. De no ser por ellos seguiríamos montados a caballo. Y, es del todo posible, que no sean solo una raza, sino que sean varias y que cada una de ellas tenga su propio interés hacia nosotros. Lo que nos faltaba, “Si éramos pocos y parió la abuela”. Unos pueden estar haciéndonos la puñeta y otros, por otro lado, ayudando. ¡Así estamos!, que no nos aclaramos en los siglos de los siglos.

En Nüremberg, allá por el 1561, un tal Hans  Glasser dibujó y escribió una tablilla que cuenta: “Una “Muy horripilante aparición” en el momento de la salida del sol, el 14 de abril de 1561. Fue vista por muchas personas, varones y mujeres. Eran esferas de color rojo sangre, azulado y negro o discos anulares, cerca del sol, tres por ejemplo en fila, a veces cuatro en cuadrado, y también algunas solas y también se han vista entre esas esferas algunas cruces de color sangre. Había también dos grandes tubos o tres… en cuales pequeños y grandes tubos estaban de a tres, también de a cuatro y más esferas. Y todos ellos comenzaron a pelearse entre sí. El fenómeno duró aproximadamente una hora. Luego todo ello como ofuscado por el sol cayó a la Tierra desde el cielo como si todo ardiera y con gran vapor desapareció poco a poco sobre la Tierra. También se vio, bajo las esferas, una figura alargada, igual que una gran lanza negra. Naturalmente, esta visión se entendió como advertencia divina.”

Esta es la razón primordial por la que hoy tendríamos que unirnos todos los seres humanos: Saber la verdad de todo esto y de cuanto más se ha ido descubriendo y ocultando. Saber lo que somos, nuestro origen, nuestra realidad, nuestro futuro. Y si ahí fuera también hay malos y buenos, tener la oportunidad de elegir nosotros, y no otros en nuestro nombre, con quién nos aliamos.

Porque puede ser que solo seamos las marionetas de una raza superior que, nos creara o no, se alimenta de nosotros. Es nuestro derecho saber la verdad y solo así seremos capaces de ser libres para tomar nuestras propias decisiones. Nuestra mayoría de edad como raza ha de conllevar las responsabilidades propias. Y hemos de aceptar esa mayoría de edad, que ya va siendo el tiempo de descubrir la verdad.

Incluso desenmascarar a aquellos que hacen de tapadera y que sirven a esas razas en no se sabe qué intereses.

Esto nada tiene que ver con el putrefacto dinero que nos tiene fuera de juego (No veo yo a ninguna de estas razas extraterrestres, tan desarrolladas y evolucionadas, sacando dinero del cajero ni pagando con la tarjeta, sería el colmo). El dinero es un invento para mantenernos controlados y en silencio. Esto no tiene que ver con nuestra Naturaleza y debemos conocerla para entenderla, solo así podremos seguir evolucionando. Y pese a quien pese.

Asumamos nuestra mayoría de edad como civilización y exijamos la verdad que se nos oculta.


“Aquellos que no conocen su Historia están condenados a repetirla” Eso es lo único que sabemos hacer, repetir los mismos errores una y otra vez y no salimos del círculo en el que “algunos” nos tienen presos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario