Estos años, que algunos han llamado de crisis, para lo único que
han servido es para trasvasar más riqueza a quienes ya la tenían. Así, la
palabra crisis ha resultado ser, en verdad, una estafa a la población mundial.
Pues aún no ha terminado todo, diría, incluso, que todo está por empezar. Si en
el principio fueron los EE.UU., de América junto a los de la Unión Europea,
hoy, comienza a sentirse la misma estafa en los llamados países emergentes.
Tras seis años de estafa económico-financiera vemos que tras su telón existe
una fuerte dosis ideológica: Acabar con las democracias y las libertades, igualdades
y derechos sociales que aquellas albergaban. No solamente se nos han robado
nuestros puestos de trabajo, nuestros dineros y ahorros, también nuestros
derechos, nuestras libertades y nuestra ancestral lucha por la igualdad y el
reparto de la riqueza. Tratan de imponer su ley y lo están consiguiendo.
Una ley que es antinatural y que va en contra de la propia
HUMANIDAD. Una ley que vuelve a ser INJUSTA para todo ser HUMANO.
Ya han comenzado a extender sus estafas al oriente y al continente
sudamericano con sus ajustes financieros y económicos y al continente africano
con más guerras y muertes de inocentes.
En todos los países del mundo las manifestaciones se prodigan
en protestas contra la economía que están imponiendo, contra la limitación de
los derechos, de las libertades y del trabajo. En toda la Tierra, los pueblos
llenan las calles con pancartas y los gritos de sus gargantas. NADIE LES OYE.
Los maltratan, arrestan y encarcelan con sus “Fuerzas del orden público”. Legislan
hasta para prohibir estas pancartas y estos gritos, que tan solo son la última
esperanza por intentar cambiar el destino al que nos conducen.
Dicen que el planeta está cambiando, que vamos a entrar en
otra dimensión distinta a la actual y que todo será mejor. Yo no lo veo, y mire
que lo intento. O quizás sea que estos cambios astronómicos duren demasiado
para nuestro cómputo del tiempo tan precario y escaso.
La cuestión está en que la tormenta lleva fraguándose, en su
modernidad, más de treinta años y ya ha nos ha comenzado a chispear a los
primeros que usted bien conoce y padece. Después vendrán, ya han empezado a
sentirla, los otros, y cuando ya la tormenta sea planetaria los primeros
estaremos exhaustos y sin recursos y cuando estos últimos la sientan de lleno,
los exhaustos y sin recursos seremos todos los habitantes de este mundo. Así,
los que fraguaron la tormenta serán los únicos poderosos y con recursos. Será
su voz la única que se escuche y volverán a engañarnos, porque todo será por un
trozo de mendrugo.
La misma historia de todos los siglos. Y así no avanzaremos
jamás, mientras sea el dinero el único poder real. Así, ese dinero ha sido
siempre y, hoy más que nunca, el que nos impide crecer y evolucionar.
Paradójico y triste. Algo totalmente artificial y que no existe realmente, es
falso por naturaleza. Lo hemos aceptado como se aceptan a los dioses, por
imposición.
La morgue y los tanatorios no serán necesarios. Ni habrá
tiempo ni personas que nos velen. Eso quieren: un genocidio a escala mundial, rápido
y sin testigos. En eso se están aplicando con ahínco. Y todo por el dinero. ¿A
quién o quiénes benefician tanto sacrificio?
Esto es el viejo sistema, sus conclusiones y resultados.
¿No hay ningún otro plan, ningún otro sistema que supla al
viejo? No hemos sido capaces de crearlo y pagaremos el no haberlo hecho. Aún
estamos a tiempo, siempre queda tiempo. Busquemos el principio de las cosas.
POR EL NUEVO SISTEMA
Dicen que los americanos tienen unos asesores extraterrestres
y que antes lo fueron de los alemanes nazis. Que tienen sus bases subterráneas
y que cualquier película de ciencia ficción se quedaría corta. Sería empezar el
nuevo sistema por saber la verdad de eso que afirman y, de serlo, echarlos a la
calle o, mejor, que se fueran a su planeta que para lo que aquí están
sirviendo, ya nos valemos nosotros solos. Recientemente los iraníes denunciaron
esta connivencia y el presidente ruso Medvédev dijo, fuera de cámara, que todos
los presidentes rusos reciben, entre otros, un maletín con la información alienígena.
Algo o todo será cierto, estoy seguro.
Soy de los convencidos de que nuestra realidad en la Tierra
tiene que ver con seres de otras galaxias y que éstos nunca se fueron y, si lo
hicieron, dejaron a sus vigilantes con nosotros. Se han ocultado de forma
perfecta a lo largo de los siglos, nos han, incluso, ayudado a progresar
técnicamente. De no ser por ellos seguiríamos montados a caballo. Y, es del
todo posible, que no sean solo una raza, sino que sean varias y que cada una de
ellas tenga su propio interés hacia nosotros. Lo que nos faltaba, “Si éramos
pocos y parió la abuela”. Unos pueden estar haciéndonos la puñeta y otros, por
otro lado, ayudando. ¡Así estamos!, que no nos aclaramos en los siglos de los siglos.
En Nüremberg, allá por el 1561, un tal Hans Glasser dibujó y escribió una tablilla que
cuenta: “Una “Muy horripilante aparición” en el momento de la salida del sol,
el 14 de abril de 1561. Fue vista por muchas personas, varones y mujeres. Eran
esferas de color rojo sangre, azulado y negro o discos anulares, cerca del sol,
tres por ejemplo en fila, a veces cuatro en cuadrado, y también algunas solas y
también se han vista entre esas esferas algunas cruces de color sangre. Había
también dos grandes tubos o tres… en cuales pequeños y grandes tubos estaban de
a tres, también de a cuatro y más esferas. Y todos ellos comenzaron a pelearse
entre sí. El fenómeno duró aproximadamente una hora. Luego todo ello como
ofuscado por el sol cayó a la Tierra desde el cielo como si todo ardiera y con
gran vapor desapareció poco a poco sobre la Tierra. También se vio, bajo las
esferas, una figura alargada, igual que una gran lanza negra. Naturalmente,
esta visión se entendió como advertencia divina.”
Esta es la razón primordial por la que hoy tendríamos que
unirnos todos los seres humanos: Saber la verdad de todo esto y de cuanto más
se ha ido descubriendo y ocultando. Saber lo que somos, nuestro origen, nuestra
realidad, nuestro futuro. Y si ahí fuera también hay malos y buenos, tener la
oportunidad de elegir nosotros, y no otros en nuestro nombre, con quién nos aliamos.
Porque puede ser que solo seamos las marionetas de una raza
superior que, nos creara o no, se alimenta de nosotros. Es nuestro derecho
saber la verdad y solo así seremos capaces de ser libres para tomar nuestras
propias decisiones. Nuestra mayoría de edad como raza ha de conllevar las
responsabilidades propias. Y hemos de aceptar esa mayoría de edad, que ya va
siendo el tiempo de descubrir la verdad.
Incluso desenmascarar a aquellos que hacen de tapadera y que
sirven a esas razas en no se sabe qué intereses.
Esto nada tiene que ver con el putrefacto dinero que nos
tiene fuera de juego (No veo yo a ninguna de estas razas extraterrestres, tan
desarrolladas y evolucionadas, sacando dinero del cajero ni pagando con la
tarjeta, sería el colmo). El dinero es un invento para mantenernos controlados
y en silencio. Esto no tiene que ver con nuestra Naturaleza y debemos conocerla
para entenderla, solo así podremos seguir evolucionando. Y pese a quien pese.
Asumamos nuestra mayoría de edad como civilización y exijamos
la verdad que se nos oculta.
“Aquellos que no conocen su Historia están condenados a
repetirla” Eso es lo único que sabemos hacer, repetir los mismos errores una y
otra vez y no salimos del círculo en el que “algunos” nos tienen presos.
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