viernes, 13 de diciembre de 2019

DÓNDE ESTÁ LA GEOESTRATEGIA EUROPEA. QUE SE VAYAN PRONTO, QUE MAÑANA ES TARDE

Ayer los ciudadanos de la Gran Bretaña, como a ellos gusta llamarse, decidieron por una mayoría aplastante seguir con el Brexit y su ruptura con Europa. Es totalmente lícito y de respetar esa decisión y mi deseo es que les vaya muy bonito y consigan todas las metas que se propongan, que derecho tienen. Su elección de fortalecer los lazos con sus primos hermanos americanos del norte, con los canadienses, los neozelandeses, los australianos, judíos y algunos otros ha sido en libertad y en democracia. Los anglosajones tienen todo el derecho a elegir quiénes han de ser sus amigos y socios, faltaría más. 

Hoy, este mundo está hecho unos zorros, un asco. Un mundo que, en gran medida, tiene que ver con esta civilización yanqui, tan neoliberal y neoconservadora, tan financiera y extractiva, como especuladora, en donde los beneficios económicos son los únicos importantes, incluso por encima de los medioambientales. También tienen a su favor todas las guerras, incluidas las financieras, que han habido y hay desde la II mundial y que tanto les ha beneficiado y beneficia. La única Humanidad que les interesa es la suya y, dentro de ella, a aquellos que poseen más de los 100.000$. La otra, ni les va ni les viene a no ser que le puedan sacar algún sustancioso jugo. Los hijos de la Gran Bretaña (Otrora, padres de esos yanquis) han estado con nosotros, los continentales, porque les ha interesado estar. Se han beneficiado lo suficiente. Nunca participaron plenamente de la Unión Europea, solo en lo que les venía bien. Siempre tuve la sensación de que actuaban como un submarino yanqui en las instituciones europeas y hasta se permitieron el lujo de no compartir nuestra moneda. Y la crisis financiera del 2008 no les afectó en la misma medida que al resto de países europeos.

Así las cosas, Europa ha de ser ágil, contundente y sin contemplaciones en cuanto a los derechos que los ciudadanos europeos mantengan en esta ruptura y que cada cual pague lo que le corresponda. Los dirigentes europeos han de entender esto como una acción de guerra y que a los anglosajones no les puede salir favorablemente en detrimento de los intereses de los ciudadanos europeos. No es una guerra de bombas, es una guerra comercial, financiera y económica, de las que tan expertos son estos anglos. Nuestros dirigentes han de estar a la altura y no ceder ni permitir que, encima, se vuelvan a reír de todos nosotros. No es legítimo y diría muy poco sobre la capacidad de nuestros dirigentes europeos. En estos casos hay que ser inflexibles. Han sido ellos los que han elegido libremente. Por tanto, que asuman ellos los costes, las molestias, los sinsabores y la ruptura. Nosotros NO.

Y llegados a este punto, Europa ha de replantearse una nueva política comunitaria, una nueva política geoestratégica mundial. Europa no puede olvidarse de América del Sur, donde estos anglos están volviendo a instaurar sus imposiciones. Venezuela, Bolívia, Perú, Chile, Argentina y muchos más están volviendo a sufrir los embates de estos anglos que quieren, a toda costa, la posesión de todo del continente americano. Europa ha de actuar con velocidad de crucero si no quiere perder esa parte del continente que es hispano latino. España tendría que jugar fuerte y mostrar a Europa el camino para evitarlo. Para ello y otras cosas, Europa tendría que configurar una nueva OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte) sin la participación de los EE.UU., Canadá e Inglaterra y llamarla OTAS (Organización del Tratado Atlántico Sur) Tardando están…

Además, tendrían que invitar a Rusia a unirse a la CC.EE. y a este nuevo tratado. Rusia ya no es el demonio que nos hicieron ver y Rusia es tan continental como España. Seamos sensatos y coherentes. Mantengamos y reforcemos nuestros vínculos con el continente sudamericano. ¡Pongamos nosotros el muro en Méjico!


Que el mundo se está reconformando es un hecho y se está o no se está. Que el futuro será lo que se quiera desde el presente. Unos que estaban, han dicho que se van, que ellos tienen sus propios planes y nos han dejado claro que no cuentan con nosotros en su nueva estrategia mundial. ¡Conformemos nuestra geoestrategía antes de que sea tarde! Ya nos llevan años de adelanto y si Europa quiere seguir siendo Europa ha de tomar cartas en el asunto y sin ambages de ningún tipo, que mañana es tarde…

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