miércoles, 17 de junio de 2020

EL PÉSIMO Y MALÍSIMO ESTADO DE LA REGIÓN Y LA POCA VERGÜENZA DE ALGUNOS

En el día de ayer 16 de junio de 2020 tuvo inicio el debate parlamentario sobre el Estado de la Región de Murcia en la Asamblea Regional de la misma. Ayer, solo el presidente de esta uniprovincial y mal llamada Región de Murcia, habló. He leído muy por encima su discurso y sigue siendo el mismo que sus colegas de partido han estado haciendo en los últimos 25 años. Más planes estratégicos, van tropecientos mil,  y el caso, la cuestión, es que, tras ellos, esta Región no avanza, retrocede más y más. En estos 25 años no ha habido avance alguno, todo va hacia atrás. Seguimos igual o peor que entonces, con una deuda que ya supera en dos veces el presupuesto comunitario, más de 10.000.000.000,00 de euros, copando los peores datos estadísticos de cualquier estudio que valore los índices de bienestar, desarrollo y progreso, así como los culturales, los patrimoniales, los turísticos y los ecológicos y medioambientales.

Hoy tocará el turno a los grupos de la oposición que serán más de lo mismo. No quiero dejar pasar la ocasión para dar mi parecer al respecto como sufriente  ciudadano. Por ello me he puesto a escribir lo que realmente siento. Les cuento:

El caso es que ayer y hoy el presidente de esta Comunidad Autónoma viene a Cartagena y yo le pregunto: Al entrar a Cartagena, ¿NO LE DA VERGÜENZA VER LO QUE VE?

El diccionario de la Real Academia de la lengua española dice con respecto a la palabra VERGÜENZA y en su primera acepción, que es la “Turbación del ánimo ocasionada por la conciencia de alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante”

¿Siente usted, Sr. Presidente, vergüenza al entrar a Cartagena? Les aseguro que ninguna, no le produce ninguna. Como a sus anteriores y a su partido. No es esa su política.

Es verdad que usted solo lleva tres años al mando, pero es el heredero directo de las políticas que su partido ha desarrollado para con Cartagena en estos 25 años y no se le ha visto la más mínima intención de modificarlas. Sigue actuando como sus predecesores, solo el término municipal de la ciudad de Murcia es lo que importa. Todo cuanto lleva el apelativo de Región de Murcia se circunscribe a esa ciudad, sea o no cierto, sea o no producto del hacer de sus gentes y del legado de su historia. Porque es el nombre de Murcia el único que ha de ondear y figurar, los demás tan solo son el atrezo de esa obra de aniquilación y etnocidio de las demás idiosincrasias. Y de estas, la más antigua y rica es la cartagenera, mucho más importante que, incluso, de la propia murciana. Ahí está la HISTORIA para confirmarlo. Y han de saber que no basta con el poder administrativo que poderes interesados y malévolos le otorgaron como pago de sus favores o serviles servicios, porque los cartageneros sabemos mantenernos fieles a nuestro acervo de más de tres mil años de antigüedad. Y que, por más que lo intenten, por más que nos humillen y nos arrebaten lo que es nuestro por derecho histórico, no podrán hacer desaparecer el legado de nuestros antepasados.

El caso es que cualquier persona normal, sea local o foránea, sentirá perplejidad al ver lo que ve al entrar a Cartagena. Sentirá cierta apoplejía al ver esa Sierra Minera hecha un desastre medioambiental. Sentirá caérsele el alma al suelo al ver lo que las políticas de su partido le han hecho al Mar Menor, que está muriendo porque ustedes lo condenaron hace tiempo. Y sentirá congoja al adentrarse por el Casco Histórico de la ciudad más antigua de esta Región y de todo el Mediterráneo español, hecho un verdadero erial, sin vecinos, sin alma alguna que le de vida, de solares y edificaciones cutres, las más, y dejadas de la mano del señor. Otras, que, aun conservando su señorío de otros tiempos, están vacías, depreciándose, esperando al pelotazo que nunca llega. Porque ustedes y su partido en estos 25 años decidieron que Cartagena, y sus 215.000 habitantes (Cada año menos) tenían que venirse abajo para el enaltecimiento y mejor vida de una ciudad con una catedral que es la de Cartagena y un Casino que es privativo de unos pocos señoritos de Murcia. Nada más.

Las políticas que ustedes han desarrollado, todas en contra de Cartagena y de su Comarca Natural del Campo de Cartagena (Incluido el Mar Menor, porque así fue siempre) han hecho la realidad que es esta vieja tierra, un verdadero estercolero, donde solo se reparten las sobras de esa oligarquía política y económica florecida gracias al monopolio que le significó esta CC.AA. uniprovincial y con todas las capitalidades centradas en esa ciudad que es extractiva y dilapidadora de todos los recursos del resto de ciudades y pueblos de esta Región. Y es, seguro, que tanta desmedida centralidad ha producido el retroceso general del millón restante de ciudadanos que padecen las carencias de todo tipo. Así no es posible desarrollo sostenible alguno ni para todos. Ustedes y sus políticas centralizadoras, todos los huevos puestos en el mismo cesto, son los culpables de la situación de RUINA en la que estamos todos.

La realidad es la que es. Ustedes han quebrado el presente y el futuro de esta Región por su codicia y avaricia, por su extremado celo en centralizar incluso lo que no debiera serlo. Ustedes han despreciado los valores naturales e intrínsecos, su capacidad de generar muchas más sinergias, su capacidad creativa y su instinto de superación tantas veces demostrado en las páginas de nuestra historia. Hundiendo como han estado haciendo con Cartagena y su Comarca Natural, no se han dado cuenta de que también se estaban hundiendo ustedes. Así, si queremos cambiar este destructivo rumbo, será necesario acudir a una especie de CATARSIS para que las cosas estén donde tienen que estar “per se” y no por los intereses particulares y destructivos de unos pocos, que olvidándose del sentido común y de los intereses generales, se enriquecen solo ellos a costa del lomo de todos los demás.

Esta Región es el garbanzo negro de todas las que forman parte del Mar Mediterráneo. Desde Gerona hasta el Estrecho, todos los focos de crecimiento se desarrollan a sus orillas. Todas son mucho más ricas y prósperas. Solo aquí, donde todos los huevos se han puesto en la cesta de una ciudad interior y sin recursos innatos, abandonaron su otrora famosa huerta en post de una urbe moderna y sin alma, el crecimiento es nulo, tan insignificante que es más bien de decrecimiento.

Creo que esta es la triste radiografía de esta deformada y hundida Región y si nadie me demuestra lo contrario seguiré defendiendo que las inversiones hay que hacerlas donde sus resultados sean más favorables, sostenibles, rentables y más redistribuibles para todos. Y como ya dije en un artículo anterior: Si tienes un portaaviones, no lo destruyas, no lo desgüaces. Apóyate en él, cuídalo, es el único que te podrá garantizar seguridad y futuro para todos.


Y, por último, y en coherencia con estas generalidades que les he descrito, pido a todos los ciudadanos responsables de Cartagena y su Comarca no den, cuando sea menester, su confianza ni su voto a quienes han hecho posible esta cruda realidad, que huyan de ellos, porque han de saber que el MASOQUISMO  es una “Conducta sexual en la que se obtiene la excitación y la satisfacción sexual a través del propio dolor físico o psíquico, la humillación, la dominación y el sometimiento” No sea usted una masoquista gratuito y tonto, que no le va bien. Pregunte a sus hijos, verá.

viernes, 12 de junio de 2020

¿INTELIGENCIA? ¿LENGUAJE? ¿ESPERANZA? ¿LUZ?

Partamos del siguiente supuesto: Dos mujeres conciben un feto cada una. Ninguna de las dos, ni nadie cerca de ellas, dice una sola palabra en los 9 meses de gestación. Nacen los dos niños y en los próximos dos años siguen sin oír voz alguna en idioma alguno. ¿Hablarán, cuando les tocara, estos dos niños? Seguro que no. Su inteligencia no ha sido enseñada, pues ésta, la inteligencia, que es una facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad, necesita de un instrumento. Desconocen el lenguaje, sus sonidos y fonemas. Carecen del vehículo, del instrumento a través del cual poder expresar esas ideas y éstas, las ideas sin lenguaje, adolecen de forma y de expresión. Esos dos niños no han podido aprender al no tener quién, de forma inconsciente y consciente, les enseñara. Son, pues, como las páginas en blanco. El lenguaje es básico y fundamental para la inteligencia, aunque sea el de signos, que es, al fin y al cabo, otro tipo de lenguaje. Sin lenguaje podríamos afirmar que las ideas, los razonamientos y el entendimiento no tienen cabida. No tienen traslación.

Así, hay que inferir que es básico y fundamental que alguien externo nos enseñe algún tipo de lenguaje. De no hacerlo, nuestra inteligencia es vana e inútil.

En el mundo hay miles de lenguajes más o menos diferentes, todos riquísimos en sus vocabularios, gramáticas, sintaxis, interpretaciones  y acepciones. Unos nacieron de la evolución de otros anteriores y de los cuneiformes pasamos, gracias a Dios, a otros mejor estructurados y más profundos con los que poder expresar mejor los avances de nuestras ideas. Hoy, desde hace unos 80 años inventamos otro lenguaje, el de los 0 y 1 para que nuestras máquinas inteligentes pudieran tener también su propio lenguaje. Un lenguaje que, pareciendo sencillo, es de lo más complejo y que, lingüísticamente hablando, hemos sido capaces de desarrollar nosotros... ¿O no?

Hay quien dice que el lenguaje se originó entre los 2 millones y los 400 mil años atrás. Otros hablan de un repentino cambio genético y otros de que es algo innato. En cualquier caso, este tema del lenguaje y, ante la ausencia de cualquier evidencia empírica, ya supuso en el pasado más reciente, considerar el tema como inadecuado para un estudio serio y está catalogado como uno de los problemas más difíciles de resolver para la ciencia.  Sin embargo, esa misma ciencia, en otros casos en los que sí se encuentran evidencias empíricas, opta por intentar esconder el objeto y  calla sobre el hecho o simplemente lanza justificaciones insostenibles o rayanas con el delirium tremens que produce la inevitable ruptura con el hilo conductor de una historia inventada según la conveniencia del momento histórico. Son lo que se llama “Artefacto fuera de lugar”, (En inglés, Oopart)

Cuando Dios creó a Adán es seguro que lo creó sin esta facultad del lenguaje pues, si con nadie tenía necesidad de expresarse, ¿A qué el mismo? Además, Dios sería el único que no necesitaría del lenguaje…  Únicamente cuando lo vio solo e inútil ante tanta maravilla edénica sintió Dios la necesidad de dotarle de compañía, y de una de sus costillas, creó a Eva. Ya eran dos y eso cambiaba la cosa. Así que vio la urgencia de dotarles de un lenguaje común con el que poder entenderse el uno con el otro. De entrada, Eva con su lenguaje recién estrenado, sedujo a Adán y le incitó a comer del árbol prohibido por Dios, el árbol de la ciencia. Después, parece ser que tuvieron tres hijos, Abel, Caín y Set, el segundo mató al primero. Así, nada más empezar la humanidad, como el que no quiere la cosa y desde entonces no hemos parado de matar cuanto se mueve y no nos gusta o no nos conviene. Los tres varones o dos, según fuera, y con solo una mujer en el clan, la propia madre, se creó toda la humanidad posterior y de ellos mismos salieron razas de distinto color y características y lenguajes diferentes ¿? Viene esto como una prueba más de la inconsistencia del relato bíblico en este apartado de la creación del hombre y de que es necesario reescribirlo. Su lenguaje ya no nos sirve. Es como otro artefacto fuera de lugar…

Al día de hoy, nuestra situación global como Humanidad está amenazada en varios frentes, endógenos y exógenos y, ninguno de ellos, nada bueno. Y a mí me embarga una gran desazón. Podría parecerse a la incertidumbre de aquella persona que descubre que los que han sido sus padres, no lo fueron en verdad y se apodera de él la perentoria necesidad vital de saber quiénes fueron, en verdad, los suyos. Porque, al fin y al cabo, esa es la gran pregunta que la humanidad lleva haciéndose miles y miles de años. ¿Quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, si es que vamos a algún sitio? Hasta ahora nunca nadie ha podido responderla y quizás estuviera bien una respuesta verídica, cierta y actualizada. Quizá sea un buen momento ahora que está todo como en el aire, pendiente de un hilo fino que puede romperse en cualquier momento. Podría servir de mucho o quizás de nada, pero para aquellos que, desde siempre, intuimos algo distinto a lo que nos han contado, sería un respiro transcendental en nuestras vidas y estamos seguros que supondría un grandísimo avance en nuestro proceso evolutivo y en nuestro propio lenguaje. O quizá de nada, porque sería constatar firmemente que lo que es abajo es arriba y esto sería verdaderamente terrible. Pues, que el mal y el bien perviven más allá de las estrellas, significaría que la esperanza es inútil, porque, aunque dicen que es lo último que hay que perder, en este caso estaría perdida por completo… o no. Quizá por ello sea que nos mantienen ignorantes. Que lo digan. Que nos enseñen ese lenguaje, que queremos, que lo necesitamos para entender, para razonar y tomar cabalmente nuestras propias decisiones. Que nos digan cuál es el juego en el que jugamos sin saberlo y, a ser posible, que ya lo es, sin parábolas, por favor. Que el mensaje fue emborronado hace ya mucho tiempo, que está contaminado tanto o más como nuestro propio y desgraciado planeta. Es verdad que somos los únicos responsables de todo ello, pero necesitamos volver a ver algo de luz, que somos muchos los que rogamos por ella y para que tantas y tantas tinieblas desaparezcan de nuestro presente y del futuro de nuestros hijos. La zozobra y la incertidumbre nos están corroyendo día a día y creo que estamos en nuestro derecho a saber la verdad y alguien, algunos, endógenos y exógenos, estoy seguro, saben cuál es porque me negaré siempre a creer que el dinero es nuestro único Dios y que no es posible un mundo sin él. Sea la luz sobre nosotros y que todos, sin excepción, entendamos. Y se caiga lo que tenga que caer, por su propia inconsistencia. Y las viejas y negativas adiposidades extractivas e incrustadas en nuestras vidas desaparezcan. Porque del tiempo y de la justicia es ya. SEA.


Una antigua profecía Hopi reza: “Cuando la estrella Kachina Azul aparezca en los cielos, el quinto mundo emergerá, ese será el día de la purificación… No muy lejos, tras la Kachina Azul, viene el purificador, la Kachina Roja que traerá el día de la Purificación” 

¿No merecemos saber la verdad sobre qué fue de los cuatro mundos anteriores? ¿Cómo se podrá afrontar ese quinto mundo sin conocer la esencia de los anteriores?

miércoles, 18 de marzo de 2020

PREOCUPADOS Y DESCONCERTADOS POR EL ENSAYO

Así andamos todos, alarmados, desasosegados, inquietos y temerosos. Sabemos que vivimos en un mundo injusto y caótico donde las desigualdades son el común denominador y donde las incertidumbres las tenemos más que presentes y en el día a día, donde el medioambiente y el equilibrio ecológico han sido rotos y que de todo ello se ha estado encargando este sistema extractivo. No vivimos en paz, ni con alegría y muchos, demasiados, con excesiva insuficiencia para vivir. No nos dejan. Nunca lo han hecho.

Creo que hay algunos empeñados en que esto sea así, per se. Desde que Eva comió de la manzana y la ofreció a Adan, fuimos sentenciados, y el padecimiento ha sido continuo y pareciera que reconvirtieron ese Paraíso en un Infierno. Nunca hay calma ni tranquilidad, ni sosiego, ni paz, ni siquiera silencio y, cuando lo hay como ahora, hasta nos da miedo. Se cuenta que desde hace siglos se nos dio un paraíso –este planeta Tierra lo es- y que, desde entonces, no hemos hecho otra cosa que joderlo día a día, hace ya algunos largos milenios. Nos matamos los unos a los otros por dinero y riquezas. Solo por eso. Unos las obtienen y viven como dios y otros que, al serles arrebatadas, viven como parias. Los unos ordenan, los otros obedecen en espera de que alguna migaja se descuelgue, si es que se descuelga. Nadie dice la verdad, ellos la manipulan desde muy antiguo para mantener su status, su elitista clase prepotente, repleta de soberbia y de codicia. Así y todo, aún somos la criatura por excelencia del Creador, su mayor creación, ¡Menos mal! Y aquellos que se erigen como representantes suyos pertenecen al grupo de los unos, no del de los otros. No lograré entenderlo nunca. En fin. Lo que sí tengo claro es la necesidad de información libre y veraz alejada de esos unos que la manipulan en su favor y en contra de los otros.

Parece ser que las guerras mundiales sufridas en el pasado siglo ya no tienen lugar en este, o sí. Es como si se hubiera sofisticado el proceder. Qué necesidad tienen de destruir todo como antes, si ahora disponen de mejores y más efectivas armas. Destruir para reconstruir no tiene sentido ya, porque el objetivo –hacerse con el control de la riqueza- no requiere destruir infraestructuras carísimas. El control se ejerce desde un buen ordenador y con los algoritmos apropiados que les indiquen las acciones a emprender y las consecuencias que, de ellos, deriven. Les sobra gente, mucha gente y les faltan materias primas. Además necesitan mucho dinero, todo el posible, todo el que haya y buenos apuntes contables en la nube que ellos crearon.  

Ahora nos han presentado un bichito que nadie sabe si ha sido producto de algún laboratorio por aquello de unos aminoácidos que parece que no debieran estar donde están y de unas olimpiadas militares en Wuhan del pasado octubre, en las que, según parece, lo dejaron suelto unos soldados de un ejército muy poderoso. El caso es que, con anterioridad al desencadenamiento del bicho, ya se planteaba en foros de grandes personajes del elitista sistema, que algo así podría producirse en este pequeño mundo. Todo muy estudiado y medido. Ya suelto el bichito y constatada su extrema virulencia, los Estados cierran filas y fronteras, aíslan a sus poblaciones y buscan cómo atajarlo a él y a sus consecuencias económicas y sociales. Ingentes millonadas de dinero serán dispuestos para ganarle la batalla.  Es justo y necesario. Luego ya veremos cómo se paga y a quién o a quiénes. Estoy seguro que las consecuencias van a propiciar cambios drásticos en todos los ámbitos, sociales, económicos y culturales. El mundo inmediato que nos viene va a ser indescriptible y no valdrán las buenas voluntades de la buena gente. A ellos, a quienes provocan tanto dolor, todo eso les resbala desde lo alto. Están seguros, demasiado seguros, tienen el control y todo el poder.

Un virus que parece ser selectivo hacia aquellos más longevos y que, con otros problemas de salud añadidos, ya fueron objeto de análisis en abril de 2012 según informe sobre la estabilidad financiera mundial del FMI y donde se recogían consideraciones como estas:

* “Vivir hoy más años es un hecho muy positivo que ha mejorado el bienestar individual. Pero la prolongación de la esperanza de vida acarrea costos financieros para los gobiernos a través de los planes de jubilación del personal y los sistemas de seguridad social, para las empresas con planes de prestaciones jubilatorias definidas, para las compañías de seguros que venden rentas vitalicias y para los particulares que carecen de prestaciones jubilatorias garantizadas.

* Las implicaciones financieras de que la gente viva más de lo esperado (el llamado riesgo de longevidad) son muy grandes. Si el promedio de vida aumentara para el año 2050 tres años más de lo previsto hoy, los costos de envejecimiento –que ya son enormes- aumentarían un 50%

* El riesgo de longevidad es un tema que exige mayor atención ya, en vista del impacto financiero y de que las medidas eficaces de mitigación tardan años en dar fruto…” (Abril 2012)

Según Eurostat en 2018, “...El impacto del envejecimiento de la población dentro de la UE puede ser muy importante en las próximas décadas (Ya lo es) El descenso continuado de las tasas de natalidad y el aumento de la esperanza de vida están transformando la forma de la pirámide de edad dando una estructura de población mucho más envejecida. La proporción de personas en edad laboral está reduciéndose, mientras que el número relativo de personas está aumentando… Esto, a su vez, implicará un aumento de la carga sobre las personas en edad laboral a fin de hacer frente al gasto social exigido por el envejecimiento de la población para una serie de servicios conexos…”

El 18 de octubre de 2019, el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, en asociación con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, llevó a cabo en Nueva York el “Evento 201” Este evento, del que además participaron líderes mundiales de negocios, gobierno y salud pública, consistió en un simulacro pandémico de alto nivel en el que fueron expuestas las áreas en las que serían necesarias “alianzas público/privadas” para hacer frente a una eventual pandemia de coronavirus y disminuir las consecuencias económicas y sociales a gran escala. “El ejercicio sirvió para resaltar los desafíos de preparación y respuesta que probablemente surgirían en una pandemia muy severa”.             (https://www.infobae.com/america/mundo/2020/03/16/quienes-hicieron-el-mapa-de-johns-hopkins-ya-habian-hecho-un-simulacro-en-octubre-pasado/)
Serán coincidencias, puras coincidencias. Pero cuando se trata de rearmar un puzzle, solo hay que tener paciencia y todas las piezas. Ponerlas en su sitio es más fácil, porque, o encajan o no encajan… Y esas buenas intenciones que dejan caer en sus palabras no son verdaderas, son falsas y no están, de cierto, en su agenda. Ellos no son Estado, ellos son lo Privado.

Ya en 2002 apareció el virus ZH; en 2004 el Shark; en 2005 el de la Gripe Aviar; en 2009 el de la Gripe Porcina; en 2014 el Ébola; en 2016 el Zica y ahora en 2020 el Coronavirus. Todos registrados en la oficina de patentes de los EE.UU. Virus que han ido mejorándose genéticamente según los objetivos a combatir.

Puede que se esté jugando una gran partida de ajedrez bajo los mismos criterios y las mismas pretensiones de esas extractivas élites y, puede incluso, que aún no vislumbremos lo dantesco que puede llegar a ser el escenario real que nos están preparando. Iremos, poco a poco, viendo el desenlace y cómo queda armado el nuevo puzzle.

Porque esto que estamos sintiendo puede que sea solo un ensayo para el Apocalipsis. Porque un Apocalipsis ordenado siempre será mejor que otro que no lo esté. Es la sofisticación de la que les hablaba antes. Es como aquella escena de la película “La Vida de Bryan” donde el centurión pedía, a todos los condenados a la crucifixión, hacer una bonita procesión hasta el Calvario. Si se consigue el control de las masas, sí se consigue que permanezcan en sus casas, ese Apocalipsis lo será mucho menos. Será más aséptico y mucho más llevadero para quienes le sobrevivan porque sus casas serán sus propias mortajas y sus propias tumbas y saldrá mucho más barato. Recuerden que lograron construir la bomba de Neutrones para que los daños fueran solo sobre lo que realmente les estorba –los seres vivos- y no sobre las infraestructuras y los enormes bienes materiales que tenemos. Que ya puestos, hagámoslo bien.

Noticia en Diario 16 del pasado día 15:  “Mientras en España y en Italia el coronavirus se está expandiendo y la ciudadanía de los dos países está recluida en sus casas para evitar contagios, 20.000 soldados estadounidenses han llegado a Europa en siete aeropuertos. Este contingente se verá incrementado con la llegada de otros 10.000 a los que se sumarán otros 7.000 militares de otros países europeos.
¿Este despliegue está orientado a proteger a la ciudadanía europea del coronavirus? Evidentemente, no. La realidad es que estos militares han llegado a Europa para iniciar la Europe Defender 20 que comenzará el próximo mes de abril y finalizará en junio.
Se trata de un ejercicio militar diseñado por el Gobierno de Donald Trump, en colaboración con la OTAN, para probar las estrategias que deben utilizarse por parte de Estados Unidos y Europa cuando se produzca una amenaza que llevar a una hipotética guerra. La principal amenaza que hay ahora mismo en la Unión Europea es el coronavirus. Si no se despliegan esas tropas para luchar contra el COVID-19, ¿qué amenaza existe?
La única que pudiera existir, tomando como referencia la mentalidad conspiranoica de los Estados Unidos, es Rusia —aliada de China—, país con el que, de cuando en cuando, se crean tensiones, tanto contra los rusos como contra sus aliados.
Para este ejercicio, además de los 37.000 militares, llegarán más de 14.000 equipamientos. Entre esos equipos, ¿están incluidas las medidas para la protección del coronavirus? No, ya que, según ha informado el Pentágono, los soldados están sanos y exentos de contraer el coronavirus.
Teniendo en cuenta la situación que hay ahora mismo en Europa con el COVID-19, no se entiende que este ejercicio militar no se posponga, sobre todo después de que la OMS haya declarado que estamos ante una pandemia global.
Sorprende, además, la diferencia de trato respecto a los militares estadounidenses que podrán circular libremente por Europa mientras la ciudadanía se ve obligada a estar recluida en sus hogares para evitar más contagios.
Por otro lado, desde un punto de vista geopolítico, surge una pregunta: ¿por qué se va a llevar a cabo este ejercicio en una zona geográfica cercana a Rusia, con las consecuencias que puede tener? El gobierno de Vladimir Putin ha planteado numerosas objeciones a esta Europe Defender 20 y, viendo que no ha recibido respuesta alguna por parte de los Estados Unidos ni de la OTAN, colocará a sus tropas en estado de alerta, lo cual genera un escenario nada tranquilizador.
Por su parte, China, aliada de Rusia, firmó hace meses un contrato con Italia para reforzar sus relaciones comerciales. Este acuerdo fue interpretado por diferentes analistas estadounidenses como una amenaza puesto que hacía menor la dependencia de Italia con los Estados Unidos.
El coronavirus nace en China y, casualmente, el país europeo donde el brote ha sido más importante ha sido Italia. El pánico se generó por la difusión que se hizo de los primeros contagios en el país transalpino cuando, en realidad, el desencadenante no estaba relacionado con un ciudadano italiano.
La alianza de China y Rusia, además, supone una gran amenaza económica para Estados Unidos, ya que reduce la importancia del dólar en el mercado mundial, lo cual le genera una pérdida de poder a los norteamericanos, tanto desde el punto de vista económico como geopolítico. Este hecho ha provocado, por un lado, diferentes provocaciones estadounidenses hacia Rusia a través de movimientos en los mercados y despliegue de tropas.
Sin embargo, mientras que la ciudadanía del mundo tiene los ojos clavados en China, Italia o España por la crisis del coronavirus, Estados Unidos ha decidido desplegar sus tropas en territorio europeo para realizar un ejercicio que perfectamente se podría posponer hasta que pase la crisis sanitaria y social que vive el continente.
Entonces ¿por qué tanta presión para que lleguen a Europa soldados estadounidenses para un simple ejercicio y sabiendo que esto provoca en Rusia un alto nivel de alerta militar? Mientras todo esto está ocurriendo, la humanidad está pendiente del coronavirus. En realidad, ¿qué está pasando?” (https://diario16.com/el-ejercito-de-estados-unidos-se-despliega-en-europa-a-pesar-del-coronavirus/)
Todo lo anterior en cuanto a un posible Apocalipsis artificial, sin olvidarnos de que los auténticos Apocalipsis son los naturales. Esos son los genuinos. Y todas las culturas y civilizaciones  recuerdan el último en su más íntimo y ancestral conocimiento y cada cierto tiempo, vuelve. Son naturales ciclos cósmicos y quizá ya hallamos tocado techo y un nuevo reseteo sea necesario para borrar tanto error sin sentido y tanta ALEVOSÍA de los que siempre se erigieron en los “Sumos Sacerdotes” (Alevosía: 1.- Circunstancia de haberse asegurado quien comete un delito contra las personas de que no corre ningún riesgo que pudiera provenir de una reacción defensiva por parte de la persona atacada. 2.- Traición, deslealtad.

Todo es posible que se complique en el grado máximo. Pero también cabe la esperanza de ser auxiliados por quien pueda hacerlo, solo de su voluntad depende. No la perdamos. Que no estamos solos.


Que les vaya bien, amigos congéneres. Mi abrazo más sincero y fraternal y que no nos pase nada y volvamos a vernos pronto. Será un buen síntoma.

sábado, 14 de marzo de 2020

Todos amamos el Mar Menor

¡Menos mal!

Me pidió mi amigo y compañero de letras, Jesús Pons, que escribiera algo relativo al Mar Menor con el objetivo de recoger en un libro todas las opiniones, pareceres y vivencias que en relación a ese entorno natural único, hubiéramos sentido en nuestras vidas todos aquellos que participamos en la confección del mismo. Me pongo a ello.

Mi primera experiencia tuvo lugar en la que fue la única vez que mis padres decidieron ir a veranear unos días a Los Nietos. Tendría yo unos cuatro o cinco años y estamos hablando del verano del 1962 ó 63. Mi padre alquiló una de las barracas de madera, que sobre la arena tenían instaladas para ese fin, y con su moto de 125cc., una preciosa y elegante Rondine Sport, nos fue llevando en ella, trastos aparte, desde nuestra casa de la C/ S. Isidoro, 33 (Por cierto, la casa donde nací una fría tarde-noche del 31 enero de 1958) en el poblado de la refinería en el Valle de Escombreras, y, como les decía, nos fue llevando como pudo a los siete que éramos de familia. Entonces podían ir a bordo tantos como pudieran ir sujetándose unos a otros, apiñados y sin casco. De aquella experiencia veraniega, dos cosas se me grabaron de forma inmediata y nunca las he olvidado. La primera, que el suelo de la barraca era la propia arena. Estábamos en primerísima línea de playa, y en el centro de habitáculo, colgando del techo, caía una bombilla desde el propio cable que la alimentaba y que, sin tulipa alguna, era la única luz nocturna de la que disponíamos. Tenía que ser de 100 vatios, como poco, porque deslumbraba un montón. El otro, el segundo recuerdo, reparaba en que día sí y día también, mi padre tenía que desinfectar, con alcohol ardiente, una aguja de costura con la que intentar extraerme los trozos de cristales y las púas de los erizos que se incrustaban en las plantas de mis pies bajo aquella intensa y desagradable luz. No recuerdo llantos, aunque supongo que no sería muy agradable que te estuvieran hurgando zona tan sensible y ya herida. En fin, creo que fueron solo quince días y que pasaron pronto.

Mi madre, que tuvo que trabajar sin descanso en aquellas cortas vacaciones, dijo que así nunca más, las condiciones eran, incluso para aquellos años, tercermundistas, y nunca más volvimos. Menos mal que para las mañanas de los domingos de aquellos veranos y años, la refinería nos ponía una guagua que nos llevaba, a todos los pobladores que quisiéramos, hasta los Parales en Escombreras, donde disfrutábamos lo que no está dicho. El Puerto de Escombreras aún era accesible al baño y veíamos peces, pulpos, estrellas y caballitos de mar junto a nosotros. Nos tirábamos desde las rocas y desde un espigón cercano y las aguas eran cristalinas y frescas. Pronto nos hicieron las piscinas en el poblado y el aumento de industrias condenó aquella zona portuaria como lugar de baño, hace décadas que ya no hay peces ni caballitos ni estrellas de mar, ni pulpos y la guagua que conducía el Sr. Faura, dejó de ir.

Centrándonos en el objeto de este relato, les diré que nunca me gustó el baño en el Mar Menor, siempre fueron aguas demasiado calientes para mi gusto y para que te cubriera algo tenías que andar y andar y en el fondo había muchos restos calcáreos de almejas y caracoles marinos. Más me gustó siempre el mar abierto y bañarme entre rocas, sin la, para mí, incordiante arena.

Independientemente de los particulares gustos y pareceres, lo importante es la existencia de ese Mar Menor. De cómo la Naturaleza, con todas sus circunstancias, supo crear tan singular espacio, tan bello como paradigmático y tan escaso en otros lugares de este mundo. A nuestra Naturaleza le llevó miles de años darnos tan único paraíso de mar y dunas y ahí ha estado sirviendo de fuente de vida a especies de animales y plantas y a nosotros también. Todo ese ecosistema siempre estuvo en la corriente de mantener el equilibrio perfecto desde un punto de vista ecológico y medioambiental. La vida discurría y la belleza paisajística hacían de él un enclave modélico, envidiable e incomparable para su preservación y para el disfrute todos los veranos de propios y visitantes. Un lujo disponible para todos.

PERO LLEGÓ EL HOMBRE DÍSCOLO…

…Y a finales del pasado siglo XX comenzó a joderlo todo. A este hombre del progreso, que solo le ha interesado e interesa el beneficio económico y particular de sus empresas, primero le pareció interesante construir a destajo, y en todas sus orillas crecieron y crecen edificios, casas, carreteras e infraestructuras mil. Y en solo 60 años, ese hombre del beneficio financiero ha sido capaz de cargárselo todo sin la menor contemplación ni mayor arrepentimiento. Y lo hizo con un devorador despliegue constructivo y sin sentido alguno para una estética urbana mínima, respetuosa y sostenible con el paisaje natural circundante. Han sido seis décadas de esquilmación de esos recursos naturales, primero con esa desaforada construcción y en los últimos 30 años, con la agricultura intensiva. Pusieron su vista en el Campo de Cartagena que bordea a todo ese Mar Menor. No fue respetado ni suficiente saber que la Naturaleza había considerado esa zona como de secano y que por algo lo habría hecho así. Trajeron el agua con el Trasvase del Tajo y esa amplísima llanura comenzó a verdear, reportando mucho dinero contante y sonante y a destajo a una minoría que, a día de hoy, son en su mayoría de intereses foráneos. Se vuelve a repetir la vieja historia: Vienen capitales extranjeros, explotan los recursos hasta agotarlos y, hecho el negocio, se marchan y ahí te dejan un berenjenal del que nadie se hace responsable. Es aquello de la privatización de los beneficios y la socialización de las pérdidas.  

Con esa abundante agua modificaron la fisonomía del entorno. Eliminaron los aterrazamientos que durante cientos de años otros hombres habían diseñado para retener las escasas aguas de lluvia y a las propias tierras. Ahora ya no eran necesarios, porque se había cambiado de un modelo con escasez de agua a una agricultura intensiva y los tractores y demás maquinaria no debían contar con obstáculos y sí de parcelas amplias. También variaron los cursos naturales de las ramblas según a la  conveniencia de esa nueva agricultura y a la de las nuevas construcciones.

Actualmente, con esas modificaciones, las tierras junto a los vertidos de tanto regadío y sus residuos de plásticos, pesticidas, herbicidas, nitratos, abonos súper nutritivos vierten fácil y alegremente al Mar Menor, colmatando y matando sus fondos y su vida. Las consecuencias son mortales para la laguna salada. Y no han sido las cremas solares las causantes del desastre. Tanta agua ha hecho subir el salobre acuífero cuaternario que, al encontrarse a la misma cota de ese mar y que, con la aportación de esos desechos, provocan el aumento del fitoplancton e impide la llegada de la luz solar. De esta forma, las plantas del fondo mueren y el agua se hace verde, como ocurre en las antiguas balsas de riego en las que las ranas y los sapos celebran sus ágapes nocturnos y los insectos proliferan que da gusto entre las babas.

En nombre del mayor de los cinismos y de la ignorancia, que es muy atrevida, le echaron la culpa a los últimos procesos climáticos, pero estos, lo único que han evidenciado es la hecatombe que se ha venido fraguando artificialmente en el Campo de Cartagena en las últimas décadas, con la agricultura y la ganadería y, en las riberas de ese Mar Menor, con una híper construcción sin ton ni son.

Si acaso, estas llamadas ahora DANAS sean la respuesta de la propia Naturaleza a tanta agresión por nuestra parte. Sean la defensa al despiadado ataque que le hemos y estamos haciendo. Sea que la guerra ha sido declarada porque la verdadera política y la verdadera economía han fracasado. Sea que el más fuerte saldrá vencedor y que serán otras DANAS, que están por venir, y que perderemos en todos sus embates, pues la Naturaleza es mucho más sabia que todos nosotros juntos y cuenta con armas mucho más eficaces para restablecer ese orden que nosotros hemos destrozado y, por desgracia, no solo aquí.

En este punto, en el de la transformación de estas tierras de secano a unas de regadío intensivo, tiene mucho que ver la renuncia de la ciudad de Murcia a seguir siendo la Huerta de Europa. Esta ciudad de Murcia, con su hegemónico empoderamiento gracias al Estado de las Autonomías y haciéndose la única capital –la provincial y autonómica- prefirió convertirse en una gran ciudad de servicios, superpoblada, súper edificada, súper asfaltada, súper contaminada y súper centralizadora de todos los recursos, antes de que se les continuara conociendo y llamando como huertanos o barrigas verdes, como si tales términos fueran ominosos y/o degradantes. Quizá fuera una forma de resarcirse, inconscientemente o no, de un ancestral complejo de inferioridad, del que, por otro lado, nadie más que ellos tienen la culpa. Optaron por ello y negaron todas las circunstancias y privilegios que la Naturaleza les otorgó gratis y que tan bien supieron desarrollar y aprovechar los árabes que vieron allí un vergel al que aportaron todos sus conocimientos y del que tanto se orgullecían. (En esa Vega del Segura, les sobra agua y hasta llegar a Guardamar, la tierra tiene suficiente recorrido para filtrar los desechos que genera la agricultura y llegar mucho más limpia al Mar Mayor) Eligieron y decidieron en convertirse así en lo que están siendo, en un lugar inhóspito, saturado y despilfarrador de recursos. Hoy, Almería es ya conocida como la Huerta de Europa. ¡Menudo negocio han hecho! ¡Menudo negocio nos han hecho a nosotros!

Otro punto muy importante a considerar en todo este proceso degenerativo del Campo de Cartagena y su Mar Menor, es la cuestión de la sierra minera de Cartagena-La Unión. Desde que a principios del pasado siglo XX acabara la explotación de la misma –iniciada desde la llegada de los romanos- nunca se hizo ni el más mínimo intento de recuperarla ecológica y medioambientalmente con el rigor y la seriedad necesarias, pudiendo reconvertirla en un excelente reclamo turístico, cultural y arqueológico. No olvidemos a la hermosísima bahía de Portmán, que aún hoy sigue sin ser recuperada, pese a los millones que se llevan invertidos en una regeneración fallida que nunca termina y los millones que no se ingresan por no disponer de un espacio natural como ese, que podría ser un enclave turístico de primer orden si se hicieran las cosas bien y no se estuviera barajando la construcción, justo a su lado, de un macro puerto de contenedores en El Gorguel. Cosa que pudiera producirse, porque siguen dirigiendo los mismos mercaderes-tenderos de siempre y políticos de poca talla para los que su único interés es el dinero rápido y contante y el puñado de votos con los que mantener la poltrona política. El que venga detrás que arríe, como tan bien saben hacer desde hace demasiado tiempo y como la tozuda realidad no está demostrando.

Repitamos: la privatización de los recursos y beneficios y la socialización de las reparaciones y pérdidas que aquellos provocan a su paso y, eso, si llegamos a reparar y que, de momento, no se ha hecho, ni visos de que se hagan algún día.

Pues bien, esta sierra minera es causante de escorrentías de lixiviados cargados con metales pesados: cadmio, plomo, arsénico, amoníaco, hierro y sales de todo tipo, que también desembocan en el Mar Menor y Mayor a través de ramblas y filtraciones subterráneas. Añadir la situación de las propias instalaciones mineras, que continúan degradándose día a día y que no han sido objeto de ningún tipo de regeneración o clausura alguna, con residuos altamente contaminantes en sus recintos y peligrosos para aventureros y senderistas. Décadas y décadas de abandono, de desidia, de dejación y de muerte en toda esa sierra y aledaños.

Esta no es una cuestión menor, pues parte de esos metales se han encontrado en analíticas de sangre y orina en niños y mayores que residen en poblaciones de esa sierra. Porque no todo transcurre por el suelo, los vientos también actúan y elevan a la atmósfera partículas que terminan por ingresar en nuestros organismos por el simple y vital hecho de respirar. Otro atentado al medio natural, a su esencia, su supervivencia y, por ende, a la nuestra.

Mi opinión sobre el Mar Menor es trágica, deplorable si quieren, pero es muy sincera y real y sepan que lo siento muy profundamente. Creo que nuestra joya medioambiental ha alcanzado una situación catatónica y se está muriendo lentamente pero de forma inexorable. Estoy convencido de que no va a ser posible recuperar su estado original, porque la obcecación y los particulares intereses de unos pocos no lo permitirán, como tampoco las competencias de las incompetencias de tantas administraciones repletas de burocracia inoperativa y costosísima. Vendrán más DANAS, más medicanes (ciclones tropicales del Mediterráneo) a quienes echarán las culpas de los desastres que están por venir y la triste y penosa desaparición de un enclave que fuera maravilloso y único. Porque para revertir esta situación, además de tantos y tantos estudios infructuosos, es necesario el sentido común, la generosidad y la sensatez y, además, hace falta mucho dinero, mucho, más aún y no lo hay disponible. Y lo más grave: El tiempo se ha pasado y, como decía más arriba, la guerra ya está declarada y la ganará quien más fuerza tenga…

… La gran perjudicada de todos estos procesos mencionados no es otra que Cartagena y su Comarca del Campo de Cartagena (Que incluye al Mar Menor) Sus habitantes, todos los de esta gran comarca, han sido vilmente expoliados y hoy nos han dejado con muy pocos recursos para afrontar un futuro inmediato que se presenta muy negro. Han sabido destrozar todo nuestro hábitat y a esos capitalinos no les hemos interesado nunca. Nos han arrebatado todo, incluso han pretendido acabar con nuestra idiosincrasia haciendo suyo lo que siempre fue nuestro. Nunca quisieron otra luz más allá de la suya y la están consiguiendo apagar, por cierto, con mucho acierto. Políticos y empresarios locales de esta Comarca del Campo de Cartagena ciegos y obedeciendo consignas que no son las suyas. Ciudadanos y colectivos adormecidos y engañados incapaces de reaccionar ante una situación tan caótica como  predecible. Un conjunto de elementos diversos ya desarmados y complacientes con su propia extinción. Así de claro lo han de tener y, si no, miren a su alrededor y me cuentan qué es lo que ven y qué futuro nos espera.

Aquí lo único que crece y prospera es un término municipal, los demás, los otros 44, lo alimentamos, cada uno perdiendo en su justa medida o más y en favor de ese monstruo que todo lo engulle y devora.

El Mar Menor es la última parcela que quedaba de la Comarca Natural del Campo de Cartagena objeto del pillaje y desmantelamiento de sus valores y recursos naturales, de los que toda la zona han estado sometidos, con el único objetivo de empobrecer a todas sus poblaciones y habitantes. Una de las tácticas más empleadas en el Medievo para ganar batallas consistía en el asedio. Se sitiaba el castillo impidiendo la entrada de víveres y recursos y una vez que fueran agotados los almacenados en su interior, solo quedaba la rendición del mismo. Algunos sitiados pedían y rogaban clemencia pero de nada les servía porque, la más de las veces, eran pasados por la piedra. Solo los más valientes optaban por auto inmolarse en sus recintos, dando, por lo menos, algo de dignidad al tema y pasar a formar parte de la historia.

Entiéndanlo así, esta milenaria comarca ha sido como uno de esos castillos sitiados, la han despojado de todos sus valores y hoy los recursos están agotados y muchos ya hicieron las maletas y otros las van a hacer muy pronto. Así de duro y de crudo.

Dicen que “Todos amamos el Mar Menor” pero es mentira, cuando algo o alguien es querido se le cuida y hasta se le mima. Pero vista la realidad, el título es para quedar bien y para que nos auto conformemos con la pérdida de la gran joya de este enclave moribundo, con la última que nos quedaba.

En resumen, para mí, Cartagena y su Comarca han sido objeto de tres elementos claros:

1.- Acción: PILLAJE (Robo o saqueo realizado con violencia aprovechando un descuido o la falta de defensa, especialmente el llevado a cabo de forma colectiva)

2.- Reacción: NINGUNA

3.- Repercusión: DESOLACIÓN (1.- Sensación de hundimiento o vacío provocada por una angustia, dolor o tristeza grandes 2.- Ruina y destrucción completa de un edificio, un territorio, etc., de manera que no quede nada en pie)

¡Viva Murcia, su autonosuya y sus 38 años de saqueo todo poderoso!

jueves, 27 de febrero de 2020

DE ÁREA METROPOLITANA A ÁREAS METROPOLITANAS Es una cuestión de amplitud de miras

En el continuado camino de agravios hacia la Comarca del Campo de Cartagena, ésta mal gobernada y gestionada CC.AA., solo atiende las necesidades de quien ostenta las dos únicas capitalidades administrativas (Provincial y Autonómica) de esta mal llamada Región de Murcia, en claro detrimento de quien es el verdadero motor económico, cultural, turístico y agropecuario de esta Región.

El ayuntamiento de la ciudad de Murcia y la Comunidad Autónoma impulsan la creación de un nuevo consorcio del área metropolitana murciana que podrá beneficiar a 700.000 ciudadanos.

Forman parte de esa área metropolitana 10 municipios y que son los siguientes:
Murcia con 453.000 habitantes, Molina del Segura, 71.800 Alcantarilla, 42.000 Las Torres de Cotillas, 21.400 Archena, 19.300 Santomera, 16.200 Beniel, 11.300 Ceutí, 11.700 Alguazas, 9.600 Lorquí, 7.100 hab. Un total de 663.400 ciudadanos.
La superficie de esta área es de 1.230 km2 (Densidad 528 hab/km2)

El área metropolitana del Campo de Cartagena la forman 8 municipios, que son:
Cartagena con 213.943, Torre Pacheco, 35.676 San Pedro del Pinatar, 25.476 San Javier, 31.905 Los Alcázares, 15.674 La Unión, 19.907 Fuente Álamo, 16.184 Mazarrón, 31.562 con un total de 390.327 ciudadanos.

Es de considerar que los flujos de turistas radican en estos municipios costeros y que, en gran parte del año, esta población aumenta de forma considerable. No olvidemos que más del 60% de los alojamientos turísticos se encuentran en esta zona y que más del 70 % del 1.624.464 de turistas que nos visitaron el año pasado recalaron en estos municipios. Y que es la ciudad de Cartagena la única que posee los atractivos arqueológicos, paisajísticos, culturales y museísticos que son del interés de los visitantes.
La superficie de esta área es de 1.855 km2. (Densidad 220 hab/km2)

Una vez conocidos algunos datos cabe preguntarse por qué no se acomete igual consorcio para el área metropolitana de Cartagena. Es fundamental que se cuente con los mejores y más sostenibles medios de transporte para posibilitar desplazamientos rápidos, seguros y coherentes con las necesidades ciudadanas. 

Está bien que la ciudad de Murcia acometa esa creación con la ayuda de la CC.AA., pero igual o mejor habría de hacerse con Cartagena y su Comarca, pues siendo un área de mayor dimensión, es el área turística por excelencia. A día de hoy la comunicación entre estos núcleos de población deja mucho que desear, es muy mejorable, necesario y urgente. No hablaremos ahora de esas comunicaciones con el exterior de la región, porque sería echar muchas más lágrimas a esta pesadilla de carencias y carencias en la que nos tienen sumidos desde más allá del Puerto de La Cadena. Que no se cieguen los capitalinos, que la riqueza turística se encuentra aquí y, eso, a pesar de la nefasta y suicida gestión que durante 25 años han realizado sobre el Mar Menor y que muy pronto veremos y sufriremos sus aciagas consecuencias.


A quienes corresponda les digo que pónganse las pilas, y ya que trabajan en ese nuevo consorcio para el área metropolitana de la ciudad de Murcia, aprovechen y hagan otro para la ciudad de Cartagena. De un tiro, dos pájaros. Y dejen ya de poner todos los huevos en la misma cesta de siempre, que eso no es bueno...

jueves, 13 de febrero de 2020

DE DÓNDE VENIMOS Y HACIA DÓNDE VAMOS

VENIMOS DE

1.- INICIO: Desde la primera revolución industrial, a finales del siglo XIX la humanidad inició un proceso productivo a gran escala en el que las nuevas fuentes de energía revolucionaron nuestros hábitos de vida.

2.- ENERGÍA: Esas nuevas fuentes se basaron fundamentalmente en el carbón y en el petróleo y de éste surgieron nuevos y numerosísimos productos (Combustibles, Asfalto, Perfumes, Fibras sintéticas, Fertilizantes, Plásticos, Lubricantes, Parafinas y un largo etc.) que posibilitaron, a su vez, grandes avances en otros campos de la producción desplazando lo artesanal por lo industrial. La obtención de esa energía y los nuevos procesos industriales necesitan de grandes recursos que, a su vez, generan grandes cantidades de desechos que ni han sido ni son tratados de forma conveniente.

3.- CRECIMIENTO: Es indudable que gracias a todo ello la población mundial pudo pasar de los 1.500 millones de personas del año 1900 a los más de 7.500 millones del pasado año 2019.

4.- NECESIDADES: También es indudable que en poco más de un siglo ese aumento de 6.000 millones de personas tiene necesariamente que ejercer un fuerte impacto, porque cubrir las necesidades de esa nueva población se ha estado haciendo a costa de los recursos naturales del planeta y bajo la premisa de un sistema económico que solo buscaba y busca el beneficio financiero de su actividad. Se instauró el usar y tirar. Toneladas de desechos y basuras que no fueron considerados en su justa importancia y transcendencia hasta que su colmatación se nos ha hecho del todo patente y con todas sus nefastas consecuencias.

5.- CONSECUENCIAS: Ese nuevo maná productivo ha producido, en paralelo a su desarrollo, una huella mundial en todos nuestros ecosistemas. Huella, que empezó a detectarse y denunciarse sobre los años 60 del pasado siglo. Sin embargo las sociedades no han sido conscientes ni responsables del daño que estábamos haciendo a nuestro propio planeta. Ha sido recientemente, cuando las alteraciones climáticas aumentan y nos tocan de cerca, cuando hemos empezado a tener conciencia de la gravedad de la situación. No voy a referenciar ninguna de ellas porque bien que las conocéis.

6.- VOLUNTAD: Hace unas décadas, la gran mayoría de países de este mundo dieron comienzo a reuniones donde debatían la situación, de cómo empeoraba, de las medidas a adoptar e incluso se fijaban plazos para conseguirlas. Prácticamente lo único que se ha conseguido es la NADA. Como última oportunidad comenzaron a hablar de una agenda 15-30 que luego se dijo que era la 20-30 y pronto dirán que la 30-30. Intentos inútiles y vanos, aunque necesarios.

7.- ECONOMÍA: Nos guste o no, nuestro sistema vital está sujeto a ella, a una economía de mercado puro y duro. Todo se traduce y se rige por el coste en dinero y por los beneficios “económicos” que reporta. Es el dinero el que decide qué se hace y qué no. Es la MEZQUINDAD del sistema. Y nos está y estará costando caro, muy caro. Un concepto de lo “Productivo” cortoplacista, subjetivo y, paradójicamente, IMPRODUCTIVO.

VAMOS A

8.- CAMBIAR: Es la única opción que nos queda, pero la mochila financiera-económica es tan pesada que nos será imposible. El rico nunca permitirá que le arrebaten su riqueza, antes preferirá la muerte y, antes de morir él, matará. Así que el cambio nos será impuesto porque es muy posible que LA NATURALEZA se esté defendiendo de los ataques que, sin contemplación alguna, le hemos estado haciendo durante más de dos siglos. Es la REACCIÓN a la ACCIÓN de todo proceso. Y, en esa defensa, responde con sus mejores armas. Y, ante ella, nosotros somos infinitamente más débiles y con muy pocas posibilidades de salir victoriosos, sólo unos pocos supervivientes, como mucho. Y Vuelta a empezar. La NATURALEZA, como ENTE superior a nosotros, es mucho más sabia y sabe cómo reiniciar el proceso ante la aniquilación de Su Obra. Ella es la gran guardiana de la vida, esa es su función: Crear Vida y mantener los equilibrios que sean necesarios para tal fin allá donde sean posibles.

9.- EQUILIBRIO: Está claro que hemos sido extremadamente eficientes en romper los equilibrios medioambientales y ecológicos de la madre NATURALEZA y no lo hemos sido ni lo somos en su reposición. Y eso tiene su precio y hay que pagarlo.

Todo lo anterior es un breve resumen de lo ocurrido en lo que respecta a nuestra intervención directa sobre los recursos naturales, pero cabe otra VARIABLE de la que poco se habla y que también ha de ser considerada:

10.- COSMOLOGÍA: Que es la parte de la astronomía de estudia las leyes generales, el origen y la evolución del universo. Nuestro Planeta TIERRA no es algo independiente de nuestro sistema solar, ni del resto de su brazo de la espiral de la galaxia de la que forma parte. Y como no lo es, está sujeto al movimiento cósmico del universo y aunque sus plazos temporales tienen medidas harto superiores e inabarcables para nosotros, es posible que se estén repitiendo procesos de cambio cósmicos de los que no somos conscientes. Ya los hubo con anterioridad, lo que ocurre es que no nos acordamos o nos fueron deliberadamente borrados de nuestra memoria e historia. Pero lo que sí hay que tener suficientemente claro es el proceso que nos toca y en el que estamos:


RESETEO O COLAPSO

sábado, 8 de febrero de 2020

CUANDO TIENES UN PORTAAVIONES Y LO HUNDES PORQUE NUNCA FUE TUYO NI ÉL SE IDENTIFICA CONTIGO

NECEDAD DE NECEDADES

A finales de los ochenta y principios de los noventa del pasado siglo XX se produjo el fin de la industria pesada en España. Una industria, petroquímica, abonos agrícolas, altos hornos, astilleros, etc., que por las circunstancias políticas y económicas de los años setenta no fue modernizada ni actualizada, a causa de la primera crisis del petróleo  en los comienzos de esa década, quedando, así, totalmente obsoleta y sentenciada.

Nuestra incorporación a Europa supuso renunciar a muchas de esas actividades industriales en beneficio de otras de aquellos países que sí lo habían hecho en su momento. Así, se produjo el cierre de gran parte de las mismas provocando graves conflictos sociales por la pérdida de los puestos de trabajo que conllevaba y por las incógnitas del futuro más inmediato para tantas y tantas familias. Para evitar en algo los perjuicios inherentes, esas  ciudades que las albergaban y con la necesaria colaboración del Estado, pusieron en marcha planes de transformación urbanística, planes especiales que posibilitaran un cambio de modelo productivo, económico y social.

De tal modo, que ciudades que hasta ese momento habían soportado altos índices de contaminación ambiental –aire, suelos, ríos y mares- comenzaron a recuperar esos espacios que eran plenamente urbanos (Las ciudades habían ido creciendo alrededor de esas industrias) y desarrollaron nuevos modos de producción más sostenibles y nuevas oportunidades según las potencialidades del lugar. Se diversificaron las empresas, se crearon nuevos polígonos industriales alejados del entorno urbano y con normativas más acorde con el medio ambiente. Se crearon nuevas infraestructuras urbanas como museos y se procedió a una recuperación y renovación integral de las edificaciones, se habilitaron grandes espacios verdes, ampliaciones y desarrollo de nuevos viales, tranvías y suburbanos. Barrios y poblaciones cercanas quedaban interconexionadas dando lugar a nuevos espacios de servicios y posibilidades. Así, ciudades a las que a nadie se le ocurría ir a visitar pasaron a ser descubiertas y reinventadas. Los enclaves turísticos, por sus propias cualidades naturales e históricas, fueron objeto de las inversiones necesarias con el fin de ser aún más atractivos y competitivos que los de otros lugares.

Todas estas apuestas que nacieron como revulsivos al cierre de un modelo productivo viejo y obsoleto procuraban, a su vez, nuevas sinergias apropiadas para que otros sectores sociales, económicos y culturales tomaran el impulso necesario para desarrollar nuevas propuestas y desarrollos.

Todo lo anterior sucedió décadas atrás en ciudades como Barcelona, Bilbao, Gijón, Huelva, Sagunto y muchas más, menos en Cartagena. Es cierto que alguna cosa se ha hecho y ahí está para verlo, pero eso ha sido del todo insuficiente para este, voluntariamente denostado término municipal y su comarca natural.

Relatemos: hubo, es cierto, un Plan Especial para Cartagena y su Comarca pero que, con el cambio de gobierno del 95, en la Comunidad Autonóma y en el Ayto. de Cartagena, fue anulado y reconducido a un plan estratégico –después siguieron muchos más- para la ciudad de Murcia, que cierto también, nunca sufrió las consecuencias directas de esa industria contaminante y obsoleta que sí sufrió y sufre aún Cartagena y su Comarca. Estos nuevos poderes (PP) tuvieron claro que si había algún recurso no sería para invertirlo en Cartagena, que primero estaba Murcia y que Murcia era lo único importante, esa era su apuesta. Sin embargo, tantas inversiones han provocado lo que hoy tienen, una ciudad que desde el tiempo de los árabes fue consolidándose como la Huerta de Europa, es hoy una ciudad densamente poblada, densamente urbanizada, densamente dividida por autovías, densamente contaminada. Una ciudad a la que nadie se le ocurre ir porque carece de interés histórico, arqueológico y cultural alguno. Aún así, siguen gastando todos los recursos en hacerse con lo que sea, aunque todos sepamos que es más artificial que real y que no responde a ningún poso histórico. Y luego tienen ese veranico largo, largo, en el que a nadie, con el suficiente juicio, se le ocurre ir. Hasta los hoteles que, en sus inicios, fueron de cuatro estrellas y rebajados posteriormente con menos estrellas, y que hoy, están cerrando.  Esos poderes, esa oligarquía empresarial y política murciana convirtieron en una entelequia esa ciudad que era la Huerta de Europa (Tenía y tiene todos los recursos hídricos sin necesidad de trasvase alguno) Ellos sí que cambiaron lo que la Naturaleza  les dio para ser una ciudad moderna y capitalina de absolutamente todo, su centralización de todos los recursos  se les fue de la mano y requieren, cada vez más, más y más. En ese egoísmo capitalino, en esa falta de visión de conjunto, está su pecado y bien que lo estamos pagando todos, ellos también. Por su culpa, la situación de esta Comunidad Autónoma es crítica. Está colapsada y densamente empobrecida. Su enfermizo afán de resarcirse de lo que la Historia nunca le dio, la ha conducido a esta triste realidad. La única gran verdad, en toda la costa mediterránea, es que sus capitales están a la orilla de ese mar, menos aquí. Y todas esas capitales son focos de atracción de todo tipo, puntos de desarrollo y de riqueza, menos aquí. Y digo yo que por algo será.

Volviendo a Cartagena, tan solo en el 2010 y gracias al Plan E de Zapatero, tuvo un respiro este municipio. Las últimas transformaciones urbanas de la ciudad se hicieron gracias a esos fondos. Y una parte pequeña de la vieja ciudad cambió su deplorable estado. Pero si quieres mantener cierta tranquilidad espiritual, no debes salir de esas calles, porque si lo haces entras en el túnel del tiempo y la zozobra puede que te tumbe. Da pena, mucha tristeza y hasta hace muy poco servían para el rodaje de películas de guerra, ahí es nada.

Cartagena que sí tiene, y muy de sobra, el poso histórico de sus más de 3.000 años de vida ha sido la Cenicienta de este patético y trágico cuento autonómico y uniprovincial. Cartagena y su Comarca natural que engloba toda la planicie que va desde la sierra de Carrascoy hasta el mar, aunque algunos insistan en no reconocer en su afán de destruir la historia de Cartagena y su área natural de influencia, si merecía tener el protagonismo que le corresponde. Durante estos últimos 38 años ha sido defenestrada y despojada, sumiéndola en el mayor de los desprecios políticos y económicos. Ha sido condenada, cortocircuitada y dejada a un lado intencionadamente, ciegamente. No desea el tuerto tener alguien a su lado que vea más que él.

Cartagena continúa con más de la mitad de su arco urbano sin descontaminar ni poner en valor, con las consecuencias de salubridad y con altos índices de radiotactividad, de metales pesados dispersos y que, entre todos, provocan altos números de cánceres y otras enfermedades. Cartagena no tiene el transporte ferroviario ni las comunicaciones que le corresponde como ciudad y cabecera de su Comarca. Tampoco por carretera o por autovía –de pago- hacen fácil la llegada de visitantes. Hasta el aeropuerto de S. Javier se lo llevaron a Corvera, que si bien está dentro de esa Comarca, pertenece al término municipal de la ciudad de Murcia. El colmo de la insensatez y del despilfarro. La sierra minera, también sin regenerar ni poner en valor, continúa generando lixiviados que desembocan al Mar Menor y éste, ya saben, a punto de su muerte gracias a la política murciana de hacer del Campo de Cartagena (Puro Secano)  la huerta que ellos despreciaron y abandonaron. A ver si así, los turistas terminan por ir a Murcia para ver la catedral, por cierto, del obispado de Cartagena. Cartagena pierde población año tras año y es presa de tanta incompetencia y desprecio por parte de sus responsables políticos.

La cuestión es de una más prolija extensión, pero conocida de todos los que saben de sensatez, coherencia y dignidad y de los agravios elevados a la enésima potencia que llevamos padeciendo. Ya saben que dos son más que uno, y si el dos es una locomotora por natura, lo que hay que hacer es darle todas las herramientas necesarias para que empiece a andar y a tirar del resto de los vagones. Aquí, a la locomotora hay que desmontarla y que el tiempo reduzca  su capacidad y brío propios de su naturaleza.

Cuando se constituyó el nuevo Estado de las Autonomías, la provincia de Albacete –muy listos ellos- supieron abandonar (1978) e irse con Castilla-La Mancha. El Ayto. de Cartagena aprobó el 28 de diciembre de 1979 una moción en favor de la creación de la provincia cartagenera. En 1980 el Consejo Regional de Murcia realizó una encuesta sobre el apoyo a la provincia de Cartagena en la ciudad portuaria. El 24 de marzo de 1981 se publicó con el siguiente resultado: 47% a favor, 24% en contra y 22% indiferente. En este mismo año, el senador socialista Antonio Martínez Ovejero presentó una proposición no de ley en favor de la provincia de Cartagena ante el Senado. Fue rechazada el 23 de septiembre (52 noes de la UCD – 38 síes del PSOE y el PNV. Recientemente, con la reforma del Estatuto de Autonomía, aún pendiente de su tramitación, se ha vuelto a perder una gran oportunidad de hacer capital de provincia a Cartagena. Significaría un revulsivo a tanto sin sentido, a tanta necedad y a tanta ceguera, del todo interesada. La consecuencia de esta injusta situación la estamos sufriendo y no solo los ciudadanos de Cartagena y su Comarca sino todos los de esta Región mal llamada de Murcia. Por cierto, con eso de la Comarca, incluso hicieron una ley, pero ni tan siquiera eso han sido capaces de poner en marcha, también esta figura les hubiera cortado sus alas y sus ansias. Nunca quisieron ni quieren que Cartagena despegue porque se saben perdidos de su paupérrimo y mezquino protagonismo.

Las consecuencias de tanto y tanto sin sentido ya las conoce: Una Comunidad Autónoma endeuda casi tres veces su presupuesto; los salarios y pensiones más bajos de España; las prestaciones sociales más tristes y menoscabadas; las infraestructuras más precarias y despilfarradoras; el turismo que no viniendo, se va; ni salimos en los telediarios, todo se queda en Alicante y pasa a Almería –que hoy, por cierto, ya la están llamando la Huerta de Europa-; el abandono escolar por las nubes; territorio con el mayor número de salas de juego del País; zonas logísticas a 50 km. del puerto; apeadero ferroviario reconvertido en estación y para ir a Madrid en el AVE, de Dios sabe cuándo, hay que pasar primero por Alicante (140km. más) ¿Dónde la han visto más gorda?

En fin, amigos, que esta CC.AA está llamada a su hundimiento, no tiene visos de cambiar porque la ceguera es total, la vanidad sobrevalorada y a ellos, a los cuatro, les va muy bien y sus micro negocios arrojan muy buenos beneficios al clan.


Hundir al portaaviones de la flota conlleva todo eso y Cartagena, más les pese a todos, siempre fue ese portaaviones en sus más de 3.000 años de historia. Quien quiera entender, entienda y pónganse raudos a solucionarlo, aunque creo, desgraciadamente, que el tiempo ya ha pasado y ese portaaviones va camino del desguace. Ya no quedan recursos, ni voluntades, tampoco personas de la categoría necesaria para revertir tanto disparate, tanto daño gratuito, tanta dejadez y olvido y el tiempo transcurrido no perdona y lo que fuera una grieta puede haberse convertido en una zanja de mil pares de cojones.