jueves, 13 de febrero de 2020

DE DÓNDE VENIMOS Y HACIA DÓNDE VAMOS

VENIMOS DE

1.- INICIO: Desde la primera revolución industrial, a finales del siglo XIX la humanidad inició un proceso productivo a gran escala en el que las nuevas fuentes de energía revolucionaron nuestros hábitos de vida.

2.- ENERGÍA: Esas nuevas fuentes se basaron fundamentalmente en el carbón y en el petróleo y de éste surgieron nuevos y numerosísimos productos (Combustibles, Asfalto, Perfumes, Fibras sintéticas, Fertilizantes, Plásticos, Lubricantes, Parafinas y un largo etc.) que posibilitaron, a su vez, grandes avances en otros campos de la producción desplazando lo artesanal por lo industrial. La obtención de esa energía y los nuevos procesos industriales necesitan de grandes recursos que, a su vez, generan grandes cantidades de desechos que ni han sido ni son tratados de forma conveniente.

3.- CRECIMIENTO: Es indudable que gracias a todo ello la población mundial pudo pasar de los 1.500 millones de personas del año 1900 a los más de 7.500 millones del pasado año 2019.

4.- NECESIDADES: También es indudable que en poco más de un siglo ese aumento de 6.000 millones de personas tiene necesariamente que ejercer un fuerte impacto, porque cubrir las necesidades de esa nueva población se ha estado haciendo a costa de los recursos naturales del planeta y bajo la premisa de un sistema económico que solo buscaba y busca el beneficio financiero de su actividad. Se instauró el usar y tirar. Toneladas de desechos y basuras que no fueron considerados en su justa importancia y transcendencia hasta que su colmatación se nos ha hecho del todo patente y con todas sus nefastas consecuencias.

5.- CONSECUENCIAS: Ese nuevo maná productivo ha producido, en paralelo a su desarrollo, una huella mundial en todos nuestros ecosistemas. Huella, que empezó a detectarse y denunciarse sobre los años 60 del pasado siglo. Sin embargo las sociedades no han sido conscientes ni responsables del daño que estábamos haciendo a nuestro propio planeta. Ha sido recientemente, cuando las alteraciones climáticas aumentan y nos tocan de cerca, cuando hemos empezado a tener conciencia de la gravedad de la situación. No voy a referenciar ninguna de ellas porque bien que las conocéis.

6.- VOLUNTAD: Hace unas décadas, la gran mayoría de países de este mundo dieron comienzo a reuniones donde debatían la situación, de cómo empeoraba, de las medidas a adoptar e incluso se fijaban plazos para conseguirlas. Prácticamente lo único que se ha conseguido es la NADA. Como última oportunidad comenzaron a hablar de una agenda 15-30 que luego se dijo que era la 20-30 y pronto dirán que la 30-30. Intentos inútiles y vanos, aunque necesarios.

7.- ECONOMÍA: Nos guste o no, nuestro sistema vital está sujeto a ella, a una economía de mercado puro y duro. Todo se traduce y se rige por el coste en dinero y por los beneficios “económicos” que reporta. Es el dinero el que decide qué se hace y qué no. Es la MEZQUINDAD del sistema. Y nos está y estará costando caro, muy caro. Un concepto de lo “Productivo” cortoplacista, subjetivo y, paradójicamente, IMPRODUCTIVO.

VAMOS A

8.- CAMBIAR: Es la única opción que nos queda, pero la mochila financiera-económica es tan pesada que nos será imposible. El rico nunca permitirá que le arrebaten su riqueza, antes preferirá la muerte y, antes de morir él, matará. Así que el cambio nos será impuesto porque es muy posible que LA NATURALEZA se esté defendiendo de los ataques que, sin contemplación alguna, le hemos estado haciendo durante más de dos siglos. Es la REACCIÓN a la ACCIÓN de todo proceso. Y, en esa defensa, responde con sus mejores armas. Y, ante ella, nosotros somos infinitamente más débiles y con muy pocas posibilidades de salir victoriosos, sólo unos pocos supervivientes, como mucho. Y Vuelta a empezar. La NATURALEZA, como ENTE superior a nosotros, es mucho más sabia y sabe cómo reiniciar el proceso ante la aniquilación de Su Obra. Ella es la gran guardiana de la vida, esa es su función: Crear Vida y mantener los equilibrios que sean necesarios para tal fin allá donde sean posibles.

9.- EQUILIBRIO: Está claro que hemos sido extremadamente eficientes en romper los equilibrios medioambientales y ecológicos de la madre NATURALEZA y no lo hemos sido ni lo somos en su reposición. Y eso tiene su precio y hay que pagarlo.

Todo lo anterior es un breve resumen de lo ocurrido en lo que respecta a nuestra intervención directa sobre los recursos naturales, pero cabe otra VARIABLE de la que poco se habla y que también ha de ser considerada:

10.- COSMOLOGÍA: Que es la parte de la astronomía de estudia las leyes generales, el origen y la evolución del universo. Nuestro Planeta TIERRA no es algo independiente de nuestro sistema solar, ni del resto de su brazo de la espiral de la galaxia de la que forma parte. Y como no lo es, está sujeto al movimiento cósmico del universo y aunque sus plazos temporales tienen medidas harto superiores e inabarcables para nosotros, es posible que se estén repitiendo procesos de cambio cósmicos de los que no somos conscientes. Ya los hubo con anterioridad, lo que ocurre es que no nos acordamos o nos fueron deliberadamente borrados de nuestra memoria e historia. Pero lo que sí hay que tener suficientemente claro es el proceso que nos toca y en el que estamos:


RESETEO O COLAPSO

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