lunes, 12 de diciembre de 2011

LO PREVISIBLE

Uno que tiene tiempo, y no todo el que quisiera, para navegar por los conocimientos que procura Internet va tomando las esencias de las cosas -mi limitada capacidad así lo requiere- y voy constatando que, desde los arcanos de los tiempos, hay un plan. Y que hay un viejo linaje encargado de la ejecución del mismo. Dinastías que se suceden sin interrupción alguna y que mantienen su hegemonía, llueva o truene. Pues ni tan siquiera el diluvio pudo con ellos.

De la vieja Babilonia parece ser su último origen. Ni Atlántidas ni Lemurias. Nada ni nadie pudo con ellos. Hay algo que los hace omnipotentes, algo, más allá de su poder terrenal, les ampara. Estoy seguro de que es en el conocimiento y en el saber de la verdad donde radica gran parte de su fuerza.

Hoy, tras siglos y siglos de avances sociales, tecnológicos y  también filosóficos desconocemos absolutamente todo sobre nuestro pasado. Esta es una de las ventajas con las que cuentan esos viejos linajes de sumos sacerdotes, reyes y sociedades secretas: ellos conocen el pasado. Siempre lo han conocido y gracias a eso es que modelan y adecuan el presente a sus míseros intereses. Lo mantienen escondido a las mayorías, recuerde, el conocimiento es poder. Ellos son los que lo ejercitan desde los tiempos inmemorables. No dudan en manipularlo y tergiversarlo para seguir con el engaño milenario al que nos tienen esclavizados.

Internet se les fue de la mano y por eso están modificando las leyes que les permitirán controlar el contenido de la misma. Europa también se les fue y la han traído al redil con una muy buena crisis económica y financiera, que magistralmente dominan. Ya hemos dejado de elegir a nuestros gobernantes. Ahora son ellos quienes ponen, con total impunidad, hasta los máximos dirigentes para que nos gobiernen con todas las garantías que ellos necesitan para su control sobre nosotros. Ya está bien de democracias y esas pamplinas. Años de miseria, de pobreza nos esperan a los que supimos dotarnos de un estado del bienestar, tras demasiada sangre derramada en dos guerras mundiales. Ese mismo estado que ellos, en su feudo, jamás permitieron con el falso pretexto de la libertad. Libertad que también han perdido. ¿Qué les queda a los ciudadanos norteamericanos? La misma miseria que a los europeos. ¡A trabajar como esclavos si queréis comer!, es lo que nos han preparado. Europa calla y acepta el plan. Cambiaran las monedas por aquella que a ellos mejor sirva. Pero antes, nos necesitan para su gran objetivo: Todo el Oriente, el cercano, el medio y el lejano. Esos que siempre se les han escapado de entre las manos. Necesitan su sangre negra y van a por él. Nos utilizaran de punta de lanza, ya lo han hecho con Libia. Creando un problema mayor, la atención y los recursos se dirigirán hacia él. Como borreguitos indefensos balando y balando haciéndoles su macabro y ancestral juego de sacrificio humano. Nuestra sangre roja será de nuevo derramada. Es su plan.

Instalan el problema que ellos crean, reaccionan dando la razón a la pobre y primaria sensatez de los temerosos y solucionan dando tranquilidad a los durmientes e ignorantes ciudadanos. Dame pan y dime tonto. No terminamos de despertar y hacen con nosotros lo que quieren. ¿Tan ignorantes somos?

En su maquinación secular, un francmasón de alto grado, Albert Pike, escribió una carta dirigida a otro colega del clan: “Deberá haber 3 grandes Guerras Mundiales. La III Guerra Mundial debe ser promovida aprovechando las diferencias entre el sionismo político y los dirigentes del mundo islámico. La guerra deber orientarse de modo que el Islam y el sionismo político se destruyan mutuamente mientras que el resto de naciones divididas por este asunto se vean obligadas a entrar en la lucha hasta el punto de que se vean agotadas física, mental, espiritual y económicamente” Corría el año 1860.

Las dos primeras ya fueron, la tercera se está fraguando y los pueblos seguimos siendo manejados y engañados. ¡Despertemos! Todo al servicio de la economía. La economía que ellos han impuesto, la que les da el poder. Esa economía no es la que necesitamos ni la que queremos. El plan ha funcionado, el plan sigue funcionando. ¿Lo permitiremos?

Los tambores resuenan ya por todo el mundo. Los que agreden y los que se prestan a su defensa, todos se dirigen a lo que parece inevitable. Flotas que van tomando sus posiciones. Declaraciones de aviso. Y mientras haya un solo soldado dispuesto a disparar contra su igual, habrá guerra. ¡Soldados, uniformados del mundo, NEGAOS!

Sois los instrumentos directos de la atrocidad de la guerra. Sois los primeros en morir. No hay patrias, sólo seres humanos. Todos somos el mismo ser. ¿Por qué un brazo habría de arrancarse el otro? ¿No os dais cuenta? Aunque no os prepararon para ello, ¡PENSAD!, que aún no sois máquinas. Si vosotros no disparáis no habrá conflicto. Que llenen las cárceles de soldados valientes. Os sacaremos de ellas. Aún estamos a tiempo. Podemos evitarlo. No más sangre sobre la tierra. Está en vuestras manos y en las nuestras.

¿Por qué tanto sacrificio en vano? ¿A quién satisface tanta destrucción, si no es al propio mal? ¡Basta ya!

¡Unamos nuestra conciencia de seres humanos! El ser humano está llenado de bondad y de bien. Apartemos todo aquello que nos induzca a lo contrario. No nos dejemos manipular por más tiempo. ¡Despertemos! Sólo queremos la paz y que la riqueza que este planeta nos regala sea redistribuida hacia todos nuestros semejantes, eso es hacer el bien y no el mal. ¡Exijamos la instauración de la paz! Que sea instaurado el bien, la colaboración y la generosidad. Que las gráficas reflejen la felicidad de todos los seres de este planeta y no la riqueza de unos pocos y de sus planes. Hagamos triunfar al bien, que ya basta de maldad.

Porque lo que es previsible es evitable.



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