jueves, 12 de junio de 2014

EL PP, CORRUPTO HASTA LA MÉDULA, UNA LACRA PARA LA UNIPROVINCIAL REGIÓN DE MURCIA Y UNA LACRA PARA ESPAÑA

Jamás, nunca, en estas décadas de pseudo-democracia, ha habido un partido tan corrupto como el PP. Toda la geografía española se haya preñada de casos donde la mayoría de los responsables políticos de este pseudo partido se encuentran imputados. Digo pseudo partido, porque más bien se parece, en sus formas y comportamientos, a una mafia siciliana. Desde su propia estructura interna, donde todos son elegidos a dedo del capo, hasta el reparto de sobres de dinero negro,  y sin olvidar los fondos evadidos a los paraísos fiscales en cuentas que no paran de aparecer. Los chantajes a las empresas amigas, los sobrecostes en toda obra que realizan, sin olvidar el despilfarro que suponen las obras innecesarias e inviables. Ya hemos visto cómo completan el comportamiento mafioso con el asesinato entre sus propios miembros por las desavenencias en los repartos de la tarta, como en León. Que es el colofón de lo que verdaderamente son: Una mafia, en toda regla.

Nos centraremos en el caso de esta uniprovincial Región de Murcia, donde estamos asistiendo al caso más grave de cuantos han sido y, quizás sea, por el número de imputados que ya lleva la causa. Hablamos de Novo Carthago. Tres consejeros autonómicos (Uno en activo, otro ya no está y otro, Delegado del Gobierno en la actualidad);  una alcaldesa-diputada, la de Cartagena, pues es en su término municipal donde todo se sustenta; su vice-alcalde; varios altos funcionarios de la cuerda municipales y autonómicos; aparte de los propios de la empresa promotora. Prevaricación y cohecho, de momento, y más delitos que de seguro harán aparición.

A usted, estimado lector, le supongo al tanto de este deplorable caso, por lo que evitaré los datos del mismo. Mi intención es hacer recaer la atención en la falta de dignidad, valentía y honradez que tienen estos personajes del Pp. Ninguno de los activos y con representación por cargo público, ha pensado, si quiera, en presentar su dimisión. Ni la alcaldesa-diputada hará uso de la puerta que la Fiscalía le abrió para su presentación voluntaria y con abogado, ante el juzgado para hacerle unas preguntitas. Agotará todo el tiempo posible y después el proceso seguirá alargándose, gracias a su aforamiento. Los demás harán lo mismo, ganar todo el tiempo posible para no tener que enfrentarse ante la Justicia.

Lo más grave es el comportamiento del propio presidente de la Región que, si ya en el caso de la alcaldesa de Pliego (Ya condenada por prevaricación), la exculpa hasta la resolución de su apelación, es de vergüenza. Pero, claro, tan solo es el presidente de la Región, no es el presidente del Partido, ¡Sí!, el que se marchó a Bruselas, huyendo de la quema, que no dice ni pío, no vaya a ser que también le imputen por algún papel o alguna confidencia que puedan aparecer por ahí. Estos son los hombres y mujeres del Pp que llevan gobernándonos 20 años.  Un verdadero contubernio de la política entendida como el medio para hacerse ricos a costa de los ciudadanos. Que ese fue y es siempre su fin.

Como soy cartagenero, me permitirá ahondar en la situación de la alcaldesa-diputada. Ella, Pilar Barreiro, no es cartagenera, fue acogida, como bien hacemos los cartageneros con todos aquellos-as que deciden vivir entre nosotros. Así, sería aún más triste y rechazable su traición para con nosotros, los cartageneros. Porque eso no se le hace a quien te acoge, no. Barreiro nunca ha actuado en beneficio de la ciudad, porque, de haberlo hecho, no estaría ésta como está, hecha unos zorros. Ni tendríamos el mayor número de parados de toda la Región; ni la deuda que nos deja; ni un Ayuntamiento gobernado bajo los intereses de unos poquísimos de sus amigos. Ni un Consistorio que no gana para pleitos y juicios que casi nunca gana y que tampoco cumple con aquellos que no le interesa. Ni tampoco ha sido ningún beneficio para la ciudad pagar por un Auditorio como si fuera un Palacio Real, ni un Palacio de Deportes que no termina y que, más se parece a un ovni que jamás volará y que nos traerá muchas más sorpresas. Pilar se creyó una diosa del Olimpo, sin serlo, ¡Claro! Y como jamás fue demócrata, pensó en trasladar la estación del ferrocarril a otro lugar para que sus amigos, los de siempre, puedan seguir ganándose el pan de cada día. Porque no consultó a nadie y mintió contando los apoyos que tenía y que, en verdad, no tiene. Pilar ha hecho mucho daño a Cartagena, mucho. Creerse sus mayorías absolutas por debajo del 50% de participación, no son, en verdad, mayorías, son secuestrar el poder.

Pilar, si no acude voluntariamente a testificar ante el Juez, demostrará de qué está hecha. Demostrará que todo lo suyo ha sido una continuada mentira en el tiempo, un continuado engaño a los cartageneros-as. Una verdadera tomadura de pelo. Solo aquellos que se saben inocentes tienen la valentía de hacerlo. Y no parece ser ese el caso de la alcaldesa-diputada.

Ha tergiversado las voluntades de los pusilánimes, ha manipulado a los medios de información local, ha sentenciado a otros, ha forzado al silencio a muchos y nos ha empobrecido a todos los ciudadanos ajenos a sus gobiernos.


Esperaremos a que se haga Justicia, esperaremos el tiempo obligado, pero el próximo año, estimado lector, no la vuelva a votar a ella o a su partido, si alguna vez lo hizo, y no deje de asistir ante su urna. Ahí también se aplica la Justicia, La Justicia del Pueblo, la del Pueblo Soberano.   

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