jueves, 26 de enero de 2017

DEMASIADOS RECURSOS PÚBLICOS PARA UN MISMO FIN (LA ADLE-Cartagena)

La Agencia de Desarrollo Local y Empleo (ADLE –http:www.adle.cartagena.es) fue un invento de corporaciones anteriores del PP, para  que la exalcaldesa Barreiro dispusiera de un lugar donde mandar a exconcejales y fieles servidores del partido popular, como el Senado lo es ahora para ella. 

Esta Agencia a lo que se dedica básicamente es a servir de intermediaria entre el SEFCARM (Servicio Regional de Empleo y Formación de la Región de Murcia -http://www.sefcarm.es-) y el municipio de Cartagena.

El Sefcarm es el único responsable de las políticas formativas y empleo destinadas a los desempleados. Ningún Ayuntamiento, tampoco el de Cartagena, posee competencias en materia de empleo. El Sefcarm ofrece cursos y los ayuntamientos optan por aquellos que considera más adecuados para cubrir las necesidades formativas de los desempleados locales. Es por lo tanto, y vuelvo a repetirlo, un mero intermediario sin capacidad alguna en la materia.

Recordar que el propio Sefcarm tiene sus oficinas en la Avda. de Murcia, con todos los servicios y más, que pueda ofrecer la Adle en relación a la formación y al empleo. Duplicación de servicios, que se llama y a 1200 metros de distancia. Derroche de servicios públicos.

Bien, pues esa intermediación le viene costando a los cartageneros en todos estos años que lleva funcionando, un montón de millones. Para este ejercicio, el coste del servicio anda por los cuatro millones de euros. No existe en toda la Región ningún organismo parecido, ni con ese coste tan abultado y oneroso, ni siquiera en la ciudad de Murcia. Es a través de las propias concejalías donde se desarrolla esa labor. No se necesita disponer de un edificio administrativo (C/ Serreta) para tal menester, ni necesitan de talleres (Canteras), ni de otras instalaciones como las cocinas de La Milagrosa para impartir el curso que es estrella de todos cuantos vienen realizando: Cocineros y Pinches de cocina.

A mayor Inri, en Cartagena disponemos de la Escuela de Hostelería http://www.murciaeduca.es/cpuifhostcartagena/sitio/, dependiente de la Consejería de Educación, Cultura y Universidades que tanto costó conseguir en 1992 y en donde se imparten todos los ciclos formativos y certificados de profesionalidad de las Familias profesionales de Hostelería y Turismo e Industrias Alimentarias. Más derroche público.

Así, con el esfuerzo económico, vía impuestos, de todos los cartageneros, suplantamos las instalaciones del antiguo INEM en San Félix –Hace años cerradas- creando un sinfín de recursos innecesarios, paralelos y sobredimensionados. Más derroche. Sin olvidar que Cartagena cuenta, también, con el CEEIC (Centro Europeo de Empresas e Innovación Cartagena) dependiente del INFO (Instituto de Fomento) para prestar apoyo a las Pymes y a los empresarios innovadores (http://www.ceeic.com)

Al cambiar el gobierno municipal hubiera sido de esperar que se miraran estas estructuras y su verdadera funcionalidad. Sin embargo, se optó por continuar la dinámica de fondo que las creó: dar cabida a aquellos que se quedan fuera, cueste lo que cueste, que para eso pagan los cartageneros.

Por el contrario, sí se disuelve un organismo como el IMSEL (Instituto Municipal de Servicios del Litoral) que, mejor o peor, prestaba sus servicios para la mejora de infraestructuras en las playas de nuestro término municipal y que, a partir de Semana Santa y Verano, veremos cómo repercute su disolución en el estado de las mismas y qué imagen ofrecemos al sector turístico. Veremos.

En fin, son decisiones políticas que se pueden o no compartir, pero que denotan poca sensibilidad hacia los maltrechos bolsillos de los cartageneros: “Si no tengo las competencias en empleo qué hago yo manteniendo una estructura que tan solo sirve de intermediaria para hacer unos cursos”. Esa labor la podrían hacer otros, ya la hacen, y sin tan alto coste para el ciudadano.

Muchas veces es bueno poner en la balanza los pros y los contras y objetivamente valorar si el coste de tal o cual inversión es ajustada al esfuerzo realizado por los contribuyentes y eso, además, cuando el pasado año dejaron perder casi un millón de euros en cursos. Si en esa balanza ponemos los recursos en infraestructuras y económicos empleados entre unos y otros y el número de desempleados, que no baja, veremos que algo no cuadra. Simplemente no funciona. Duplicar por duplicar servicios no es la respuesta.


Desde mi perspectiva, que siempre será escasa y discutible, considero un exceso la existencia de tal agencia viendo a lo que realmente se dedica y sabiendo que ya hay otros organismos que desempeñan esas funciones. Esta Agencia, debiera ser mucho más ambiciosa y no una mera replicante de lo que otros hacen, o simplemente, ser disuelta. Y los cuatro millones, dedicarlos a la inversión en el mantenimiento de las infraestructuras municipales, que buena falta hace o dejarlos en los bolsillos de cada cual. Aprovecho el presente escrito y apunto que una buena mano de pintura no le vendría mal a la ciudad, a los barrios y a las Diputaciones, no se olviden que un poco de color a nuestro alrededor hace que las cosas se vean de forma diferente y que lo viejo aparezca como nuevo, que para más no hay.

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