miércoles, 17 de junio de 2020

EL PÉSIMO Y MALÍSIMO ESTADO DE LA REGIÓN Y LA POCA VERGÜENZA DE ALGUNOS

En el día de ayer 16 de junio de 2020 tuvo inicio el debate parlamentario sobre el Estado de la Región de Murcia en la Asamblea Regional de la misma. Ayer, solo el presidente de esta uniprovincial y mal llamada Región de Murcia, habló. He leído muy por encima su discurso y sigue siendo el mismo que sus colegas de partido han estado haciendo en los últimos 25 años. Más planes estratégicos, van tropecientos mil,  y el caso, la cuestión, es que, tras ellos, esta Región no avanza, retrocede más y más. En estos 25 años no ha habido avance alguno, todo va hacia atrás. Seguimos igual o peor que entonces, con una deuda que ya supera en dos veces el presupuesto comunitario, más de 10.000.000.000,00 de euros, copando los peores datos estadísticos de cualquier estudio que valore los índices de bienestar, desarrollo y progreso, así como los culturales, los patrimoniales, los turísticos y los ecológicos y medioambientales.

Hoy tocará el turno a los grupos de la oposición que serán más de lo mismo. No quiero dejar pasar la ocasión para dar mi parecer al respecto como sufriente  ciudadano. Por ello me he puesto a escribir lo que realmente siento. Les cuento:

El caso es que ayer y hoy el presidente de esta Comunidad Autónoma viene a Cartagena y yo le pregunto: Al entrar a Cartagena, ¿NO LE DA VERGÜENZA VER LO QUE VE?

El diccionario de la Real Academia de la lengua española dice con respecto a la palabra VERGÜENZA y en su primera acepción, que es la “Turbación del ánimo ocasionada por la conciencia de alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante”

¿Siente usted, Sr. Presidente, vergüenza al entrar a Cartagena? Les aseguro que ninguna, no le produce ninguna. Como a sus anteriores y a su partido. No es esa su política.

Es verdad que usted solo lleva tres años al mando, pero es el heredero directo de las políticas que su partido ha desarrollado para con Cartagena en estos 25 años y no se le ha visto la más mínima intención de modificarlas. Sigue actuando como sus predecesores, solo el término municipal de la ciudad de Murcia es lo que importa. Todo cuanto lleva el apelativo de Región de Murcia se circunscribe a esa ciudad, sea o no cierto, sea o no producto del hacer de sus gentes y del legado de su historia. Porque es el nombre de Murcia el único que ha de ondear y figurar, los demás tan solo son el atrezo de esa obra de aniquilación y etnocidio de las demás idiosincrasias. Y de estas, la más antigua y rica es la cartagenera, mucho más importante que, incluso, de la propia murciana. Ahí está la HISTORIA para confirmarlo. Y han de saber que no basta con el poder administrativo que poderes interesados y malévolos le otorgaron como pago de sus favores o serviles servicios, porque los cartageneros sabemos mantenernos fieles a nuestro acervo de más de tres mil años de antigüedad. Y que, por más que lo intenten, por más que nos humillen y nos arrebaten lo que es nuestro por derecho histórico, no podrán hacer desaparecer el legado de nuestros antepasados.

El caso es que cualquier persona normal, sea local o foránea, sentirá perplejidad al ver lo que ve al entrar a Cartagena. Sentirá cierta apoplejía al ver esa Sierra Minera hecha un desastre medioambiental. Sentirá caérsele el alma al suelo al ver lo que las políticas de su partido le han hecho al Mar Menor, que está muriendo porque ustedes lo condenaron hace tiempo. Y sentirá congoja al adentrarse por el Casco Histórico de la ciudad más antigua de esta Región y de todo el Mediterráneo español, hecho un verdadero erial, sin vecinos, sin alma alguna que le de vida, de solares y edificaciones cutres, las más, y dejadas de la mano del señor. Otras, que, aun conservando su señorío de otros tiempos, están vacías, depreciándose, esperando al pelotazo que nunca llega. Porque ustedes y su partido en estos 25 años decidieron que Cartagena, y sus 215.000 habitantes (Cada año menos) tenían que venirse abajo para el enaltecimiento y mejor vida de una ciudad con una catedral que es la de Cartagena y un Casino que es privativo de unos pocos señoritos de Murcia. Nada más.

Las políticas que ustedes han desarrollado, todas en contra de Cartagena y de su Comarca Natural del Campo de Cartagena (Incluido el Mar Menor, porque así fue siempre) han hecho la realidad que es esta vieja tierra, un verdadero estercolero, donde solo se reparten las sobras de esa oligarquía política y económica florecida gracias al monopolio que le significó esta CC.AA. uniprovincial y con todas las capitalidades centradas en esa ciudad que es extractiva y dilapidadora de todos los recursos del resto de ciudades y pueblos de esta Región. Y es, seguro, que tanta desmedida centralidad ha producido el retroceso general del millón restante de ciudadanos que padecen las carencias de todo tipo. Así no es posible desarrollo sostenible alguno ni para todos. Ustedes y sus políticas centralizadoras, todos los huevos puestos en el mismo cesto, son los culpables de la situación de RUINA en la que estamos todos.

La realidad es la que es. Ustedes han quebrado el presente y el futuro de esta Región por su codicia y avaricia, por su extremado celo en centralizar incluso lo que no debiera serlo. Ustedes han despreciado los valores naturales e intrínsecos, su capacidad de generar muchas más sinergias, su capacidad creativa y su instinto de superación tantas veces demostrado en las páginas de nuestra historia. Hundiendo como han estado haciendo con Cartagena y su Comarca Natural, no se han dado cuenta de que también se estaban hundiendo ustedes. Así, si queremos cambiar este destructivo rumbo, será necesario acudir a una especie de CATARSIS para que las cosas estén donde tienen que estar “per se” y no por los intereses particulares y destructivos de unos pocos, que olvidándose del sentido común y de los intereses generales, se enriquecen solo ellos a costa del lomo de todos los demás.

Esta Región es el garbanzo negro de todas las que forman parte del Mar Mediterráneo. Desde Gerona hasta el Estrecho, todos los focos de crecimiento se desarrollan a sus orillas. Todas son mucho más ricas y prósperas. Solo aquí, donde todos los huevos se han puesto en la cesta de una ciudad interior y sin recursos innatos, abandonaron su otrora famosa huerta en post de una urbe moderna y sin alma, el crecimiento es nulo, tan insignificante que es más bien de decrecimiento.

Creo que esta es la triste radiografía de esta deformada y hundida Región y si nadie me demuestra lo contrario seguiré defendiendo que las inversiones hay que hacerlas donde sus resultados sean más favorables, sostenibles, rentables y más redistribuibles para todos. Y como ya dije en un artículo anterior: Si tienes un portaaviones, no lo destruyas, no lo desgüaces. Apóyate en él, cuídalo, es el único que te podrá garantizar seguridad y futuro para todos.


Y, por último, y en coherencia con estas generalidades que les he descrito, pido a todos los ciudadanos responsables de Cartagena y su Comarca no den, cuando sea menester, su confianza ni su voto a quienes han hecho posible esta cruda realidad, que huyan de ellos, porque han de saber que el MASOQUISMO  es una “Conducta sexual en la que se obtiene la excitación y la satisfacción sexual a través del propio dolor físico o psíquico, la humillación, la dominación y el sometimiento” No sea usted una masoquista gratuito y tonto, que no le va bien. Pregunte a sus hijos, verá.

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