Allá, por 1995, les decía a mis amigos: “Para 4 sinvergüenzas que tiene el PSOE nos vamos a la calle 40.000 honraos. Y ahora para 4 honraos que tiene el PP llegan 40.000 sinvergüenzas”. En ese año el PSOE perdió la mayoría de los ayuntamientos y comunidades autónomas. Al año siguiente ganaron las elecciones nacionales. Ya volvían a tener el cortijo bajo su mando. ¿Cómo vamos a llenarnos los bolsillos?, se preguntaron. En el 98 modificaron la Ley del Suelo con la intención, decían, de abaratar el suelo y el precio de las viviendas. Por aquellos tiempos un piso de 90m2 estaba en 15.000.000 de ptas. Pronto pasarían a costar el doble pasando a ser apartamentos. Se podía edificar en todo el suelo español y si no era así, te llevabas la edificabilidad, por ejemplo, a Teruel. Recuerdo que nos quedamos sin ladrillos y éstos tomaron precio de lingote. Se comenzó la vorágine constructiva. Un país con unas necesidades de vivienda de 450.000 construía 1.000.000. Todo el mundo vendía y compraba haciendo suculentos negocios. Se dejó de hacer vivienda protegida. El Maná había llegado. Viva la especulación. Ayuntamientos recalificando suelos para “nuevas ciudades”, complejos resort, cientos y cientos de campos de golf. Ayuntamientos cobrando más y más impuestos y otros. Administraciones al servicio de los constructores y de sus intereses. El “Comisionista” se instituyó como elemento del sistema productivo. Se vanagloriaban de haber conseguido que el sector de la construcción pasara a ser la primera empresa nacional. La Banca frotándose las manos, dando más y más dinero. Lo buscaban más allá de nuestras fronteras. La corrupción campaba a sus anchas. Hoy, porque las investigaciones y la Justicia son lentas, lo estamos viendo. Todo el mundo trabajaba, todo el mundo pedía préstamos. “España va bien”, decían continuamente. El Pan para hoy y el Hambre para mañana. El m2 pasó de los 1.000€ a los 3.000€ en apenas 9 años. Los salarios entre 1995 y 2007 disminuyeron y por el contrario las rentas empresariales tuvieron un gran crecimiento. En esos años las empresas aumentaron sus beneficios netos en un 73%. La política del gobierno popular era clara. Bajos salarios, déficit del Estado en 0 y las empresas obteniendo exuberantes beneficios. Gravísimos errores que hoy estamos pagando. El poder adquisitivo del ciudadano español es el de los más bajos de Europa. Llegado el año 2008 la inercia del Modelo de Crecimiento del Gobierno Popular se para y da la cara. Y en este país entramos en La Crisis. Aquellos años de “España va Bien” eran una gran mentira. Se basaban en un crecimiento para unos pocos, no para el conjunto del país (nunca en la historia les ha interesado el “populacho”). Tenemos 1.400.000 viviendas sin vender. Es lo que siempre ha hecho la derecha de esta España nuestra. Ahora nos toca pagar el desaguisado de la derecha. Y hay quien sigue votándoles. Éste es el gran problema de este país, su ignorancia. El hoy no es sólo el hoy. El hoy es el resultado de un tiempo anterior. Y para conocer por qué el hoy es como es, hay que analizar, como menos, un pasado más o menos inmediato. Y con la mayor objetividad posible.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
UNA PARTE DE NUESTRA CRISIS
Allá, por 1995, les decía a mis amigos: “Para 4 sinvergüenzas que tiene el PSOE nos vamos a la calle 40.000 honraos. Y ahora para 4 honraos que tiene el PP llegan 40.000 sinvergüenzas”. En ese año el PSOE perdió la mayoría de los ayuntamientos y comunidades autónomas. Al año siguiente ganaron las elecciones nacionales. Ya volvían a tener el cortijo bajo su mando. ¿Cómo vamos a llenarnos los bolsillos?, se preguntaron. En el 98 modificaron la Ley del Suelo con la intención, decían, de abaratar el suelo y el precio de las viviendas. Por aquellos tiempos un piso de 90m2 estaba en 15.000.000 de ptas. Pronto pasarían a costar el doble pasando a ser apartamentos. Se podía edificar en todo el suelo español y si no era así, te llevabas la edificabilidad, por ejemplo, a Teruel. Recuerdo que nos quedamos sin ladrillos y éstos tomaron precio de lingote. Se comenzó la vorágine constructiva. Un país con unas necesidades de vivienda de 450.000 construía 1.000.000. Todo el mundo vendía y compraba haciendo suculentos negocios. Se dejó de hacer vivienda protegida. El Maná había llegado. Viva la especulación. Ayuntamientos recalificando suelos para “nuevas ciudades”, complejos resort, cientos y cientos de campos de golf. Ayuntamientos cobrando más y más impuestos y otros. Administraciones al servicio de los constructores y de sus intereses. El “Comisionista” se instituyó como elemento del sistema productivo. Se vanagloriaban de haber conseguido que el sector de la construcción pasara a ser la primera empresa nacional. La Banca frotándose las manos, dando más y más dinero. Lo buscaban más allá de nuestras fronteras. La corrupción campaba a sus anchas. Hoy, porque las investigaciones y la Justicia son lentas, lo estamos viendo. Todo el mundo trabajaba, todo el mundo pedía préstamos. “España va bien”, decían continuamente. El Pan para hoy y el Hambre para mañana. El m2 pasó de los 1.000€ a los 3.000€ en apenas 9 años. Los salarios entre 1995 y 2007 disminuyeron y por el contrario las rentas empresariales tuvieron un gran crecimiento. En esos años las empresas aumentaron sus beneficios netos en un 73%. La política del gobierno popular era clara. Bajos salarios, déficit del Estado en 0 y las empresas obteniendo exuberantes beneficios. Gravísimos errores que hoy estamos pagando. El poder adquisitivo del ciudadano español es el de los más bajos de Europa. Llegado el año 2008 la inercia del Modelo de Crecimiento del Gobierno Popular se para y da la cara. Y en este país entramos en La Crisis. Aquellos años de “España va Bien” eran una gran mentira. Se basaban en un crecimiento para unos pocos, no para el conjunto del país (nunca en la historia les ha interesado el “populacho”). Tenemos 1.400.000 viviendas sin vender. Es lo que siempre ha hecho la derecha de esta España nuestra. Ahora nos toca pagar el desaguisado de la derecha. Y hay quien sigue votándoles. Éste es el gran problema de este país, su ignorancia. El hoy no es sólo el hoy. El hoy es el resultado de un tiempo anterior. Y para conocer por qué el hoy es como es, hay que analizar, como menos, un pasado más o menos inmediato. Y con la mayor objetividad posible.
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