Dice nuestro refranero que “El hábito no hace al monje”, así,
la apariencia de dignidad y honradez que ofrece un señor vestido con los
mejores trajes y las mejores corbatas, en España es, a día de hoy y desde hace
unas décadas, sinónimo de falsedad y mucha hipocresía. Al menos a mí me lo
parece. Todos los señores que han estado y continúan robando y corrompiendo este
desgraciado País, visten los mejores trajes y las mejores corbatas, e incluso,
a algunos se los regalan por el mucho agradecimiento por las cosas buenas que
les han hecho.
Cuando en la televisión, las pocas gratuitas que van
quedando, veo a esas pretendidas personas enfrascadas en trajes de buen corte y
que no repiten ni estos ni las corbatas de las mejores sedas, me da un tufo
horrible, compruebo la verdad del refrán. Para ser monje de verdad, para ser
persona cabal no es suficiente un buen traje. Sin embargo, en nuestra tierra de
conejos y esparto, cuando la gente normal y común ve a alguien enfrascado en
tales ornatos, le salta automáticamente el resorte de ¡Oh, cuidado, gran
personaje, poderoso y respetable, esmero y pleitesía! Debe ser la reminiscencia
del subconsciente de las épocas pasadas donde al pobre y al rico era fácil
distinguirlos por el colorido y la prestancia de sus galas. A mí me ocurre. No
suelo vestir de traje, pero cuando me lo pongo, todo a mí alrededor se
transforma, y lo que más, esas mismas personas que veo en el día a día tienen
otra aptitud, a pesar de que yo sigo siendo el mismo. El subconsciente de tanto
y tanto siglo de miseria obligada que despierta, tendrá que ser, digo yo.
Ahora estamos
volviendo a la misma situación con los herederos de aquellos tiempos donde el
sayo y la alpargata nos vestían y que tan mal nos gobiernan imponiendo sus políticas de clase: El que tenga cuartos
que estudie, el que tenga cuartos que sane, el que tenga cuartos que disfrute;
mientras, empecinados en bajar los salarios de los pocos que aún trabajan y de
las paupérrimas pensiones de nuestros viejos y viejas. Vuelta al sayo y a la
alpargata. Mucha hambre y necesidad cubiertas por la beneficencia que tanto les
gusta.
Hace unos días, el jefe de todos ellos, el registrador de la
propiedad en excedencia, se ha reunido con lo más granado de los trajes y
corbatas, pues todos son de sastrería, que es lo más de lo más. Banqueros y
presidentes de las más grandes firmas empresariales para los que nunca hay
límite en sus emolumentos, fondos de pensiones, rescisiones de contrato, primas
y sobrinas por todo y para todo y acciones sobre acciones. Son, esos pocos
elegidos por el destino, los que arramblan con el presente y el futuro de
millones de hombres y mujeres como ellos y sus hijos y con tan solo una firma
sobre un parco papel. Está claro que la llamada era para ver si pueden aflojar
algo la cuerda, que van (Ya lo han hecho) a empezar las elecciones europeas y
hay que vender el producto para que los del sayo crean que la cosa está
mejorando. Que esa mejora no será para ellos, pero los convenceremos que
primero tienen que mejorar lo macro y que cuando este mejore, ellos, los del
sayo, también mejorarán. Que estén pendientes y no pierdan la esperanza, como
aquella que se perdió de la policía local madrileña y que también se perderá de
pagar ante la justicia como los del sayo pagan irremediablemente. ¡Mienten!
¡Siguen mintiendo! Pues sus políticas no son para todos, son solo para su
casta, sus familiares y allegados necesarios.
Estos, y los que son sus iguales, pretenden seguir gobernando
esta desgraciada Europa del mercadeo y de la desigualdad social, donde intentan
que la Europa protestante del centro-norte venza a la católica del sur. Las
guerras de religión que no se dan solo entre el sionismo y el islam, como bien
vemos. ¡Con lo fácil que sería eliminarlas a todas y poner al hombre y a la
mujer como centro y destino de todas las adoraciones y ofrendas!
La realidad europea la retrata muy bien Joseph Stiglity
(Premio Nobel de Economía 2001) cuando afirma que:
“Después de las elecciones europeas, España e Italia serán de
nuevo rescatadas, Chipre y Grecia tendrán que salir de la Eurozona. Es Alemania
quien decide el rescate a España, y los españoles parecen no darse cuenta que
los verdaderos recortes y sacrificios aún están por llegar. La situación en
España será terrible y el sufrimiento del pueblo español enorme, pero es la
única manera de que Alemania no caiga, pues la caída de Alemania sería la caída
de EE.UU., Reino Unido, Francia, Japón y de consecuencias terribles para la
humanidad”
También, el eurodiputado Sr. Bloom hace su aportación a la realidad
europea en el debate sobre el “Programa de acción para el cobro de impuestos en
la Unión Europea para el período 2014-2020:
“Considero oportuno
citar aquí a gran filósofo estadounionense Murray Rothbard que decía que el
Estado es una institución de hurto a gran escala. Los impuestos son tan solo un
sistema que sirve para que los políticos y burócratas roben el dinero de sus
ciudadanos y lo dilapiden de la manera más vergonzosa. Este lugar no es la
excepción. Es fascinante y yo de veras no entiendo cómo pueden mantener sus
rostros serios, cuando hablan de evasión fiscal. La Comisión entera y los
burócratas de esta comisión evaden impuestos. ¡Ustedes no pagan impuestos, tal
y como los pagan los ciudadanos!
Ustedes tienen toda clase de tratos especiales. Tasas de impuesto
convertibles, límite de pago de impuestos a las grandes ganancias, esquemas de
pensión no contributivas. ¡Ustedes son los más grandes evasores de impuestos en
Europa!
¡Y se sientan aquí a pontificar!
Pues bien, el mensaje ha sido recibido por los pueblos de la
Unión Europea. Ustedes se darán cuenta de que los euro-escépticos regresaran en
junio con un gran número de personas. Y les voy a contar algo peor, cuando la
gente se haga consciente de cuántos son, no pasará mucho tiempo antes de que
ellos tomen por asalto este Parlamento y los ahorque.
¡Y ellos habrán hecho lo correcto!”
(Parlamento Europeo. Estrasburgo, 21 de noviembre de 2013)
Todos estos también visten de los mejores trajes y corbatas y
viajan en business. Son la casta intermedia y necesaria de una falsa democracia
y la que hace oídos a los lobbies para aprobar las políticas que a ellos
convenga y que hace que el sayo sea más extendido entre la población que nunca
les vota. ¡Nos la meten doblá! Eso es lo que pasa.
Antes de estos de ahora había una mayoría socialdemócrata que
si bien también usa del traje y la corbata –por aquello del imperativo legal-,
sus políticas eran más sociales y distributivas y abogaban por una Europa de
los ciudadanos y no de los mercados.
Yo me inclino para que estos sean los próximos responsables
de la política europea y dejen de prestar tanto el oído a tanto lobo
neoliberal. Usted haga lo que considere, esa es su libertad. No la desaproveche
y vote. Así no serán otros los que aprovechen su ausencia del día 25.
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