Enfrentarse a la voluntad clara y manifiesta de los
ciudadanos, siempre es un error. Esos ciudadanos son los que tienen el derecho
de que tú, como alcaldesa y diputada, les sirvas y no viceversa. Que estás muy
equivocada. Los cartageneros han mantenido una excesiva confianza en tu gestión
de estos 19 años y ahora que han comprobado y entendido todos tus engaños,
tienen la legitimidad de protestar. Tú no puedes ni debes utilizar el miedo
contra ellos. Tú no puedes ni debes utilizar la coacción ni el chantaje. Tú no
puedes ni debes tomarles el pelo ni seguir mintiéndoles. Tus cargos públicos no
te dan esas supremacías sobre los ciudadanos, pues, no lo olvides, fueron ellos
quienes te auparon al lugar en el que te encuentras. Sin ellos no estarías
donde estás, Pilar. Te debes a la voluntad del pueblo y ante los cambios sobre
decisiones ya tomadas, su consulta se hace necesaria, su justificación aclarada,
todo lo demás es despotismo, tu soberbia injusta e incontenible. El poder que
tienes no es tuyo, es siempre del pueblo soberano. ¿Lo entiendes Pilar? ¿O,
quizás, tanto tiempo ostentándolo, te ha henchido de tanta altanería y arrogancia
prepotente, que tan solo tú has alimentado, y que te ha convertido en un
peligro de la función pública? Cerraste todos los círculos sociales con la
ayuda de los amigos y cómplices necesarios, expulsabas a aquellos que no
compartían tus opiniones, tus órdenes o tus megalomanías, aburrías a quienes
intentaban hacer bien su trabajo. Imponías tus hombres y mujeres a otros y los
persuadías con boatos, con preeminencias, con salarios dignos. La política no
es eso, eso es enmarañarla, eso es convertirla en lo más sucio y ruin, y que
solo en mentes calenturientas y mafiosas, tienen cabida.
Eres, como todos, una simple mortal y nada de lo que tengas
te podrás llevar a esa otra frontera de la que nadie vuelve una vez cruzada.
Apeláis, tú y los de tu calaña, al orden constituido y os
olvidáis que sois vosotros los que lo alteráis. Engañáis al pueblo soberano y
nunca le tenéis ni el respeto ni la consideración que se merece. Legisláis en
contra de sus voluntades con la aviesa intención de mantenerlo preso,
condicionado, temeroso, silente y ausente. Modificáis la historia según os
conviene, la alteráis, de lo blanco hacéis negro, engañáis sin tapujos. Os
ayudáis de ese pueblo para justificaros, pero lo queréis sentados en casita
viendo cine de barrio y otras memeces. Nunca hicisteis nada para que ese pueblo
viviera en libertad y en igualdad. Cuanto más ignorantes y menos pudientes sean
vuestros iguales, más os repartís vosotros de las ganancias que todos ayudan a
producir. Os comportáis como las sanguijuelas de los ríos caudalosos, y esos
ríos no os pertenecen. Sois los aliados más fieles de aquellos avaros y usureros
de la economía que especulan y tergiversan sus conceptos más primarios, para
obtener sus propios beneficios y las más grandes ganancias. Aunque eso
signifique que los demás pasen necesidades elementales y hasta hambre y se vean
excluidos de cuanto les rodea y no solo a ellos, sino, también a sus hijos.
No te hablaré de los tiempos pasados, pero sí te diré que en
estos de la pseudo democracia que nos dejasteis, habéis socavado todos los
cimientos de la decencia y de la honradez. Sois los amos de la corrupción, la
lleváis en la sangre azul que creéis corre por vuestras venas. Que alguien me
diga en los años de Aznar y en estos de Rajoy una sola iniciativa vuestra, una
sola Ley vuestra, que haya beneficiado a los ciudadanos, una sola, por favor.
Este presidente que tenemos, el que alcanzó el poder del
gobierno gracias a todas las mentiras posibles, el que alentaba a Bárcenas a
que “fuera fuerte, que hacían todo lo posible”, el que, según se comenta en los
medios, llegó a firmar como avalista para que Bárcenas pudiera abrir cuentas en
el banco suizo. Lo más de lo más. ¿Dimitirá Rajoy si es confirmado? ¿Sabremos
el nombre del peso pesado de vuestra organización, que abrió seis cuentas en
Suiza?
No me creo nada de eso que has contado para echar más inquina
a lo insustancial, eso de que alguien
aporreó tu puerta dos veces. Poca gente se lo cree, que haya sido ahora,
precisamente ahora. Y no tienes testigos y tus escoltas que siempre van contigo
¿Dónde estaban? Y si fuera cierto, ¿Nadie puede “Aporrear” tu puerta? Te
comportas como las niñas mal criadas que se enfadan y cogen una tabarra cuando
no se salen con la suya. Y es que ya son demasiados años de mal crianza los que
llevas, y los cartageneros han despertado de su tremendo error e intentarán
subsanarlo no votándote nunca más. Hemos comprobado que la violencia en su
estado más puro, es cosa vuestra, y, entre vosotros, os hacéis todos los daños
y todos los crímenes. Sabéis y conocéis de la venganza. Sois como aquellos del
“viejo testamento”: Ojo por ojo y diente por diente. Y en ese “viejo
testamento” permanecéis, en el del becerro de oro. Y así nos va a todos.
Vosotros ricos, nosotros pobres y menesterosos.
Termino diciendo que espero que la cordura y la sensatez de
los pueblos de España, os devuelvan al lugar que realmente merecéis. Pueden
empezar el próximo día 25, yendo a votar y votando a cualquier otro que no sea
de vuestra calaña.
Por el bien de España y de los españoles.
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