miércoles, 21 de abril de 2010

NUEVOS TIEMPOS

Nuestra tierra es vieja, somos viejos. En cada uno de nosotros anidan los saberes de nuestros antepasados, con sus fracasos y sus glorias. Somos un pueblo sabio. Antes que nos, pasaron muchos y cada uno hizo lo que su tiempo le deparaba y exigía. Fenicios, Íberos, Celtas, Godos, Carthagineses, Romanos, Judíos, Árabes y otros muchos. Nuestro deseo de conocimiento y de búsqueda del saber nos llevó a otros lugares donde los intercambiamos. Un resultado claro de ello es nuestra maravillosa lengua, la hablamos por todo el planeta y no como instrumento al servicio de la economía y de la infamia, sino como instrumento al servicio del hombre.

Hoy, el mundo, anda un poco loco. Los que saben de astrología (ciencia que siempre fue despreciada a pesar de que, todas las civilizaciones anteriores a la nuestra, conocían a la perfección). Y esto quizás sea porque nuestra cultura haya sido cimentada en ella, falseándola. Dicen que estamos dejando una era, la de Piscis, y entrando en la de Acuario. Estamos abandonando 2000 años de ignorancia, tergiversación, manipulación y engaños. Y nos dirigimos a la era del conocimiento, de la verdad y del progreso como seres humanos. Cuanto antes abandonemos aquellas prácticas, desenmascarándolas, nos irá mejor. Debemos ser los ciudadanos libres de prejuicios los que transmitamos los saberes que se ajusten a la verdad, a la ciencia, a la astrología. Dejemos en las cunetas los cuentos y las chorradas a través de las cuales y, hasta ahora, otros nos han impuesto para su bien-estar. Quizás la verdad se halle en nuestro sol y en nuestro zodiaco, quizás la verdad sea más sencilla después de todo. Debemos ser los ciudadanos, los que acabemos con todos los secretos de tantos años. No deseamos sociedades oscuras, ni complots, ni guerras. Ni oropeles, ni mentiras. ¿Para qué necesitamos tantas armas? ¿No es mejor repartir que quitar? ¿No es mejor vivir en paz? ¿Para qué tanta sangre derramada? ¿A qué nos ha conducido tanta depravación? ¿Realmente hemos avanzado o es que nos abrieron un paréntesis? Debemos cerrarlo.

Restos arqueológicos que se tapan porque no interesa que la gente sepa. Homínidos de dos millones de años. Calaveras talladas en cristal de miles de años. Piedras talladas con láser. Pirámides que nadie se explica. Humanos gigantes. Culturas y civilizaciones desaparecidas. Museos que se expolian. Bibliotecas que se incendian. Libros que se ocultan. La tierra hueca, los polos con aberturas. Construcciones en la luna. Máquinas imposibles en su tiempo. Escrituras aún no descifradas. Religiones, todas falsas. Millones de personas que desaparecen sin más. Extraterrestres buenos y malos.

Queremos ser los dueños de nuestro tiempo y queremos los cielos limpios y azules y también las aguas y los campos. ¡Queremos vivir!

Y nuestra clase política ha de disponer de los medios para hacerlo, ha de enfrentarse, de una vez, a la verdad. Hemos de saber quién realmente está en el camino y quién no. Tenemos que despertar y abrir nuestras mentes y borrar todo aquello que nos ha mantenido en la ignorancia. Aquellos que desean que todas las cosas se queden como están han de saber que no se lo vamos a permitir. Que ya está bien. Que somos algo más que consolas, plasmas y tft. Y que toros y fútbol. Que necesitamos pensar en nosotros mismos, que lo queremos hacer nosotros. Que el universo al que pertenecemos está lleno de vida y de luz y nos lo han ocultado.

Que nuestra mente y nuestro corazón se hicieron para algo más que seguirles la corriente a los estafadores. Y no haríamos bien. Quizás tengan que suceder cosas importantes para que las conciencias despierten. Hemos de estar preparados para discernir. Ya saben aquello de que, a río revuelto, ganancia de pescadores. Siempre aparecerán los que quieran aprovecharse, estemos atentos.

Nuestros colegios, institutos y universidades han de ser algo más que centros pasivos. Han de ser los centros neurálgicos del conocimiento y del saber y desde el principio, desde la base. Estas estructuras han de estar abiertas a todos, no queremos títulos. Queremos saber, saber para aprender. Han de ser los parques para el conocimiento, para todo conocimiento. Necesitamos filósofos, librepensadores y también técnicos y expertos.

Podemos hacerlo y, al igual que entonces, darlo al mundo.

P.d. (Feliz cumpleaños María y que los dioses te sean propicios).

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