miércoles, 26 de mayo de 2010

LA CIGARRA Y LA HORMIGA

¿Quién no conoce esta fábula de Samaniego? Se cuenta en ella que, mientras la cigarra vive al día, la hormiga trabaja y guarda para el siempre incierto futuro. De tal forma que cuando ese futuro se plasma en jodio, la primera se encuentra desamparada y la previsora hormiguita amparada.

No me cabe duda alguna de que nuestro ayuntamiento, el de Cartagena y en los últimos 15 años, se ha comportado más como cigarra que como hormiga.

Ayer se publicó en el BOE un real decreto por el cuál se limitan, de forma considerable, las suscripciones de préstamos por parte de todos los municipios españoles. Entrará en vigor el 1 de enero de 2011 y validez hasta el fin de año. Hasta entonces podrán seguir suscribiendo préstamos, siempre que no superen el 110% de sus ingresos. Incluye, además, la rebaja de los sueldos de los alcaldes y de otros cargos. Nuestro ayuntamiento, tiene tiempo; formalizará todos los préstamos necesarios para obtener la liquidez que no tiene desde hace tiempo. Nos endeudará bastante más y para más años. ¡Viva el crédito¡

El ayuntamiento de Cartagena, al cierre del año 2009, era una de las cinco ciudades, no capitales, con mayor deuda (144.131.000€). Y si en 2009 la población era de 217.000 cartageneros significa que en ese año, cada cartagenero, debía al consistorio la cantidad de 664€. Es de suponer que esa deuda ha seguido aumentando en 2009 y en este año. Es muy posible que a fecha de hoy debamos por familia y con 3 miembros, más de 1.993€. ¡Con la que está cayendo! El partido popular, regidor de los designios de los cartageneros, no ha hecho caso alguno a las recomendaciones de su partido a nivel nacional. Esas que tanto pregonan pero que en la realidad ni sus miembros en la gobernación aplican.

En todos estos años, la mayor parte de las obras realizadas por el ayto., han sido financiadas por Aquagest (con las oportunas subidas de las tasas de agua, basura y alcantarillado, la última en febrero con un 10,3%). En los dos últimos años ha sido el Plan E de Zapatero el que ha pagado todas las obras en la ciudad y en las diputaciones. Ahora cacarean la peatonalización como si el casco histórico fuera sólo esas cuatro calles. La plaza del Lago, la de S. Francisco, tan emblemáticas, muriendo de asco. Hablan de los 15 hitos de su gobierno como el no va más, siendo mentira. La plaza de las atarazanas sin las atarazanas, qué fracaso. Plaza muerta. Con los militares parece que la cigarra nunca se ha llegado entender. Fracasó con las viviendas de la plaza de Bastarreche. Y les insta, de forma prepotente, a que arreglen el arco antiguo de entrada al CIM. ¡Están que lo arreglan! Con esas formas y maneras nada hay que hacer. ¡Qué vergüenza! Y luego la cigarra saca su melódica voz lastimera, hipnotizando al personal que no sabe.

¿En qué se han gastado nuestros impuestos y lo que se adeuda? ¿A qué se ha estado dedicando la cigarra? ¿Ha, quizás, alojado a más cigarras? ¿Cuáles han sido en estos 15 años los gastos de la alcaldía? No los dan porque no quieren que se sepan. Será por algo. A las hormiguitas de los funcionarios los tienen aburridos, cansados ya, de ver lo que ven. Y a las hormiguitas de los ciudadanos nos han endeudado por años.

Además con 20.000 desempleados en nuestro término municipal. No tuvieron recato en mentir y mentir a los trabajadores de Zincsa. Monsergas y gaitas y que éstas suenen. Pobre Cartagena. Costará tanto levantarla. Y eso siempre que el cartagenero despierte y sepa de las mentiras que durante 15 le han contando.

Se traen a todos los consejeros de cultura y representantes culturales a pasar unos días en Cartagena para hacer la “declaración de Cartagena”. Panfleto donde los haya. Me gustaría saber cuánto nos ha costado a los cartageneros la fiesta esta de “mucho más mayo”. Patético. La cigarra siempre con sus fiestas y algarabías.

Se trajo, la cigarra, al pensador del puerto ese al que nadie quiso, por 700.000€. Muchos estudios y proyectos de dudosa rentabilidad. Organismos y estructuras más políticas que de servicio al ciudadano.

Queda claro que no tenemos una hormiga en nuestro ayuntamiento, tenemos una cigarra.

Y ha de ser una cigarra gorda porque se ha tragado todo el trabajo de 217.241 hormiguitas y para muchos años. ¡Pobre Cartagena!

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