martes, 10 de agosto de 2010

DE RIQUEZAS INMUNDAS

Decía un poeta inglés que “La riqueza es un poder usurpado por la minoría para obligar a la mayoría a trabajar en su provecho” (Percy Bysshe Shelley 1792-1822)

La riqueza no es más que la acumulación de dinero y de propiedades mobiliarias e inmobiliarias. Éstas se adquieren con aquel. Y el dinero a ningún hombre honesto –decente, decoroso, recatado, pudoroso, razonable, justo, probo, recto, honrado- lo hace rico. Ha de deducirse, entonces, que ningún hombre rico es honesto. Aunque más tarde aflore su filantropía y eso si aflora. El caso estriba en que alguien pecó hace mucho, mucho tiempo y nos jodió a todos. Y el pecado se hizo más grande. Y más fueron y somos los pecadores. Los que se atrincheran tras cuentos chinos, los de los estrados más cercanos de la cúspide de la pirámide, sólo defienden a aquellos del estrado superior, mientras éstos los controlan para que les sirvan de correa de transmisión de esos cuentos chinos. Tras la afable apariencia de la hipocresía, como es lógico.

A propósito, decía un escritor francés que “La personas afortunadas se corrigen poco: Creen tener siempre razón mientras la fortuna sostiene su mala conducta” (Francois de la Rochefoucauld 1613-1680)

Decía un filósofo francés que “La igualdad de la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro, ni ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse” (Jean Jackes Rousseau 1712-1778).

¿Cómo es posible que el conocimiento adquirido por nuestra especie de humanos en todos estos miles de años sólo haya servido para estar como estamos? Quizás sea que son demasiados los demonios y aún no hayamos conseguido ganarles la batalla. Unos pocos son los que llevan 200 años propugnando un nuevo orden mundial. Y si rascas ves, que sólo les mueve la avaricia y el poder de destruir.

Bernard Shaw en su obra “La Comandante Bárbara” recoge la conversación entre un financiero y un político:

"¡El gobierno de tu país! Yo soy el gobierno de tu país, yo y Lazarus. ¿Crees que tú y unos cuantos principiantes como tú sentados en fila en esa institución de estúpido parloteo pueden gobernar a Undershaft y a Lazarus? No, amigo mío, ustedes harán lo que nos convenga. Harán la guerra cuando nos sirva. Comprenderán que el comercio necesita ciertas medidas cuando nosotros hayamos decidido esas medidas. Cuando yo necesite algo que aumente mis ganancias, ustedes descubrirán que mi voluntad es una necesidad nacional, y cuando los demás necesiten algo que disminuya mis ganancias, ustedes llamarán a la policía y al ejército. Como recompensa gozarán del apoyo de mis diarios y de la satisfacción de pensar que son grandes estadistas.......Vuestras multitudes depositan sus votos y se imaginan que de esa forma gobiernan a sus gobernantes. ¡Votar! Cuando usted vota lo único que cambia son los nombres del Gabinete".

Le arrío las ganancias a las generaciones posteriores. Si así es como nos hemos comportado los humanos teniendo Estados o Países, cómo será cuando sólo sea uno. Hoy, a pesar de ellos, tenemos conocimientos técnicos suficientes para que todos los seres humanos puedan vivir mejor. Después de 100 años han vuelto a Tesla. La electricidad puede ser inalámbrica y gratuita. ¡Energía gratis! ¡Ni de coña! ¿Quién me va a pagar a mí? En medicina se tienen las soluciones al cáncer y a todas esas enfermedades que dicen incurables. Pero los tratamientos y soluciones son demasiado económicos. ¿Quién me va a pagar a mí? En el tercer mundo mueren por carecer de un medicamento de 2 euros. ¿Quién me va a pagar a mí? Siempre es lo mismo. ¿Quién paga?

Ninguna especie del reino animal, de la que sólo nos separan uno o dos genes, se comporta con sus iguales del modo que lo hacemos con los nuestros. Y todo es por el dinero. Es por dinero por lo que seguimos oprimiendo a los demás. Es por dinero por lo que seguimos negando la comida a nuestros semejantes. Y es por el dinero por lo que nos consideramos superiores al vecino. Es por el dinero por lo que seguimos matándonos unos a otros. Y sólo es un papel.

Si en ese nuevo orden mundial, que tanto ansían, no hubiera que pagar sería como el principio de una nueva evolución humana. Les habríamos ganado la batalla a los demonios y empezaríamos a ser un poco más felices. No me cabe la más mínima duda. Y los dioses estarían más cerca de nosotros, se lo aseguro. Pero, desgraciadamente, me huelo que no será así. Sólo tiene que ver cómo están dejándonos con esta crisis financiera y económica. Quizás forme parte de ese plan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario