martes, 24 de agosto de 2010

UNA DIMISIÓN NECESARIA POR SALUD

Consejera del Servicio Murciano de Salud, María de Los Ángeles Palacios, por favor, dimita:

La deuda de esta Consejería en 2006 era de 65.000.000 de euros

En 2007 de 131.000.000

En 2008 de 472.000.000

En 2009 de 839.000.000

Su presupuesto en 2009 fue de 1.800.000.000

Con estos datos bastaría para que nuestro presidente Valcárcel la invitara a abandonar o, lo más honroso, presentar usted su dimisión por incompetente. Quizás esta auditoría externa (a entender que totalmente objetiva e independiente) la mandó usted hacer por aquello de que la gestión llevada a cabo por José Manuel Allegue, en su paso por la gestión de la sanidad, en la que llegó a director gerente en abril de 2008 e invitado a presentar su dimisión dos años después, pudiera haber sido un verdadero disparate y no sólo el viajecito a Creta y la posterior compra a Dräger de unos aparatitos. Aunque bien es verdad que este individuo pudiera ser la punta de lanza de una gestión sanitaria desastrosa. Y usted, como consejera y Valcárcel como presidente de esta comunidad autónoma, los máximos responsables. Algo ¿Quizás todo? no funciona en el Servicio Murciano de Salud. Que yo sepa, con una simple dimisión se tapan asuntos que corresponde, como menos, a una investigación por parte de la Fiscalía. Pero ni está ni se la espera.

Las cuentas son el fiel reflejo de cualquier gestión. Así se demuestra si la gestión es buena o mala. Y la suya demuestra que usted no controla su Consejería. Ésta le ha ganado y le saca ventaja. El desmadre en todos los organigramas es apabullante. Cargos y más cargos y gratificaciones por productividad para endeudar más y más a nuestra sanidad murciana. Los conciertos con hospitales y clínicas privadas es probable que den el crac muy pronto. Los proveedores (de servicios, de reparaciones, de construcción, de equipos y materiales) también. O quizás sea una estrategia para la muy pronta privatización de la sanidad murciana. “Como no se os puede pagar, quedaros con la casa”. Y al reparto también acudirá el BBVA y Cajamurcia porque ahora “están ayudando a pagar la púa”. ¡Menuda gestión!

Hospitales y centros de salud proyectados por prestigiosos arquitectos (cobran un pastón) en los que prevalece la disfuncionalidad. Mantenimientos carísimos donde los haya. Construcciones que siempre tardan una eternidad, años y años. Y esto encarece. Da igual.

Esta Consejería se asemeja, cada vez más, a la cueva de Alibaba y sus cuarenta ladrones. ¿A qué otra cosa pudiera asemejarse? Dentro de muy poco su presupuesto sólo servirá para pagar deuda. Y tendrán que quitarlo de otras consejerías. ¡Por cierto! por qué no hacen auditorías externas, como esta de sanidad, en el resto de las consejerías. Podrían empezar por la del señor Cruz. Sería muy divertido, igual hasta nos reímos. El acallar las voces que se elevan cuesta mucho dinero.

Y ahí están los médicos, las enfermeras-os, los que juraron el hipocrático, abnegados en su trabajo. A los que siempre he sentido una admiración que me viene desde dentro. ¿Quiénes son éstos que esparcen tanta generosidad y sólo procuran tu salud? ¿Cuál fue la madera con que fueron hechos?

Después están los otros, los que habiendo también jurado, sólo les importa su bolsillo, ¡pobres! Desconozco si son muchos, o sólo cuarenta, en la sanidad murciana, pero la están llevando a la ruina y sus máximos responsables son sus más abyectos colaboradores.

Y luego estamos nosotros, los ciudadanos, los que pagamos todo eso. La masa informe. A los que nadie defiende. A los que nos engañan y toman el pelo. Los que sufrimos la pérdida de calidad en las prestaciones sanitarias.

Mientras, en Cartagena, se cae techumbre en el único mercado público de la ciudad; el otro lo quieren cerrar, lleva años abandonado. Mercado que durante años estuvo en obras y, con suerte, sólo ha habido heridos. Ahora los puestos cerrarán y sus adjudicatarios perderán su dinero.

Y la Med Cup nos cuesta a los cartageneros 600.000€ y meses antes, al efese 840.000€ y recalificaciones y devoluciones territoriales y el teatro romano patrocina al fútbol. Y los funcionarios con botijo. Y nos subirán más las tasas. Y no hay una puñetera sombra arbórea desde la plaza de España hasta el puerto y en éste tampoco. Paseos para la noche que se llama.

Que suenen las músicas y que el personal se distraiga, que hace mucho calor. Luego ya veremos.

Le deseo buen día.

1 comentario:

  1. Buen artículo, Jose María.
    No nos vendría mal repensar: competencias de educación, sanidad… Volvamos a empezar.

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