¿Quién obligó a los bancos
alemanes a invertir en la orgía inmobiliaria española? Nadie. Entonces, ¿Por qué
han convertido en un tema europeo la recuperación de esas inversiones fallidas?
Si es el principio básico del capitalismo que tanto defienden.
Los alemanes siempre nos han
tenido mucha envidia. Nuestra forma de vivir, nuestra cordialidad, nuestra
solidaridad, nuestro ingenio y nuestra envidiable rapidez en encontrar la
solución adecuada a las peores situaciones. También nuestra gastronomía, tan
apetitosa, rica y variada. Nuestras frutas y verduras frescas de una tierra
agraciada por los dioses. Nuestros vinos y aceites. Los pescados y mariscos de
todos nuestros mares que bañan casi todo nuestro territorio. Nuestro cielo siempre
azul y nuestras noches suaves y estrelladas. Nuestro sol. Se pirran por nuestro
sol, ¡El sol de España! Les da envidia nuestra alegría y nuestras risas
sinceras y abiertas. Nuestros quesos, carnes y leches de vacas fecundas y
vigorosas. Las finas arenas de kilómetros interminables de playas donde los
niños y los mayores juegan y disfrutan de una parte de nuestra generosa naturaleza.
Porque también tenemos nieve y esquiamos hasta en Granada. Todo eso les encanta
a los alemanes. Por eso vienen a las Baleares y a la costas alicantinas,
malagueñas y cartageneras. Les encanta España y los españoles. Pero no nos lo
perdonan y su rabia de envidia les corroe. ¡Lo que ellos darían por que
Alemania estuviera donde está España!
Porque con todo eso que tenemos
y más, ellos ven cómo les compramos sus buenos coches, sus buenos electrodomésticos
y todo lo que de bueno son capaces de hacer los alemanes, también lo tenemos. Y
cuando la cabeza nos da molestias, también nos tomamos su famosa aspirina y
¡Zas! A seguir disfrutando. Ellos se llenan de envidia: Tenemos tantas cosas
buenas que además también tenemos las que ellos fabrican y elaboran. ¡Es
insoportable! Se retuercen. ¡No es posible! Nosotros hechos unos pringaos y
ellos, siendo más pobres, son más ricos
que nosotros. ¡Intolerable!
Ellos y su naturaleza que los
ha hecho como los ha hecho: ¡Envidiosos! Esa misma naturaleza que produjo a los
bárbaros de antaño y a los nazistas de no hace mucho. De tal tierra, tales
frutos. Esto es lo que es y lo que hay. Quizás por ello sea esto de querer ser
los dueños del mundo y apoderarse, como sea menester, (Unas veces con guerras
mundiales y otras con guerras económicas, como ahora) de aquellos países donde
la vida no es tan dura porque su tierra así lo permite. Pero eso tiene que ver
con ser Ario de pura cepa.
Pero por encima de todo esto
hay otra cosa que no nos perdonan, cuál es nuestra bella lengua: El Español. Un
idioma fácil, melodioso, rico en palabras y en giros lingüísticos que sólo la
ironía y el sarcasmo ibero pueden entender. Una lengua que la hablan más de 500
millones en todo el mundo. Ellos tienen otra cosa a la que también llaman
lenguaje. Un lío de consonantes que mal suenan y hacen daño al oído más rudo. ¡Eso
tienen para comunicarse! Una lengua pareja a su climatología infernal.
Así que primero se han
apoderado de eso que llamamos comunidad económica europea para imponer sus
reglas y filosofías. Ellos se han apoderado de Europa para conseguir sus decimonónicos
anhelos de una Europa germanizada. La del Sacro Imperio Romano Germánico y del
Toisón de oro.
La pobre España, la cada vez
más empobrecida España, gracias a estos germanos envidiosos, se hunde en el día
a día. Y lo hace por que en este puñetero País de pandereta y sacristía nunca
hubo un puñetero buen dirigente del Estado. La mezquindad, la cutrez y la
ordinariez de todos cuantos estadistas han sido y son, es la desgracia de este
viejo País. Todos ellos sólo miraron para lo suyo y para lo de sus amigos. Nunca
tuvieron, eso sí se lo reconozco a los alemanes, la visión de una Nación, donde
todos son, por encima de todos y de todo, alemanes. España desde que perdió su
imperio cayó en el sálvese quien pueda político y llenaron de guerras
fraticidas y de sangre hermana todas nuestras tierras. Y no hay quién nos
despierte de tanta cutrería y mezquindad. Nuestras virtudes apartadas del bien
común y sólo nuestros defectos esparcidos, restregados entre nosotros mismos. ¡Sálvese
quien pueda! Es el único slogan que le queda a España. Así parece ser por la
casta política más absurda que jamás hemos tenido.
¡Ay, si yo tuviera el poder del
pueblo! Se iban a enterar estos alemanes y sus inversiones fallidas. Se iban a
enterar en esa Europa usurpada, en esa Europa secuestrada por los del marco. Por
que, quizás no tenga ese poder económico, pero sí tengo otros poderes, como el
de abandonarlos a su suerte. Como el de romper con un proyecto que ya no es el
que nos contaron: Aquel de la Europa social y de los ciudadanos que se ha
quedado sólo en la Europa de los mercados y banqueros. Sólo con esa insinuación,
más de uno empezaría a correr y bajaría la prima de riesgo a la hermana
generosa que todo lo perdona. Tontos no son. Por que, al fin y al cabo, ¿Qué se
nos ha perdido a nosotros en esta Europa germana? ¿Qué nos une ya? ¿Tan ciegos
estamos que no vemos qué nos están haciendo y para qué? Se están llevando hasta
nuestros hijos mejor preparados. ¿Habrá mayor humillación a un País? Lo
permitimos, lo permiten los de la casta.
Tenemos 500 millones de
hermanos de sangre, de cultura y de costumbre al otro lado del charco. Nos une
más a ellos que a estos de arriba los pirineos. Es cuestión de recuperar
nuestra verdadera identidad con aquellos países de Texas para abajo. Y éstos sí
que nos están dando lecciones de política. Han roto con todos esos organismos –FMI,
BM- que lo único que buscan es la esclavitud de los pueblos a través de los
bancos y empresas monopolísticas.
Hoy hemos conocido que somos ya
más de 6 millones doscientos mil parados en España. Mañana, un triste, cutre y
mediocre presidente nos seguirá apretando las tuercas y avanzaremos más rápido
en nuestra pobreza. Sigue las órdenes dadas por esos desalmados sirvientes de
los mercados y de los bancos centroeuropeos. Pero, ¿Qué se puede esperar de tal
personaje, si su partido político es la corrupción misma? Ellos sólo buscan su
propia salvación.
Me duele España, me apena España,
me entristece España.
¡Lloro por España!
Es lo único que puedo hacer, no
tengo el poder.
Magnífico post, José María.
ResponderEliminarEnhorabuena y un abrazo,
Muchas gracias, Don José.
ResponderEliminarHe leído varios de sus artículos y me han gustado mucho, pero esta vez, bajo mi punto de vista, se confunde. Los enemigos no son los alemanes, son los millonarios, los capitalistas.
ResponderEliminarLos trabajadores alemanes están sufriendo (y pagando las consecuencias). Sus condiciones de vida se han deteriorado a ojos vista. Sus jubilados tienen que buscarse minijobs o emigrar a países más pobres para poder sobrevivir con sus pensiones ya que en Alemania no es posible.
Nadie por nacer aquí o allá es bueno o malo, creo que es tan básico que me da pereza decirlo. Estos ramalazos nacionalistas, "nosotros somos los buenos y ellos son los malos", están fuera de lugar. Los ladrones y desalmados habitan entre nosotros, como entre los alemanes, los franceses o los chinos, ninguna raza tiene la exclusividad.
La lucha no es contra países es contra individuos concretos que roban y asesinan impunemente. Y son los de siempre, los multimillonarios, los dueños del mundo: los grandes banqueros, petroleros, financieros, etc... LOS GRANDES EGOÍSTAS!!!
Siento mucho que no le haya gustado el artículo. En él sólo he pretendido expresar un sentimiento que, no sólo los españoles, también los griegos, los portugueses, los italianos, los chipriotas y los irlandenses tienen hacia quien ha provocado una situación terrible de miseria, hambre, de pérdida de derechos y libertades y de muertes. La señora Merkel fue elegida por sus ciudadanos y en septiembre tendrá el pueblo alemán una nueva posibilidad de expresar cuáles son las políticas que su gobierno ha de dirigir. Lo que me queda muy claro es que efectivamente son los Rothschild, Citigroup, J.P.Morgan, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Merrill Lynch, Bear Stearms, AIG, MBIA, AMBAC, los verdaderos políticos de este mundo. La realidad es que ningún gobernante elegido por el pueblo cumple con los intereses de sus ciudadanos. Vea el caso español: Nada de lo que Rajoy prometió en su programa electoral ha sido cumplido, NADA. Todo lo contrario. Las Naciones Europeas creyeron en una Unión Europea que, hoy, en nada se parece a aquello que nos prometieron. Esas Naciones han perdido su autonomía en favor de un monstruo insaciable que cuenta con el apoyo de la máxima potencia europea: Alemania, nos está empobreciendo a los PIIGS.
ResponderEliminarEn el artículo exponía que España cuenta con una serie de factores que otros no tienen. Y que, en la situación a la que nos están conduciendo, lo mejor es hacerla valer. Europa va a la ruina y si los ciudadanos europeos lo consienten es por que quieren...
De todas formas, Scratch, muchas gracias por tus palabras. Y no olvides que para mí lo más importante son las personas y me da igual que sean de donde sean. Todos somos seres humanos. Pero hay un derecho legitimo para la defensa cuando uno es atacado. Y, por desgracia, Alemania con el consentimiento de sus ciudadanos, está atacando a la parte sur de la Unión. Así no deben de resolverse los problemas en el proyecto europeo de colaboración y solidaridad que nos vendieron para que ingresáramos en él.
ResponderEliminarMe gustaría recibir más aportaciones de tu parte.
Muchas gracias.