jueves, 27 de marzo de 2014

LAS TRETAS DE PILAR

A pesar de tener en contra a los tres grupos políticos de la oposición; a pesar de no contar con el apoyo de los vecinos, ni de los comerciantes, ni de los hosteleros, ni tampoco de la Universidad, todos ellos del Casco Antiguo, la alcaldesa de Cartagena sigue con el desgobierno que su mayoría absoluta le procura. Prueba de ello es su solitario y oscuro empeño en trasladar la estación de Adif a los terrenos de Mandarache.

Son las prisas ante los procesos electorales (En mayo de este año, las europeas y en el 2015, las municipales, autonómicas y nacionales) lo que, entre otras tenebrosas razones, mueven a Pilar para trasladar la estación 1.500 metros. Con esas mismas prisas se podría haber movido para evitar que Madrid exponga, antes que Cartagena, el tesoro de la Mercedes. Estar de diputada en el Congreso no ha servido para evitarlo. Burdamente, y pretendiendo tomar el pelo, una vez más, a los cartageneros, la alcaldesa afirma sobre los restos encontrados en la Plaza del Lago que es: 

“Una foto de la toma de Cartagena por Escipión, del momento exacto en que la ciudad de Aníbal fue ocupada y saqueada por los romanos”

Unas tinajas más y unos restos calcinados le son suficientes para tamaño titular. ¡Qué poca vergüenza y qué poco rigor científico! Lo que la arqueología ha perdido por no contar con Pilar como experta y pitonisa.

Pocas son ya las cosas que puede ofrecer a su siempre engañado electorado. Aún no han terminado, con más de 20 millones de sobrecoste y casi 10 años de obras, el Palacio de Deportes. Pilar ha dilapidado el dinero de los cartageneros y no le queda un euro suelto. Sus megalomanías, bien caras que las estamos pagando en el presente y, hasta en el futuro más lejano, la recordaremos como la mayor embustera y despilfarradora.

A mí me da la intuición que, de salirse con la suya, Cartagena habrá hecho uno de sus peores negocios como ciudad. Se desarrollará una zona, la de Mandarache, demasiado amplia para las necesidades urbanísticas actuales, sin equipamientos sociales (Los suelos serán para la estación) y sin una chispita de alma, como las plazas que mal arregla, como la de S. Francisco. Ha colocado por más de 130.000 euros una cafetería en medio de la plaza, que cuando ésta ponga sus sillas y mesas, será todo un espectáculo y, además, el concesionario de esta obra pública se las verá y deseará en obtener los mil euros mensuales que le cuesta el alquiler. Eso sí, todo quedará registrado por las muchas cámaras colocadas en los mástiles del alumbrado. Alumbrado insuficiente y que, al ser de led todas estas luces te pegan fuerte en los ojos y tienes que ir con la cabeza baja, como si buscarás algo en el suelo. Somos testigos de la proliferación de bares, cafeterías en el Casco y esto es muy probable que se convierta en una particular Burbuja. El Casco está prácticamente deshabitado, los cruceristas no son suficientes y no hay tantos visitantes, ¿Quiénes darán de comer a tantos establecimientos? ¿Qué ocurrirá cuando llegue el verano? Un sector de servicios, como este que están desarrollando, necesitan primero de los clientes y aquí se está poniendo el carro delante de los caballos. Y con mayor inquina está el peor negocio al que me refiero, cual es, trasladar la estación del tren a Mandarache. Parece contrario con esa proliferación y cuando menos demasiado adelantada a la llegada de los posibles visitantes del centro peninsular que no podrán llegar paseando al Casco. Así, el futuro inmediato que espera al sector estación y, por ende, al Casco Histórico, será iniciar, continuar, un lánguido proceso de agonía. Sin regenerar los terrenos de la antigua Potasas, ni los de Zincsa, estos seguirán como una verruga en la cara, que nadie quiere ver, pero que es inevitable hacerlo, ya que es la entrada principal de la ciudad. Continuaremos dando una imagen deplorable y tercermundista que disuadirá al más pintao. Además, este sector se quedará –ya se ha quedado- sin el Rosell como segundo hospital de la Comarca. ¿Qué futuro han previsto para este sector? Ninguno.

Adif dice que esa nueva estación del AVE en Mandarache será singular. Miedo me da escuchar tal cosa, porque si no va a ser como todas las construidas hasta ahora, no será de AVE.

Poco se sabe qué va a venir a Cartagena. Unos dicen que a las dos vías le van a añadir una tercera. O sea, que por las mismas vías irán los diferentes trenes, convencionales, alta velocidad y mercancías. Todo irá por un solo ramal, que sale más barato. De Cartagena iremos a Murcia, de Murcia iremos a Alicante, de Alicante volveremos a Murcia, después iremos a Albacete, de Albacete a Cuenca y, por fin, de Cuenca a Madrid. En fin, que el billete nos costará la paga de un mes, si viaja solo, y tardaremos más que ahora.

Desde el convenio firmado en julio de 2006 entre el huido presidente Valcárcel, ella y Adif, han estado dilatando la llegada del AVE a Cartagena con propuestas absurdas y los millones de euros (Más de 3) invertidos en los trabajos previos en la antigua estación, tirados a la basura. Que por el puerto de La Cadena para que pasara junto al aeropuerto privado y ahora público, sin aviones. Que si esto, que si lo otro. Al final solo habrá dinero para el soterramiento de las vías en Murcia y en Cartagena, que otrora fuera la verdadera Estación de la Región, ahora pasará a ser un mero apeadero residual.

Esta es la filosofía: Cartagena ha de ser el trastero regional donde arrinconar lo que los capitalinos murcianos no quieran. Además, eso sí, recoger para la capital los beneficios que Cartagena y su Comarca sean capaces de producir. Así, ésta mal llamada y uniprovincial Región no progresará en la vida. A tanto llega la mezquindad y la injuria capitalina hacía Cartagena y su Comarca.


Y con alcaldesas de Lugo el juego es mucho más fácil. A ella plin, pues duerme más en Madrid que en Cartagena. Ya saben, cuando tengan ocasión, van y la siguen votando, a ella y a su partido de la gaviota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario