Esta es la gran paradoja de
nuestro momento histórico. Hemos alcanzado este siglo XXI o el (V)DCCLXXVII,
según la cultura hebrea, repletos de las contradicciones más enormes.
Destruimos más especies de animales y plantas que nunca; arrasamos hectáreas y
hectáreas dejándolas yertas con elementos tóxicos para cualquier tipo de vida; ríos,
lagos y mares que hemos desecado con la mayor de nuestra inconsciencia; hacemos,
hoy, más guerras que en ningún tiempo y nos matamos entre nosotros por razones
sin razón, ni sentido alguno, tan solo para que algunos ganen un poco o un
mucho de más dinero. El aire que respiramos es ya irrespirable porque el dinero
así lo quiere. El dinero es un gran culpable de todo el mal. Pero más que el
dinero, son aquellos que lo utilizan y acaparan solo para ellos modificando su
orden y economía. Son como una gran casta sacerdotal que antepone sus
privilegios seculares a la vida misma; al derecho de una vida digna para todo
ser viviente de este viejo planeta; al derecho irrenunciable de VIVIR en PAZ y
HARMONÍA con cuanto nos rodea, sin destrozarlo, cuidándolo, como los únicos
tesoros que verdaderamente son y para rendir el culto debido a toda esa
excelencia gratuita que se nos dio y por el solo hecho de haber nacidos HUMANOS.
Esa casta sacerdotal
milenaria de cráneos alargados y que aquellos que no los poseen –porque no son genuinos-
intentan imitarlos con sus mitras repujadas de sedas e hilos de oro, como
intentándose ganar su favor y sus prebendas, olvidando quiénes son
verdaderamente y a qué raza pertenecen.
Nos engañan, nos llevan engañando toda
la vida, desde el inicio de los inicios y no conseguimos sacar los pies del plato.
Por eso estamos hoy más muertos que vivos. No conseguimos alcanzar el
equilibrio, no nos dejan. El mal siempre gana todas las batallas, es inútil
enfrentarse con el engaño y la mentira.
Han convertido su propio
experimento en una suerte de sin sentidos, contradicciones y paradojas. Somos
sus peleles (1.- Muñeco de figura humana hecho de paja o de trozos de
tela, especialmente el que se saca a la calle en carnaval para quemarlo o
mantearlo. 2.- Persona débil o de poco carácter, que se deja manejar por los
demás muy fácilmente) y continúan haciendo lo que quieren con
nosotros. Y si fuéramos un resultado de ellos, ¿Hasta cuándo les durará el
derecho de disponer, a su antojo, de nosotros? Quizá hasta que tomáramos
conciencia de esa verdad que nos ocultan a propósito, para que no rompamos esa
relación que, hasta ahora, solo parece beneficiarles a ellos y al mal que
representan. Pero, ¿Cómo romper ese cordón umbilical si desconocemos su
existencia? ¿Es acaso el sufrimiento humano su alimento? Solo así podría tener,
todo, una explicación racional.
Parece que la NASA se
prepara para dar lo que consideran una gran noticia: La existencia de vida
extraterrestre. ¡A estas alturas de esta película! Una mofa más de tantas y
tantas. Puede ser un inicio para aquellos que sobrevivan (Que sobrevivirán como
siempre ha ocurrido), pero puede que los conscientes sucedáneos de los cráneos
alargados que lo hagan, que lo harán, vuelvan a repetir la misma historia ya
conocida y que parece terminar en unos pocos meses y no permitan romper este
bucle que esclavizará a esa nueva civilización por otros tantos y tantos miles
de años.
Porque lo que la NASA no
contará es que puede ser que ya estemos más muertos que vivos y no lo sepamos
la inmensa mayoría de seres humanos y, sí, unos pocos con mucho dinero, bunkers
y mitra. ¡Cuídense!
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