Lo que ha pasado y pasa en esta uniprovincial Autonomía,
mal llamada de Murcia, no es otra cosa que la consecuencia de tantos años en
los que, un solo partido, lleva
gobernando con políticas clientelares y mayorías absolutas inmerecidas.
Aquí no se ha gobernado en
interés de la ciudadanía, se ha gobernado para satisfacer los intereses de una
pequeña parte, siempre a los mismos y que, por cierto, son a los únicos a los
que sí les ha ido y va de cojones.
Esta Comunidad, tras tantos
años de chapuzas y enjuagues no ha avanzado todo lo que hubiera sido posible
porque la mezquindad y codicia de sus dirigentes eludía aquellas inversiones
que debieran haber estado destinadas al bien general, a la proporcionalidad poblacional y a la mejor
y mayor rentabilidad inversora.
El partido popular ha
demostrado, no solo aquí sino en toda la geografía hispana, cuáles son sus
intereses y, si estos son aplicados, todo irá bien y, si no, ya se encargan de elevar
todos los niveles de crispación posibles en esta sociedad que, por otro lado,
carece de la suficiente valentía y objetividad para enfrentarse a sus continuos
chantajes y engaños y, a pesar de todo, les votan una y otra vez cuando la verdad
de sus campañas electorales se transforma en la mayor de las mentiras habidas y
por haber. Se erigieron hace tiempo en los únicos capaces de salvar España
porque continúan siendo los ungidos, los que bien sirven a los poderes oligárquicos,
los que controlan las administraciones públicas, los que se pliegan a una
iglesia católica, apostólica y romana y
la única y gran verdad es que a quienes salvan tan solo es a un grupo de
amiguetes y socios. Al resto, a la mayoría de españoles: ¡Que les den y que se
jodan!
En esta Comunidad y en estos
22 años es esto lo que ha estado pasando. Nos han tomado el pelo y engañado y
no solo una vez, sino todas las veces. Y eso demuestra o que la gente es tonta
o que se hacen demasiadas trampas, que ya todo podría ser, visto lo visto, en
estos años donde su corrupción ha quedado al descubierto por doquier, aunque no
debidamente ajusticiada por las premisas del párrafo anterior.
La realidad es que, si ha
habido algún avance en esta Comunidad Autónoma, se ha quedado en el ámbito de la
ciudad de Murcia. El resto de la región ni lo ha visto pasar. Ahí tienen en Mar
Menor como ejemplo; el aeropuerto de Corvera; el Contenpolis de Cartagena; la
Paramount de Alhama; el Ave que nunca llega; las peores infraestructuras
viarias fuera de Murcia; La Comarca de Cartagena sin cohesionar; las inexistentes
cercanías ferroviarias regionales y vecinas; muchos de esos dirigentes son
corruptos, lo llevan en la sangre y por eso se toman cervezas frescas con
aquellos que los han de ajusticiar. Y favores que se pagan con otros favores y
todo queda atado y bien atado.
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