jueves, 1 de julio de 2010

ASÍ ESTÁ LA COSA

Millones de personas, en el mundo, andan entretenidas con el mundial de fútbol. Mientras, otros millones en el golfo de Méjico, están preparando las maletas. Parece que los evacuarán. Lo que ha montado la B.P. en él, es de dimensiones bíblicas. No es que perforaran a unos cientos de metros, no. Bajaron a varios kilómetros de la corteza oceánica y ésta se ha fracturado acercándose al punto caliente del manto superior. El caso es que Obama parece haber advertido que morirán millones de personas. Las consecuencias medioambientales son imprevisibles.

Ya saben que allí existe lo que se conoce como la corriente del golfo (lleva aguas templadas hasta el ártico, ¿cómo serán las por llegar?). La ocultación de los datos reales les ha llevado a contratar la vigilancia privada, que ahora tanto se lleva, para impedir que el mundo sepa lo que está sucediendo allí. El yacimiento de petróleo es colosal. De no ser posible su cierre, tendremos décadas de vertidos y el océano Atlántico podría convertirse en otro mar muerto. Goldman Sachs, la que montó el lío de las hipotecas subprime y otros muchos estragos, supo días antes del vertido, ganar bastantes millones de dólares con la venta de acciones en B.P. Y no sólo es el petróleo, también está el metano brotando a espuertas. Y luego tenemos las toneladas que han vertido y vierten de disolventes que, al ser evaporados revierten en lluvia ácida. Y las asociaciones ecológicas sin decir ni mu. ¿Dónde está Green Peace?

Además tenemos otras noticias que apuntan a que la administración de Obama, junto a la del estado de Israel y los inseparables ingleses, están preparando una posible intervención en Irán. Igual se esperan a que termine el mundial. Si lo hicieran, como así parece indicar la confluencia de flotas navales en la zona, podríamos encontrarnos con otra guerra en la misma zona. O sea, que la que tienen montada en Irak y Afganistán, ya casi 10 años, no es del todo suficiente. Y con un poco de suerte empezaremos otro mundial. Éste irá de guerra. Así piensan solucionar esta crisis que nos ha hecho más y más pobres. Total, por cuatro duros, mandaremos a los soldaditos de occidente a luchar en el próximo oriente ¿o quizás también al lejano? ¡Ya puestos! Y los de siempre a llenarse los bolsillos con más y más sangre de inocentes, de ignorantes y de pobres gentes abandonadas a su suerte. Sin Dios que los proteja de la misma barbarie de la que la Historia está llena.

El G-8 y el G-20 se reunieron en Toronto. El coste de tan magno acontecimiento se ha elevado, creo que a más de 1.000 millones de dólares ¿cuánta hambre se habría apaciguado? Y volvieron, cada uno a su país, sin haber solucionado nada de nada de esta maldita crisis. Los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Los paraísos fiscales siguen trabajando a destajo. El mundo financiero ganando más y más. La droga y la prostitución sin legalizarse, será por que no interesa. A los billetes de 500 y 200€ no les cambian su color. Los curritos del mundo, los que aún quedan, no tienen ni para pipas. Los parados sin futuro alguno.

En estas cumbres se constata la separación de las naciones. Cada una va por lo que considera su mejor camino y que, éste, nunca coincide con el bienestar de sus ciudadanos. Y el personal aguantando. El próximo otoño, sino antes, puede ser muy calentito.

El cambio de la era del carbono a la de la energía gratuita y nada contaminante no quieren hacerlo y eso que la tecnología está en condiciones de ofrecerlo ya. Los intereses económicos de unos pocos se anteponen al general de todos los habitantes de este planeta. Y a la sostenibilidad del mismo.

Hemos avanzado mucho en todos los campos del conocimiento técnico pero nada en el humano. Sólo salen beneficiados los tramposos, mentirosos y codiciosos; los sin escrúpulos ni moral. Los indignos de su condición de humano. Unos, los ricos, para vivir en el derroche, en el antojo y en la soberbia necesitan de otros, los esclavos, y cada vez seremos más.

Los sumos sacerdotes andan a la gresca en la corte vaticana y otros sólo piensan en reconstruir, por tercera vez, su templo. No lo han hecho ya porque justo en medio hay un templo de otros sumos sacerdotes y la cosa está jodía, nunca se llevaron bien éstos con aquellos y viceversa. Y todo por un Dios que nadie conoce. ¿Dios que dicen que premia a los buenos y castiga a los malos? Que me lo cuenten de otra forma por que ésta no cuela.

Desconozco si los que están por llegar incidirán aún más en esto o por el contrario nos aportaran todo aquello que necesitamos para ser un poco más felices a todos.

Esto es lo que espero.

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