viernes, 23 de julio de 2010

VEN FELIPE, VEN

Querido Felipe: ¿Cómo estás? Nosotros, bien gracias a Dios. Nunca se me ocurrió escribirte y ahora, con los tiempos que corren, he sentido la necesidad de hacerlo. De vez en cuando, para mí siempre de tarde en tarde, te veo por la tele o te leo en alguna entrevista.

El caso, Felipe, es que no estamos tan bien, por eso te escribo, porque no estamos bien. Porque desde que te fuiste nuestra casa ya no es la misma. Entró la mediocridad y a ver quién gana.

Vino aquel del bigote, ese bajito y de malas compañías. El que privatizó todas nuestras empresas, haciendo que sus amigos ganaran mucho dinero. Luego, al poco, hizo cambiar las cosas de los suelos y de la construcción. ¡Ni te puedes imaginar la que armó! Enriqueció a otros amigos suyos (cada año aparecían miles de nuevos millonarios –de euros, que es muy diferente a las ptas.-, y el dinero negro, ese que llaman B, se apoderó de los ayuntamientos y comunidades. A nosotros nos dejaron con apartamentos de 60m2 e hipotecas a 40 años. Durante años no construyeron ni una sola casa de VPO. A la mayoría de nosotros nos hizo más pobres. El del bigote se hartaba diciendo que España iba bien. Obnubiló al personal y el dinero parecía no agotarse. La gente no se daba cuenta de que era el pan para hoy y el hambre para mañana, hoy lo estamos sufriendo. A su iglesia le dio todo lo que pudo y más. Después nos metió en una guerra contra Irak. Que tenían allí no se cuántas armas de destrucción masiva y que nos iban a matar a todos. Se hizo tan amigo de otro sinvergüenza de EE.UU. Incluso hablaba en Tejano y puso sus pies encima de la mesa de centro, eran muy amigos, del alma, diría otro de Valencia. Se hizo una foto en unas islas con este y su primo. Después se demostró que todo era mentira. Ya ves aún dura, va para 8 años, y lleva cientos de miles de muertos, la mayoría inocentes.

Ocurrió, como bien sabrás, un tremendo atentado a unas horas de las elecciones de 2004. Hasta el último minuto nos siguieron mintiendo con que los autores habían sido de ETA y no de los moros. Nuestro pueblo supo reaccionar a tiempo y no les votó, ¡menos mal!

Nuestro compañero Zapatero ganó y, de forma inmediata, retiró nuestras tropas de Irak, tal y como prometió. Puso en marcha la ley de la dependencia, ya los viejos-as no tenían porque morirse abandonados en sus casas. Aprobó otra ley para que los homosexuales se pudieran casar. Desarrolló un plan para que el tren de alta velocidad llegara a casi toda la geografía española. Creó una fiscalía para la investigación de los temas de corrupción. El hombre ha hecho cosas buenas, pero desde hace dos años nos vino una crisis de América y nos infectó a todos los países del mundo. Para paliar sus efectos mantuvo las ayudas sociales y a los millones de parados sin prestación les dejó 426€. Ayudó a los bancos con nuestro dinero y éstos ahora piden intereses de aupa. A mucha gente le han quitado sus casas porque, al quedarse en el paro, no la pueden pagar. Los comedores sociales están a reventar y por las noches los contenedores de la basura son más visitados que nunca. Las diferencias sociales, aquellas que tú conseguiste equiparar, se han disparado. Somos más gente más pobre y más gente más rica. Para el mes de septiembre los sindicatos han anunciado una huelga general.

El caso es que a nuestros compañeros, a pesar de todo, les ha faltado y falta coraje. También visión de las cosas. No han sabido ilusionar, no ya al resto sino a nosotros mismos. Están más preocupados en salir en las listas. Quizás les ha venido grande todo esto de la crisis. La cuestión es que la gente está, otra vez, adormilada y resignada. Siempre pensé que nuestra ideología de izquierdas tenía que ser como una gran locomotora. Que la libertad debía ser incuestionable y que jamás tendríamos que dar pasos atrás. Si no somos capaces de motivar y de liderar el avance de los derechos simplemente sucumbiremos a este mundo de sionistas. En estas situaciones la apuesta ha de ser igualmente tajante. El capitalismo despiadado ha de ser combatido y no permitido.

Bueno, que la cosa está mal, mal. Porque Europa está muy jodida, la han jodido bien. Y lo triste es que no hay voces que sobresalgan a tanta ignominia. Es como si nadie conociera realmente cuál es la situación y qué es lo que nos estamos jugando. Esta Unión Europea carece de un líder. Ya sabes al pan, pan y al vino, vino.

Quizás sea la necesidad que tenemos en este país de contar con una cabeza bien amueblada, con las ideas claras de hacia donde vamos y que no se deje amedrentar, en este país y en Europa. Dijiste que el problema era sistémico, y todos repetían. Hasta en eso, Felipe.

Felipe, fuiste el mejor presidente que ha tenido España, y después de 14 años se te sigue echando de menos. Y cuando hablas, a más de uno de aquí y de fuera, se le cae la baba. En 1982 provocaste que la España resignada despertara y descubrimos que somos una gran nación. Esta España nuestra te necesita. Un nuevo despertar, Felipe.

Y no olvides que los dones con los que fuiste honrado no te pertenecen y es por ello que te digo:

Ven Felipe, Ven.

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