jueves, 3 de noviembre de 2011

LA NÚMERO UNO

Al número uno siempre se le ha considerado como el ejemplo a seguir. Ya saben, el ganador. El número uno en cualquier prueba es el mejor. No es nada fácil ser el número uno. Requiere de una preparación que dura años y ésta significa renuncias y desvelos. Repase en su mente: el primero de la clase, el primero en las pruebas atléticas, el ganador de una carrera motorizada, etc, etc.

Sin embargo, en política es más fácil ser el número uno. Sino, vean el caso que traigo a estas páginas: Pilar Barreiro Álvarez. La número uno de la lista del PP por esta uniprovincial región de Murcia. Lleva encabezándola dos legislaturas, las pasadas y ésta para el próximo día 20 de noviembre.

La cuestión, para mi, está en que no veo por ninguno de los lados cuáles son los méritos para tan alta calificación. Me dirá que los votos que recibe, y pudiera tener usted razón, amigo lector. Pero, el universo del voto es complejo y cuando los demás participantes rayan lo mediocre, la mediocridad, en toda su esencia, se erige por sí sola. No es, por tanto, mérito propio, sino más bien desmérito de otros. De los votados y de los que les votan. Es algo que venimos padeciendo desde hace demasiados años. Los políticos, la inmensa mayoría, y no sólo los de aquí, rayan el esperpento. Han hecho de lo fácil lo difícil y de la normalidad, lo absurdo. Quizás por ello en nuestro planeta ya no hay líderes y el encefalograma nos da plano. Sería conveniente nos naciera alguno y diera algo más de juego, no vayamos a romper, por negativa, la gráfica. A esperar.

El caso presentado tiene una ventaja: cuenta con curriculum y éste bastaría para el análisis objetivo del número uno. Pilar lleva gestionando la ciudad de Cartagena más de 16 años (desde 1995) y esta gestión tendría que ser el único elemento de valoración. De esos años, 12 (3 legislaturas) fueron acompañados por el crecimiento falso del sector de la construcción –promovido, alentado y desarrollado por el PP a nivel estatal- y los euros entraban fáciles y a espuertas. En esa alegría, el gasto corriente se disparaba sin control y constituían organismos innecesarios para la ciudadanía. Incluso los millones recibidos (no pocos) por la C. Autónoma eran destinados a pagar ese descontrolado gasto corriente. El rizo de los rizos. Las empresas concesionarias de los servicios, aumentaban sus deudas con el consistorio sin contrapartida alguna por parte de sus gobiernos. Deudas que suman demasiadas decenas de millones de euros (+/- 200 millones de un presupuesto de 207 millones, presentado ocho meses más tarde –julio 2011- y con 20 millones de déficit) Tantas como el tener que ser intervenido el Ayuntamiento por el Ministerio de Economía para toda la legislatura recién estrenada. Apenas se dice algo sobre este asunto que refleja, por sí sólo, cuál ha sido la gestión municipal en Cartagena de la número uno. Significa que será el Ministerio quien gobierne a los cartageneros durante los próximos cuatro años. Pero a ella plim, “yo duermo en Madrid”. Esta es la gestora que encabeza el número uno de la lista al congreso por el PP de la Región Uniprovincial de Murcia.

Se proyectaron obras que veían aumentados sus presupuestos por encima del 50% y 60% de su importe inicial y además, su ejecución, se alargaba en los años y años. Obras, de afamados arquitectos, que significaban el empeoramiento de lo que se pretendía resolver. Fallidos intentos en la recuperación del Casco Antiguo que, exceptuando el eje Plaza de España-Puerto, duerme; bien, en los solares por doquier, bien en la construcción, mediante la oportuna concesión a sus amigos, de un espléndido negocio del que ella misma era parte del Consejo de Admón. A sus amigos siempre los ha beneficiado y protegido. Les ha concedido, legalmente ¡claro!, ese pedazo de Auditorio y Palacio de Congresos que nos ha costado 60 millones de euros y 7 años de ímprobos trabajos y además con 2,5 millones por si el primer año tienen pérdidas y los siguientes uno, hasta 7 millones en los primeros años. Mientras las bombas de drenaje de los sótanos del fastuoso edificio no pararán ni de día ni de noche. Es lo que tiene estar junto al cantil del muelle.

Grandes superficies de terreno que limitan con la ciudad y que en otros tiempos fueron grandes industrias contaminantes y que continúan sin ser descontaminados, sin ser puestos en valor, sin ser disfrutados por los ciudadanos. Mientras se permiten los desarrollos urbanísticos en otras zonas contrarias a la sensatez y al buen ordenamiento urbano. 16 años para hacer el Plan General de Ordenación Urbana que, por fin, da respuesta a los intereses de los oligarcas del suelo. En Cartagena no hay quien circule con los mínimos de seguridad. Nos han subido las tasas y los impuestos municipales, muy a pesar de Rajoy. Y tenemos el mayor índice de paro de toda la Comunidad…

Una retahíla de hechos podría ser contados, pero no pretendo cansarle.

Sí decirle que el Presidente del PP en la Región Uniprovincial de Murcia ha dicho que, para defender los intereses de los murcianos, sus candidatos cuentan con el compromiso, rigor, capacidad y experiencia. Que le pregunten a la número uno. Dice ella que “Murcia es una región de grandes oportunidades y que es fundamental que el PP llegue a la Moncloa para que desaparezcan los problemas endémicos de la Región”

Sólo le preguntaré por el problema del agua. Aunque, según su presidente, nunca figuró en sus programas electorales trasvases del Ebro o del Tajo. El cinismo tiene nombre y se llama PP. Ellos han gestionado esta Comunidad Autónoma durante 16 años, ellos han decidido lo que se hacía y en qué se gastaban nuestros dineros. Ellos son los únicos responsables de que esta Región Uniprovincial sea, hoy, la ruina que es. Dejen de echar más balones fuera y de engañar más a la gente. Y si saben lo que es la honestidad, practíquenla.

Todo parece indicar el triunfo de tales tallas políticas y gestoras de los bienes públicos en los próximos comicios. Hasta hoy y en Europa los gobiernos más importantes son de la derecha, los neoliberales modernos (Así se afrontó y se afrenta a la crisis financiera) España de la izquierda socialdemócrata sólo le quedaba el acatar. Pronto, aquellos volverán a la socialdemocracia y nosotros, parece, a la derecha neoliberal. Así seguirán teniendo una cabeza de turco para expiar sus culpas. Aquellos volverán a crecer y nosotros no.

Agárrese a la silla, que su indignación presente puede crecer de forma geométrica más pronto que tarde. Ya sabe 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512 y antes de que nos llegue la primavera.

Y no se olvide, entre los mediocres también los hay peores y mejores. Elija bien y no se deje engañar.

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