Lo que nos hace distintos al resto de animales, es nuestro único grado evolutivo que nos acerca al Todo, a la Energía de la que todo es y será siempre. Sin embargo, hay quienes nunca permiten que éste se desarrolle con total libertad. Hay un poder oculto que procura nuestro no pensar y nos niega nuestra natural evolución hacia un ser más humano y más cercano al Universo del que somos parte inexorable. E incluso desde pequeños, en las escuelas y más adelante, en las universidades, no se nos enseña al ejercicio del pensamiento libre. Nos hacen repetir sus cuatro dogmas y nos facilitan instrumentos de distracción para que el pensamiento no se desarrolle fuera de lo que ellos mandan y ordenan. Es, sin embargo y a su pesar, que una parte del pensamiento ha sido el que ha posibilitado nuestro avance tecnológico en tan solo unos doscientos años. Empero, nuestro pensamiento se haya totalmente limitado por los cánones antiguos y que esos poderes ocultos se empecinan en mantener. Es tan poderoso e invencible nuestro pensamiento, que impiden a toda costa que lo comprendamos y pretendamos su desarrollo, pues es en su desarrollo, lo que a ellos, los de los poderes ocultos, tienen perdida la partida. Nos tiene robotizados, limitados a las cuatro esquinas de este ring donde nos encerraron hace miles de años.
Los humanos estamos siendo, hoy
más que nunca, coartados y limitados en el desarrollo del pensamiento. En
contra de lo que pudiera parecer, hoy, nos están volviendo más tontos, más
superficiales y banales, más insulsos y menos humanos. El pensamiento ha de ser
libre y total, si no es así, no es pensamiento, es una mera distracción, como
el teléfono móvil u ordenador del que sólo utilizamos una ínfima parte de sus
capacidades. Nada ni nadie tiene prerrogativa alguna para condicionar si hemos
de comer o no de la manzana del árbol del saber y del conocimiento. Ese y no
otro es el cuento que a esos poderosos les da la fuerza de limitar nuestro
pensamiento. Y nada, nada tiene que ver con el verdadero Creador del Todo.
Otros entes intermedios, que no divinos, aunque sí creadores, fueron los que
nos impusieron tales limitaciones. Es hora de que despertemos a tales
falsedades intencionadas con la única finalidad de mantenernos como sus esclavos
en esta granja que, a pesar de todo, no les pertenece. El ser que ellos crearon
se ha hecho mayor y tiene todo el derecho y toda la obligación de seguir
avanzando en su progreso evolutivo. Ya no cabe mantenernos por más tiempo en la
oscuridad. La mediocridad ha de ser olvidada y ha llegado el momento de ver la Luz.
Nuestro mundo está huérfano de
otros conocimientos que darían sentido a los tecnológicos e incluso
facilitarían su avance en la dirección más adecuada, en la dirección de una
Humanidad verdaderamente Humana. Nuestro mundo parece que avanza en una línea
plana carente de sentido humano alguno y es por ello que, en verdad, no avanza.
Nada de esos escasísimos avances, están destinados a facilitar la vida y el
desarrollo libre del pensamiento. Son sólo las justificaciones e imposiciones
de unos intereses mercantiles y bancarios los que nos esclavizan. Son como el
rizo que se revuelve contra sí mismo, sin avance real, sin pensamiento cierto.
Sin libertad de movimiento alguno. Anclado en milenarias y falsas creencias que
nos ciegan y cierran el paso hacia la verdad, hacia la liberación de nuestra
raza, a su desarrollo evolutivo.
Va siendo hora de que ese
desarrollo tecnológico facilite la liberación, el pensamiento libre y creador
donde la Humanidad ,
beneficiándose realmente de ese desarrollo técnico y viviendo un nuevo y
fructífero Renacimiento, se reencuentre consigo misma. Un reencontrarnos con la Naturaleza que nos
regala todo y que nunca hemos sabido agradecer correctamente. Es hora del
despertar de este ser que lleva siglos y siglos dormido. Es hora de que
nuestros pensamientos se dirijan al bienestar de los demás y, por ende, a
nosotros mismos. Es el pensamiento la mayor fuerza creadora de este Universo y
toda creación es para ser compartida; vivida por y para todos. No hay mayor ni
noble esfuerzo. Es el momento de liberalizar el pensamiento. Basta ya de tantas
y tantas leyes que nos encarcelan en una prisión de banalidades y cutrez y de barrotes que nos impiden cumplir
con nuestra obligación natural de evolucionar.
Es el esfuerzo del pensamiento el
que pondrá a todas las cosas en su lugar. Es el momento, el tiempo universal de
dar un salto cuantitativo y cualitativo que deje perdidas, para siempre, tantas
y tantas estulticias. El tiempo de descubrir las sombras, de desenmascararlas
por fin y de expulsarlas de nuestras vidas.
No hay cosa material ni
inmaterial más fuerte que el pensamiento. El pensamiento es todo poderoso.
Unamos nuestras energías conscientes y pensantes para dar paso al nacimiento de
un nuevo conocimiento que nos haga libres y verdaderos. Hay una fuerza exterior
que ha comenzado a llegar a nosotros y es el momento para saberlo y,
sabiéndolo, tomar la conciencia necesaria para encontrarnos con ella y dejar
que nos inunde de paz y de sabiduría. Pensemos, busquemos en la soledad de
nuestra mente ese pensamiento de verdad, esa fuerza liberalizadora y, al mismo
tiempo unificadora de nuestra raza y la
encontraremos.
Es la Energía vivificadora del
Universo, no perdamos esta oportunidad que nos está viniendo. Recibámosla. Abramos
nuestra mente, dejemos paso a la
Luz. De nosotros mismos depende seguir esclavos o liberarnos
y confundirnos con cuanto nos rodea y nos complementa y entender que todos,
siempre, hemos sido UNO.
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