lunes, 19 de noviembre de 2012
LA IGLESIA, LA BANCA, LOS EMPRESARIOS, EL EJÉRCITO Y LOS POLÍTICOS DEL PP
Son
las organizaciones que faltan por manifestarse en España. Ya lo han hecho todos
los demás: la magistratura, la sanidad, la educación, los servicios sociales,
las policías nacionales y locales, la guardia civil, los estudiantes, los
parados, los desahuciados, los abogados, los autónomos, los sindicatos y
algunos pocos políticos verdaderamente comprometidos con la defensa del esquilmado
ciudadano.
Pero
Mientras,
la inmensa parte de la población sí ha manifestado su oposición a lo que está
ocurriendo en España y a lo que su gobierno está ejecutando: el mayor expolio a
la ciudadanía, no sólo económico, si no también, de derechos y libertades
sociales e individuales, de derrumbamiento de la moral y de la ética que
sustenta a cualquier Estado cohesionado socialmente. Esas cuatro instituciones
ni mú. Sea por que no les esté afectando en la misma medida toda esta tropelía
de ajustes que Rajoy y sus ministros nos están aplicando a los que ni vestimos
uniforme, ni hábitos, ni corbatas, ni trajes de no se quién. A los que ocupamos
la base de esa maléfica pirámide de indignidades y alevosías. Aquí, la crisis
se hizo para los huérfanos de una estructura que les represente y les defienda,
pues España nunca les perteneció, España siempre fue exclusivamente suya y por
la gracia de dios.
Ya
somos el 44% de españoles los que andamos en precario. Y, conforme comience
2013, la cifra irá en aumento. ¿A qué porcentaje podremos llegar? Al 50%, al
60% o, quizás, al 75%. Ese, y no otro es el camino elegido por nuestros
indignos representantes políticos. Es muy posible que lo alcancemos en el 2014
o incluso mucho antes. Porque, ¿Qué hay que pueda modificar esa escalada hacia
la nada más absoluta? NADA. ¿Cuáles son los proyectos para el crecimiento, para
el desarrollo de nuevas industrias, de nuevos puestos de trabajo? ¿Cuál es el
nuevo modelo económico? NINGUNO.
Cientos
de miles, entre los inmigrantes que se vuelven a sus países y nuestros jóvenes
mejor preparados, que marchan a trabajar a los países donde el trabajo y el
desarrollo se fomentan (Alemania ha recibido en los primeros 6 meses de este
año a 500.000 personas que en sus países no tienen nada para ganarse la vida)
Población que hará bajar nuestra demografía, además de la disminución de la
natalidad (¿A quién se le ocurrirá procrear?) y con ello aumentarán esos
porcentajes de pobreza hasta lo insoportable. Un sector fundamental, como lo es
el de la investigación, ha sido, está siendo, desmantelado a toda prisa. ¡Que
inventen ellos! Decían en el siglo XIX la misma derecha retrógrada como esta
del XXI.
Nuestro
indigno gobierno (Alcanzó el poder a través de la mentira más soez) sólo está
centrado en que a
El
frugal Estado español está siendo desmantelado, traspasando a empresas afines
lo que es de todos y aún nos queda. Nos están despojando hasta de la cohesión
social y al final terminaremos dándonos
tortazos por un trozo de pan. Pero ellos mantendrán el control gracias a su
ejército y darán “Paz, complacencia, resignación y un mendrugo” con su Iglesia
a los pocos que queden. Este y no otro parece ser el futuro que nos tienen
programado. Pronto –en ello están- limitarán de tal forma
La
moderna inquisición ha sido puesta en marcha, la inquisición del siglo XXI ya recorre
España, Italia, Grecia, Irlanda, Portugal y avanza hacia Europa y avanza a los
EE.UU., de América. Y volverán las viejas pestes y las guerras de siempre y los
miedos y el terror. La sostenibilidad de
este mundo pasa, según esas oligarquías mundiales, por la reducción del personal. Somos
7 mil millones de humanos y a su sistema esta cantidad no les conviene. Y les
es más fácil y conveniente reducir los miles de millones que a su sistema
satisfaga. Eso antes de perder su poder y estatus piramidal. Eso antes que
procurar cambios en este sistema decimonónico y sacerdotal.
Y
mucha procesión y mucha misa y mucho sí señor. Y alguna que otra hoguerita para
quemar a tanto y tanto infiel, a tanto hereje que no se deja tomar el pelo, ni
engañar y que llegaron a tener la osadía de pretender cambiar las formas y
modos de gobierno de las castas más antiguas. Y para que el resto aprenda lo
que hay: “o conmigo o contra mí.” Y que las oligarquías de este mediocre mundo
puedan seguir viviendo a costa de los que queden.
No
somos más burros por que no podemos.
Amén.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario