miércoles, 5 de junio de 2013

LA BANCA AL BANQUILLO

Esto es lo que a mí me gustaría y supongo que a millones de españoles también. Me ha dado la sensación que, sólo a partir de las reformas pretendidas en ámbito judicial por el Ministro Gallardón, ha sido cuando la Justicia ha empezado como a moverse. Si embargo uno ve cosas raras, como por ejemplo lo del expresidente de los empresarios, el tal Ferranz que le pidieron en un principio 30 millones de fianza y ahora va por 5. ¿Es que lo quieren poner en libertad? Vemos que en este viejo País, que no es tan grande, la justicia puede ser bien distinta y que ésta, La Justicia, no es igual para todos. Ahí tenemos a la princesa que hasta la Hacienda (Esa que dicen que somos todos, aunque de lo que se recaude en España suponga -de uno a diez- que nueve lo paguemos los curritos y la extinta clase media y el uno las grandes empresas –incluida la banca- y las grandes fortunas) El caso es que ya hemos visto de qué son capaces los políticos con respecto a la Banca y la de los legisladores que son los mismos.

Hay, es cierto, jueces y juezas que de verdad se la juegan. Demuestran su valía y anteponen los principios de las leyes contra viento y marea y no se casan con nada ni con nadie. Son jueces y ejercen de jueces. Ante ellos sí que inclino mi cabeza como muestra de respeto y reconocimiento. Me gustaría que fueran legión porque todos viviríamos mejor, pero son pocos. Sólo unos pocos valientes comprometidos, de verdad, con la sociedad a la que sirven, convencidos de que la verdad y las leyes justas nos ayudarán a conseguir una sociedad mejor.

En este País se ha cometido el mayor crimen, la mayor estafa posible a una Nación, exceptuando una guerra civil o no. A mí me da igual que la banca sea nacional o extranjera (Todos son lo mismo e incluso del mismo) porque las reglas del comercio y de los mercados siempre parece que han estado claras: Cualquier inversión conlleva riesgos. O ganas o pierdes. Pero en España fueron rotas todas las reglas. La Banca, como bien dicen, nunca pierde, se salta lo que tenga que saltarse, reglas, normas y hasta las leyes más largas. Y hasta ahora La Justicia no ha sabido estar en su sitio y ha sido demasiado permisiva con lo ocurrido. Vagas actuaciones de algunos jueces justos son las que vemos y no una postura digna ante la colosal estafa. La Justicia es uno de los tres poderes del Estado, pero se haya suficientemente contaminada por los intereses de los otros dos poderes y del que estamos tratando aquí, que es el verdadero poder en la sombra. Porque, al final, La Justicia es verdad que no existe en este sistema de capitalismo salvaje. La Justicia salva al rico y hunde al pobre. Si tienes dinero tendrás Justicia, si no, vete preparando. Te robaran todo lo que tengas y si no tienes te encerraran para toda la vida. La Justicia está en manos de hombres y mujeres que, según parece, se han apoltronado en un status de semidioses.  Cientos de miles de españoles desahuciados por La Banca y la justicia, que dicen es ciega, sin ver. Hasta que un humilde abogado de provincias, Dionisio Moreno, argumenta ante el juzgado correspondiente que el contrato hipotecario de su representado ha sido vulnerado según la Directiva Comunitaria 93/13 sobre la protección de los consumidores. El tema se traslada al Tribunal de Justicia de CC.EE. y le dan la razón. La cuestión es más compleja de lo que parece porque esa directiva es del año 1993. Se les olvidó a los jueces su aplicación, hasta que un humilde abogado entró en escena. ¿A qué se dedican la mayoría de los jueces? ¿Cuánto daño podrían haber evitado? La Justicia es cómoda, nadie puede meterse con ellos, son privilegiados en su hacer diario, no están sujetos a nada ni a nadie, ni siquiera al juicio de los ciudadanos que son los auténticos soberanos del poder en España. Son como los semidioses, por encima del bien y del mal. Nadie juzga al juzgador. Es como ser Rey pero sin corona. Exentos.

A los siete años de estrenar el euro nos atracan con una crisis de la que ya veremos quién se salva. Primero, te inundan de billetes echando el grumeje como si de peces se tratara. La vivienda, con la liberalización del suelo, se convierte en el mar en donde todos pescan: Especuladores, timadores, trileros, estafadores, comisionistas, concejales de urbanismo, consejerías de lo mismo. Precios al alza, tasaciones bancarias sin limite -que estamos pescando- España va bien, decía el bigotes –el que presidía el gobierno, que no el otro-.  Y esa burbuja submarina que emerge y aquellos que invirtieron de aquí y de allá que no quieren perder un euro. Que se socialice la deuda, que el Estado la haga suya, necesitamos seguridad en el cobro, que cambie la Constitución: Lo primero a pagar esa deuda y sus correspondientes intereses. Y si no queda para otra cosa –para comer por ejemplo- que no coman (Hasta la CC.EE ha dejado de mandar los alimentos a las ONG que los reparten a los damnificados del desastre. Damnificados que no son otros que los últimos, por aquello de “Que el último que apague la luz”. El último asume todo el peso de los de arriba porque sencillamente no hay Justicia.

Esa socialización de las perdidas es para que La Banca no caiga. Haya hecho lo que haya hecho, incluso jubilar a sus cerebros con 88 millones de euros a parte la pensión y las correspondientes acciones y lo ganado en toda la vida de banquero ilustre, que tampoco habrá sido moco de pavo.  Y para que no caiga La Banca le inyectamos todo el dinero posible e imposible e incluso pedimos al BCE un pico más. Como ya no queda dinero para nada más, subimos impuestos, bajamos beneficios sociales (que los hemos estado pagando con los impuestos, que nadie nos regalaba nada), reducimos investigación, educación, sanidad, pensiones, 6 millones de parados y el largo etcétera que vendrá en Julio cuando los calores del estío nos adormezcan, que los hombres de negro ya lo han avisado: “Que La Banca española está así, así, que no están del todo seguros de que su situación sea buena” Hay que hacer más esfuerzos para que La Banca no sufra tanto y continúe con su trabajo de ganar dinero y más dinero.

El caso es que el mayor partido de los neoconservadores españoles lleva gobernándonos unos 17 meses y, desde el principio, se puso en posición de firmes ante La Banca y cumplen con todas sus recomendaciones y son incapaces de obligarles a que el dinero que les han facilitado llegue a los pequeños inversores. La Banca gana más reinvirtiendo en la propia deuda del Estado y de los préstamos del ICO no quiere asumir responsabilidad alguna. ¡Vamos!, ¿A quién se le ocurre hacer responsable a La Banca del incumplimiento de un pago? ¡Faltaría más!

Una Banca Fraccionaria que crea dinero de la nada (Mayor estafa legalizada), dinero que nace con un interés adjunto que nadie sabe de dónde sale y qué es lo que lo justifica. Una Banca que siempre gana por la sencilla razón de que La Justicia no hace su trabajo. Leyes hay de sobra, lo que faltan son los hombres y mujeres como ese humilde abogado que, como pez pequeñito, se ha comido al grande y no al revés como siempre nos han hecho creer para que nos estemos quietecitos.

Ya no se trata sólo de España, es Europa lo que está en juego. Y para defender la Europa de los ciudadanos, de sus derechos, de sus obligaciones, de sus libertades y de su fraternidad, se hace necesaria la participación de todos.

De los jueces y juezas también.


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