martes, 2 de julio de 2013

Y NOSOTROS PAGANDO

Los que han usurpado el poder a través del engaño se están haciendo ricos a nuestra costa, siempre lo han estado haciendo. Nacieron y fueron educados para ello y las "virtudes" inherentes al retorcimiento de las normas y de las leyes, les son desveladas repletas de las mayores hipocresías sin que se les note ni en el rubor de la cara. Para ellos no hay rebajas de salarios, incluso la hacienda les devuelve en sus IRPF, tampoco les afecta el desempleo. Han repartido durante décadas sobres con sobresueldos a los ya buenos sueldos públicos para que sus señorías e ilustrísimas no perdieran poder adquisitivo si no más bien que lo fueran aumentando. A los amigos les dan negocios privatizando lo que era de todos; el bien público pasa a ser sólo suyo. Su tesorero mayor, de varias cuentas ignoradas en ignotos y notos países, mientras estuvo en la calle (Sólo cuatro años), poniendo a salvo todo el patrimonio de los euros birlados al partido que, a su vez, los birlaba a los empresarios y constructores que, a su vez, nos los birlaban a nosotros, aumentando los costes de las licitaciones de obra pública de los que eran adjudicatarios por el trueque en el que, ambos, partido y empresa, ganaban lo indecible a costa del ciudadano -Junto al tema de la construcción y del suelo, que tan pingües beneficios les procuró- Jamás en una administración, sea cual fuera, gobernada por estos flagelantes de una fe que es como ellos, hubo obra alguna que terminara en el plazo fijado y, lo que es más importante, costara lo que el pliego de adjudicación decía. Pues de algún lugar habrían de salir los dineros para los sobresueldos, los ágapes, los trajes, zapatos y corbatas de lo más fino, los viajes, los hoteles de lujo extremo y las cuentas varias en paraísos fiscales y las vacaciones, bodas principescas y las fiestas familiares con confeti incluido. Pues, ¿Quién, que se precie, claro, no tiene una cuenta por ahí escondida? Ya lo decía el tal Fasana: “Esa carpeta ni tocarla, que hundís España” Tal debe ser el latrocinio perpetrado, desde el más alto al más bajo, que ni siquiera un Estado entero sería capaz de sobrevivir a tanta depravación ocultada y continuada. Ni se les ocurrió tocarla a los funcionarios de la Hacienda. Ni hubo juez que tomara cartas en el asunto. ¿Quién tendría el valor de hacer tal cosa ante las consecuencias anunciadas por el hombre necesario, que hasta era recogido en Zarzuela por el chófer del cinturón?

Y aquel fiel y leal guardador del tesoro, ya preso, parece que no va a cantar lo que todos los españoles esperábamos que cantara. El poder tiene muchos recursos, por no decir todos, y es hasta posible que todo esté ya más que planificado para que la gloria y el silencio ocupen las posiciones perdidas: “Te tragas el marrón, te aguantas tu orgullo, que tu chófer te lleve la gomina, te jodes un poquito y en el peor de los casos, si no es posible otra cosa, te dejas condenar. Unos meses después te indultamos y amnistiamos, te coges a tu mujer y a la joya de tu hijo y os perdéis allende los mares, que más no podemos hacer por vosotros y ya es bastante. Disfrutáis de lo que os queda por ahí escondido, que seguro es mucho más de lo que os han encontrado. Y dentro de 15 ó 20 años, si quieres, incluso puedes escribir un libro y lo cuentas todo. Pero esta triste historia ha de terminar ya por el bien de España”.

“Por el bien de España”. Cómo se les llena la boca cuando dicen tales mentiras. Nunca les interesó España y mucho menos los españoles. Nuestra desgraciada Historia –por ellos escrita- está llena de ejemplos. Hoy, tras año y medio de su último gobierno, no han hecho otra cosa que subir todos los impuestos, crear otros nuevos, despojarnos de la sanidad, de la educación y de la dependencia de nuestros viejos y viejas. El presupuesto del próximo año no baja, lo suben. Y nosotros pagando. El 90 % de lo recaudado por el Estado proviene de las nóminas y de los españoles de a pie. La deuda no para de aumentar y el déficit sigue descontrolado. Los bancos siguen igual o peor que antes de darles cientos de miles de millones de nuestros euros y de haberles dado a sus amigos las cajas de ahorro, que ya se encargaron de vaciarlas y hacerlas inviables con sus proyectos y obras innecesarias, megalómanas y que respondían a lo referenciado en el enunciado. Están como locos intentando cederles la bolsa de las pensiones, que es lo poco que aún queda sin tocar, sin privatizar.

En fin, lo triste de todo y más que nos acontece, es que según los últimos resultados de encuestas sobre la intención de voto, éstos “defensores del trabajador español” sacarían un 30% de resultados, que respecto a los datos de las elecciones de 2011 nos dice lo siguiente: Elecciones 2011…44,62%...10.830.693///A junio 2013…30%...7.281.954.

Sus afiliados son 862.000, así, la diferencia entre ese 30% y el número de afiliados nos da la cantidad de 6.419.954. De lo que podemos inferir que en España hay, para redondear, 6,5 millones de gilipollas consumados, que se creen todo lo que les dicen sin ver la realidad que les rodea.

Mientras haya iglesias y éstas se llenen, esos gilipollas y los que no lo somos les seguiremos pagando su vida loca. Ellos trabajan para crear ciudadanos que no piensen por sí mismos, que no saben cuestionar aquello que se les dice. Ciudadanos preparados, chantajeados para conformarse sumisamente a la visión de un mundo en el que “ese sistema” favorece sólo a unos pocos poderosos perjudicando al resto, a la inmensa mayoría que ve cómo su vida se convierte en una nada absoluta. En un vivir sin vivir.

Pronto este País, este mundo, será una Sociedad Limitada.


¡Ustedes sabrán lo que quieren!

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