sábado, 28 de enero de 2017

INCONGRUENCIAS DE PENSIONES

Hace unos días, en algún informativo televisivo, tuve la ocasión de ver una noticia de esas que llaman a lo entrañable de nuestra condición de seres humanos. Se trataba de la jubilación de un maestro, el último día de trabajo en su escuela se saldaba con un largo pasillo de alumnos que aplaudían al paso del insigne maestro en reconocimiento a su buena labor. Ésta tuvo que ser excelente porque la reacción del alumnado y sus aplausos no dejaban duda alguna. Todos los días se jubilan maestros, pero no todos reciben ese reconocimiento sincero y de gratitud por parte de los pupilos. Tuvo que ser un buen maestro, de esos que tan pocos quedan. Desconozco su nombre pero vaya también mi reconocimiento, desde estas líneas, a ese jubilado MAESTRO.

Lo que me llamó la atención fue lo siguiente: El maestro, según la noticia, se jubilaba tras 32 años de trabajo y de sus correspondientes cotizaciones. Y por aquí es por donde –me toca en lo más profundo- veo la incongruencia del sistema de pensiones que tenemos. Este caso será el de muchos y resulta que el trabajador, si se ha jubilado a los 65 años, empezaría a trabajar a los 33. Aprobaría su oposición y desde entonces habrá estado de continúo en su puesto de trabajo, que para algo está el Estado. Ahora les explico mi caso: Empecé a trabajar a los 20 y hasta hoy tengo cotizados 32 años y cinco meses. Voy a cumplir los 59 y estoy en el paro sin derecho alguno. (En 2011,  pude acogerme a la Ley de Zapatero, aquella para mayores de 52 con 426€)  Los 7 años que faltan de cotizaciones son debidos al tiempo de desempleo entre unos trabajos y otros y por razones ajenas, lógicamente, a mi voluntad. No pretendo aburrirles con mi vida laboral, ni con las vicisitudes, ni con el desempeño de trabajos de toda índole y calificación profesional. En lo único que reparo es que alguien con 32 años de cotización sí tiene derecho a su pensión y yo cuando cumpla los más de 65 años –que ahora exigen- me dejarán una no contributiva si llego. Pude volver a trabajar durante un año, renunciando, como es lógico, a esa ayuda de los 426€, pero ahora ni te la conceden, la anuló Rajoy en el 2012 y que además, ahora, tienen en cuenta los ingresos familiares, y que digo yo, que qué tiene que ver lo que mi cónyuge gane para perder yo mi derecho como trabajador y cotizante.

En fin, que es mejor ponerse a trabajar lo más tarde posible y que lo mejor son unas oposiciones al Estado, es el único que te garantiza el puesto de trabajo hasta que te jubiles y tu pensión máxima. Si te pones a trabajar a los 20 y el mercado de trabajo oscila, si aparecen crisis económico y financieras que tú no has creado y te acercas a los 60, te puedes ir pegando un tiro aunque hayas cotizado los mismos años que otros.


Ahí te dejan, tirado como una colilla.

jueves, 26 de enero de 2017

DEMASIADOS RECURSOS PÚBLICOS PARA UN MISMO FIN (LA ADLE-Cartagena)

La Agencia de Desarrollo Local y Empleo (ADLE –http:www.adle.cartagena.es) fue un invento de corporaciones anteriores del PP, para  que la exalcaldesa Barreiro dispusiera de un lugar donde mandar a exconcejales y fieles servidores del partido popular, como el Senado lo es ahora para ella. 

Esta Agencia a lo que se dedica básicamente es a servir de intermediaria entre el SEFCARM (Servicio Regional de Empleo y Formación de la Región de Murcia -http://www.sefcarm.es-) y el municipio de Cartagena.

El Sefcarm es el único responsable de las políticas formativas y empleo destinadas a los desempleados. Ningún Ayuntamiento, tampoco el de Cartagena, posee competencias en materia de empleo. El Sefcarm ofrece cursos y los ayuntamientos optan por aquellos que considera más adecuados para cubrir las necesidades formativas de los desempleados locales. Es por lo tanto, y vuelvo a repetirlo, un mero intermediario sin capacidad alguna en la materia.

Recordar que el propio Sefcarm tiene sus oficinas en la Avda. de Murcia, con todos los servicios y más, que pueda ofrecer la Adle en relación a la formación y al empleo. Duplicación de servicios, que se llama y a 1200 metros de distancia. Derroche de servicios públicos.

Bien, pues esa intermediación le viene costando a los cartageneros en todos estos años que lleva funcionando, un montón de millones. Para este ejercicio, el coste del servicio anda por los cuatro millones de euros. No existe en toda la Región ningún organismo parecido, ni con ese coste tan abultado y oneroso, ni siquiera en la ciudad de Murcia. Es a través de las propias concejalías donde se desarrolla esa labor. No se necesita disponer de un edificio administrativo (C/ Serreta) para tal menester, ni necesitan de talleres (Canteras), ni de otras instalaciones como las cocinas de La Milagrosa para impartir el curso que es estrella de todos cuantos vienen realizando: Cocineros y Pinches de cocina.

A mayor Inri, en Cartagena disponemos de la Escuela de Hostelería http://www.murciaeduca.es/cpuifhostcartagena/sitio/, dependiente de la Consejería de Educación, Cultura y Universidades que tanto costó conseguir en 1992 y en donde se imparten todos los ciclos formativos y certificados de profesionalidad de las Familias profesionales de Hostelería y Turismo e Industrias Alimentarias. Más derroche público.

Así, con el esfuerzo económico, vía impuestos, de todos los cartageneros, suplantamos las instalaciones del antiguo INEM en San Félix –Hace años cerradas- creando un sinfín de recursos innecesarios, paralelos y sobredimensionados. Más derroche. Sin olvidar que Cartagena cuenta, también, con el CEEIC (Centro Europeo de Empresas e Innovación Cartagena) dependiente del INFO (Instituto de Fomento) para prestar apoyo a las Pymes y a los empresarios innovadores (http://www.ceeic.com)

Al cambiar el gobierno municipal hubiera sido de esperar que se miraran estas estructuras y su verdadera funcionalidad. Sin embargo, se optó por continuar la dinámica de fondo que las creó: dar cabida a aquellos que se quedan fuera, cueste lo que cueste, que para eso pagan los cartageneros.

Por el contrario, sí se disuelve un organismo como el IMSEL (Instituto Municipal de Servicios del Litoral) que, mejor o peor, prestaba sus servicios para la mejora de infraestructuras en las playas de nuestro término municipal y que, a partir de Semana Santa y Verano, veremos cómo repercute su disolución en el estado de las mismas y qué imagen ofrecemos al sector turístico. Veremos.

En fin, son decisiones políticas que se pueden o no compartir, pero que denotan poca sensibilidad hacia los maltrechos bolsillos de los cartageneros: “Si no tengo las competencias en empleo qué hago yo manteniendo una estructura que tan solo sirve de intermediaria para hacer unos cursos”. Esa labor la podrían hacer otros, ya la hacen, y sin tan alto coste para el ciudadano.

Muchas veces es bueno poner en la balanza los pros y los contras y objetivamente valorar si el coste de tal o cual inversión es ajustada al esfuerzo realizado por los contribuyentes y eso, además, cuando el pasado año dejaron perder casi un millón de euros en cursos. Si en esa balanza ponemos los recursos en infraestructuras y económicos empleados entre unos y otros y el número de desempleados, que no baja, veremos que algo no cuadra. Simplemente no funciona. Duplicar por duplicar servicios no es la respuesta.


Desde mi perspectiva, que siempre será escasa y discutible, considero un exceso la existencia de tal agencia viendo a lo que realmente se dedica y sabiendo que ya hay otros organismos que desempeñan esas funciones. Esta Agencia, debiera ser mucho más ambiciosa y no una mera replicante de lo que otros hacen, o simplemente, ser disuelta. Y los cuatro millones, dedicarlos a la inversión en el mantenimiento de las infraestructuras municipales, que buena falta hace o dejarlos en los bolsillos de cada cual. Aprovecho el presente escrito y apunto que una buena mano de pintura no le vendría mal a la ciudad, a los barrios y a las Diputaciones, no se olviden que un poco de color a nuestro alrededor hace que las cosas se vean de forma diferente y que lo viejo aparezca como nuevo, que para más no hay.

domingo, 15 de enero de 2017

PERO NO PASA NADA

Durante esta crisis económica y financiera que ya nos dura nueve años los españoles salvamos a la banca y a las cajas de ahorro con 122.000.000.000 de euros de los que llevamos perdidos más de la mitad y los que aún quedan por perder. Y nos dijeron que no se perdería ni un euro. Nos mienten a la cara, nos engañan pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera hemos conocido los miles y miles de millones de euros que nos han robado los políticos más dignos de este reino de sabandijas. Incluidos aquellos molt honorables que siguen campando a sus anchas junto a la banda de sus hijos y allegados. No fuera a ser que les dé por cantar la traviata y nos enteremos de robos aún más importantes y de mayor altura, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera estamos presenciando cómo la justicia es fiel lacaya y servidora del sistema al dilatar en el tiempo de años y años que pasan sin sentencias ejecutorias a los culpables y de los indultos del gobierno a los amiguetes que tuvieron mala suerte al tener que ir al juzgado, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera vimos cómo algunos listos se han hecho más y más ricos, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera miles y miles de ciudadanos españoles fueron, primero estafados y posteriormente embargados de sus casas. Tasaciones infladas, cláusulas suelo y cláusulas leoninas que ya veremos cuándo se cobran y quién las cobra, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera nos han inflado los costes energéticos para que algunos cobren hasta 4000 euros al día sin pestañar. Esa energía que en un momento se consideraba “Estratégica” y con su privatización dejó de serlo para servir de cueva a los de Alí Babá. Olvidando que una energía cara hace imposible la productividad, pero no pasa nada, les bajamos los salarios.

Durante esta crisis económica y financiera miles y miles de ciudadanos españoles tuvieron y tienen que hacer las maletas y marcharse a otros países para trabajar. Aquí no hay trabajo ni lo habrá en el futuro más inmediato, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera miles y miles de ciudadanos españoles recurrieron al suicidio como única solución a lo que la sociedad en la que nacieron le ofrecía como salida, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera cientos de miles y miles más han perdido su capacidad financiera y sus trabajos apenas les reportan para vivir. Ni con trabajo son capaces de subsistir, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera millones y millones de españoles son, hoy, más pobres, mucho más pobres que hace nueve años, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera se han aumentado las plantillas de funcionarios en todas las administraciones y sus salarios. No son productivos, pero no pasa nada, se le resta a todos los demás.

Durante esta crisis económica y financiera millones y millones de ciudadanos españoles han perdido prestaciones sanitarias, educativas y sociales, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera muchas empresas cerraron, otras se marcharon, algunas aprovecharon para rejuvenecer sus plantillas a costa del erario público, pero no pasa nada.

Durante esta crisis económica y financiera los políticos de uno y otro signo no han hecho más que tomarnos el pelo. Unos, por su incompetencia para conformar un bloque unido y compacto con el que combatir a ese nefasto neoliberalismo y los otros por imponer un austericidio a la mayoría de los ciudadanos indefensos, que nunca merecieron ni nunca provocaron. Pero no pasa nada…


...El día que pase algo, que pasará, nos vamos a arrepentir de no haber hecho lo que había que hacer. Lloraremos lágrimas de impotencia, de gran terror por tanta ira contenida y detonada. Por tanta injusticia y agravio, por tanto desacato a los principios de un Estado de Derecho, Social y Cohesionado.

martes, 22 de noviembre de 2016

EL NUEVO PRESIDENTE

Viajó lejos para verse con otros presidentes de grandes y pequeñas naciones a los que previamente les invitó a participar en ese encuentro del que un nuevo día tendría que amanecer para este viejo mundo. En la cita, les  dijo que era el momento, el lugar y la hora para cambiar el paradigma que tantos y tantos siglos había estado dirigiendo nuestro planeta. El lugar elegido por el nuevo presidente fue Alepo. Las cancillerías no salían de su asombro y todo eran negativas y excusas por la ubicación del evento, que ese emplazamiento era una locura, que era como sentenciar la muerte de cada uno de ellos. No entendían nada  y requirieron, no una, sino varias veces, la confirmación por si se trataba de algún error. No lo había. La reunión sería en Alepo, aunque sería mucho mejor decir en lo que quedaba de esa ciudad, y cada uno era muy libre de asistir o no. Así que todos los involucrados en ese conflicto  tendrían que tomar las medidas oportunas para que tal encuentro pudiera tener lugar con todas las garantías de la máxima seguridad.

Disponían de cinco días para conseguirlo. Una vez digerida la convocatoria todo fue un no parar de comunicados y órdenes y, al segundo día, cesaron los bombardeos, los cañonazos y todos los disparos. Una gran calma llenó de un silencio absoluto esa ciudad masacrada.

Al amanecer del tercer día, largas filas de camiones avanzaban hacia la ciudad con alimentos y medicinas, y, lo más importante, con cientos de voluntarios dispuestos para atender a los miles de personas que, en estado más que crítico, se hallaban presas de una guerra que ellos no iniciaron y que les fue impuesta. Los cascos azules de la ONU tomaron la ciudad y todos los combatientes fueron retirados, sin sus armas, a posiciones alejadas de la localidad. Las gentes, hombres, mujeres, ancianos y niños perplejos y asombrados no salían de su sorpresa y en sus rostros polvorientos se abrían paso ríos de lágrimas tras demasiados años de gratuito e innecesario sufrimiento.

Al cuarto día, ya reposadas las nubes de polvo y tierra,  la luz del astro rey dejaba ver el dantesco espectáculo de una ciudad arrasada y sumida en el silencio profundo que solo el mayor de los terrores es capaz de imponer. Habían transcurrido seis años de una guerra sin sentido y que, como todas, solo había servido para el incruento sacrificio de miles y miles de vidas humanas únicas, incomparables e irrepetibles.

Los supervivientes salían de entre las ruinas y de aquellos escondrijos que les habían servido de refugios, con sus cuerpos sucios, famélicos, infectos, heridos y con sus rostros demacrados y enjutos. Se acercaban ávidos a los puestos desplegados para socorrerles, adelantando sus brazos y manos con la esperanza de alcanzar agua y alimento.

En la novena hora del quinto día, el nuevo presidente agradeció la asistencia y la valentía de aquellos que optaron a comparecer a su cita. 

Les dijo que ya no era admisible continuar con tanto sacrificio y tanta calamidad, que todos los seres humanos tenían el mismo derecho para ser felices y dejar de estar esclavizados por una serie de dogmas antiguos y por una retahíla de falaces engaños y de no sabemos qué intereses económicos, financieros y demoníacos. Que el conocimiento alcanzado permitía el desarrollo de nuevas tecnologías para que la energía fuera abundante, limpia y gratuita. Que los recursos son suficientes para todos, siempre que seamos consecuentes y coherentes y no antepongamos los viejos provechos por encima de la nueva voluntad mundial que él pretende instaurar junto con ellos. Se imponía acabar con toda obsolescencia programada y con el despilfarro de los recursos naturales.

También les dijo que no quería ver en los informativos de todas las cadenas televisivas y de la prensa mundial más imágenes de bombardeos, ni de explosiones que destruyen y acaban con millones de seres humanos sin sentido alguno. Que por su parte había dado las oportunas y categóricas órdenes para cerrar toda la industria armamentística y replegar todas sus tropas de las bases en los países aliados. Que sus fuerzas armadas están siendo disueltas y que en la Nación que él preside ya no se estudiarán más las estrategias de guerra ni los complots económicos ni las conspiraciones políticas para forzar la voluntad de otros. Él ya ha dado ese paso y espera que sus homólogos hagan lo mismo.

Que es la hora de encerrar en museos del horror toda esta infernal parafernalia de matar por matar, para que queden las pruebas de lo que fuimos y para que nuevas generaciones eviten la reproducción de tales calamidades inútiles y de tantos crímenes en masa que desprecian lo más sagrado que nos fue dado: LA VIDA.

Les ha recordado lo infructuoso que han sido siempre tales actuaciones, cuando se consideran las pérdidas de vidas y no solo la ganancia económica de tal o cual acción. Que las relaciones entre unos y otros países, entre unos y otros continentes, no han de estar basadas en la fuerza de las armas, sino en la colaboración y en el intercambio mutuo, sin imposiciones leoninas, ni estrangulamientos de los uno a los otros por intencionadas y falsas razones.

Que es el momento y la hora de olvidar el chantaje, el engaño y el uso de la fuerza como los únicos modos de relacionarnos. Que la solidaridad y la generosidad nos harán más transcendentes y poderosos en nuestra nueva aventura. Pues, como una especie verdaderamente inteligente y poseedora de los mejores y más altos sentimientos, otros han de ser los retos. Hemos de olvidar la ignominia de estar matándonos los unos a los otros.

Que es ya el tiempo para dignificar nuestro espíritu y hacernos dignos del nombre de nuestra raza: HUMANOS.

Les ha comentado que nuestros avances han estado lastrados por la vergüenza de sus métodos y por el camino equivocado al que eran dirigidos. Que nuestro atraso en todos los campos del saber se debe solo a un primitivismo alentado desde mentes maquiavélicas que han de ser retirados de todo centro de decisión. ¡Que ya está bien! El interés ha de cambiar su significado actual y su parcial sin-sentido. El objetivo no ha de ser otro que el salvaguardar la vida de cada uno de nosotros esté donde esté y de todo aquello que nos rodea, pues es imposible olvidar que esta tierra y todo cuanto en ella es,  no son más que el origen y el sustento de nuestra propia existencia como especie. Entre todos podremos reconducir estos caminos desconectados de la felicidad e iniciar la dignificación de este planeta y de todos los seres vivos que en él cohabitan. Olvidemos los PIB (Producto Interior Bruto) y centrémonos en los FIB (Felicidad Interior Bruta) de todos los ciudadanos de nuestras naciones. Esa y no otra ha de ser nuestra riqueza y nuestra única meta. A eso os invito, a eso os reto.

Sobre la mesa no había documento ni protocolo alguno para firmar. Su firma consistió en levantarse de su silla y dar un abrazo a cada uno de sus interlocutores. Un abrazo sincero, profundo y lleno de esperanzas para este futuro que hoy recién empieza, con el final de la que ha de ser la última guerra entre humanos.

 Tiempo para dejar todo acto de barbarie, aislarla y olvidarla. Tiempo para comenzar una verdadera Edad de Oro de la Humanidad

…Tiempo para fijarnos en las estrellas.


¿Habrá algún día un nuevo presidente como este?

lunes, 24 de octubre de 2016

EL ÚNICO Y GRAN TESORO

Este planeta, esta tierra, que tanta suerte tenemos de poder pisar, es el único y el gran tesoro que tenemos, que nos pertenece a todos y que no es comparable con ningún otro tesoro conocido, porque todos aquellos que han sido producto de la mano del hombre han ido contra él mismo y contra el propio planeta. No hay especie animal o vegetal que haya ido contra su hábitat, más bien todo lo contrario, lo cuidan y respetan y, sin embargo, se les reconoce como especies inferiores; mientras que la nuestra, la superior, no ha hecho otra cosa que ir en contra, no ya de su propio hábitat sino, también, el de todas las demás especies. Recordemos, para mayor indignidad nuestra, que ninguna de esas especies inferiores ataca a sus congéneres, solo lo hace la especie superior, o sea, nosotros, los que encima nos hacemos llamar HUMANOS.

 Y humanidad, humanidad, lo que todos llegamos a entender por humanidad, es bien poca, a pesar de contar con más de 7 mil millones de almas y sus correspondientes auras.

Aquellos dioses (Que no Dios, si lo hay, porque de haberlo, de esto no se ocupa, que bastante tendrá con mantener en su justo lugar a tanto planeta y a tanta estrella y que no se le vaya todo como un castillo de naipes) que tuvieron la osadía de crearnos a su imagen y semejanza, se podían haber esmerado un poco más y, en el proceso de perfeccionamiento de nuestro ser, eliminado también todos los aspectos que nos hacen tan negativos hacia cuanto nos rodea. El caso es que no debe ser fácil crear una criatura a imagen de quien tiene la capacidad de hacerlo. Nosotros comenzamos hace años con los clones, que ya es algo; hemos avanzado en la creación de vísceras y tejidos a partir de células madre; inseminamos artificialmente y hacemos todo tipo de conjugaciones con los óvulos y los espermatozoides buscando seres más perfectos y al gusto de quienes sean los progenitores o científicos. Las investigaciones continúan y pronto no será necesario ningún útero materno que por algo se crearon las incubadoras. Jugamos también a ser dioses, aunque aún menores.

Al final van a tener razón los antiguos griegos y romanos porque ellos no eran monoteístas sino politeístas. Y quizá estuvieran mucho más cerca de conocer más sobre la verdad de nuestra existencia que nosotros tres mil años después y hasta es posible que tuvieran contacto directo con ellos a través de sus Oráculos, Eneidas, Odiseas e Iliadas. A nosotros, para alejarnos de ese conocimiento, se nos vendió como fábulas, mitos y leyendas, cuando, estoy convencido, no eran más que la realidad de sus vidas y experiencias. Todas esas civilizaciones de todos los rincones del globo coinciden en esos dioses de carne y hueso que bajaban de los cielos o que, incluso, cohabitaban con ellas. Hemos de reconocer, los criados bajo la costumbre  católica, que también somos politeístas porque eso de la santísima trinidad (Padre, hijo y espíritu santo) ya me dirán a qué responde sino es a un politeísmo como cualquier otro. Disponer de un solo dios trino, como que no nos ha ayudado en mucho. Tanto poder en uno solo o en los triunviratos, se ha demostrado siempre que no es bueno, todos terminan por creérselo, comenten barbaridades y acaban rompiendo la baraja. Además ya se alzan voces de que todo es falso –Nuevo Testamento- y aportan todas las pruebas que han sabido recoger en sus investigaciones y coinciden sus argumentaciones con la intuición de tantos, en tantos siglos de oscurantismo y obligado silencio o gratuita muerte.

El caso es que nuestro mundo está basado en demasiados cuentos chinos y mientras no rompamos con ellos, nos seguirán contando más cuentos. Va siendo la hora de exigir la verdad porque sólo conociendo ésta podremos decidir lo que nos conviene como especie inteligente. Porque estar a las expensas de no sé cuántas especies alienígenas nos hace ser los blancos de sus dianas y desconocemos qué implican sus dianas. Conociendo la verdad de nuestro origen y existencia podríamos sacudirnos de tanta nefasta religión que tan solo nos han conducido a luchas y guerras fratricidas por cruces, medias lunas o unos huevos fritos.

Sabiendo esa verdad podríamos tomar partido o bien por unos o bien por otros, según nos convenga a nosotros y no a ellos. Es una forma de intentar alcanzar la mayoría de edad para aceptar la responsabilidad de nuestro destino como raza. Dar el salto. Salir de este cuento para niños que ya dura demasiado.  Así, podríamos entender cuánto vale la vida de un semejante y cuánto esfuerzo habría que hacer por conservarla. Exijamos conocer la verdad y desterremos toda mentira malintencionada. En eso debiéramos emplearnos, que ya nos vale.

Dejaríamos tanta tecnología inversa y tanto rodeo, iríamos directamente a la fuente, permitiendo que este planeta pueda seguir vivo y conociendo cuáles son en realidad los riesgos y los peligros de nuestra existencia; cuáles las razones de tanto crimen sin sentido; cuáles las verdades y cuáles las mentiras. Porque eso del libre albedrío está muy bien, pero un libre albedrío bajo el continúo engaño no parece que sea lo más adecuado para ejercerlo. Deja de ser libre albedrío para convertirse en una cruel pantomima.  

Todo eso y más si consiguiéramos desembarazarnos del reparto del que somos objeto. Pues, parece ser que unos apoyan a unos y otros a otros y así este lío no hay quien lo entienda. Que este pequeño planeta se mantenga dividido y sujeto a los intereses de unos y otros no nos hace ningún bien. En ese desconcierto, en esa incertidumbre, en esa ignorancia de lo que realmente sucede, los que conocen, son los únicos que cumplen sus objetivos y éstos puede que no sean del todo éticos ni morales con el sagrado deber de perseverar en la defensa de LA VIDA y en la dignidad de su milagrosa existencia aquí y en el resto del infinito UNIVERSO. Porque ese es nuestro único y gran tesoro: LA VIDA.

Mientras, millones de seres superiores son pasto del sufrimiento; masacrados; asesinados; quizás, ofrendados a no sabemos qué dioses, por sus iguales que, además, desconocen las verdaderas razones de sus crímenes. Me niego a pensar que nuestra existencia ha de limitarse a esa realidad de que unos han de morir para que otros mal vivan creyendo que viven.


¡Me repugna y asquea esta HUMANIDAD!

miércoles, 12 de octubre de 2016

LA MASA CRÍTICA Y LA EDAD DE LA TIERRA

Según los cálculos realizados en 2010 por John Rudge del departamento de Ciencias de la Tierra de la universidad de Cambridge, nuestro planeta tiene 4.470 millones de años.

Si partimos de una vida media de 80 años para una persona y le restamos los años de niñez, la efervescente  adolescencia estudiantil y también sus años de ñoñez, podríamos decir que su operativa más racional tiene unos 40 años como mucho. Además debiéramos restarle los años ocupados en trabajar o en buscar ese trabajo que le dé para mal comer y mal vivir pagando y pagando gracias a los continuados préstamos que inevitablemente ha tenido que suscribir a lo largo de esos años de curro. También en sacar adelante su prole, que no es moco de pavo. Con todo ello y algunas otras cuestiones que alcanzaríamos añadir, como la salud, podríamos hablar de que tiempo para pensar y racionalizar cuanto nos han estado contando durante toda la vida, hemos tenido poco, muy poco. Así, nuestras percepciones  y actuaciones han estado dirigidas desde nuestro nacimiento no para recrearnos una historia verídica sino, más bien, un cuento para niños. Todo nos ha sido dado per se, las cosas son así, y esto, y aquello y lo demás allá; siempre fue de esta forma y manera, cuídate de actuar distinto, ¡Ni te lo plantees! Hemos sido deliberadamente condicionados a pensar y a proceder conforme a un modo obligado e inducido por las  circunstancias, modas y usos del momento. Y, si encima añadimos que el sistema político en el que te has criado es una dictadura co-vaticana genocida e instaurada por “la gracia de dios”, ni te cuento. Más tontos que nadie y, además, con miedo y calladitos.

Nos han llenado de leyendas; mitos; fábulas; dioses y diosas; vírgenes; ogros y gigantes; símbolos; hadas y brujas; santos; druidas; magos; hechiceros; dragones; serpientes; hombres de negro; sociedades secretas; masones; rosacruces; gnomos; príncipes y princesas; religiones… Con un solo objetivo: Que no puedan saber LA VERDAD, esa que dicen que nos hará LIBRES. Nos quieren ESCLAVOS e IGNORANTES.

La cuestión de fondo radica en que a día de hoy hay un número demasiado importante de personas (Masa crítica)  que no creen, ni de perfil, en la certeza de la existencia de seres inteligentes de fuera de este planeta. No es por la falta de pruebas, no es por lo sensato y coherente que resulta creer en ello, no es por tanta evidencia racional, tan solo es por comodidad. Una comodidad que es vaga y conformista con la mediocridad y el primitivismo de este mundo. ¿Que se van a terminar las romerías y las procesiones? ¿Que se van a cerrar tantas iglesias y pagodas? ¿Qué va a ser de nosotros si dejamos de estar alienados? ¿Que no habrán más guerras; ni hambres; ni éxodos; ni pandemias; ni atentados; ni miseria? Se prefiere creer en algo intangible antes de conocer lo tangible, es más fácil y no implica ningún calentamiento de cabeza, ni salirse del cuento.

Si hubiera una masa crítica suficiente que creyera en lo evidente de otros mundos habitados por seres mucho más avanzados y de los que, incluso, dependiera nuestro origen y existencia, las cosas empezarían a cambiar a los ritmos adecuados y en la dirección correcta. Es como el indígena de una tribu ignorada y perdida que tiene la oportunidad de salir de su aldea y descubrir que el mundo en el que vive tiene otras muchas realidades diferentes a la suya y que lo que le han estado enseñando sus sacerdotes no es del todo cierto. De regreso, el indígena sería tomado por loco. Está solo ante todos, la masa crítica no está de su lado, aunque la verdad le acompañe. Ya no se sentirá partícipe con la realidad de los suyos. Será cuestión de tiempo que el resto de la tribu vea esa realidad y el tiempo para cada cosa siempre llega, es implacable.

El ministro de transportes de Irak inauguró hace unos días un aeropuerto y se atrevió a  decir que en Irak, hace 7.000 años, ya había aeropuertos, que fueron los primeros en construirlos. Irak, cuna de la cultura Mesopotámica, origen de las primeras y más grandes civilizaciones, cuna de los primeros procesos agrícolas y de la invención de la rueda y de cuantos elementos significaron un antes y un después en nuestra evolución técnica…… Avances que tuvieron lugar de un día para el otro y gracias a los que bajaron del cielo, que eso de la ciencia infusa es otra cosa.

De esa edad de 4.470 millones de años que tiene nuestra casa, nosotros tan solo conseguimos vislumbrar algo de los últimos 10 ó 12 mil años. Y si le quitamos todas las mentiras que nos han estado contando solo podríamos hablar de lo que cada uno ha sido testigo en su propia vida. O sea, nada. Porque la historia, el cuento, es del todo manipulable y se tergiversa según convenga a quien tenga el poder de destrucción, el poder de asesinar.

Pero seamos claros, aun creyendo en la existencia de otros seres inteligentes, no pensemos que son la solución a nuestros problemas porque muchos de ellos fueron por su causa: “Se acusa a los ángeles guardianes por haber desviado su misión y encarnado la explotación, la opresión, la destrucción de los ecosistemas, la guerra, el oro, la vanidad, la brujería, la fornicación y el engaño. Y como parte de la humanidad era aniquilada, su clamor subió al cielo. Los arcángeles Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel, al ver la sangre derramada y la injusticia se dijeron que la tierra desolada grita hasta las puertas del cielo por la destrucción de sus hijos. Dios los envía entonces a encadenar a los Vigilantes y a destruir a los gigantes pues han oprimido a los humanos. Los ángeles caídos rogaron a Enoc que intercediese por ellos y los gigantes ante Dios.”
“Este castigo con que son castigados los ángeles es un testimonio para los reyes y los poderosos que poseen la superficie de la Tierra. Desgracia para los que edifican la iniquidad y la opresión y cimientan sobre el fraude, porque serán derrumbados de repente y no habrá paz en ellos… Habrá un cambio… los justos serán victoriosos. Desgracia para vosotros ricos, porque os confiáis en vuestras riquezas, seréis privados de ellas.”

Estos Vigilantes traicionaron sus órdenes recibidas y quedaron tan prendidos de la belleza de nuestras mujeres que sucumbieron a sus encantos. Ahí empezó el desaguisado, el lío en el que estamos, ya que no debe funcionar muy bien la cadena de mando estelar porque desde que tuvieran lugar esos acontecimientos, allá por los inicios de nuestra andadura, no hemos estado haciendo otra cosa que matarnos los unos a los otros y solo por tener más dinero y poder. Han pasado miles de años y aquellos Vigilantes y aquellos gigantes aún continúan con nosotros. Se ve que la intercesión de Enoc tuvo su premio y no acabaron con todos ellos. El diluvio no tuvo todo el éxito esperado. Un error estratégico que aún estamos pagando con nuestra sangre.

Muchos no hacemos otra cosa que elevar nuestro más desgarrador y desolado grito al cielo para que vuelvan a bajar esos diez mil santos y hagan bien su trabajo y se dejen de tanta chapuza que esto ya no aguanta más y barrunta una muy gorda y ahora contamos con bombas atómicas y de neutrones y no sabemos qué otras cosas más destructivas para hacer de este aún bello planeta un verdadero montón de escombros y que,  incluso, puede alterar el devenir armónico de otros astros más allá de nuestro cielo.


¡Ellos sabrán!

viernes, 16 de septiembre de 2016

LA REALIDAD DE NUESTROS DÍAS, DIVAGACIONES DE SEPTIEMBRE

En este septiembre de 2016 se cumplen ocho años de la caída de Lehman Brothers, que nos supuso la entrada a una de las más grandes crisis que la humanidad ha experimentado jamás. ¿Qué tendrá septiembre que a tan altos y graves acontecimientos siempre nos invita?

Esa crisis que, en principio, era solo financiera, supuso, en realidad, un retroceso en todos los niveles medibles del bienestar de esta humanidad que traga con todo lo que le echen. Quizá porque no tenga más remedio; quizá porque ignora demasiado; quizá porque muchos son los miedos que la atenazan y quizá, también, porque bastante tiene con su día a día y con rezar al falso dios de turno.

Ocho años después, la situación no ha mejorado, más bien ha empeorado. Todos los estados están más endeudados que entonces; todos los ciudadanos más pobres, desconcertados y las condiciones de vida han perdido, para más de un tercio de la población, todos los mínimos de dignidad.

En estos ocho años, los gobiernos han dictado nuevas leyes que solo han beneficiado y amparado a cuatro: El mundo económico-financiero (incluidas las aseguradoras); el mundo corporativo de las grandes multinacionales que dominan, oligárquicamente, todos los campos de la producción y distribución de bienes y servicios; los poseedores de grandes fortunas y a todos aquellos que hacen de la corrupción su modus vivendi. Ellos son los que realmente legislan y ordenan, los otros acatan y obedecen. Chantajean, engañan y enmarañan para obtener aquellos réditos que jamás se llevarán consigo tras su deplorable existencia en este planeta.

El retroceso social, económico y cultural de todas las ciudadanías ha sido, en estos ocho años, de verdadero pavor. Jamás fue tan claro y manifiesto el trasvase de la riqueza de todos –de la aldea global- en favor de unos pocos, de esos cuatro que he englobado anteriormente. No les marearé con la galopante precariedad laboral, ni del colapso económico inminente –a tanto ha llegado la usura y la codicia-, ni tampoco de lo inoperantes que resultan nuestros políticos –abducidos por esos cuatro jinetes apocalípticos- pues ni se atreven, ni saben cómo revertir lo que antes ya fue revertido. Están de fiesta en fiesta, que a ellos no les alcanza el sufrimiento ni falta alguna y ya sabemos que aquel que no sufre, desconoce qué es eso. Guerras, éxodos, desempleos, desahucios, hambre, miseria que aumenta exponencialmente y pérdida de la identidad humana, independientemente de cuál sea su origen, más o menos divino. ¡Vamos para atrás y contra corriente!

Anteriormente, el 11/09/01 (Otro septiembre), con el atentado de falsa bandera de las torres gemelas, se dio salida a todo cuanto después nos ha ido llegando: Destrucción y desestabilización de zonas geográficas –Oriente Medio- y las consecuencias implícitas que tales acciones conllevan: Aumento del terrorismo allá donde interesa que la tranquilidad deje de estar y aumente el miedo y la aceptación de la pérdida de libertades y movimientos; corrientes migratorias atroces, insostenibles, indignantes, terribles e inhumanas que hagan de espejo a nuestros particulares egoísmos con aquello de: “Virgencica, virgencica que me quede como estoy”. La complacencia y aceptación para cuanto quieran hacer de y con nosotros. Para ellos somos como una ofrenda a no sabemos qué dioses del Olimpo.

Esos dos hechos no habrían de ser considerados como producto de las casualidades, sino que son, más bien, consecuencias de un plan prefijado y planificado en el tiempo. Lo que buscan, está claro, no es el bienestar social de las poblaciones y su sostenibilidad –que es totalmente posible-. Lo que persiguen es otra cosa totalmente contraria. ¿Por qué? ¿Para qué? No es fácil dar respuesta cuando es escaso el conocimiento del que esto escribe, pero la intuición, que también es parte del saber, me indica el trágico final, fácilmente predecible, de toda esta dramática historia, contraria al principio de la vida y su defensa. En eso parecen estar. Al fin y al cabo siempre han actuado de esa forma y continuamente en la Historia les salió bien: Destruir para Construir.

El Universo está lleno de vida, pues no otra puede ser su misión: Albergar Vida. ¿Para qué tanta estrella e infinito espacio sino es para albergar vida? Menuda chapuza sería afirmar lo contrario. Así pues, piense detenidamente en lo recogido en el Kybalión y en uno de los siete principios de Hermes Trismegisto: 2. Correspondencia. “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: el Físico, el Mental y el Espiritual”.

A principios de diciembre pasado, el Papa Francisco avisó a las multitudes congregadas en la Plaza de S. Pedro que esa Navidad podría ser la última para la Humanidad. Que este año podría ser irreconocible: “Estamos cerca de la Navidad. Habrá luces, habrá fiestas, árboles brillantes, incluso escenas de la Natividad mientras el mundo sigue en guerras” “Mientras el mundo se muere de hambre, quemaduras y desciende aún más en el caos, debemos darnos cuenta de que las celebraciones de Navidad de este año para aquellos que optan por celebrarlo pueden ser el último”

Países que avisan a sus ciudadanos para que acopien víveres y efectivo para dos semanas; para que se preparen para volver a ser militarizados. Movimientos de tropas en el centro de Europa enfilando las viejas fronteras con URSS. Estados que conocen cuál es la crítica situación en la que estamos y de las malévolas intenciones de quienes ostentan el verdadero poder y que, como siempre ha sido hasta ahora, a ellos nunca les alcanzarán. Es la ventaja que tienen los que conocen la hoja de ruta –por ser quienes la elaboran o por tener línea directa con ellos- y que, para esas situaciones, bien que se aseguran con los debidos márgenes para que no les afecte en lo más mínimo.

Muchas son las amenazas para esta casa en la que vivimos, demasiadas incertidumbres y temores. Y sobre todo la sensación de estar solos ante tanto ser inhumano que parecen disfrutar y gozar con el sufrimiento y la necesidad de sus semejantes.

Esta noche, que ya está entrando disfrutaré viendo un cielo limpio, estrellado y con una luna llena resplandeciente y hermosa. Esa a la que dicen que llegamos y que no es verdad, como tantas y tantas otras mentiras a las que nos han estado sometiendo por miles de años. Intereses de los dueños, será, porque al fin y al cabo son ellos los amos de este mundo llamado Tierra.


Despertar e intentar saber algo de la Verdad a la que nos tienen alejados, solo eso nos queda. De momento, apreciado lector, cuídese en lo que pueda, que pintan bastos.