sábado, 1 de octubre de 2011

BENDITA LOCURA

Si todos los que somos plantáramos cara a tanto sinvergüenza. Nuestra fuerza, la de todos, es más grande que la suya. Somos nosotros los que tenemos que enarbolar nuevas banderas. Banderas de justicia verdadera y de verdadera libertad. ¡Ya está bien!

Nuestro mundo hace aguas por todos los rincones. Todo ha sido supeditado al poder del dinero y éste, con la codicia que le caracteriza, además de llevarnos, primero, a la miseria, nos dirige, después, hacia la muerte en los nuevos campos de batalla. ¿Seremos tan borregos, una vez más, en seguirles el juego? ¿Nos creeremos los cuentos que enarbolen? Hoy, nuestras mentes han despertado. Nada, de lo que nos digan, creeremos. Ni siquiera sus medios informativos podrán con nuestra razón. ¡Ya está bien!

Ni 11-S, ni 11-M, ni 11-J, ni islas ensangrentadas de jóvenes sacrificados, ni 6 millones de judíos masacrados en los campos alemanes (fueron 373.468, según informe de 1.984 de la Cruz Roja) Ya no les cuela tanta mentira. ¡Ni las guerras santas! ¡Ni los ejes del mal! ¡Hemos despertado a tanta hipocresía que sólo les beneficia a unos pocos! ¡No queremos más muertes inútiles!

Y, porque nuestra ansia se aferra a vivir en paz, es por lo que debemos de aumentar nuestras protestas  y no permitir que siga ganando la indecencia de tanto miserable suelto. Ya no es hora de mantenernos en silencio. No es ese nuestro deber. Está en mejorar y en avanzar hacia sociedades sanas y felices, no en desandar. En ser conscientes de que nos están conduciendo hacia el desastre. En acabar con tantas y tantas mentiras que nos confunden e inyectan el miedo que ellos desean y tanto necesitan.

Obama está culpando a los europeos del desastre financiero. La hipocresía, en términos económicos no tiene límites, fue allí en sus EE.UU., donde construyeron el ático de la codicia y la avaricia. Poco les importó e importa las consecuencias. Otros somos los que pagamos. Tras todos ellos, americanos y europeos, los sionistas de siempre. ¿Qué oscura intención se esconde tras sus palabras?

Los dioses modernos tienen nombre: Goldman Sachs, Morgan Stanley, Lehman Brothers, Merryll Lynch, Bear Stearns, Citigroup, JP Morgan, Aig, Mbia, Ambac, Moody´s, Standad & Poor´s, Fitch. Estos y otros son los que verdaderamente gobiernan el mundo. Estos son los dioses a los que servimos, a los dioses de la avaricia. La Organización de las Naciones Unidas, una pantomima, un atrezzo donde los pueblos del mundo fingen su propia y dramática paradoja.

Llevamos más de 2.000 años con los 10 mandamientos de la Ley de Dios, que, por cierto, son del dios de los judíos:
  1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
  2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
  3. Santificarás las fiestas.
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
  5. No matarás.
  6. No cometerás actos impuros.
  7. No robarás.
  8. No dirás falso testimonio ni mentirás.
  9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
  10. No codiciarás los bienes ajenos.
Un Dios éste que poco parece haberse ocupado de tantos millones y millones de seres humanos que, en la Historia, sólo han sido y somos víctimas de las oligarquías de la codicia.

Quizás fuera bueno cambiarlos por otros más humanos y reales y que me atrevo a esbozar:

Los Diez Mandamientos para el Hombre
1.      Acabar con todas las armas y con todas las religiones (ninguna es cierta)
2.      Prohibir la riqueza (La igualdad debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro, ni ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse. La riqueza es un poder usurpado por la minoría para obligar a la mayoría a trabajar en su provecho)
3.      El dinero volverá sólo a ser dinero y por sí mismo no producirá ninguna cosa.
4.      La Naturaleza, que nos provee de la vida, es sagrada y nos pertenece a todos por igual. Prevalecerá el equilibrio entre los seres que la conformamos. Ese será nuestro interés.
5.      Todos los Seres Humanos son iguales y este principio es irrenunciable.
6.      Todos los hechos humanos han de procurar beneficios al resto.
7.      La Paz y el Bien Estar es de obligado cumplimiento por y para todos los hombres.
8.      Todo Ser Humano es libre para ejercitar su sexualidad sin que suponga obligación y sumisión al otro u otros.
9.  Cada individuo establecerá cuál o cuáles serán su función. Nadie mejor que él para saber de su capacidad y aptitud para con los demás.
10. Los niños serán el centro de una formación liberada de yugos y gozarán de todos los medios necesarios para su desarrollo armónico con los nueve principios anteriores.

La cuestión de fondo se encuentra en que a este mundo nuestro lo que le hace falta es una nueva forma de ver y tratar las cosas. Este mundo está clamando por un cambio en sus paradigmas. Las maneras en que ha sido dirigido no han sido útiles para nuestra raza. Han prevalecido los intereses económicos, religiosos y esotéricos. Sólo unos pocos han sido y son los que dirigen y deciden y su única guía es responder a los intereses antes mencionados, nunca al de los ciudadanos. Hagamos cumplimiento de los tres primeros y, por consecuencia, los demás vendrán solos.

Podrían servir para los próximos 2.000 años. Y si tuviéramos una bolita de cristal, podríamos observar un mundo totalmente distinto a este. El aire sería limpio, los ríos y mares repletos de vida, los bosques frondosos y bellos y todos los hombres de ese futuro, los reyes de tal creación: El Edén (del que nunca tuvimos que salir)
¡Bendita Locura!                                                  

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