miércoles, 11 de abril de 2012

EUROPA, LA NUEVA DICTADURA

En la eterna lucha entre las tropas del bien y del mal, son éstas últimas las que evidencian más su triunfo, como, por desgracia, siempre ha sido hasta ahora. El sistema financiero y bancario como adalides de éstas últimas, son los claros vencedores. Son ellos los que no sólo ostentan el poder, sino que lo ejercen a su propio placer, a su propio y exclusivo beneficio. No habiendo redistribución de la riqueza y estando ésta limitada a su entorno más inmediato, el resto de los hombres y mujeres de este viejo mundo mueren y padecen en la miseria obligada.

El continente europeo está siendo saqueado con las bendiciones de quienes mandan de cara al público. A estos títeres políticos, siervos fieles al sistema, poco les importa el presente y el futuro de las buenas gentes. Tienen garantizado su alto estado del bienestar, no les faltará ni el dinero, ni el agradecimiento de las élites. Demuestran, con las dosis más altas de hipocresía, el mayor de los desprecios a los ciudadanos que ya perciben y sufren el robo y la estafa a la que están siendo sometidos. El abandono de los sistemas democráticos ya es más que evidente. Derechos constitucionales que son olvidados o tergiversados. Sólo les falta la militarización de nuestras calles. Son los no votados los que nos gobiernan; son las corporaciones, las grandes empresas, las multinacionales. El sector químico, el eléctrico, el farmacéutico, el alimentario, son hoy, los verdaderos políticos. Son ellos los que deciden el qué, el cómo, el dónde y el cuándo. Son sus consejos de administración y los del sistema bancario los que verdaderamente nos gobiernan. También ocurre en los Estados Unidos. Nunca dan la cara, siempre bajo la tenue y sutil capa de la sombra. Jamás les ha importado la gente, a no ser que fuera para su propio y codicioso interés, para su único provecho. No existiendo ya éste, qué sentido tiene sustentarlos. Ahora somos demasiados caros de mantener.

El ciudadano europeo y norteamericano ya no les son rentables. Hay otros que, no siendo aún ciudadanos, son más económicos y baratos. Además no protestan ni exigen respeto por la ecología ni el medio ambiente. Este paradigma es al que atienden en sus gráficas: ¿Dónde obtengo mayores ganancias por menos gasto? Ni saben, ni quieren saber de otras cuestiones. Son las tropas del mal, no lo olvide. A ellos nunca les interesaron los ciudadanos libres y formados, con cultura y con el conocimiento suficiente para descubrir tanta mentira que nos han contado. A ellos les gusta el esclavo y con todas las cadenas posibles. No olvidemos, por otra parte, que eso es lo que siempre fuimos en toda la Historia hasta hoy escrita. Pues sólo a partir de la II Guerra Mundial fue cuando, a través de mucha sangre derramada, huelgas y manifestaciones, conseguimos arrebatarles algo de libertad. No tuvieron más remedio que ceder y cedieron un poquito. No han pasado ni 67 años, cuando ya nos están poniendo de nuevo las cadenas. Llevan cuatro años poniéndolas e insisten en sus cantinelas de que hay que pagar la deuda (la que ellos han creado) Que el sistema no es sostenible, que hay que adelgazar los Estados, que hay que restar prestaciones a los ciudadanos, que hay que bajarles sus salarios, que no somos competitivos. Que quieren la sanidad, la educación y las pensiones; que ellos son mejores gestores, que son más baratos. ¡Mienten!

Estas fuerzas del mal nunca propiciaron o fomentaron el beneficio a los demás. Para nada entraba en sus balances que la gente pudiera disponer de energía gratuita y no contaminante. Cómo prescindir de los contadores que miden los dineros que han de recibir mes tras mes. Tampoco que las enfermedades fueran vencidas y que su tratamiento fuera realmente económico. Había que conseguir crónicos que suministraran los fondos a su enriquecimiento. ¿A quién se le puede ocurrir fabricar objetos o máquinas que duren siempre? ¿Qué hago con mis empresas, con mis líneas de producción?

Europa cabalga hacia una dictadura, a la dictadura de los mercados. Nos engañaron con aquello de una Europa de los Ciudadanos para que les diéramos nuestra confianza y apoyo y nuestra soberanía. Hoy esta vieja Europa se ha olvidado de los ciudadanos y no quiere saber nada de estados del bienestar, ni de derechos de manifestación, ni de privaticidad en las comunicaciones, no quiere saber nada que ponga en peligro a la dictadura proyectada y planificada, hace ya algún tiempo, por parte de las élites y que hoy vemos cómo llega con paso firme y aplastando la libertad, la fraternidad y la igualdad.

Creo que estos son los objetivos, sólo con ver lo que está ocurriendo es fácil deducir las conclusiones. No es necesario ser ningún doctorado. Vean sino a nuestro presidente del gobierno, Sr. Rajoy, que ni atiende a la prensa y que nos ha engañado hasta el tuétano. Y ¡Ay de aquel que se atreva a tomar las calles! Están preparando leyes para que aquel que convoque a la gente, vía Internet, pueda ser detenido por integración en organización criminal. Ahora que la ETA ha desaparecido, pasaremos todos a ser unos criminales. Esto bajo la preparación que están haciendo de una Ley de Orden Público que limitará el derecho de manifestación. ¡Si señor!, como en los viejos tiempos. Sólo falta el Tribunal de Orden Público y las Brigadas Político-Sociales y ¡Viva Franco!

¿Lo permitiremos?  

Nuestro Planeta, nuestro Mundo necesita de una verdadera revolución que nos conduzcan a un futuro mejor para todos, no a ese pasado donde lo mejor era sólo para unos pocos. ¿Es tan difícil abandonar a las fuerzas del mal? Esa revolución verdadera y definitiva está en cada uno de nosotros y somos nosotros los únicos responsables del futuro que queramos dejar a nuestros hijos. Cuanto más firmes seamos, cuando seamos más los que tengamos consciencia de esta necesidad de vivir sencillamente en PAZ, más fácil nos será y más serán las posibilidades de recibir ayuda.

Es la hora de mojarse. Nuestro deber pasa por ser los protagonistas de la Historia y no unos meros espectadores que consienten que le pongan la bola a los pies, con grilletes y cadenas.

¿Lo permitiremos?

1 comentario:

  1. Que gran artículo, has dado justo en el blanco con tus apuntes. Estamos siendo gobernados por la peor de la dictaduras, de ahora en adelante viviremos una pesadilla, hundidos en la miseria y la precariedad.

    Esclavos de unos señores anónimos que rigen nuestros destinos y que nos llevan al desastre más absoluto.

    Revolución o muerte!

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