La Federación de la Policía griega, que representa a la mayoría de los cuerpos de seguridad, ha emitido el siguiente comunicado: “Dado que estáis llevando a cabo una política destructiva, os avisamos de que no vais a hacer que luchemos entre hermanos. Nos negamos a reprimir a nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos o cualquier ciudadano que demande un cambio en la política. Os avisamos de que como representantes legales de la policía griega…tales como chantaje y la abolición encubierta de la democracia y la soberanía nacional” Dicha asociación ha exigido que se emitan órdenes de arresto contra los representantes de la troika –BCE, FMI y UE- por los cargos de “extorsión”, de “promoción encubierta de la eliminación o reducción de nuestras políticas democráticas y de la soberanía nacional” y de “interferencia en procesos legales” esenciales del Estado.
“Quedan avisados de que, como representantes legítimos de la policía griega, requerimos que nos sean emitidas órdenes de arresto hacia ustedes por una gran cantidad de delitos contemplados por la legislación y de acuerdo al Código Penal griego”
Destinatarios: Poul Thomson (FMI), Servaz Deruz (CE) y Klaus Mazuch (BCE)
Esta Federación, además, demanda “políticas programáticas que salvaguarden los intereses de los trabajadores” y que el interés de los “usureros” no sea puesto por encima de las necesidades básica de los gente corriente”. Y “bajo ninguna circunstancia” aceptarán ser utilizados en contra del pueblo griego: “No aceptaremos que nos pongan a matar a nuestros hermanos”
Honra y legitima a la policía griega este paso. Porque, ¿al servicio de quién está? Su servicio no es otro, como el de todas las policías del mundo, que el descubrir al delincuente, perseguirlo, detenerlo y ponerlo ante la Justicia. La policía griega ha realizado un ejercicio de valentía y de dignidad, de no ser robot del sistema. No son los ciudadanos los causantes de la crisis, ni de la estafa promovida por la Reserva Federal americana (ver mi anterior artículo), ni de la especulación, con barra libre, a la que las finanzas mundiales han sido dirigidas por cuatro mangantes. Ni tampoco los ciudadanos son los que se han llevado los millones que hay depositados en todos los paraísos fiscales del mundo y que son muchos. Ni tampoco fueron los creadores de la globalización del mundo sin regulación ni control. Como que ellos no han transformado la economía productiva en especulativa, ni juegan sus millones en las bolsas. Tampoco de los caprichos de algunos políticos que han dilapidado nuestros impuestos en aeropuertos, en autovías, en hospitales, en macro urbanizaciones, en parques temáticos, en campos de golf, en subvenciones a los amigos, en entidades semipúblicas y en tantas y tantas otras historias innecesarias…y que a algunos a hecho millonarios.
Si, son los chivos expiatorios de tanto delincuente de guante blanco. Si, los paganos de tanto robo a la sociedad. Si, son el centro de la diana para restaurar el orden perdido, a su costa hay que recuperar el orden económico y social. A costa de su pobreza y esclavitud. ¡Ya está bien!
La Justicia española ha condenado al juez Garzón por prevaricación. Traerá cola, mucha cola. No todo está tan claro como parece. Lo único que sí lo está es que los señores de la Gürtel se irán de rositas. Los verdaderos delincuentes, los que han estafado, los que han robado de los impuestos de los españoles, los del guante blanco se están, aún, descojonando a nuestra costa. Quizás fuera ese el verdadero interés de este sinsentido. Le queda a Garzón que lidiar con la memoria histórica, con los cadáveres que aún permanecen en las cunetas sin haber recibido justicia alguna. Y todo por una ley de amnistía que los mismos que los mataron se hicieron a su medida. Habría que abolir dicha ley de amnistía, por inconstitucional y por haberla aprobado unas cortes franquistas. Pero ahora está la derecha hereditaria campando por el cortijo y Garzón también será condenado por intentar hacer cumplir la justicia, aunque sea 70 años después. Por ver.
Mientras, esa derecha decimonónica, nos ha impuesto la peor reforma laboral posible y eso no quedará así; habrá más cuando ganen en Andalucía. Estamos en febrero y avisan de que este año se seguirán perdiendo más empleos, llegan a decir que unos 700.000, o sea, que llegaremos al millón y pico más y seremos fácilmente los 6,5 millones. Estos son los que sabían crear empleo y lo que había que hacer. ¡Menos mal!
¡Nos quieren como esclavos! ¿No es mejor ser esclavo que un parado? ¿No es mejor cobrar un 1 euro la hora, que ninguno? Y encima que les demos las gracias. Y encima que seamos productivos a criterio del empresario, que si no nos bajará más el sueldo. ¡Esclavos!
Les cuento: Una multinacional en Escombreras, con grandes beneficios anuales. Tres grandes y altas chimeneas de cuando gastaba fuel-oil. Oferta de trabajo para desmantelarlas. Empresa adjudicataria, supongo que por ser la más barata en su ejecución, de un tal conocido como “el marrano”. Trabajadores con sopletes a gran altura, haga viento, frío o llueva; jugándose la vida. Sujetos con arneses, medidas de seguridad mínimas. Aún les deben parte de la paga de diciembre, entera la de enero, y tienen la desfachatez de hacer transferencias a los trabajadores de 25 euros. Y si no te interesa, pues ahí tienes la puerta… que ya vendrá otro esclavo. Y aquella multinacional de grandes beneficios anuales no tiene la más mínima responsabilidad, que para eso están los contratos legales, aunque para nada sean morales, ni dignos.
A esto nos han conducido y aún quieren más. Por eso, desde esta tribuna, apelo a nuestros conciudadanos policías de todo el mundo a que actúen igual que los griegos. Averigüen quiénes son realmente los culpables, deténganlos y llévenlos ante el juez. Y cuando salgamos a la calle a exigir tan sólo un poco de dignidad y el respeto a nuestros derechos no saquen sus porras, porque sus golpes también van contra ustedes, contra sus padres, hermanos e hijos. Demuestren que son algo más que instrumentos de los guantes blancos. Demuestren, como los griegos, que saben, por lo menos, quién no es el culpable de tanta barbarie. Y actúen en consecuencia, ganaran en su conciencia y en su dignidad. Ustedes no son ya los cuerpos de seguridad del siglo XIX, son del XXI. Ustedes tienen una formación, ustedes tienen una cabeza que piensa y ustedes saben quienes son los verdaderos culpables. Y saben que las órdenes son para cumplirlas siempre y cuando éstas sean justas. Y recuerden que la justicia, igual que la soberanía de un Estado nacen de su pueblo. Esa es la democracia y no la dictadura.
El pueblo es el soberano, aunque, por haber sido engañado, se equivoque al votar. Y cuando, a través del engaño, se perpetran las mayores desigualdades y crímenes contra sus derechos y libertades, le cabe el derecho a la protesta en la calle. Le cabe el derecho de cambiar a esos gobiernos. Él es el auténtico soberano y no los embusteros.
Dickens, puso en boca de un activista del año 1854: “Yo os digo que ha llegado la hora que nos unamos los unos con los otros para formar una unidad poderosa, y que reduzcamos a pulso a los opresores que durante tantos años han engordado a costa de los restos de nuestras familias, del sudor de nuestra frente y del trabajo de nuestras manos…”
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