miércoles, 1 de febrero de 2012

UN PASITO PARA ADELANTE, CINCO PARA ATRÁS

En el afán por mantener a la vieja ideología política y religiosa y arcaica de este santo País  y con lo que uno está viendo, ya sólo queda el chiste y la chanza. Así, los que pensamos diferente, por lo menos, que podamos reír mejor que llorar tanta pérdida de derechos y libertades de manera tan fácil e inmediata. Les participo de un chistecillo que podría comenzar así…

-         … Oiga, ¿es la Moncloa?

-         Si, dígame

-         Mire, soy D. Antonio María Rouco Varela. Póngame con D. Mariano.

-         Un momento, por favor, que se pone enseguida.

-         ¡Antonio!, dime, ¿Cómo estás?

-         ¡Pues cómo quieres que esté con esto de las bodas! ¡Se las quitas a los jueces y se las das a los notarios! Entiendo que los notarios están mal por aquello que se hacen menos hipotecas y menos construcciones, yo eso lo entiendo. Pero, darle las bodas, me parece un verdadero despropósito. Un Sacramento de Dios en una notaría. ¡Qué escándalo! Mariano, así no. Así no recuperamos a este país. Te dije que había que cambiar la asignatura esa de la educación para la ciudadanía, te dije que lo del aborto, lo de las pastillitas esas, lo de darle más dinero a los concertados nuestros, y te dije que las bodas había que hacerlas, como siempre fue, en las iglesias y entre hombre y mujer, ¡nada de mariconadas! ¿Tú sabes lo que podemos cobrar por cada una de ellas? Y luego no me vayas a comparar, si antes en el juzgado era ya triste, imagínate ahora en una notaría, deprimente, deprimente. En cualquier iglesia es mucho más vistoso y nos dejan todas las flores, que hacen muy bonito en los altares. ¿Qué has hecho Mariano? Al Benedicto lo has cabreado que no veas. Le he dicho que ya te llamaba yo. Mariano, ¿qué has hecho?

-         Pero, pero... Rouco tienes que comprender que no es fácil, todo lo queréis así de golpe. No se os ha restado ni un euro de los 13,2 millones que os pago todos los meses y mira que hemos hecho recortes y subidas de impuestos a todos los vasallos y bellacos, pero a vosotros no se os ha quitado ni un euro, ¡Como Dios manda!

-         Que si Mariano, que si. Que todo eso está muy bien. Pero la has jodido con esto de las bodas. ¡Con la de manifestaciones que hemos hecho en tu favor, y así me lo pagas, Mariano! ¡Con nuestras radios todo el día haciéndoos el trabajo! Porque teníamos proyectos con los ingresos que íbamos a tener… Íbamos a modernizar los seminarios, darles otro aire, que no viene nadie, Mariano, que no viene nadie y la media de edad de nuestros trabajadores es altísima.

-         Bueno, Antonio, no te pongas así, hombre. Intentaremos arreglarlo. Ten en cuenta que nosotros hemos llegado hasta aquí para quedarnos un montón de legislaturas. Quizás en la próxima ya te lo arreglamos. No te pongas así, Antonio. Y, por favor, dile a Benedicto que esté tranquilo, que entre tú y yo arreglaremos todo y que pronto iré a verle a su casita.

-         Eso espero Mariano. Mientras tanto buscaremos la manera de que nos complazcas en otras cositas que tenemos por ahí. Ya te las iré diciendo.

-         Con Dios, D. Mariano.

-         Con Dios, D. Antonio.  


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